29 ene 2012

7-12. GUE POR EL SUR, EL CAMINO DE SIEMPRE. 29-1-2012.


Gue desde el rellano del Campamento.
 
Corona del Campamento y Arista Sur.
29-01-2012.
Salida 09 h. llegada 12 h.
Sol.
Muy Fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Gue procedente de Prames. Vía en amarillo.
 
            Gue es una pequeña cima, amable y familiar que remoja uno de sus pies en el Aurín y el otro en el Gállego y que a  Sabiñánigo, que se encuentra en las inmediaciones, le muestra el norte pacientemente.

             Cuando no hay tiempo para casi nada o la meteorología es absolutamente infernal siempre nos queda Gue. En consecuencia: subimos con cierta frecuencia y casi siempre lo hacemos por la Arista Sur, la que señala a Sabi. También lo hemos hecho por el nordeste desde Escuer pero es, además de diferente, bastante más largo. Subimos en cualquier época del año pues no precisa más que un rato y no sabría decir cuántas veces hemos estado en la cima.

             Hoy 29 de Enero de 2012 nos hacemos una escapada matutina. Un cuarto de hora de coche permite atravesar por pista toda la Corona del Campamente y aparcar al final de la misma.


            La Corona del Campamento era el emplazamiento de unas instalaciones militares temporales del cuartel militar de la localidad. La Corona ha vuelto de nuevo a ser una tierra de labor y el cuartel es el actual Pirenarim, aunque calculo que no será por mucho tiempo.

            Son  las nueve de una  mañana anunciada como gélida pero solamente para los “catastroferos”, y alarmistas medios de comunicación, por lo demás es una mañana de Enero sin más.
 
Oturia y Santa Orosia.

            Hay que abandonar la pista cuando inicia un suave descenso de la parte alta de la corona y tomar un caminillo que sale en dirección norte bordeando el prado más alto. Estamos a 980 metros de altitud.
 

            Siempre en dirección norte y en suave ascenso atraviesa una ladera seca y pedregosa en la que reina la aliaga hasta que poco a poco se introduce en un claro pinar en el que se mezcla el roble y el boj ambos de pequeño desarrollo.

            Poco más arriba el pino alcanza mayor desarrollo y aparece la genista cuando la ladera se allana y nos muestra la cima.

            Un pequeño resalte pone fin a la parte inferior del ascenso al que le sucede un rellano que se transita ligeramente al este y desde el que se contempla claramente la parte superior del monte, a 1300 metros de altitud.

 
En el Rellano de Santa Lucía.
 
            Desde el rellano contemplamos al Sobrepuerto, a Oturia y Santa Orosia sumidos en la neblina del contraluz de la mañana a la vez que el camino se empina de nuevo buscando directamente la cima.

 
            Se trata de un segundo y último repecho, más corto que el anterior aunque un pelín más erguido, que se desarrolla por el creciente pinar que aclaró definitivamente el incendio de hace unos años.

La arista Oeste.
 
            Alcanzamos el trazado de la pista que ha ascendido a lazadas por la loma oeste y enseguida la Cima de Punta Gue situada a 1579 metros de altitud.

            Son las diez y cuarto de la mañana y la ascensión, para nosotros, no ha sido más que un paseo con unos cortos 600 metros de desnivel.

Mal tiempo por las alturas.
 
            A la Cima de Gue  le falta una fuente para que fuera una maravilla más de las que hay reconocidas. Redondeada y amable, cubierta de pradera alpina de la que emergen algunas matas de boj, es un  lugar entrañable a pesar de su vértice geodésico y de la enorme torre de vigilancia contra incendios que se instaló hace unos años.

Oroel y la Val Ancha.

            Pero además Gue es un balcón extraordinario tanto para el Prepirineo interior como incluso del Exterior.

Sobrepuerto.
 
            Hoy no es un gran día para el paisaje pues el flujo del norte mete la ventisca cumplidamente en la Vertiente Sur del Pirineo Axial limitándonos el alcance de nuestra vista. Sin Partacua ni Tendeñera, todavía nos queda Erata, Manchoya, Oturia, Guara con Sombrero, Oroel, San Salvador, Cuculo… y en el fondo la Val Ancha y los Capitiellos que la separan de la Val Estrecha.


            Comemos unos dulces, unas mandarinas y unas almendras de Ayerbe que ha subido Juan, echamos un trago de café con leche al abrigo de la fría brisa que ventila la punta aprovechando para que el sol seque un poco nuestras espaldas y un cuarto de hora después nos vamos para abajo.

Larrés.
 
            El descenso, tras charlar brevemente con un corredor que ha subido a entrenar, es un agradable rato con las caricias del sol, al abrigo del viento y al amor de la conversación distendida y de la no tan distendida: sube un todoterreno de nuestra “querida D.G.A” que no sabemos que “coño de incendio” irá a vigilar. Hemos visto tantas cosas relacionadas con el descontrol y el despilfarro de las administraciones que estamos excesivamente mosqueados y no creemos que sea este el momento más adecuado para perseverar en tan nefasta tarea.

Crocus cerrados en la Sur de Gue,
 
            Se nos va una hora tranquilamente pues son las once y media cuando llegamos al coche. Unos días empleamos más tiempo, otros menos como hoy pero de cualquier forma es un encuentro más con el placer que nos proporciona la montaña. 

Otra perspectiva de Oroel.

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