Entrada a la Gruta de Lecherines.
Canfranc
Viejo, Barranco de los Meses, Majada de Gabardito, Majada de Lecherín Baja y
Corredor Sur.
11-03-2012.
Desnivel acumulado 1050
m.
Distancia recorrida 16000
m.
Sol.
Fácil.
Tiempo efectivo 05:45
h.
Hay que seleccionar bien el momento para poder contemplar la gruta en todo su esplendor, lo que no siempre se consigue y para ello suele requerir un generoso esfuerzo en pleno invierno y con nieve desde bastante abajo.
Se pierde con cierta facilidad el camino entre el Barranco de Añaza y el Barranco Campón ya que no está bien señalizado y menos con el terreno cubierto de nieve.
Agua
en Canfranc Viejo, Fuente de la Paja, Fuente de los Abetazos y Abrevadero de la
Majada de Lecherín Baja. También se puede coger de los Barrancos de los Meses,
Añaza y Campón o Aguaré según el gusto y condiciones del día. En la Fuente de
la paja hay que llevar una paja o un tubito para poder beber.
Clara Abadía, Raúl López, Rosa Mª. Martínez y
Mariano Javierre.
Mapa de la Gruta de los Lecherines procedente de Prames. Vía en amarillo.
A
la Gruta Helada de Lecherines solemos ir
con alguna frecuencia y se puede decir que la tenemos algo vista pero no le
sucede lo mismo a nuestros amigos que quieren hacer algo desconocido con
nosotros. Eso de la “gruta helada” les tira y allí estamos.
Nuestros
amigos Clara y Raúl no tienen experiencia de nieve y puede ser una actividad de
cierto interés para ellos que incluye un
corredor con nieve.
A
una hora de dinamarqueses pues son las nueve de la mañana nos juntamos y
marchamos hasta Canfranc Viejo. Hoy es 11 de marzo de 2012. Entre unas cosas y
otras son las diez de la mañana cuando nos ponemos en camino. Estamos a 1020 metros de altitud y aquí en el valle hace un
desagradable viento que nos invita a buscar el Camino del Barranco de los Meses
con paso ligero y a través de los prados y paredes de delimitación de los
mismos.
Balizado
de rojo y blanco en dirección oeste, sorprende enseguida por las obras de
mampostería realizadas en la parte
inferior del mismo, creo que son las viejas instalaciones de unos viveros de la
época de la repoblación de las paredes del valle tras la construcción de la
estación del ferrocarril.
En la Fuente de la Paja, sin ella no bebes.
Enseguida
cruzamos a la orilla derecha del barranco y en el estrangulamiento del mismo
alcanzamos la Fuente de la Paja, acartelada a 1230 metros de altitud y en la
que si no llevas paja no bebes.
Ha
quedado abajo en el valle principal el viento y aquí en el barranco hace una
mañana espléndida, luminosa y cálida.
Poco
más arriba el barranco se amplía y nos deposita en la Pista que sube desde
Villanúa no sin antes indicarnos el camino hacia el Barranco Aguaré.
La
pista prosigue en suave ascenso y en dirección casi norte para depositarnos,
tras pasar la Fuente de los Abetazos y contemplar algún que otro pino silvestre
de auténtica categoría, en la entrada de la Majada de Gabardito,
espléndidamente bañada por el sol y en la que enseguida localizamos la caseta
pastoril asediada por un importante grupo que se pone en marcha de inmediato.
Van a ser las once y media.
Rellano de Gabardito.
La
Cabaña de Gabardito, a pesar de haber padecido algún que otro ataqué de los
vándalos, está bastante limpia y supliendo la falta de algunos cristales puede
servir. Echada la ojeada correspondiente proseguimos en dirección norte al
encuentro del Barranco Campón pero sabemos que hemos de transitar el pinar de
la orilla derecha del mismo hasta que lo crucemos al final del pinar.
Mallos de Lecherines.
Moleta y Collarada.
El
camino atraviesa la pradera alpina y nos conduce al pinar por el que
proseguimos tratando de no perderlo cosa que resulta fácil ya que solamente hay
algunas manchas de nieve en los barranquillos que atravesamos y,
consecuentemente, resulta sencillo seguir tanto las balizas como los tramos de
camino asentados en la ladera por la que trascurre.
A
pesar de nuestros esfuerzos, en algún momento perdemos el camino pero lo
recuperamos enseguida. El camino en el pinar está regularmente balizado pero lo
hemos pasado con nieve y de esa manera sí que puede ser problemático, y hoy sin
apenas dudas alcanzamos la cabecera del pinar que es el lugar por el que el
camino atraviesa el Barranco Campón para introducirse en la Majada Baja de
Lecherines.
Estamos a 1730 metros de altitud y en
dirección nordeste contemplamos un paisaje completamente mixto en el que las
nieves son manchas bastante discontinuas hasta casi los 2000 metros de altitud.
Allí,
en dirección nordeste está nuestro corredor y, por suerte, sí que tiene nieve y
huellas a montón. Delante de nosotros está el grupo que hemos localizado en
Gabardito y que nos puede dejar el corredor hecho un patatar, son alrededor de
veinte.
Llaneamos
siguiendo el camino hasta que dejamos a nuestra izquierda las casetas de la
majada y a través de unos lomos de praderío limpios de nieve alcanzamos la base
del corredor y allí nos detenemos para echar un bocado y colocar los crampones,
aunque me temo que no sean imprescindibles pero… así los prueba Raúl.
Es
la una menos cuarto cuando reemprendemos camino introduciéndonos en la nieve
para no abandonarla mientras podamos. La nieve está blanda y nos va a permitir
subir estupendamente además de que podremos elegir entre las huellas varias.
Parte inferior del corredor.
El
resalte inferior es el más erguido y consistente sobre todo en el tramo
intermedio que pasará de los 30º ya que hace un poco de lomo. Luego tras un
pequeño descansillo aparece un segundo resalte muy corto y desde el que se ve el corredor que conduce al Paso del Sarrio decorado con unos extraños
paraaludes.
Tras
el resalte el corredor se alarga encajonado y
suave hasta alcanzar el inicio del corredor mencionado anteriormente y
el resalte final.
Corredor hacia el Borreguil de la Cuca.
Ultimo resalte.
Se
trata de otro corto resalte que se yergue en la cabecera pero que se puede
ascender en diagonal facilitando el ascenso. Nos conduce a la entrada de un
irregular rellano sembrado de simas kársticas medio enterradas por la nieve que
recorremos en dirección noroeste hasta enfrentarnos con la boca de la gruta
situada en la parte inferior de un paredón calizo orientado al oeste. Es la una
y media.
Allí,
sobre un enorme bloque calizo está media peña, la otra media está dentro de la
gruta. Saludamos y nos vamos para adentro.
La
Gruta Helada de Lecherines es una cueva de modestas proporciones. Cuenta con
unas única e irregular sala que se ahonda pedregosa hacia su lado sureste. Las
filtraciones del techo originan una serie de columnas de hielo en zonas
próximas a la amplia boca a la que se accede descendiendo unos metros sobre la
nieve. Casi todas las columnas se ven desde el exterior pero el personal se
introduce en la misma para ver y fotografiarlas desde dentro. El suelo,
pedregoso e irregular está cubierto parcialmente de hielo vivo y hay que
andarse con muchísimo cuidado si no se llevan crampones.
Hacemos
algunas fotos y luego, para afuera especulando de si las columnas eran más
bonitas o abundantes que la ocasión anterior. La gruta bien merece una visita
aunque en esta ocasión está pobre de hielo.
Clara
ha olvidado los bastones en el lugar en el que nos hemos puesto los crampones y
por ello nos vamos para abajo tras contemplar las laderas bien cubiertas de
nieve y perfectamente soleadas que se encumbran hacia la Punta Tortiellas.
El
descenso del corredor es un auténtico placer con una nieve que te permite
caminar absolutamente relajado y sin que se hagan zuecos. Bajamos por fuera de
las huellas, es nuestra costumbre, para no destrozar la huella si la hay y
siempre que nos es posible. Hoy ya está destrozada.
Bajamos
en un pis-pas y alargándonos al máximo
por la nieve, tras recuperar los bastones nos quitamos los crampones y nos
acercamos al las Casetas de la Majada Baja.
Son
las dos y media pasadas cuando nos sentamos al sol y en el pequeño porche de
una de las dos cabañas para comer tranquilamente.
Nos
lo tomamos con calma pues no tenemos prisa, recogemos los crampones y los
piolets una vez escurridos y se nos va casi una hora con el tema.
Son
las tres y media cuando tras reponer un poco de agua en la fuente del
abrevadero nos ponemos en camino en busca de la entrada del pinar al que
llegamos tras atravesar el Barranco Campón que ya baja mayenco de deshielo.
Pasamos
el pinar fundamentalmente por camino y en las inmediaciones del barranco le
aclaramos el tema a un pequeño grupo que se ha dividido y que se reunirá en la
parte inferior de la Majada de Gabardito.
Contemplamos
el espléndido entorno del Barranco de Ip en el que pastorea Collarada y seguidamente
nos introducimos en la pista y en la sombra dejando que la conversación nos
acompañe.
Un
trago de agua en la Fuente de los Abetazos y enseguida el Camino del Barranco
de los Meses al que le hacemos algún atajo que otro.
Son
las cinco de la tarde cuando llegamos al coche aparcado en medio del viento que
ha dominado en el Valle de Canfranc durante toda la jornada, nosotros hemos
disfrutado de un día espléndido que hemos saldado tras 1050 metros de desnivel
aproximadamente.
Nos
olvidamos del viento metidos en el coche y carretera y manta para casa que luego de echar una reconfortante cerveza
nuestros compañeros de hoy todavía tiene tajo hasta Huesca.
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