La Besurta, Rellano de Aiguallut, Valle de
la Escaleta y Cara Noroeste.
09-05-2024.
Salida 08:30 h. Llegada 16:45.
Sol.
Fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
A
la Tuca de las Mulleres hemos subido tanto en verano como en invierno. Sabemos
que es una ascensión larga de la que la gente acostumbra a huir, que si vas a
final de temporada te obliga a un porteo interesante y que tiene algunos tramos
poco esquiables que no gustan al personal pero… nos olvidamos del miedo y hoy 9
de Mayo de 2024 vamos a Mulleres.
A
las seis recogemos a Juan y a las ocho estamos en la Besurta aparcando en uno
de los pocos huecos del aparcamiento a 1920 metros de altitud y a la sombra de
una espléndida mañana pues el sol no ha llegado todavía. Allí está Carlos
Amezcua con el que charlamos.
Media
hora después comenzamos el camino porteando como esclavos pues llevamos en las
mochilas esquís y botas ya que preferimos subir cargados y al paso cómodos.
En
el desvío del Camino a la Renclusa nos alcanza el sol pero nosotros continuamos
al sudeste para entrar al Rellano de Aiguallut pasando primero por el Forau,
visitando luego la fastuosa cascada del mismo nombre para continuar atravesando
todo el rellano hasta su final mientras contemplamos las espléndidas imágenes
de la Tuca de Aiguallut o Escaleta y el luminoso Glaciar de Aneto con el
Barranco de Barrancs.
El
rellano se cierra con el Encajonamiento Inferior del Barranco de la Escaleta que
superaremos por la izquierda del mismo, tras atravesarlo de piedra en piedra
pues el puente de maderas ha desaparecido.
Con
ello alcanzamos las pedregosas Campas de la Orilla Izquierda de la
Escaleta y unos metros más arriba de lo
acostumbrado, la nieve continua nos permite comenzar el foqueo tras casi hora y
media de porteo. Estamos a 2100 metros de altitud.
Superada
la parte pestosa de la jornada que se compensará con el resto, avanzamos con
algunos pequeños subes y bajas sin huellas útiles y con una nieve que ha tenido
un rehielo salvaje. Estamos y vamos a estar solos toda la jornada.
La
nieve muy rugosa se foquea bien y con el sol en la cara dejamos a nuestra
izquierda el Ibón de Col de Toro para entrar enseguida al Barranco de la
Escaleta en su Estrangulamiento Alto cuando ya avanzamos al sur contemplando las Forcanadas.
Enseguida
alcanzamos el Rellano de los Ibones Inferiores de la Escaleta a 2330 metros de
altitud tras el que aparece el tendido resalte que lo separa de los Ibones
Medios de la Escaleta poco más de 100 metros más arriba y para el que ponemos
cuchillas pues la nieve sigue durilla.
Son
las once y cuarto cuando nos sentamos en una piedra para echar un bocado en
medio de un valle que asusta de blanco. El descansillo nos vendrá bien.
Media
hora después continuamos en busca del resalte más consistente del barranco, un
paretazo de alrededor de 100 metros tiesos que solventamos con una larga
diagonal este oeste aprovechando que esta parte tiene la nieve ya transformada.
Luego otra larga diagonal, con la pared acostada, nos introduce en el enorme
Rellano de los Ibones Altos de la Escaleta, sobre los 2600 metros de altitud y
desde el que ya vemos finalmente la Tuca de Mulleres.
Avanzamos
persistentemente al sur en un enorme rellano que engaña, suavemente inclinado,
nos ofrece el collado entre Salenques y Mulleres que poco después dejaremos a
nuestra derecha prosiguiendo para arriba mientras viramos un poco al este para
entrar a la Pala Somital de Mulleres vestida de nieve ya amable.
Nos engañamos para animarnos con una cúpula nevada en la arista oeste y cuando la alcanzamos iniciamos una larga zeta que nos llevará a la zona de bloques cimeros, yo con algo de pena puesto que llevo un rato con zuecos.
Juan
ha subido por la arista Norte atajando y es la una y cuarto cuando alcanzamos
la Cima de la Tuca de Mulleres situada a 3009 metros de altitud. Hacemos
algunas fotos de un paisaje espectacular vestido de blanco y cubierto de azul y
nos sentamos en unas piedras para descansar más que comer, pues como
suponíamos, hemos llegado algo zurrados.
No
corre ni la más leve brisa y se nos van tres cuartos de hora en un suspiro,
pero nos espera el descenso con una nieve que suponemos deliciosa como así
será. Vamos a bajar exactamente por donde hemos subido y salvo la salida de la
zona de piedras a la que le hace falta un pelín de sol por poner algún pero,
disfrutaremos de una nieve envidiable: ni dura ni blanda que al final del Rellano
Alto blanderará un poco para ser excelente de nuevo en los dos muros entre
ibones.
En
el rellano de los ibones bajos tenemos que remar un poco, cogemos agua que
bebemos con sed y salimos de la zona de los ibones para alcanzar el tramo de
depresiones que solventamos deslizando y remando un poquillo, menos de lo
esperado, para alcanzar el punto donde hemos comenzado a foquear.
Son
las tres y media. Cambiamos de botas, cargamos las mochilas con todo y
desandamos camino hasta el Rellano de Aiguallut en el que coincidiremos con un
grupo que baja por Barrancs y que está justito de nieve para alcanzar el
rellano.
Con la marcha de resistencia desandaremos camino para llegarnos a la Besurta cuando son las cinco menos cuarto con lo que terminamos la jornada, yo al menos, con ganas. Pasaremos la tarde descansando y mañana ya se verá, hoy han sido 1100 metros de desnivel.
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