Puente del Gállego en Formigal, Palas del
Furco, Collado Sorpena y Puntas de la Tosquera. Descenso por Arista Norte y el
Bosque.
25-02-2023.
Salida 10:45 h. llegada 13:15 h.
Mixto.
Fácil.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
La
nieve polvo de Astún nos anima a marchar al día siguiente para disfrutarla si
es posible. Iremos a hacer algo en función de la meteorología que se anuncia
incierta.
Es
25 de Febrero de 2023, dejamos que se vayan disolviendo los atascos
circulatorios de camino a pistas pero al mismo tiempo, la nubosidad que ha
aparecido procedente del sudeste sube Valle de Tena para arriba.
Cuando
llegamos a las diez y media a las inmediaciones de Formigal el tema de la
nubosidad se ha complicado tanto que desaconseja emprender cualquier empresa
medio larga. Consecuentemente, nos orillamos en la carretera antes del Puente del
Gállego y un cuarto de hora después comenzamos a foquear al sur por unas
laderas que están blancas que revientan: iremos a la Tosquera que hace ya
tiempo que no visitamos pues no es fácil pillar un día decente antes de que el
viento, que siempre acude presto, malogre sus laderas.
Nadie
ha podido aparcar allí pues no han limpiado la nieve del ensanche y solamente
está la huella de un raquetero que no nos sirve. Nosotros foquearemos por la
ladera izquierda del Barranco Furco comprobando que hay nieve más que sobrada
para descender sin ningún problema.
El
sol se quiere traslucir entre una capa nubosa cada vez más espesa y oscura que
va restando visibilidad mientras que nosotros ganamos altura contemplando como
los esquiadores que suben en la Silla de Tres Hombres van rayando el polvo de las
amables laderas de la Pala del Furco hasta alcanzar la Pista del Bosque.
Ya
muy arriba cruzamos de nuevo la Pista del Bosque y alcanzamos el amplísimo
Collado Sorpena para recorrerlo al este en busca del conocido resalte que,
siempre aparece pelado y hoy también, conduce a la Punta Occidental de la
Tosquera.
El
ascenso es breve buscando la nieve un poco al oeste para alcanzar la
arrellanada punta pelada de nieve desde la que, a duras penas, destaca la otra
punta pues las nieblas nos rodean.
Descendemos
bastante “a guevo” hasta la depresión intermedia y remontando suavemente
alcanzamos la Punta de la Tosquera, la Oriental situada a 1947 metros de
altitud, lo otra tiene 10 metros menos.
Son
las doce y cuarto, echamos un café con un dulce hacemos la transición
tranquilamente esperando y deseando que mejore la visibilidad pero un cuarto de
hora después, no se ha obrado el milagro, iniciamos el descenso desandando
hasta la depresión entre puntas para tomar la arista norte.
Se
trata de una loma de suaves resaltes que baja hasta los Tipis Indios del
Bosque, la conocemos pero no somos capaces de ver los cambios de pendiente y
consecuentemente preferimos el abrigo de uno de los corredores que se
descuelgan hacia el noroeste.
Vestido
de una inigualable capa de nieve polvo
se gira de maravilla siempre y cuando no te pares pues terminas, a poco
que te descuides, cayéndote. Nos permite alcanzar la Pista del Bosque.
Está
vestida de una nieve excelente que hace las delicias de los que la descendemos.
Luego y buscando pendientes suaves para girar o deslizar nos llegamos al coche que
nos espera a 1480 metros de altitud cuando es la una y cuarto. Hay bastantes
esquiadores que abandonan las pistas.
Ni
siquiera las indeseables nieblas han
podido con la excelsa bondad de la nieve polvo. Por lo demás ha sido una
actividad breve con menos de 500 metros de desnivel, ya que el día no tenía
futuro. Terminaremos comiendo en el Pueyo junto a la estufa del restaurante y
que venga viento, que vendrá.
Hola Mariano.
ResponderEliminarPues si que ha caído un buen paquete, lastima que el viento se la lleve. Ayer estuvimos en el Tozal de Cubilars y desde los 1400 metros, con nieve continua, eso sí, es la cima un vendaval.
Lo bueno de la Tosquera, es que, aunque salga un día con poca visibilidad, siempre está la opción de bajar por las pistas de esquí.
Salud y montaña.
¡Hola Eduardo!
ResponderEliminarEl viento ayer tarde y hoy se ha cargado la nieve hasta la próxima nevada. Había una capa ciertamente interesante pero...
Precisamente por eso y porque era algo muy corto ya que la meteorología evolucionaba a todo trapo la elegimos y a pesar de las nieblas en la parte alta, mereció la pena.
Hoy nos hemos ido a Navaín huyendo precisamente del viento y nos ha salido bien.
¡Que vaya bueno!