16 jun 2012

37-12. MALLO DE LAS PEÑAS Y CUEVA DEL FORATO DE OS DIAPLES. 16-6-2012.

El corredor bajo la Brecha Sur y el Mallo las Peñas.

Refugio Alto de Gavín, Puerto de Gavín, Contrafuerte Sudeste de las Peñas, Barranco la Artica Gayola, Corrddor Este y Cara Oeste. Descenso pasando por la Cueva del Forato de los Diaples.
16-06-2012.
Salida 08 h. Llegada 16 h.
Sol.
Fácil.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
 
Mapa del Mallo las Peñas procedente de Prames. Vía en amarillo.
 
            El día 16 de Junio de 2012 amanece muy pronto pues dormimos en nuestro coche junto al refugio Alto de Gavín y las primeras luces de la mañana nos despiertan. A pesar de ello, la comodidad de los colchones  nos invita a continuar en horizontal y son las siete y cuarto de la mañana cuando nos levantamos.

            Con cierto sigilo pues la mayoría del personal todavía duerme en sus tiendas desayunamos y alrededor de las ocho menos cuarto nos ponemos en marcha justamente cuando aparece un inglés que viene de travesía desde el Collado de Gavín bastante desorientado.

            Nosotros que ayer reconocimos un camino remodelado que se introducía por la orilla derecha del Barranco de la Artica Gayola y que no nos gustó para nuestros objetivos, nos vamos hacia el norte por la izquierda del Barranco Refoya con la intención de ganar altura suficiente que nos permita alcanzar el rellano del Puerto de Gavín por debajo del Contrafuerte Sudeste del Mallo Las Peñas.

 
            Estamos a 1575 metros de altitud y avanzamos en mediano ascenso por entre las masas arbustivas que están engullendo el puerto hasta que subimos alrededor de 100 metros de desnivel y giramos al este por terreno limpio entrando en un amplio praderío que se eleva paulatinamente hacia el este por debajo del contrafuerte.

            Cruzamos, siguiendo caminos de animales que conducen a beber, un par de barranquillos y en dirección este vamos cogiendo altura a la agradable sombra de la mañana.

            En nuestro horizonte este tenemos un crestón por el que pugna para salir el sol y que en dirección norte se va elevando hasta las Paredes del Contrafuerte Sudoeste del Mallo de las Peñas que queremos contornear.
 

            Utilizamos una depresión en sombra para ascender todo lo posible pero finalmente alcanzamos la cabecera del crestón ya al sol de la mañana y alrededor de los 1900 metros de altitud.

            Al este del crestón va ascendiendo una de las ramas del Barranco de Artica Gayola que baja desde el Mallo las Peñas y que nos podría servir para nuestro ascenso, pero hay que perder bastantes metros y decidimos proseguir por el crestón para arriba en dirección norte.

 
            Encontramos algún hito pero nada a la entrada de la pared, así que tomamos una serie de viras que trazan una diagonal oeste-este y nos vamos con ellas para arriba. Se puede subir un poco por cualquier parte y lo hacemos de manera cómoda.

 
            Unos metros más arriba desembocamos en una cuenca herbosa y  diminuta y un nuevo hito  nos confirma la elección del camino. Enseguida alcanzamos la Cabecera del Contrafuerte Sudeste del Mallo Las Peñas y desde allí se despliega a nuestros ojos el Barranco de Artica Gayola y atrás cerrando el horizonte la Sierra de Tendeñera desde Las Peñas hasta El Ripera.

            Estamos sobre los 2150 metros de altitud cuando hago un hito bien perfilado en la cresta y tras poner en fuga a una manada de un centenar de rebecos elegimos camino que en suave ascenso nos lleve al fondo del barranco por el que progresaremos en dirección noroeste. Estamos en la vertical norte de la Cueva del Forato según mis recuerdos.

 
            Se que el corredor que buscamos para acceder al Mallo las Peñas queda oculto en las paredes desde aquí y que es bien visible desde la entrada a la cueva pero estamos aquí y hay que proseguir por el fondo del barranco convertido ya en irregular depresión hasta alcanzar una amplia pedrera comprimida entre la Arista de Tendeñera y el Contrafuerte Sureste de las Peñas.

            Poco después alcanzamos la base de la pedrera y por su orilla izquierda, buscando los materiales más estables nos vamos para arriba. La subida es corta pero penosa.

            Pasamos un poco por debajo del acceso a la cueva y cuando la pedrera va a morir en las paredes hacemos una travesía en horizontal para alcanzar la otra orilla junto a la cabecera en la que arranca nuestro camino en busca del corredor. Estamos sobre los 2500 metros de altitud

            Hay que apoyar las manos para superar unos primeros metros fáciles aunque erguidos que nos conducen a una pequeña rampa inclinada y herbosa  que nos permite alcanzar las paredes de una preciosa prominencia en el Contrafuerte Sudeste de las Peñas.

Desde la parte superior del Corredor.
 
            Pegada a la pared arranca una amplia vira medianamente inclinada que
 se alarga alrededor de 50 metros y que conduce a un corredor algo más erguido y orientado un poco más al oeste.

            El corredor se sube bien con apoyos de manos sobre calizas ocres muy bien escalonadas y después otros 50 metros nos deposita en un pequeño collado herboso que el contrafuerte practica frente a la cara sudoeste del casquete somital del pico.

 
            Allí giramos a nuestra derecha o norte  e iniciamos el ascenso del casquete somital del pico un poco por cualquier parte ya que se trata de una rampa inclinada con bastante material suelto que te permite elegir camino. Enseguida alcanzamos la Cima del Mallo las Peñas situado a 2656 metros de altitud.

 
            La cima es amplia y desde ella contemplamos el Corredor Este de Sabocos por el que subimos ayer, el Circo Refoya y el Collado del mismo nombre que permite el paso hacia el Rincón del Verde y conecta con la Ripera.

La Oeste del Forato.

Hasta Vignemale.
 
La Este de Sabocos.
 
            Comprobamos la seriedad de las paredes de la norte del pico, y la sartenada de gendarmes que nos separan de la Peña del Forato. Luego buscamos un lugar abrigado al sol para sentarnos a almorzar son las diez y cuarto de la mañana.

            Media hora más tarde iniciamos el descenso que haremos por idéntico camino a la vez que reafirmo algunos hitos y coloco un par de ellos a la entrada de la pared en la parte alta de la pedrera pues no había ninguno.

 
 
            Alcanzamos la cabecera de la pedrera y faldeándola en horizontal en lugar de bajar por ella, ascendemos unos pocos metros con lo que alcanzamos una pequeña grada bajo las paredes y avanzando unos metros por ella en dirección este llegamos a la entrada de la Cueva del Forato de los Diaples. Estamos sobre los 2500 metros de altitud   cuando son las once y cuarto.

Boca sur.

 
            La cueva en su parte sur tiene una entrada en descenso ocupada parcialmente por un nevero y a un nivel superior una ventana que sirve para la iluminación de la sala principal. La sala no es muy alta, tendrá una longitud de alrededor de 25 metros y una anchura un poco menor. En el extremo opuesto un boquete pequeño es el acceso a un estrecho corredor que en descenso pedregoso y suelto permite alcanzar la Boca Norte que es la que se ve desde la Ripera.


 
            Fuera dispone de una pequeña terraza a modo de balcón que permite contemplar los paredones de su alrededor y que en el mejor de los casos exigen un rápel algo por encima de los 50 metros. Luego unos inclinados neveros se alejan de la pared en busca del praderío del Verde.

La ventana y la Boca sur.

Boca norte.
 
            No hay que confundir esta boca con la de la Gran Cavidad situada un poco más al este y a un nivel un poco más inferior y a la que llega la pedriza.

En la Boca Sur.
 
            Hacemos algunas fotos y retornamos a la sala principal para salir al exterior.

            Nos queda la Peña del Forato y por ello iniciamos a partir de la cueva una travesía por la base de las paredes de la peña en dirección este. Nuestro objetivo inmediato es encontrar el corredor que utilizáramos hace ya unos años para salvar el primer resalte bastante vertical y que nos depositara en la pared algo más amable.

            Recordamos que probamos uno en la parte oeste de la peña y que luego forzamos otro más en la vertical de la cima; por ello, recorreremos la base de la pared en busca de algún hito de entrada a la misma pero resultará infructuosa pues superamos claramente la cima hacia el oeste sin encontrar rastros de tránsito ni corredor que tenga futuro aparentemente.

            Bastante al este y utilizando un cono de deyección que sube unos metros nos introducimos en un corredor que desechamos enseguida y volvemos sobre nuestros pasos al encuentro de otro que a nuestro juicio tenía posibilidades.

            Una veintena de metros muy tiesos pero asumibles nos depositan en una especie de pórtico tras el que una rampa muy inclinada está surcada por un corredor vertical. Nosotros evolucionamos un tanto al nordeste del corredor bajo el criterio de la trayectoria que recordamos vagamente hasta que de nuevo somos tentados por el corredor  en medio de una pared que no es muy complicada pero que requiere una atención considerable.

            Mi chica no se siente a gusto pensando más en el descenso que en otra cosa. Hemos remontado alrededor de 100 metros y para ella no ha habido ningún relajo mental. Todo ha sido aproximadamente igual, no tiene demasiada pinta de cambiar y yo lo veo claro: nos damos la vuelta y otro día será. En estas paredes sin ganas no se va a ninguna parte.

La Sur del Forato.
 
            Descendemos deshaciendo los hitos que he ido haciendo en ascenso y lo hacemos, según confesará, de manera más fácil de la esperada.

            En la base de la pared nos espera la pedrera que conduce a las inmediaciones de un gran bloque errático en el que está un trío de navarros.

            Les indicamos el emplazamiento de la Cueva del Forato, la vía para hacer el Mallo las Peñas que hemos dejado llena de hitos y nos sentamos a comer a la sombra del bloque mientras contemplamos su ascenso hasta la entrada de la cueva. Son las dos de la tarde.

 
            Media hora después continuamos camino de descenso con alguna pequeña vuelta hasta alcanzar el fondo del barranco. Una vez allí, enseguida alcanzamos el hito dejado en la cabecera del contrafuerte y seguidamente descendemos el tramo inicial de pared hasta alcanzar el crestón terroso límite de la parte del Puerto de Gavín que hemos subido.

Lotus corniculatus en las Peñas.
 
            Desde allí atajamos directamente descendiendo en dirección sudoeste por una zona de praderío pedregoso en la que nos tropezamos con unos champiñones. Más abajo registraremos algún corro de brujas pero sin éxito, hasta que nos introducimos en la zona de barranquillos y siguiendo aproximadamente el mismo camino que hemos utilizado para la subida nos llegamos hasta el Refugio Alto de Gavín o de la Fueba cuando son las cuatro de la tarde pasadas.

            Hemos movido un desnivel de 1100 metros  y, al menos, 200 metros más sin beneficio aparente que han supuesto una jornada entretenida. Luego vendrá una larga y agradable despedida en el refugio con nuestros amigos valencianos y pista para abajo a liquidar la jornada.

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