La Arista Oeste de Portalet o Estremere.
Aparcamienro de Espelunciecha, cara y
arista sur.
14-02-2016.
Salida 10 h. Llegada 12:30 h.
Mixto.
Fácil.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Portalet o Estremere procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Casi
todas las cimas tienen su momento dulce en el que sus condiciones nos lo ponen
fácil. Es cuestión pues de conocerlas y tener paciencia.
El
Portalet o Estremere es uno de esos picos fáciles con los esquís al que, por
unas cosas o por otras, no conseguimos ascender de manera medianamente
satisfactoria. Es cierto que el Puerto Viejo de Sallent guarda poco la nieve y
cuando quieres darte cuenta la parte baja se ha pelado demasiado y si a una
ascensión corta le añades algo de porteo pues… también es cierto que con medianas
condiciones de nieve tiene competidores que relegan su ascensión y no se debe
desdeñar como aspecto en contra su situación en una arista fronteriza abierta a
las perturbaciones que entran por el oeste y que suelen ser asiduas en el
Portalet.
Una agradable mañana saliendo del Aparcamiento de Espelunciecha.
Lo
intentamos en Enero del 14, la ventisca nos echó para abajo de su arista cimera y la
nieve costra termino de malograr la jornada.
Hoy
14 de Febrero de 2016, a las ocho y media, la zona del Portalet estaba muy
cubierta y la ventana de bonanza
meteorológica anunciada se insinúa poco después. Ayer hizo una mañana de postal
en la que no creímos y hoy marchamos convencidos para aprovechar la mañana y
desquitarnos de nuestro error.
Nieve polvo y húmeda hacia el Puerto Viejo de Sallent.
A
las diez menos cuarto la nieve del Aparcamiento
de Espelunciecha está helada aunque comienza a correr el agua al
solecillo de la mañana. Hay una cierta nubosidad dispersa pero me preocupan
algunas nieblas condensadas sobre las Gralleras. La temperatura es estupenda.
Un
autobús marcha delante de nosotros en busca del Puerto Viejo de Sallent de
camino a Peyrelue y nosotros vamos detrás aprovechando la huella de raquetas
fundamentalmente sobre una capa de nieve polvo venteada y superpuesta a la
húmeda de base.
La Sudoeste de Estremere a la deliciosa luz de la mañana.
Avanzamos
en suave ascenso hacia el sol que se cuela entre dispersas nubes negras hasta
que alcanzamos la alomada arista sur del pico desde la que vemos Peyrelue que
difícilmente asoma su cabeza de entre una masa de nieblas y nubes entrantes.
Espelunciecha sufre ya el asedio de las nieblas que entran por el oeste
descaradamente.
Hace
ya un poco que hacemos nuestra propia huella de manera cómoda sobre nieve polvo
húmeda cuando avistamos la arista cimera con sus prominencias completamente
vestidas de nieve.
Por el oeste entra la perturbación a toda pastilla.
Avanzamos
por la arista sur que ofrece una progresión cómoda a base de suaves resaltes
hasta las inmediaciones de sus afloraciones rocosas. Hemos dudado entre subir
junto a las mismas o tomar el corredor
muy bien nevado y que tan mal bajáramos en la anterior ocasión. Tenía
una pinta estupenda y nos las prometemos felices para el descenso pero las
nieblas y el viento comienzan a hacer acto de presencia.
Mi
chica especula confiada con un claro que nos permita hacer el pico pero yo sí que lo tengo claro:
la vamos a joder seguro con esta evolución.
Cara Sur de Estremete.
En
las inmediaciones de la arista el viento ha arreciado y las nieblas nos
envuelven de tal forma que, a duras penas reconocemos la llegada a la misma y
de inmediato comienza a nevar.
Desde
la arista hacemos una selfie, es lo único que se puede hacer pues la niebla es
espesísima y decidimos darnos la vuelta. Rosa está convencida pero yo espero
que la densidad de la niebla sea altitudinal y solamente afecte a la arista de
entrada.
Las nieblas saltan la Arista Oeste de Estremere.
Nos
ponemos los cortavientos y nos preparamos para iniciar el descenso.
Ni
siquiera sabemos si nos movemos o nos detenemos en el rellanito bajo la arista
y desde luego no tenemos ninguna perspectiva del inicio del corredor. En tales
circunstancias nos quitamos los esquís y nos vamos para abajo siguiendo los
hoyos de nuestros bastones, la huella de los esquís ha sido semiborrada por la
ventisca.
Nos engullen las nieblas en la Oeste de Estremere.
Con
algunas dificultades puntuales
desandamos el camino y abandonada la arista nos detenemos un instante
para echar un café.
La
niebla persiste hacia abajo y no era cuestión exclusivamente de la arista.
Incluso llegaré a perder nuestra huella de subida y terminaremos bajando de
frente en busca de la huella de los raqueteros. Lo haremos un poco más hacia el
este y luego tendremos que volver hacia el Aparcamiento de Espelunciecha que
negrea bajo una capa persistente de niebla.
Selfie con ventisca en la Arista Oeste de Estremere.
Alcanzada
la huella de los raqueteros y con su referencia a pesar de que está medio
enterrada ponemos los esquís y deslizamos hasta la rotonda del aparcamiento.
Sigue
nevando a gusto cuando llegamos al coche y ponemos fin a una frustrada mañana
que comenzó deliciosa y que en un visto y no visto se convirtió en funesta: en
poco más de una hora nos subimos desde los 1770 metros de la parte alta del
aparcamiento a los 2140 de la arista, 370 pírricos metros de desnivel. Nos
cuesta más tiempo bajarlos y con eso queda todo dicho.
El resto ventisca, nieblas y nieve.
Pero
como no hay mal que por bien no venga nos bajamos al Camping de Senegüé a comer
aunque no acostumbramos a celebrar San Valentín y pelillos a la mar.
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