Premonitoria del Verde o Faceras desde Lacuniacha dos días antes.
Panticosa, Puente Lazoche, Barranco
Faceras y Cara norte.
09-03-2014.
Salida 10 h. Llegada 16 h.
Sol.
Fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa del Verde o Faceras procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Al
Pico del Verde o Faceras, casi siempre subimos con nieve. La última ocasión que
lo hicimos fue desde el Barranco de la Ulot por la Arista Fobarabach, bajando
por la avanlanchosa cara este hasta el Collado del Verde.
En
aquella ocasión, había menos nieve que este año, nos impacto muy favorablemente
la perfecta innivación del Barranco Faceras; tanto que consiguió imponerse a
la idea de un porteo casi seguro y generalmente no corto: teníamos que volver
con los esquís.
El
viernes 7 lo fotografío a la bajada de Tarmañones. Hoy 9 de Marzo de 2014 nos
vamos al Verde.
Salimos
de Sabi a las nueve menos cuarto, pillamos un poco de retención pues es domingo
anticiclónico y a las diez menos cuarto aparcamos con suerte en Panticosa, nos ponemos las
botas al agradable sol de la mañana cargamos los esquís en las mochilas y sobre
las diez nos ponemos en camino a 1180 metros de altitud.
No
hay que atravesar el Puente del Bolatica sino pasar de largo para avanzar por
su orilla derecha siempre al este.
Tras
darnos la vuelta desde la verja de una finca particular tomamos el camino lleno
de bolos redondeados tanto de granito como de otras metamórficas completamente
limpio de nieve. Hemos de caminar un rato hasta que aparecen las primeras
manchas de nieve en la orilla del camino que avanza en suave ascenso entre un
bosque mixto de ribera con abundante boj.
Hay
que dejar todos los desvíos que aparecen a nuestra izquierda y proseguir
siempre en busca del Puente de Lazoche. La nieve aparece pero muy discontinua
ocupando solamente los tramos sombríos y cuando desearíamos que el puente
estuviera más adelante pues la ladera izquierda del barranco está muy escarpada,
aparece a nuestra vista indicándonos que el camino sobre el bosque será
complicado. Estamos a 1300 metros de altitud.
Llevamos
media hora de porteo y todavía tendremos que hacerlo un cuarto de hora más para
a la salida del bosque y en los primeros claros calzarnos los esquís. La nieve
está muy dura y hasta aquí no había huellas de esquís.
Todavía
tendremos que atravesar con cuidado un par de discontinuidades de la nieve pero
enseguida entramos en una zona de prados escalonados y allí no hay problema
para foquear buscando un poco y ya en dirección sur.
Son
una serie de prados escalonados que nos depositan en la base de un primer
resalte de cierta consistencia.
Sobre
los 1450 metros de altitud y a la entrada de la pared nos ponemos las cuchillas
pues el sol incide muy oblicuo y la nieve está excesivamente dura de rehielo.
Unas
amplias zetas, no sé si de esta mañana, nos permiten superar el largo resalte
tras el que alcanzamos un rellano justamente debajo de una enorme piedra
triangular. Estamos solos y nos parece un tanto extraño pero… ayer si debió de
haber tráfico a bota limpia a juzgar por las huellas.
Desde
la cabecera del rellano localizamos un esquiador que ha bajado al este de donde
nos encontramos, seguirán enseguida tres más y nosotros tras atravesar el
rellano nos vamos en busca de la Arista Norte del Verde. El tránsito de la
arista nos ha parecido conflictivo desde abajo ya que aparece pelado de nieve a
tramos.
Ascendemos
hacia un corredor que viene a nuestro encuentro en busca de un declive que
imaginamos y que nos permitirá hacer una travesía en dirección este para llegarnos a la arista.
La
nieve sigue muy dura y las cuchillas nos vienen muy bien, sobre todo en una
travesía horizontal de un corredor sombreado que da cosa. Al final de la
travesía alcanzamos el dorso de la arista pelado de nieve que nos abre las
puertas del Barranco Faceras: era lo que estábamos buscando.
Ante
nosotros aparece el lienzo inmaculadamente blanco que cubre el barranco, un
declive que se orienta al sur y la erguida ladera que se encumbra en Punta
Fobarabach reconociendo nuestro paso hacia esa cima.
Enseguida
alcanzamos el fondo del barranco y visualizamos la Cara Norte del Verde. Juan
se va arista para arriba y nosotros a 1900 metros de altitud nos enfrentamos
con un ascenso cómodo que nos va a requerir paciencia por el fondo del
barranco.
Punta Fobarabach.
Al
principio no había nieve, luego estaba muy dura por rehelada, después casi
falta y ahora está costra, es lo que le faltaba a unos principiantes sobre
nieve invernal.
Impecable la Norte del Verde.
La
cima aparece lejana, llevamos dos horas pasadas de marcha y nos queda...cálculo
que otra hora; así que, tomamos una huella bastante de nuestro gusto y con ella
y con paciencia benedictina nos vamos para arriba zeta a zeta.
Dejamos
por debajo de nosotros la Punta Fobarabach que algunos mapas llaman Facera y
que nos saluda con su arista sudoeste pelada pero mejor que la helera que
tuvimos que bajar y nos vamos aproximando inexorablemente a la pared somital
del pico en la que se resuelve el barranco.
Juan
desde la arista nos vigila y en un momento nos anuncia nieve polvo. Nosotros
entramos a la pared en las inmediaciones de la arista nordeste y desde allí
bendecimos la clarividencia de los trazadores de la huella que en una amplia
zeta cruza toda la pared y nos permite alcanzar la arista norte del pico cuando
ésta se pone horizontal. ¡Bien hecho tíos!
Se aprecia la boca de la Cueva del Forato.
Solamente
nos queda avanzar prácticamente en horizontal por la amplia y amable cresta, en
dirección sur y alcanzar la Cima del Verde o Punta Facera situada a 2287 metros
de altitud. Es la una del mediodía.
Mandilar y la Partacua.
La
ventisca de la arista que hemos visto desde abajo ha cesado y lo celebramos. En
la cima nos asomamos al Collado del Verde y contemplamos el Ibón de Sabocos a
nuestros pies y la parte alta de la Estación de Esquí de Panticosa con Mandilar
en primer plano y hacia el este toda la Norte de la Sierra de Tendeñera. Desde
el Collado de Tendeñera la arista se prolonga por Ferreras y Mallaruego a
Catieras y Piniecho, delante Escuellas; para empalmar con el conglomerado de
Infiernos, Garmo Negro y Argualas punteado por la Aguja de Pondiellos y
soportado por las impecables columnas de
las Peñas Cuchiblanga y Gabarda. Al Oeste destacan Foratata, Midi y la Norte de
la Partacua con el encantador Circo de Bucuesa.
La Norte de Tendeñera.
Un
cuarto de hora después, corre un poco de brisa y decidimos no amargarnos la
comida. Nos vamos para abajo en busca de un lugar abrigado.
La
arista cimera tiene nieve dura pero como es uniforme se desliza bien. Nos
permite entrar a la pared en la que haremos unos buenos giros sobre nieve
decentes hasta que entramos al barranco vestido de nieve costra y allí cada
cual se las ventila como mejor puede.
La
nieve costra no nos gusta, no sabemos si le gustará o no al personal. Nosotros
la bajamos un poco más sentados sobre los esquís que lo habitual, que ya es
decir, pero bajamos. No sirve de nada la envidia que nos suelen dar esos
esquiadores que dibujan tan espectaculares culebrillas sobre las laderas que
descienden.
Cansados
de forzar las piernas nos sentamos a comer a la altura de Punta Fobarabach. Son
las dos menos veinte.
Argualas, Garmo Negro, Infiernos... la Gloria.
Sentados
sobre las suelas de los esquís comemos tranquilamente y disfrutamos del
espectáculo de la Argualas.
!Para soñar¡
Media
hora después reemprendemos el descenso para liquidar el descenso del tramo de
Barranco Faceras mientras que nos adelantan como flechas la pareja que ha
llegado a la cima cuando nosotros iniciábamos el descenso.
Abandonado
el barranco, el pasillo sin nieve lo cruzamos sobre una banda de hierba y con
relativa facilidad hacemos la travesía horizontal que nos permite alcanzar el
corredor con una nieve que se ha
reblandecido un poco.
El
descenso hasta el rellano bajo la gran piedra triangular es de lo mejorcito del
descenso que continuamos con la gran pala final, vestida de nieve un poco más
amable que a la subida que se gira muy bien.
Luego
el descenso de los prados escalonados es cómodo y resulta entretenido hasta que
nos deposita en la entrada del bosque lugar en el que cargamos los esquís en la
mochila. Son las tres de la tarde.
La
nieve del bosque se ha reblandecido y se camina muy bien con las botas rígidas
hasta que en el Puente Lazoche cogemos agua del Bolatica pues hemos terminado
con la que llevábamos.
Luego
solamente queda desandar el tramo de camino más o menos nevado con comodidad y
pelear con el bolerío final que nos lleva a la base de la estación y al coche
cuando son las cuatro de la tarde, finalizando una jornada con 1100 metros de
desnivel que nos pesan en los riñones más que en las piernas.
Allí
hemos dejado al Verde vestido con sus aliños de distintas nieves. Mientras que
nosotros nos quedamos con la satisfacción de un día interesante de esquí e inmejorable de meteorología. Hasta
tenemos la suerte de no tener prácticamente retenciones en la carretera, de
vuelta a casa, a la que llegamos a las cinco y ponemos fin, de momento, al fin
de semana anticiclónico.
¡Cómo nos gusta el anticiclón!
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