Los Perics desde el Lac de la Bullosa.
Embalse de la Bullosa, Lacs Negre,
Viver, Sec, Comassa, Dugues, Castella, Treben, Sobiran, y vuelta a la Bullosa
pasando por el Lac Vallell. Lac de Pradella y regreso a la Bullosa.
11-09-2012.
Desnivel acumulado 600 m.
Distancia recorrida 18000 m.
Mixto.
Muy fácil.
04:30 h.
Los circuitos están bien indicados, bastante balizados y con caminos por lo general muy transitados, quizás con demasiada gente en los meses de verano. Durante los meses de Julio y Agosto hay un servicio de autobuses, fuera de horas de servicio se puede acceder con vehículos particulares.
Agua en el Centro de Información, y en
los lagos de mayor tamaño y menos visitados según época y costumbre. También se
puede coger agua de algunas surgencias de los lagos más altos.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de la Bullosa procedente de publicidad. Vía en amarillo.
Estamos
en Septiembre y la Carretera los Lacs de la Bullosa, que comienza un kilómetro
más arriba de la Plaza Circular de las inmediaciones de Montlouis, ni tiene
restricciones de uso, ni funciona el servicio de autobuses. Consecuentemente,
llegamos al inicio y nos vamos para arriba. Son 12 kilómetros con circulación
en ambos sentidos pero sin problemas.
Aparcamos
en las inmediaciones de la Presa del Embalse de la Bullosa y cenamos seguidamente.
Pasaremos la noche aquí y mañana, sin prisas, recorreremos los lagos.
Casi
son las ocho cuando nos levantamos al día 11 de Septiembre de 2012. La mañana
está estupenda a juego con la noche y son las nueve cuando nos ponemos en
marcha a 2000 metros de altitud.
Un
panel indicador nos ofrece tres circuitos para contemplar los lagos del circo;
el más corto que permite recorrer los Lacs de Pradella en la Zona de Fontromeu,
el Circuito de los Nueve Lacs y el Circuito de los Doce Lacs en la Zona de
Carlit.
Tomamos
la Pista que se alarga hasta el Hotel Buenes Hores situado al oeste del Embalse
de la Bullosa no sin antes contemplar la preciosa estampa de los Pics de Peric
a la luz de la mañana y que acabo de
colocar como fondo de escritorio.
Del
final de la pista nace el camino que en dirección noroeste se introduce en un
pinar asentado sobre morrena granítica con materiales de gran tamaño. Se trata
del transitadísimo camino que además de los recorridos por los lagos conduce al
Carlit y que en mediano
ascenso se va para arriba.
Pasamos
gente que ha salido delante hasta que tras alcanzar la cabecera de un
vallecillo por el que discurre el camino nos encontramos con un rellano en el que lo abandonamos para irnos al oeste unos metros y llegarnos a la orilla
del Lac Negre que no está en su mejor momento ya que cuenta con una banda
terrosa a su alrededor debida al estiaje que lo afea un poco.
Se
trata de un Lac redondeado, poco
profundo y con abundante vegetación acuática,
rodeado parcialmente de pino negro y pradera alpina que contemplamos y
fotografiamos a la luz de la mañana.
Desandamos
nuestros pasos hasta volver al camino y proseguimos en dirección noroeste unos
pocos metros pues enseguida y a la
derecha o norte del camino encontramos el Lac de Viver, un lago de tamaño
intermedio, de forma triangular que cuenta con una prominencia en uno de sus
lados.
No
demasiado profundo, se trata sin duda de uno de los más visitados por su
proximidad y que no es fácil de fotografiar al completo ya que sus orillas no
tienen ningún punto elevado que le dé
perspectiva suficiente.
Lo
fotografiamos al contraluz y proseguimos nuestro camino hacia el oeste al
objeto de visitar el siguiente Lago que aparecerá de inmediato pues el camino nos lleva directamente al
mismo.
Se
trata del Lac Sec un lago de mediano tamaño y alargado que el camino recorre
por su orilla nordeste y que ofrece en la parte norte un buen bloque granítico
para poder fotografiarlo prácticamente al completo.
La
imagen desde el centro del lago es mejor que la de su orilla norte ya que ésta
evita la parte colmatada y cubierta de vegetación.
Nada
más abandonar el Lac Sec y al otro lado del camino nos encontramos con el Lac
de la Comassa, otro lago alargado y con las orillas repletas de vegetación
acuática.
Aquí
abandonamos el camino y dedicamos un buen rato para recorrer sus alrededores
fundamentalmente los encantadores pinarillos de su orilla norte donde
almorzaremos un poco al sol y sombra de la mañana entre los pinos. Son las once
y estamos sobre los 1175 metros de altitud.
Luego,
recuperamos el camino y con el mismo superamos un par de resaltes en busca del Lac
de Dugues un poco distante de los anteriores.
Se
trata de un lago fundamentalmente redondeado pero con una larga prolongación
hacia el norte que pasamos prácticamente sin detenernos puesto que el regreso
lo haremos también por aquí y tendremos un poco más de perspectiva desde la
parte oeste.
El
camino se abre en dos e inicia la
extensión correspondiente al Circuito de los Doce Lacs. Un nuevo resalte en
dirección oeste nos conduce enseguida a la cubeta en la que se asienta el Lac
Castella. Se trata de un lago un tanto elíptico que tiene una prolongación casi
colmatada en su extremo este donde cuenta con un pequeño refugio. Está rodeado
de praderío prácticamente en su
totalidad, los pinos han quedado más abajo.
Otro
suavísimo resalte nos conduce hasta el siguiente lago. Se trata del Lac Trevens
que con forma irregular presenta una prolongación en su extremo este. De tamaño
mediano y con aspecto de no ser demasiado profundo como la mayoría de los lagos
de la zona tiene las orillas salpicadas de pequeños pinos negros asentados
sobre praderío.
Todavía
proseguimos un tanto al oeste contemplando la Cara oeste del Carlit y la parte
superior del circo, aquí mucho más mineral, hasta alcanzar el Lac Soubiran
situado sobre los 2320 metros de altitud. Son las doce y media de la mañana. El
cielo se ha cubierto de una débil capa de nubes que atenúa los calores de la
jornada.
Es
un lago un tanto irregular, más bien alargado, quizás el más pequeño de los
tres superiores que rellana el fondo de una cubeta de líneas muy suaves.
Llegamos
hasta su orilla este y a partir de aquí empezamos nuestra vuelta.
Caminamos
hasta Trevens para rodearlo por su orilla sur y hacer unas fotos en la parte
este a la vez que fotografiamos el siguiente desde lo alto, como teníamos
previsto, el Lac Castella.
En
su orilla este cruzamos por el puentecillo
y rodeamos por el norte la parte terminal del lago prácticamente
colmatada.
Nos
espera a continuación el Lac Dugues que también pasamos por su orilla sur para
acercarnos hasta el pequeño Lac Vallell un laquette de modestas proporciones,
quizás el más pequeño de los vistos en la jornada.
Transitamos
un pequeño altozano en medio de la cuenca lacustre y desde este lugar
fotografiamos los Lacs Llong y Llat, siempre juntos y siempre diferentes: el
Llong al norte es un lago, como su nombre indica, alargado y de mediano tamaño y el Llat que es más bien redondeado y situado al sur del
anterior, siendo el mayor de todos los lagos de la zona.
Luego
desandamos camino en suave descenso para coincidir, un rato después en el Lac
Viver. De allí para abajo, a ritmo, bajamos el pinar y nos llegamos al Embalse
de la Bullosa cuando son las dos de la tarde y quiere gotear débilmente.
Comemos
en la furgo y alrededor de las tres de la tarde nos vamos a caminar un poco por
la zona sur para conocerla un poco.
Se
trata del Circuito de los Lacs de Pradella cuyo camino comienza en el Centro de
Información de la Presa de la Bullosa.
Hay
una pista que en suavísimo descenso hacia el sur recorre el altiplano. Nosotros
bajamos al oeste de la pista hasta que surge un barranquillo que nos invita a
retornar a las balizas que prosiguen pista abajo hasta que se alcanza la
cabecera de un amplísimo valle en el que están algunas instalaciones de la
Estación de Esquí de Fontromeu. Allí remontamos suavemente hacia el sudeste y
alcanzamos el Refugio de Pradella a 1950 metros de altitud. Son las tres y
media pasadas.
El
Lac de Pradella está aquí mismo. Se trata de un lago en forma de u que al
principio nos hace suponer que se trata de dos diferentes. Posee un brazo de
tierra que divide la zona oeste en dos. Desde el extremo del brazo se contempla
una deliciosa visión del lago que es de considerable tamaño.
Nos
damos un pequeño remojón en el lago a pesar de que suponemos que no está
permitido y luego proseguimos camino. Son las cuatro de la tarde.
La
pista sigue rodeando al lago por su orilla sur pero las balizas indican no
seguirla y en una de las esquinas del refugio nos introducen en un camino que
parece volver hacia la Bullosa un poco al este de la pista que hemos traído.
Pensamos
que nos llevarán a los Lacs Negre, Llarg y Reco que nos quedan en el camino de
vuelta, pero no va a ser así, las balizas nos llevan al norte y terminan en la
carretera unos metros debajo de la zona de los refugios que los hay varios.
El
camino no aporta nada en absoluto, es más bien tedioso y lo que si consigue es
quitarnos las ganas y mandarnos a la furgo dando por liquidada la jornada. En
cualquier otro caso, a pesar del fiasco, nos hubiera costado muy poco bajar
unos metros por la carretera y hacer los tres lagos en orden inverso, pero eso
se quedará para otra ocasión y puede ser una excusa para volver por aquí, si es
que se necesita alguna excusa.
Hemos
salvado una jornada con una cierta amenaza de lluvia pero sin más. Entre los
dos recorridos hemos dado un repaso decente a los Lac de la Bullosa con un
desnivel acumulado de aproximadamente 600 metros aunque con nuestras idas y
venidas, no necesarias, habrán sido algunos más. La distancia recorrida pues
casi imposible de precisar puesto que nosotros ni siquiera tenemos mapa de la
zona. Con los paneles informativos vamos que volamos.
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