Cima de Gué desde la arista norte.
Corona de Senegué, Pista de la Arista
Sudoeste y Collado Norte. Descenso por la Arista Sur y Santa Lucía.
01-12-2013.
Salida 14 h. Llegada 17 h.
Sol.
Muy fácil.
Rosda Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Güé procedente del Periódico. Vía en amarillo.
Gue
es uno de esos montes recurso de los que se dispone en los alrededores de
Sabiñánigo para esos días infernales meteorológicamente hablando o cuando no dispones
de todo el día.
Hemos
subido infinidad de veces por varias vías y, curiosamente, siempre repitiendo
camino de ida y vuelta. Hoy 1 de Diciembre de 2013 vamos a hacer una circular
por la cara sur y así aprovechamos el solecillo de la tarde.
Son
las dos y cuarto cuando aparcamos en la parte
alta de la Corona de Senegué, lugar en el que se inicia el camino que
recorre la arista sur del pico, pero en lugar de tomar el camino proseguimos
pista adelante, en suave descenso y en dirección noroeste, alrededor de 400
metros hasta alcanzar el punto bajo de la misma situado a 945 metros de altitud, lugar en la que tomamos un
ramal que nace ligeramente al norte ya que esta pista conduce al Yacimiento de
Gas Serrablo 11 situado en la zona de la Pardina de Pardinilla.
Pardina Pardinilla y Gué.
La
pista, que por cierto se encuentra en
excelente estado, va a recorrer mediante importantes lazadas y en ascenso suave
la Arista Sudoeste de Gue fundamentalmente
en la vertiente derecha del Barranco Abate. Se trata de una pista de tierra
que progresa en medio de un robledal seco con abundante genista en busca del
pinar que aguarda más arriba.
Subimos
a ritmo agradeciendo el calorcillo de la tarde en tan abrigado lugar hasta que
nos aproximamos a los restos de una pardina sobre los 1250 metros de altitud, A
partir de aquí una amplia lazada al oeste nos coloca en la cabecera de la loma
sobre los 1300 metros de altitud y transitando ligeramente al noroeste de la
cresta nos permite contemplar una preciosa estampa que abarca desde Collarada
hasta Punta Queba y nos certifica que la nevada del sábado ha sido testimonial
en la vertiente sur.
De Collarada a Bucuesa.
La
pista se arrellana y se va acercando, ahora en dirección nordeste a la base del
pico que nos orienta con su torre de vigilancia contra incendios.
Poco
más adelante la pista toma una rampa engravada y bastante erguida para
seguidamente arrellanarse, girar al norte y parcialmente cubierta de nieve
conducirnos en suave ascenso al amplio collado norte del pico situado sobre los
1500 metros de altitud.
La
nieve sobre la pista se hace continua pero enseguida la abandonamos por otra
más vieja y más directa que en persistente ascenso entre pinos y bojes nos
deposita directamente en la Cima de Punta Güe a 1579 metros de altitud. Son las
cuatro menos cinco y nos ha costado una hora y cuarenta minutos el ascenso
cuando pensábamos que nos iba a costar alrededor de las dos horas.
Tendeñera y Otal.
Ordesa.
Siempre
he dicho que a la deliciosa Cima de Gue solamente le faltaba una fuente; bueno,
ahora entre el incendio de hace unos años y el observatorio es otra cosa, pero
paisaje no le falta: situada a caballo entre la Val Ancha y el Gállego nos
ofrece toda la Vertiente Sur de la Partacua y Tendeñera y entre ambas el Macizo
de las Argualas y Balaitus. Más al este aparece Ordesa espléndido desde
Mondarruego a las Tres Sorores.
Al
este todavía aparece discreta en la distancia Cotiella que nos llevan
ineludiblemente a Erata, Oturia y Santa Orosia. Al sur la Sierra de Guara; al
oeste los Capitiellos, Oroel, San Salvador, Cuculo… y a los pies Biescas, el
Sobrepuerto, Oliván, Lárrede, Latas, Senegué y Sorripas, Sabiñánigo y en la
distancia Jaca.
Diez
minutos después iniciamos el descenso que haremos por la arista Sur. Se trata
del camino más convencional y directo para ascender al pico.
El
camino busca la loma descendente en dirección sur y bastante inclinado y
transitado se va pinar abajo en busca del Rellano de Santa Lucía tras perder
200 metros de altura.
El
camino atraviesa en horizontal Santa Lucía ligeramente al este y se marcha para
abajo en busca de la terraza aluvial, un glacis que soporta la enorme mole del
pico.
Vuelta
a vuelta alcanzamos un rellano intermedio en el que el pinar se vuelve a casar
con el roble actuando como testigos del matrimonio tanto el boj como la genista
y luego, cada vez más pedregoso y seco nos deposita en el prado más alto de
toda la corona actualmente sembrada de cereal, lugar bajo el que hemos aparcado
el coche, Son las cinco de la tarde y hemos concluido nuestro paseo circular
con 630 metros de desnivel. El día que era muy frío y algo ventoso ha sido aquí
y ahora un delicioso regalo que se puede disfrutar en cualquier momento de esos
de dudas por las penas de muerte meteorológicas que regalan algunas
informaciones sobre el tiempo.
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