21 ago 2007

16-07. GABARDIELLA. 21-8-2007.

La Sudoeste de Gabardiella.

Presa del Embalse de Belsue, Collado de las Paules, Collado de Luna  del Pueyo y Arista Nordeste.

21-08-2007.

Salida 10 h. Llegada17 h.

Nublado.

Fácil.

Ascensión.

 Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Gabardiella procedente de Prames. Vía en amarillo.

            Es martes 21 de Agosto y vamos a  ir a la Sierra de Guara.

            A las ocho menos cuarto estamos en la Estación Intermodal tratando de hacer tiempo pues no sabemos muy bien qué hacer.

            Guara está muy cubierto aunque aquí en Huesca está despejado. La mañana es fresca y ventosa de tal forma que el día puede resolverse de cualquier manera.

            Damos un paseo haciendo tiempo y a las ocho y media decidimos finalmente irnos al monte no sabiendo qué nos dejará hacer el día.

Desde el Aguile se ve Belsué, Gabardiella y Guara.20-2-05.

            De las varias opciones de las que disponemos elegimos la más sencilla a priori y que consiste en subirse por la autovía hasta Nueno allí tomar la carreterilla que pasando por Sabayés llega a Santolaria de la Peña. De allí, por una larga pista que no conocemos llegaremos a la presa del Embalse de Santa María de Belsué.

            Han asfaltado desde Santolaria hasta el Collado de la Peña de San Miguel pero allí hay que coger la pista en dirección norte.


            Será n alrededor de 11 kilómetros de pista caliza que cuenta con algún tramo regular pero que en general se puede transitar decentemente. Sube y baja como todas las pistas y da vueltas a granel pero finalmente nos acerca a las nieblas depositándonos en el Refugio de Santa María de Belsué situado a 970 metros de altitud, justamente en la vertical de la presa del Pantano de Belsué.

            Son las nueve y media pasadas cuando aparcamos el coche cerca del refugio y salimos a una mañana fría ventosa, desagradable y con nieblas consistentes 200 metros por encima de nuestras cabezas. El embalse está muy sangrado.

            Nos cambiamos de ropa y con la idea de ¡a ver qué pasa! Nos ponemos en marcha. Son las diez de la mañana pero parece que sean las seis.

Presa de Belsué.
 
            Lo primero consiste en localizar el camino de bajada a la presa situada 100 metros más abajo. Para ello encontramos un camino lleno de escalones de obra que en un principio nos conducen hacia la parte inferior de la presa por la que transita una vieja pista que va por la orilla derecha del Embalse de Cienfuens.

            El camino está roto en un tramo vertical y nos obliga a volver sobre nuestros pasos y tomar la opción buena que sigue también escalonada hasta alcanzar la pista de uso restringido que llega a la presa de Belsué.

Embalse de Cienfuéns medio seco.
 
            Atravesamos la presa, descartamos el camino que va aguas arriba y otro que sale por las pedreras en dirección este y tomamos un amplio camino que se orienta en dirección sudoeste  por la orilla izquierda del Embalse de Cienfuens.

Paredes de Cienfuéns.
 
            Al camino le han practicado una limpia importante lo que nos confirma que es el nuestro. Al principio desciende un poco hasta mitad de camino entre las paredes de los embalses, nos enseña la menguada cola del estrechito Embalse de Cienfuens y los espectaculares, verticales y coloristas paredones calizos de la vertiente derecha del embalse.

            Poco después comienza a ascender a la vez que se separa del lecho del Flumen embalsado y se introduce en el Barranco de las Paules cubierto de un bosque mixto de carrasca, pino, boj, griñolera y genista.

            Bastante arriba se alcanza una pista y ascendiendo suavemente con ella alcanzamos un amplísimo rellano herboso medio colonizado de genista en el que pace un rebaño de vacas. Es el Collado de las Paules.

            El collado de dimensiones colosales, pues tendrá alrededor de 2 kilómetros de largo con una anchura media de 250 metros, está recorrido por unas suaves rodadas en dirección este-oeste.

Vertiente del Guatizalema desde el Collado de las Paules.
 
            Sabemos que del collado parte un camino en dirección norte y avanzamos buscándolo a nuestra izquierda. Superamos el collado, bajamos con la pista un par de vueltas y convencidos de que el desvío nos lo hemos tenido que pasar, volvemos sobre nuestros pasos hasta mitad del collado aproximadamente.

Buscando camino en el Collado de las Paules.
 
            Entre las crecidas hierbas y la genista encontramos trazas de un posible camino que no está indicado en absoluto pero que enseguida se confirma cuando alcanzamos los restos de unas derruidas construcciones. Estamos sobre los 1300 metros de altitud  y la falta de indicaciones que suponíamos debería de haber nos ha costado algo más de media hora.

            Un cuarto de hora después y por un amplio camino alcanzamos un pequeño collado herboso en el que una cita nos orienta un poco más al norte.

            Hemos de tomar un discreto espolón calizo que asciende directamente al Pico de las Paules para llanear muy arriba y reorientarse un tanto al nordeste en busca del claro  Collado de Luna del Pueyo.

Guara desde Luna del Pueyo.
 
            Para alcanzar el collado hay que perder cerca de 100 metros de desnivel y, en previsión del viento que debe correr por la loma, buscamos un lugar abrigado a media bajada y nos paramos a comer ya que solamente hemos comido un dulce al cambiarnos de ropa. Son las doce y media.

Collado y Pico Luna del Pueyo.
 
            Comemos con la media barra de pan que se nos había quedado en el coche desde ayer, pues no nos hemos acordado de comprar en Huesca pero es más que suficiente pues llevamos de todo lo habitual y media hora después seguimos para abajo por un indeciso camino sobre cumplido sotobosque hasta alcanzar el Collado de Luna del Pueyo  sobre los 1475 metros de altitud.

Antecima de Gabardiella.
 
            La continuación se realiza por la arista que orientada al nordeste nos tiene que conducir a la cima del Gabardiella.


En la parte alta de la Sierra de Gabardiella.
 
            La aristas nunca se ve cerrada ni por el sotobosque ni por afloraciones rocosas y ofrece numerosos trozos de camino a través de la misma alcanzando el Pico de la Luna a 1652 metros de altitud cuando es la una y media.

            Desde aquí localizamos nuestro objetivo pero para ello hemos de recorrer una larga arista  al principio en dirección este, tras un suave descenso a través de un camino que serpentea afloraciones rocosas y asentamientos de matorral espinoso propio de Guara, para alcanzar una prominencia en la cresta un poco más alta que el Pico de la Luna.

Vértice geodésico de Gabardiella.
 
            Luego la arista fundamentalmente llana se orienta hacia el nordeste y de manera similar alcanza la cima del Pico de la Gabardiella a 1695 metros de altitud. Son las dos de la tarde.

En la Cima de Gabardiella con Guara.
El Borón desde Gabardiella.
 
            Desde el pico y desde la larga arista somital que hemos recorido se divisa un dilatado paisaje a caballo entre los Valles del Flumen y del Guatizalema. Al oeste la depresión de Belsué con la Punta del Aguila y más atrás todavía Gratal; al este Nocito y Peña Guara con la Cresta de Fragineto y al sur Vadiello con todos sus acólitos visibles. Es un buen lugar para contemplar la zona oriental de Guara.

De vuelta hacia el Pico de las Paules.

El Aguila, las Paredes de Cienfuéns y la Hoya de Belsué.
 
            La vuelta con un viento que ha ido amainando poco a poco la hacemos por idéntico camino y se nos hace algo más corta que la ida ya sin dudas ni embarques. Salidos de la cresta, al sol de la tarde se hace calorcillo con lo que terminamos por disfrutar de un día que ha resultado muy decente a pesar de las premoniciones del principio.

Detalle de la Norte del Borón.
 

Pico Luna del Pueyo de vuelta.
Bajando hacia el Collado de las Paules.
 
            Cerca de la presa recogemos unos tacos de carrasca que junto a los 411 escalones que hemos de subir nos hacen sudar lo suyo. A las cinco menos cuarto llegamos al coche. Han sido 975 metros  y alrededor de 20 kilómetros. Una más de Guara.

            Comemos y bebemos un poco y volvemos la pista parando para localizar pero sin conseguirlo el Dolmen de Belsué pues no tenemos ganas de bajar sin saber exactamente dónde estará. Lo que si hemos hecho a lo largo de la pista ha sido ver bandadas de perdices, incluso alrededor del refugio. Eran bandadas muy numerosas lo que confirma que el 2007 ha sido un buen año para estas aves al menos.

 

           

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