Chía, pistas de servicio y al Collado de Sahún,
la Pala, Collado Norte del Puntal, Puntal de Chía, Pretil Viejo, Regal de la
Neu, Refugio Resuali, Pista y Camino a Chía.
05-07-2021.
Salida 08:30 h. Llegada 16:30 h.
Sol.
Bastante fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Hacía
ya algún tiempo que queríamos conocer la Sierra de Chía, pero no es una zona
que nos caiga demasiado a mano y allí estaba esperando.
Habíamos
estado en el Collado de Sahún con otro destino y originalmente planeamos
acceder a la sierra desde allí pero posteriormente nos decantamos por hacer una
circular y recorrer la sierra al gusto.
Son
las ocho y media de la mañana del 5 de Julio de 2021 cuando aparcamos en las
inmediaciones de la Iglesia de Chía a 1176 metros de altitud. Para estas fechas
ya están abiertas las obras de la Carretera a Benasque y no hemos tenido que
hacer la kilometrada parta evitarlas.
Desde
las inmediaciones de la iglesia sale una pista de servicio que en dirección norte atraviesa los prados del fondo del valle
hasta coincidir con la pista que sube al Collado de Sahún. Ha sido media hora
de camino sombreado que se agradece.
La
pista en perfecto estado también está inicialmente bastante sombreada y
asciende suavemente incluso con un tramo encementado. Me entretengo comiendo
pequeñas cerezas silvestres que están deliciosas hasta que alcanzamos una zona de revueltas de las que atajamos la
última ya al sol de la mañana que calienta en condiciones.
Llegamos
a un refugio junto a la pista, sobre los 1700 metros de altitud, lugar en el
que abandonamos la misma para proseguir praderío arriba atajando en busca de la
Pala, una enorme rampa que asciende al oeste en busca de las paredes de la
sierra.
El
praderío sobre base metamórfica está a reventar de hierba convertida en un mar
amarillo que casi se hace incómodo para transitarlo. Juan marcha por un
corredor que asciende en busca de las paredes mientras que nosotros alcanzamos
la Pala algo más abajo remontando hasta la cabecera intermedia en la que nos
juntamos. Son las once, estamos sobre los 2050 metros de altitud y nos sentamos
a echar un bocado.
Desde
allí arranca una corta y suave rampa herbosa a la que le sucede un zócalo
calizo muy erguido en el que buscaremos camino para superarlo con algún apoyo
de manos. Por encima del zócalo calizo continúa una rampa medianamente erguida
en la que menudea la roca caliza y que ascendemos un poco al noroeste en busca
de la arista y dejando a nuestra derecha el ya seco Ibonciecho de Chía.
Alcanzamos
la sierra en el collado situado entre Cabo Pintés y el Puntal de Chía sobre los
2350 metros de altitud. Allí giramos al sur
y comenzamos un ascenso herboso que inmediatamente se convierte en un
pedregal calizo en el que hay un senderillo con hitos que seguimos hasta que se
convierte en una arista indecisa y dentellada
que se allana un poco y en la que empezamos a emplear las manos.
Enseguida
alcanzamos un primer diente por encima de los 2400 metros y seguidamente descendemos a una brecha contemplando un
paretazo incierto: tendrá una docena de metros y una fisura estrecha y vertical algo lisa. Sabemos que
tenemos la opción de faldearla por el oeste, pero vamos a probar la pared.
Comenzamos
bajo la fisura para inmediatamente salirnos
a nuestra derecha, rodear una tripa de la pared y ascender por encima de
la misma un tramo bastante vertical pero algo escalonado que se sube bien
paralelos a la fisura. Enseguida se acuesta y nos deposita en una segunda
cima que no es la principal pues la
arista prosigue un buen tramo. El paretazo será de 2º en ascenso.
Tenemos
por delante una serie de dientes fáciles que se llevan su tiempo más por la
ansiedad de terminar que por la dificultad.
Son
las doce y media cuando alcanzamos el Puntal de Chía situado a 2519 metros de
altitud cuando ya estábamos un poco cansados de tanto pequeño sube y baja;
bueno, de lo que creo que estábamos cansados era de los alrededor de 1400
metros de desnivel que llevábamos en las piernas.
La
Sierra de Chía es un mirador extraordinario pero hoy y a estas horas, la
nubosidad que se está desarrollando nos dificulta cuando no hurta el paisaje y
a duras penas vemos la Zona de los Eristes, Posets y Maladeta, mejor subiendo
el Tozal del Box de gratos recuerdos. También el Turbón y Cotiella pero nos
faltan muchos macizos hoy.
Echamos
un trago de agua con sed y enseguida proseguimos para recorrer la sierra al sur
que parece tan amable como larga.
Iremos
alternando ya en suave descenso zonas calizas que irán dejando paso, poco a
poco al praderío más al oeste que al este, de donde se descuelgan laderas
rocosas y terrosas por las que se puede desmontar uno de la loma, pero hemos
venido a recorrer aunque malditas sean las ganas que tengo hoy de echar una
pierna tras otra.
Enseguida
alcanzamos Peña Vieja o Pretil Viejo situado sobre los 2400 metros y poco más
adelante el amplio Collado Balsarán y sucesivamente un pequeño promontorio que dará paso
a un lejano vértice geodésico.
Son
las dos de la tarde cuando alcanzamos la Collada o El Regal de la Neu situado a
2365 metros de altitud. Allí nos sentamos con la espalda apoyada en el vértice,
como unos señores para comer. Si, así como en el ascenso por el praderío nos
comían las moscas, en el momento que hemos ganado la cabecera de la sierra una
agradable brisa nos regala un mediodía delicioso para caminar y ahora para
comer.
Media
hora después proseguimos en suave
descenso para alcanzar poco después un par de repetidores pasivos y seguidamente otro par de pequeñas antenas cuando ya el erizón o echinospartum o genista
hórrida se ha adueñado del praderío. En los claros aparecen las vacas y
alrededor del Refugio Resuali, que está en deficientes condiciones, un rebaño
de alrededor de 400 con numerosos terneros.
La
hierba está muy jugosa todavía pero es una zona de poca agua y solamente
veremos un abrevadero un poco más al sur
del refugio, a donde se dirigen las vacas a beber. Los ganaderos han quemado
bastantes zonas de erizón pues se están quedando sin puerto.
Son
las tres y media cuando junto al abrevadero, sobre los 1850 metros de altitud,
tomamos la pista que inicia el descenso al nor-nordeste en una zona a la que ha
ascendido el bosque. Podríamos haber atajado desde un poco antes del refugio
pero estamos dispuestos a enterarnos de todo lo que haya en la sierra.
La
pista practica alguna lazada que atajamos por una limpia para alcanzar unos
prados intermedios en los que el praderío está desapareciendo cubierto de
arbustos. Este puerto debió conocer tiempos mejores.
En
un depósito de agua recuperamos la pista que se ha ido a dar una
buena vuelta al sur y poco después cuando ya estamos algo abajo, un caminillo
nos invita a abandonarla atajando directo al pueblo.
No
está muy transitado pero se puede seguir perfectamente, nos evitará una buena
vuelta que da la pista hacia el norte y nos dejará, tras atravesar una zona de
pedrera en los prados de debajo de Chía.
Frente
al pueblo recuperamos otra pista que nos lleva a unos abrevaderos y desde allí
remontamos una calle en la que hay un templete en deficiente estado para
llegarnos a la furgo donde liquidamos nuestra incursión por la Sierra de
Chía que hemos saldado con alrededor de
1550 metros de desnivel acumulado y con un recorrido por encima de los 20 kilómetros.
Hace
calor, no sabemos que haya ningún barranco donde remojarse y por tanto nos
bajaremos a Castejón de Sos para
remojarnos en el Esera.
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