Ascaso, Barranco de Ascaso, Cambo
Boltaña,Collado del Pozo, Tozal de la Cruz, Faja Noroeste y Cima de Navain.
Descenso por la Arista Sur.
03-12-13.
Salida 08 h. Llegada 14 h.Sol.
Fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Navaín procedente del Periódico de Aragón. Vía en amarillo.
Cada
vez que pasábamos los Túneles de Balupor hacíamos dos comentarios uno que ya
podrían continuar con el arreglo de la Carretera que aquí la habían parado y
otro que teníamos que subir a ver los Relojes de Sol de Ascaso y de paso subir
a Navain.
Levamos
un par de días de esquí y como será bueno dejar descansar a los esquís nos
marcharemos hoy 3 de Diciembre de 2013 a
Navain.
Se
suele subir por la arista sur del pico en una ascensión más bien breve pero
consultado el mapa decidimos hacer una circular y así conocemos un poco mejor
el entorno de Ascaso.
Reloj de Ascaso.
Son
las ocho menos cuarto cuando nos metemos en el coche y las ocho y media cuando
aparcamos a la entrada del Caserío de Ascaso a 1025 metros de altitud.
De
Fiscal hemos ido en dirección Boltaña y pasados los túneles hemos tomado la
carretera que en dirección norte y tras un kilómetro asfaltado le seguirán
alrededor de 3 kilómetros más de pista recién asfaltada a tramos. De cualquier
forma los trozos de pista están impecables.
El
Caserío de Ascaso reducido y alargado ocupa un crestón sobre el que se asientan
media docena de edificaciones, algunas medio derruidas y otras restauradas ya
que el pueblo está deshabitado.
A
la entrada del pueblo hay una pista que parte en dirección norte y que
suponemos utilizaremos para la vuelta. Nosotros fotografiamos el precioso Reloj
de la Herrería y tomamos el Sendero de
Pequeño Recorrido que conduce a
Morillo de Sampietro, un poco transitado camino balizado de blanco y amarillo
que parte del pueblo en suave descenso, atraviesa por unos minúsculos prados de
cultivos abandonados y en dirección casi norte se aproxima al Cauce del
Barranco de Ascaso.
Pasamos
el barranco adornado con preciosas pozas de cristalinas aguas por un viejo puente
de piedra y continuamos el camino en busca de algún sendero que suba barranco
arriba.
El
monte está muy vestido de carrascas y pinos con sotobosque de boj y genista y
transitar por cualquier parte no será tarea fácil.
El sendero se marcha un tanto al este, atraviesa un crestón mediante una trinchera
natural y abandona el barranco entrando en territorio del barranco siguiente al
norte del anterior. No localizamos ni camino ni indicaciones que nos
redireccionen y diez minutos más tarde damos la vuelta sobre nuestros pasos
hasta avistar de nuevo el Barranco de Ascaso.
Hay
una rampa caliza bastante limpia que parte paralela al cauce del barranco y
sobre ella nos vamos en ascenso. Enseguida se va cerrando y parece recorrida
por una trocha de animales que vamos a recorrer hasta ver a dónde nos lleva.
Ascendemos
paralelos al barranco y sobre una cincuentena de metros más cuando el camino se ha introducido en una
estrecha faja con paredes tanto por abajo como por encima de la misma.
Las
paredes superiores son verticales y con una potencia de alrededor de 15 metros
desembocan como comprobaríamos después en un lomo amplio que se incorporará a
la Arista Este de Navain. Por debajo de la misma las paredes de altura variable
se asientan sobre un frondoso terraplén que arranca del barranco.
El
camino no es cómodo pero se alarga barranco arriba hasta alcanzar un barranco
lateral que hay que atravesar, el camino lo hace pero se difumina entre la
maleza con lo que decidimos salir en horizontal hacia el barranco del que nos
hemos alejado para tomar otra faja que presenta un borde bastante limpio por el
que seguiremos ascendiendo.
Sin
camino y aguijoneados por las espinas de las genistas de toda clase avanzamos
entre bojes aproximándonos a la arista y en el ámbito de un barranquillo
subsidiario del de Ascaso al que ya hemos renunciado.
Decidimos
atravesar otro barranco seco y vestido para tomar una nueva rampa poco limpia
que se incorpora a una nueva faja por encima de unos potentes paredones.
La
faja se corta y nos obliga a trepar las paredes superiores. Juan sube al amor
de un gran boj y nosotros tomamos un resalte doble, limpio y descompuesto en la entrada que nos deposita
en el crestón cabecero del resalte.
Crestón
adelante creemos localizar un hito pero no volveremos a ver otro. De cualquier
forma nos conduce a una zona de prados abandonados se trata del Cambo Boltaña y
en la parte alta de los mismos nos sentamos a almorzar. Son las once menos
cuarto.
En
abrigado lugar utilizado por las perdices según los restos, pasamos media hora
al sol de la mañana. El día es espléndido, hemos tenido que quitarnos ropas y
aún así hemos sudado de lo lindo por lo que la espalda se enfría.
Media hora después proseguimos para
arriba avanzando entre genista hórrida que cubre prácticamente la ladera y
siempre buscando el terreno más limpio posible alcanzamos la cabecera de la
sierra en el Collado del Pozo a 1530 metros de altitud y ante nosotros se
despliega el espectacular paisaje que hemos venido a buscar Suelza y Fulsa,
Eristes, Posets, Montinier, Tres Marías y la Suca y Ordesa al completo.
Montañesa, Solana, Cotiella y Mobisón ya los hemos divisado antes.
La
cabecera de la sierra amplia y aplanada sigue cubierta de genista pero su corta
talla permite un tránsito fácil que en unos minutos nos deposita en el Tozal de
la Cruz a 1730 metros de altitud.
Sestrales.
Aquí
la arista desciende en busca de un collado limpio en el que aparece un poco de
nieve y se orienta al sudoeste.
Alcanzado
el collado ascendemos ligeramente en busca del primer resalte vestido de boj de
considerable talla tenemos la opción de coronar el resalte y proseguir
avanzando por arriba o tomar un caminillo sobre la nieve que parece faldear por
el primer resalte por el noroeste.
El
camino se introduce en una faja que en suave ascenso se va a alargar por debajo
de la cabecera de la sierra, atravesando un par de corredores que se pierden en
los paredones bajo la faja y permitiéndonos contemplar todo la amplitud
espléndida del Valle de Vió en cuyo fondo se localiza Yeba entre otros caseríos
menores.
La
faja se recorre bien ya que la nieve está sin transformar y no es profunda en
absoluto y se alarga más de lo esperado por lo que finalmente, tras desechar
algún paso para incorporarnos a la cabecera, tomamos una pared vertical y muy
bien escalonada que nos permite superar media docena de metros y que nos
deposita en la Ermita de Santa Marina, justamente en la Cima de Navaín a 1799
metros de altitud. Son las doce de la mañana.
La
ermita está arruinada completamente y sobre uno de sus muros está colocado el
vértice geodésico. Hacemos algunas fotos contemplamos un espléndido paisaje al
que se le ha añadido, Tendeñera, Telera, Suerio, Oroel e incluso Guara y
un cuarto de hora después iniciamos el
descenso siguiendo un caminillo que nace en dirección sur.
Montañesa y el Turbón.
En
suave descenso y trazado sobre la genista de corta talla se alarga en descenso
lleno de hitos hechos de piedra; alcanza un pequeño rellano para proseguir
aproximándose a la arista y transitar junto a ella asomándose a un par de
amplio corredores que se convierten en barrancos y nos muestran el Congosto de
Jánovas.
Luego
el camino se aparta de la arista y se orienta al este para seguir en descenso
completamente lleno de hitos mostrándonos como orientación el Caserio de
Ascaso. Más arriba, hemos localizado la Cara Este del Turbón apareciendo al
este de la Montañesa.
La
ladera pierde paulatinamente la genista sustituida parcialmente por el boj
asentado en una roca sedimentaria rica en numulites por la que se desciende muy
bien hasta un claro en el que nos sentamos a comer cuando es la una del
mediodía.
Cuarenta
minutos después proseguimos con el descenso hasta alcanzar un minúsculo collado
en las inmediaciones de un pequeño prado con colmenas al que llega la pista que
arranca de la parte baja del pueblo.
Son
las dos de la tarde cuando llegamos al coche. Nuestra circular con 900 metros
de desnivel no ha tenido un ascenso
cómodo pero a pesar de ello nos ha ofrecido una agradable jornada en medio de
un espectacular día.
Trifolium florido en estas fechas.
Damos
una vuelta por el pueblo en compañía de un par de gatos que tienen más hambre
que Dios talento, contemplamos el Reloj de la Iglesia mucho más sencillo que el
de la Herrería, visitamos las instalaciones del festival de cine que se celebra
aquí y fotografío un precioso trébol en flor.
Luego,
bajamos la pista parando en las Casas de Santa María en las que contemplaremos
otro precioso reloj solar.
A
las tres y media estamos sacando las mochilas del coche en nuestra casa.
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