Punta Ralla desde el refugio de la Espata.
Pista de Villanúa, Refugio de la Espata,
Barranco Bozuelo, Cara oeste y Arista Oeste.
22-02-2012.
Salida 08 h. llegada13 h.
Sol.
Muy Fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Punta Ralla procedente de Prames. Vía en amarillo.
Disponemos
de la mañana para tomarnos nuestra ración de monte: es 22 de febrero de 2012.
No
queremos madrugar, queremos un poco de nieve y el tema ya no es tan fácil pero
a pesar de ello, desechamos Punta Arnoussere y decidimos marcha a Punta Ralla
tentados por esa imagen que guardamos de su afilada estampa de su cara oeste.
A
las ocho y veinte llegamos a Villanúa, nuestros ojos se van a lo suyo y la
sorpresa es considerable desde la anterior imagen de la Cara Sur de los
Lecherines perfectamente innivada: Punta Ralla está más limpia que el culillo
de un bebé recién bañado. Ha nevado muy poco en el Pirineo Central, lo sabemos,
pero ¡cómo es posible esto!
No
queda otro remedio que despedirse de la ración de nieve y seguir adelante pues
el monte es monte.
A
las ocho y media estamos aparcando el coche en la Barrera de la Pista de
Villanúa a 1240 metros de altitud pues
habíamos pensado subir por la pista y así entrábamos en calor relajadamente y
de conversación.
Mallos de Lecherines.
La
pista continúa un primer tramo en suave ascenso, como toda ella, en dirección
norte hasta el desvío del Camino del Barranco de Azus a la Trapa para girar al
este y mantenerse prácticamente invariable hacia el este.
Enseguida
encontramos algunas manchas de nieve bastante helada al estar pisada que poco
más arriba se hará prácticamente continua rebasado el Dolmen de Letraz.
Subimos
sin demasiadas prisas pero sin perder el tiempo pues sabemos que la pista es
larga y consecuentemente se alarga y más si cabe debido a la gran cantidad de
hielo que tiene y que nos obliga a avanzar siempre mirando dónde pisas. Al
final, calculo que haremos alrededor de 5 kilómetros de pista, que entre unas
cosas y otras se nos llevará alrededor de hora y media.
Atajamos
la última gran vuelta hacia el oeste y recuperamos la pista en las
inmediaciones del Refugio de la Espata situado a 1600 metros de altitud. Antes
ya hemos ido confirmando la desoladora vista del lugar al que nos dirigimos.
Pasamos
junto al abrevadero que es de los pocos lugares en los que se puede coger agua
en la zona pues hemos abandonado ya la pista y prosiguiendo al este nos
introducimos en el Barranco Bozuelo.
La
parte izquierda del barranco tiene un poco de nieve pero la derecha, más
soleada, está limpia así que la parte inferior del barranco se puede subir sin
necesidad de pisar la nieve. Nosotros subimos por el fondo mientras que el
camino ya se ha introducido en la parte alta del pinar y lo que vamos a hacer
el rodearlo para encaramarnos a la arista oeste del pico siempre por terreno
limpio y ya soleado.
Collaradeta.
Enseguida
alcanzamos la arista que por aquí no es más que una loma que se arrellana para
seguidamente irse elevando hacia el este en busca de la arista del pico que la
tiene.
Transitamos
una pradera alpina bastante escalonada y completamente abrasada por los hielos
que entre unas cosas y otras nos obliga a un generoso esfuerzo ya que el
collado entre Bacún Norte y Ralla que a donde aproximadamente nos dirigimos se
encuentra por encima de los 2000 metros de altitud.
Collarada.
La
mañana está espléndida el repecho nos mete en calores y en los descansillos el
horizonte norte nos compensa y relaja sobradamente: Collarada, Collaradeta,
Nevera y las Samolas están arrebatadoras.
Ya
por encima del nivel de los collados alcanzamos la arista conformada de paredes
verticales en su vertiente norte y por una ladera amable y cada vez más
pedregosa al sur por el que evolucionan caminillos hacia la cima. Proseguimos a
toda cresta que es muy fácil y de excelente tránsito recibiendo las caricias de
esa brisa que ni siquiera mueve las gorras de las cabezas.
Son
las once y media de la mañana cuando alcanzamos la Cima de Punta Ralla y situada a 2202 metros de altitud.
Leta.
Bacún Norte o Punta Espata.
Retona.
Samolas.
Moncayo.
Valle de Acumuer.
Lo
del trote no es ninguna tontería pues en menos de media hora nos llegamos al
Refugio de la Espata y tras comprobar que se encuentra estupendo nos vamos en
busca de la pista.
Refugio de la Espata.
Resulta
tan larga como a la subida pero enzarzados en un ritmo como poco ligero nos la
cepillamos en tres cuartos de hora. A la una y cuarto llegamos al coche y sin
perder un instante nos vamos para casa liquidando una jornada en la que hemos
movido 960 metros de desnivel en un tiempo relativamente corto. A las dos menos
cuarto dejamos a Juan en su casa y otro día más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por tu comentario! Responderé tan pronto como lo localice.