La Oste de Feniás o Arna, la fácil, desde Zerrez.
Barranco Portez, Arista Oeste, Garmo del
Pico, Cochatalda, Garmo Feniás, Punta Feniás, descenso al Barranco Portez,
Sierra Plana y Lanuza.
02-08-2012.
Salida 08 h. Llegada 16 h.
Sol.
Bastante fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Feniás procedente de Prames. Vía en amarillo.
Una
noche de luna llena plácida, mullida y cómoda en nuestra tienda nos recupera de
la deliciosa soba de ayer en las
Argualas. Hoy 2 de Agosto de 2012 será otro día con menos desnivel pero con
similares incógnitas y suponemos que exigente.
No
tenemos prisas pero alrededor de las siete y cuarto nos ponemos en pie uno a
uno, nuestra mini tienda así lo exige.
Desayunamos
y con unas mini mochilas nos ponemos en marcha a 2300 metros de altitud de
nuestro privilegiado campamento y en dirección sudeste abandonamos el fondo del
Barranco Porte para incorporarnos a la Arista Oeste del Garmo del Pico.
Ganamos
un lomo herboso intermedio en el barranco y por su cabecera nos incorporamos a
la ladera norte de la arista a la que nos dirigimos, copada por un rebaño de
cabras domésticas habidas de sal.
Ascendemos
suavemente y al final, por terreno bastante descompuesto, alcanzamos la amplia
loma por la que nos vamos a alargar hacia el este.
La
Arista Oeste del Garma del Pico es una serie de resaltes suaves, alomados y
sucesivos que nos van a permitir ganar altura paulatinamente con el sol en los ojos, lo que resulta un tanto incómodo
pero nunca problemático. Nuestra vista se va continuamente al norte donde comienzan
las hostilidades.
La
arista prácticamente no lo es tal pues presenta algunas paredes en la vertiente
norte pero el praderío cubre la vertiente sur
algo más amable.
Nuestro destino es una incógnita.
Son
las nueve de la mañana cuando alcanzamos la Cima del Garmo del Pico a 2674
metros de altitud y ni siquiera nos alargamos hacia la punta a la que llega la
arista sur del pico y que está copado por restos del rebaño de cabras. Detrás
aparece Tendeñera con el neblinoso azul de la mañana.
Echamos
una visual al Valle de Tena con Bubal prácticamente sin agua e inmediatamente iniciamos
el descenso en dirección norte pues el circo comienza a cerrarse.
Cochatalda
es un descoyuntado collado formado por tres agujas metamórficas al igual que lo
es toda la arista. Un suave descenso nos deposita en la primera brecha que pasamos sin contratiempo con su aguja
subsiguiente hasta la segunda y en suave descenso nos llegamos a la brecha
situada ante la aguja más consistente del trío.
Subiremos por el corredor de verdura.
El recóndito Ibón de las Algas.
La
tercera aguja requiere material para escalarla, no se puede faldear por la base
y nos obliga a un primer faldeo importante. Para ello tomamos un corredor en la
vertiente este y nos vamos para abajo en busca de la pedrera por debajo de las
agujas.
Juan
baja por el fondo del corredor descompuesto y metamórfico y nosotros por el
crestón de la orilla derecha del mismo que aunque vertical se baja con cierta
comodidad con apoyos de manos.
El
corredor se incorpora a la pedrera pero hay que bajar todavía unos metros más
en la vertical de la aguja que estamos faldeando para alcanzar alrededor de los
2575 metros y comenzar a remontar en busca de la arista.
La
arista, sobre los 2625 metros de altitud, se viste de paredes claras y
verticales y nos expulsa directamente de la misma al corredor de verdura que
habíamos localizado desde la Arista Oeste del Garmo del Pico.
El collado desde el corredor de verdura.
El
corredor ligeramente al este de la arista asciende unos primeros metros
estrechos y verticales pero muy bien escalonado se sube con más facilidad de la
prevista; luego el corredor se ensancha a pesar de seguir unos metros con
pendiente similar hasta que enseguida se
acuesta convirtiéndose en una inclinada ladera
que conduce a la arista.
Alcanzada
la arista continuamos con una progresión fácil que nos deposita en una primera
cima secundaria sobre los 2750 metros de altitud. Desde allí contemplamos más
hostilidades y antes de tratar de localizar algo asequible por el oeste, como a
priori habíamos comentado como posibilidad, descendemos hasta la brecha,
dispuestos a iniciar un segundo faldeo por el este.
La
arista tiene muchas escapatorias y tomamos una de ellas que se baja bastante
bien hasta que el corredor se abre un poco momento en el que iniciamos una
travesía descendente por la pared izquierda del corredor que se alargará un
poco más de lo previsto y se hará un tanto incómoda. Todo por no perder los metros
necesarios por el fondo del corredor.
Al
final hemos de bajar casi hasta los 2650 metros para seguir atravesando un par
de tramos de pedriza que en suave descenso nos depositan en la entrada de una
pareja de corredores estrechos que se juntan más arriba.
Tomamos
el primero de nuestra izquierda y comenzamos a ascender de nuevo. La parte
inferior es estrecha pero, con muy buena roca, nos sube alrededor de 50 metros
que resultan sencillos y luego se amplía convirtiéndose en una pared algo
descompuesta y surcada por varios corredores llenos de materiales muy sueltos.
Cambiamos
en ascenso de un corredor a otro según nos parece y ganamos altura
paulatinamente con dificultades similares que no pasan de apoyos de manos y
precaución para no apedrear al de abajo. Poco después alcanzamos la Cima del
Garmo Feniás a 2835 metros de altitud.
Son
las once menos cuarto de la mañana y nos sentamos a almorzar.
Media
hora después proseguimos cresta adelante pues, lo que al menos vemos, parece
sencillo y tenemos algunas discrepancias en relación a cuál de las dos puntas
que nos esperan es más alta
Hay
que bajar fácilmente hasta una brecha amplia de la que saldremos a toda arista
más fácil de lo que presumíamos desde la cima.
Superada
la pared de salida proseguimos ya en muy suave ascenso por una cresta que
incluso nos regala un estrecho rellanito herboso.
La
arista hace un pequeño quiebro al oeste erizándose un poco y obligándonos a
progresar con algún apoyo de manos más para descansar las piernas que otra
cosa.
Llegando a Punta Fenias o Arna, atrás Garmo Feniás.
Fácilmente alcanzamos la parte alta de
la arista y desde allí, prácticamente en horizontal nos llegamos a la Cima de
Punta Feniás.
La Sartén, el Garmo de la Mina, Frondiellas, Tebarray, Pallas, Arriel...
Son
las doce menos cuarto, estamos a 2911 metros de altitud y la punta norte es
ligeramente más baja y no merece la pena acercarse; así que, hacemos algunas
fotos, comprobamos en primerísimo plano que las rampas que bajan de la cresta
entre Algas y Argualas se cortan todas con paredes salvo un dudoso corredor,
echamos una visual a los Ibones de los Fornés y tras especular un poco sobre la
vía de descenso nos vamos al noroeste hacia el Collado entre Zerrez y Feniás.
Sabemos
que la arista tiene un resalte importante poco más abajo pues lo vimos ayer
desde el collado pero también sabemos que esta arista ofrece posibilidades, así
que nos vamos para abajo unos metros y enseguida aparece una pedriza que
conecta con el corredor de descenso.
En
ese punto iniciamos el descenso de la pared noroeste del pico en dirección
oeste buscando tramos cómodos aunque no sean demasiado patinables, sin buscar
el corredor ya que ayer comprobamos que
no era nada del otro jueves.
Persistimos
en nuestra travesía en descenso de la pared y cuando queremos darnos cuenta
estamos en la parte baja del corredor donde aparecen las pratenses.
Echamos
una visual hacia atrás para contemplar una pared abrupta en la que apenas
distinguimos la cima y el resalte de la arista noroeste que no hemos pasado y
poniendo rumbo al sur continuamos con el descenso de la ladera por segunda vez,
ayer ya lo hicimos.
Es
la una del mediodía cuando llegamos a la tienda. Recogemos los bártulos,
enmochilamos casi todo y nos bajamos ya con todo hasta la surgencia de agua.
Nos remojamos los pies y nos damos un lavazo para comer un poco a continuación.
Las complicaciones de la mañana tienen desde aquí buena cara.
Alrededor
de las dos cargamos con las mochilas un poco aligeradas y nos vamos para abajo
parando a coger un poco de té de roca.
Bajamos
el resalte de la cascada del barranco, comprobamos que la cabra está muerta y
esperando que lleguen los buitres y tomando un camino de animales alto y
horizontal nos vamos para abajo para a travesar la Arista Oeste del Garmo del
Pico un poco más arriba que ayer y poner rumbo de descenso directo hacia el
Barranco Rutaviesas.
Bonito y venenoso acónito amarillo.
Se
hace calor conforme perdemos altitud y tenemos algunas dudas para tomar el
camino del barranco pero lo resolvemos siguiendo las balizas.
Cruzamos
el barranco con el camino y recogemos un poco de orégano que está en su punto.
Son
las cuatro cuando llegamos a la carretera por encima de Lanuza y al coche.
Media hora más tarde estamos en casa. Hemos saldado nuestras inquietudes con el
sur de las Argualas pero entre los dos días nos hemos metido un desnivel de
2800 metros. Hoy solamente hemos subido 900 pero hemos bajado 1800 metros.
Si quieres puedes ver lo de ayer que fue su Comienzo.
Si quieres puedes ver lo de ayer que fue su Comienzo.
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