Vertiente Oeste del Puigpedros de Lanoux y del Coma d'Or.
Arista Nordeste de Coma d’Or, Cara Norte
de Coma d’Or y Cara Nordeste de Puigèdros de Lanoux. Descenso al Lac de Lanoux,
Porte y Col de Puymorens.
12-09-2012.
Salida 11 h. Llegada 17 h.
Mixto.
Fácil.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa del Puigpedros de Lanoux procedente de Miguel Angulo. Vía en amarillo.
Serán
alrededor de las once y media de la neblinosa mañana del 12 de Septiembre de
2012, cuando, en la Cima Sur del Pic de Coma d’Or no se ve un carajo, nos
orientamos por un enorme hito que inicia el descenso de la arista este del
pico e iniciamos el descenso.
Nuestro objetivo desde la Cima de Coma d'Or.
¿A
dónde vamos con estas nieblas…?
En
principio y en estas condiciones, el resalte de la arista hacia la Portella
Roja nos ha hecho renunciar al proyecto original para alcanzar por allí, de
manera económica la Cima del Puigpedros de Lanoux del que no tenemos
referencias y volver por el mismo camino que sería lo aconsejable después del
embarque inicial no nos apetece un pelo.
Tenemos
la supuesta opción de bajar hasta el Lac de Coma d’Or y tomar la salida que nos
lleve hacia el este y alcanzando el valle que sube desde Porte hacer alguna
circular visitando el Embalse de Lanoux y tenemos esta arista alomada que nos
debería de bajar hacia la Presa del Embalse de Lanoux y en eso estamos.
Ya
he renunciado a hacer el pico cuando reflexionando sobre un comentario de mi
chica se me ocurre una feliz idea: ¿porqué no bajamos hasta el vallecillo que
arranca de la Portella Roja y remontamos la cara este del pico que no tiene
mala cara a pesar de las nieblas?
Encontramos
unos hitos que se van arista abajo que se pierde en la niebla y un instantáneo
claro me permite avistar un laquette, es el mismo que hemos creído ver desde la
Cima Norte de Coma d’Or.
Rosa
se queda en la arista y yo me alargo unos metros hacia el norte para comprobar
la posibilidad de paso sin necesidad de perder muchos metros, aunque no sabemos
cuántos pueden ser.
Estamos
sobre los 2750 metros de altitud cuando iniciamos un faldeo en dirección norte
para atravesar por medio de unas afloraciones metamórficas surgidas en la pedrera
y que se convierten en pared poco más abajo. Por debajo de estas se encuentra
el vallecillo en el que se asientan los que llamaré Laquettes de la Portella
Roja del que surgirá el Barranco de Fada.
La
pedrera metamórfica se deja descender bastante bien en muy suave descenso y
superadas las afloraciones por uno de los corredores fáciles y llenos de
basura, visualizamos de nuevo la plancha de agua del laquette y proseguimos en
suave descenso con nuestro faldeo de la Cara Este del Coma d´Or ya por debajo del
paredones que desde la cima ya habíamos vislumbrado.
Enseguida
la pedrera arenosa pierde los materiales más menudos y nos ofrece un tránsito
bastante cómodo ya bajo la Portella Roja, pasaremos a una altura equidistante
entre la portella y el laquette.
Por
encima de nosotros el inicio de la Cara Este del Puigpedros de Lanoux tiene
algunas paredes que defienden la rampa superior por lo que proseguimos nuestra
travesía en busca de una vaga arista que creemos ver al nordeste y en la que
suponemos encontraremos hitos que orienten el camino desde Lanoux y que creemos
será la vía normal al pico.
En la Este del Puigpedros de Lanoux.
Estamos
sobre los 2650 metros de altitud, hemos perdido menos de 200 metros y la
maniobra de momento nos ha salido aceptable a pesar de que las nieblas no nos
dejan ver más allá de 50 metros con lo que la orientación en terreno
desconocido suele ser algo chunga.
Hay
un pequeño corredor lateral bastante amplio y escalonado en el que apoyando un
poco las manos nos puede permitir salvar las paredes inferiores y proseguir en
busca de esa arista que imaginamos.
Superadas
las paredes, la arista no aparece y no encontramos en una ladera con algún
retazo de pradera alpina instalada entre cordales de pedrizas metamórficas.
Podemos subir por cualquier parte, de momento y por lo tanto nos orientamos al
oeste y empezamos a subir siempre con tendencia a desplazarnos hacia el norte y
al encuentro de la esperada arista en la que encontremos camino.
Pero
no será así, la arista no aparecerá, la pared se yergue y se puede ascender eligiendo
camino y sin problemas.
Preferimos
las pedrizas bastante estables y aunque no vemos gran cosa la brisa de la
arista nos indica que estamos algo arriba.
Todavía
nos iremos un poco al norte ya que la arista que hemos visto desde Coma d’Or se
alargaba al norte con algunos dientes de respeto y no será cuestión de liarla
en estas condiciones.
Cima del Puigpedros de Lanoux.
Vemos
la claridad de la arista cimera cuando hacia el norte nos muestra ya su descenso
y alcanzamos directamente la Cima de Puigpedros de Lanoux cuando son las doce y
media de la mañana.
Estamos
a 2842 metros de altitud y junto al hito cimero hacemos una fotografía llena de
nieblas.
Echamos
un trago, nos abrigamos un poco y como no hay nada que ver cinco minutos más
tarde nos vamos para abajo por donde hemos subido.
Localizamos
algunas hitos que nos muestran un camino poco definido pero las abandonamos
pues preferimos el descenso por camino conocido. A una mala volvemos a Coma
d’Or y se acaban los problemas.
El laquette que nos ha salvado la jornada.
Yo
me oriento bastante bien incluso con nieblas y no tengo ningún problema para
bajar la pared encontrando nuestros pasos en la parte baja de la misma. De allí
para abajo una ladera muy asequible nos tiene que llevar al fondo del barranco
en el que se ubican los laquettes bajo la Portella Roja.
Una
rampa herbosa nos lleva sobre las paredes de la cara norte de los laquettes y
un corredor descompuesto nos permite alcanzar la diminuta plancha de agua que
ha guiado nuestros pasos.
En el lecho de los laquettes.
Se
trata de los restos de un laquette doble o de dos pequeños laquettes que han perdido
la práctica totalidad de las aguas. Atravesamos el fondo de los dos y en
dirección este-sudeste ganamos el borde
de la cubeta lacustre y continuamos el descenso. Antes aprovechamos un parcial
levante de las nieblas y fotografiamos los laquettes y la Portella Roja.
Vislumbrando la Portella Roja.
Enseguida
encontramos algunos hitos en una ladera herbosa que ocupa la vertiente derecha
del Barranco Fada. Ese barranco tiene que llevarlos a Lanoux.
Pero
no va a ser así, descendemos un trecho junto al mismo y tras localizar otros
laquettes en la orilla izquierda y entre las nieblas el barranco se arrellana y
se estrangula posteriormente invitándonos a abandonarlo.
Iniciamos
un faldeo hacia el sur y enseguida encontramos hitos y un difuminado caminillo
que nos sacará del barranco que hemos empezado a bajar y nos llevará hacia el
sur.
A
media ladera atravesaremos otro barranco
herboso que más abajo coincidirá con el anterior pero todavía proseguiremos
hacia el sur en suave descenso para introducirnos en un tercer barranco más
amplio que nos acercará definitivamente a la Presa de Lanoux.
En
el crestón divisorio de los dos barrancos nos sentamos a comer un poco, son las
dos menos cuarto.
Estamos
sobre los 2500 metros de altitud y la tentación puede más que la evidencia.
Media hora después preferimos abandonar el camino que inicia una suave vuelta
hacia el sur con perspectivas de rebasar ampliamente la llegada directa a la
presa y nos vamos directamente en busca de la orilla del embalse. Las nieblas
se han levantado y ahora solamente custodian las cimas.
Largo descenso hacia Lanoux.
Fotografiamos
al Carlit y al Lac de Lanoux que tiene una mengua de agua de alrededor de 10
metros de altura y bajamos una rampa herbosa bastante erguida que nos tiene que
llevar a un camino que he localizado por debajo del estrangulamiento del
barranco.
Carlit.
Ya
en el camino todavía nos queda bastante desnivel hasta el agua por lo que el
camino desciende consistentemente en una zona medianamente rocosa que nos acerca definitivamente al
agua.
Luego
cruzamos un rellano herboso atravesado
por un profundo desagüe subsidiario del embalse y remontamos suavemente a la
cabecera de un lomo coronado por algunos pinos desde el que se desciende ya a
la presa pero nosotros nos bajamos directamente a la orilla para transitar los
últimos metros por terrenos propios de las aguas.
Casi todo el enorme Lac de Lanoux.
Son
las tres de la tarde y ahora nadie podría imaginar las tribulaciones que han
acontecido a media mañana. Un numeroso grupo de senderistas y algunos pescadores pululan alrededor de la presa a
2200 metros de altitud.
Localizamos
las marcas de un GR. que sabemos marchará valle abajo hacia Porte y tras hacer
algunas fotos nos vamos con ellas por una pista que conduce a las instalaciones
de debajo de la presa.
El
camino enseguida abandona la pista y se instala en la ladera derecha del valle
tras cruzar el barranco que presenta una bonita zona de cascadas.
La
pista no baja al valle y nos sorprende pero así es. Nuestro camino se va por la
ladera Sudeste de la Serra de la Font Viva muy llano en dirección
oeste-sudoeste.
Se
trata de un camino con mucho trabajo en roca que se debió de realizar en época
de las obras del embalse y que transita las bocas de ventilación de algún canal
subterráneo pues localizamos media docena de bocas abiertas.
Nosotros
esperamos que en algún momento el camino se abra en dos para abandonar la rama
descendente que suponemos se marchará hasta el fondo del valle para tomar
alguna rama que nos devuelva a media ladera hacia lo alto del Puerto de
Puymorens.
El
camino bruscamente abandona el nivel de los respiraderos y se marcha para abajo
muy embadurnado de pinturas rojas y la traza horizontal que traemos se corta
definitivamente en el último respiradero. De esta forma no queda más remedio
que seguir por el GR. ya que la ladera solamente presenta trazas de senda a un
nivel muy distante del que nos encontramos.
Lac de Fontviva.
El
camino tras descender un buen tramo se allana de nuevo para pasar alejado de la
superficie del Lac de Font Viva, lugar al que llega la carretera. Luego y
conservando distancia y desnivel se prolongará paralelo a la misma sin que
aparezca opción alguna que nos permita remontar hacia el Puerto de Puymorens ya
que nos encontramos ya bastante por debajo del mismo.
Todavía
pasaremos elevados sobre una pequeña presa practicada en el barranco cuando ya
estamos convencidos de que terminaremos en Porte y desde allí nos quedan 6
kilómetros de carretera hasta la furgo.
Serval de cazadores preñado de frutos maduros.
Tendremos que poner la marcha de resistencia para que el camino no termine por hacérsenos
eterno y son las cuatro y media de la tarde cuando alcanzamos la carretera en
la primera vuelta por encima del Caserío de Porte. Estamos a 1750 metros de
altitud.
Creo
recordar que la carretera da una potente lazada que se puede atajar pero aprovechando
que estamos en una curva con espacio me quito la mochila y saco el dedo.
Hay
muy poca circulación en sentido ascendente y pasan pocos coches para arriba. Un
rato después me paran y me suben. Es un francés con pinta de montañero que lo
entiende enseguida. Con mi mal francés establecemos una precaria conversación
que le lleva a satisfacer su curiosidad y a mí a la Furgoneta. El marcha a
Andorra y yo para abajo a recoger a mi chica que reposa en el pequeño pic-nik
de la carretera los esfuerzos de los 1250 metros subidos y de los 1100 bajados.
Hoy ha sido una jornada de contrastes con recio sabor montañero en la que dices
para tu coleto: “chaval, tú puedes” y otro día más.
Esto tuvo esta mañana su Principio.
Esto tuvo esta mañana su Principio.
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