Arista Sur del Tozal de las Comas.
Pista del Cebollar desde la Ermita de San Miguel,
Barranco Mondiniero, Cara sudoeste y arista sur. Vuelta desde la Antecima Mondiniero.
06-04-2003.
Salida 08
h. Llegada 14
h
Sol.
Fácil.
Ascensión.
Rosa
Mª. Martínez y Mariano
Javierre.
Mapa de las Comas y Mondiniero procedente de Prames. Vía en amarillo.
La
predicción meteorológica para el 6 de Abril de 2003 no podía ser mejor. No
había ninguna duda. Había nieve en abundancia como pocos años, pero nosotros ya
llevábamos varios fines de semana con los esquís y teníamos ganas de caminar.
Nos
acostamos tarde pues estamos invitados a cenar y nos levantamos a las siete y
cuarto.
Con
todo preparado a las ocho menos cuarto estamos en la carretera y sin
circulación, a las ocho y media, hemos dejado aparcado el coche en la ermita de
San Miguel, emprendemos la pista del Cebollar.
La
mañana está espléndidamente despejada, la temperatura ha bajado lo suficiente
para helar un poco y esperamos un día estupendo para caminar.
Hemos
comenzado a 1120 metros
de altitud y en dirección nordeste pasamos la cadena que cierra la pista en
suave ascenso para, enseguida, irnos orientando paulatinamente al norte.
La
pista transita un cerrado pinar, el paraje está un tanto tieso por lo que no intentamos atajos
previstos. Perseveramos con la pista y a ritmo normal alcanzamos un repetidor
de telefónica sobre los 1300
metros de altitud.
Tras
sorprender a una astuta ardilla proseguimos para arriba.
Poco
después alcanzamos el Barranco Cueto y nos vamos aproximando a las Bordas de
Lusarre a 1700 metros
de altitud. Cruzamos los barrancos de Fobons y Lusarre y decidimos continuar
por la pista en lugar de atajar la
Loma de las Siarras. Para entonces, el día ya ha entrado en
vientos que soplan bastante fuerte y que de calientes no tienen nada puesto que
el sol no termina de aparecer medio oculto por unas tenues nubes de viento en
altitud. Algunas rachas hacen francamente difícil la progresión por la pista,
sobre todo al orientarnos al noroeste.
Entrando al Barranco Mondiniero.
Alcanzamos el Barranco de
Mondiciero o Mondiniero y allí abandonamos la pista. Estamos a 1850 metros de altitud
y tras sacar los piolets pues entramos en la nieve, progresamos para arriba por
su orilla izquierda aprovechando algunos tramos limpios.
Nos
hemos abrigado y alcanzados los campos de nieve continua nos detenemos para
ponernos los crampones ya que el viento y la temperatura la han endurecido
bastante.
A
media ladera pero con comodidad vamos ganando altura sobre la cara sur de Plana
Cuasta. De la cresta, al igual que de todo el horizonte que hemos contemplado
desde la pista, se desprenden penachos de nieve granizada que ahora nos
comienzan a azotar.
En
dirección nor-noroeste vamos directos hacia la cima aprovechando el abrigo de
la cara sudeste del Tozal de Comas.
Ordesa desde la subida al Tozal de las Comas.
Sobre
los 2200 metros
de altitud paramos para comer un poco y juntarnos, ya que el viento trae rachas
bastante fuertes. Van a ser las once.
Luego,
seguimos pared arriba por el lugar más abrigado y cómodo hasta que alcanzamos
las proximidades de la arista sur. Pero como la pared del casquete somital está
muy erguida no nos queda más remedio que salir a la parte superior de la arista
y quedar expuestos a los embates del viento.
La
progresión de los últimos 50
metros resulta francamente penosa. Las rachas de viento
son tan fuertes que nos impiden la progresión y no queda otro remedio que
echarse al suelo para resistir los embates. Yo subo sujetándome el gorro con la
mano izquierda pues pienso que se me lo puede llevar el ventarrón.
A
las once y media alcanzo la cima del Tozal de las Comas a 2354 metros de altitud,
con intención de darme la vuelta y tirar con Rosa para abajo. Pero la cima es
amplia, clavo el mango del piolet hasta la cuchilla y espero que llegue Rosa.
A
gatas se reúne conmigo, me saca la cámara de la mochila y se va al lugar donde
le he preparado seguro para el piolet. Otal y Fenez están de cine pero Rosa
saldrá larga sobre la nieve y la foto no será más que una mancha oscura para la
que no será capaz ni siquiera de arrodillarse para la foto.
Luego
de recogida la cámara, de la mano nos vamos para abajo por la amplia arista sur
hasta el resalte. El viento nos zarandea cumplidamente.
La Cabecera del Sorrosal desde el Collado sur de las Comas.
Pasamos
el resalte fácilmente por terreno cómodo y enseguida alcanzamos fácilmente en
el Collado de Mondiniero a 2195
metros.
En
dirección sur y aprovechando una pequeña tregua del viento abordamos el fuerte
resalte nevado que conduce al rellano antecima del Mondiniero. La subida es
fuerte pero, de alrededor 50
metros se pasa pronto.
Alcanzamos
el rellano y el viento tomas nuevos ímpetus. La loma es amplia y plana pero las
rachas son tan fuertes que me doy la vuelta al encuentro de Rosa que sube unos
metros detrás.
Progresamos
juntos a duras penas en busca de encontrar un poco de abrigo pero nos tenemos
que agachar. La racha de viento es tan salvaje que me arranca el gorro y las
gafas de ventisca. Caen delante de mí, pero ante la sorpresa no reacciono a
tiempo para sujetarlas y el viento las arrastra hasta que alcanzan la pendiente
oeste y se pierden para abajo. El gorro ha salido por los aires.
Permaneceremos
dos o tres minutos largos en el suelo hasta que nos podemos mover un poco para
abajo, aminora la intensidad del viento y nos vamos con cuidado hacia la ladera
oeste a ver si localizamos las gafas en unos retazos limpios de nieve.
No
será así tras tan corta como infructuosa búsqueda. La situación es complicada
pues con las gafas normales y con este viento no se puede proseguir arista
adelante. Por tanto, en dirección este, buscando los pasajes menos inclinados
de la pared nos vamos para abajo, Mondiciero o Mondiniero puede esperar para mejor ocasión.
Pelopín y Erata desde Mondiniero
A
cubierto del viento me pongo de nuevo las gafas y sin una visión demasiado
precisa pues tengo un poco de conjuntivitis continuamos para abajo.
Las Tres Sorores desde la Este de Mondiniero.
El mejor camino en esta
pala, que sé que está bastante erguida se complica: bajamos el primer tercio
tranquilamente con los crampones de cara al valle pero la pala se yergue
seriamente y nos obliga a bajar de espaldas al valle un largo tramo de
alrededor de 150 metros
de desnivel que hacemos fácilmente. Luego ya muy abajo nos podemos dar la vuelta,
contorneamos un pequeño resalte y alcanzamos las proximidades del Barranco de
Mondiciero que nos deposita en la pista, exactamente en el lugar que la hemos
abandonado a la subida. Es la una del mediodía.
Nos
quitamos los crampones y a trote gorrinero emprendemos el descenso de la pista
peleando todavía con algunas rachas de viento en contra, sobre todo en la parte
alta de la pista.
En
las casetas de Lusarre recogemos los crampones y los piolets y continuamos
ligeros para abajo, no demasiado cansados pero con una considerable soba de
riñones, regalo inequívoco de nuestra lucha contra el viento.
A
las dos y media llegamos al coche. Hoy ha sido una pequeña paliza de algo más
de los 1300 metros
de desnivel que hemos movido.
Cansado me pegará el sueño a
la vuelta en el coche pero a pesar de todo a las tres y veinte estamos en casa
para comer con Biola que ayer cumplió sus veinte años.
Valle del Sorrosal y Otal al fondo. 27-2-00.
Pocos días después, el 17;
sobre las diez de la mañana decidimos volver a Mondiciero con el reto personal
de localizar las gafas como prueba de que soy un buen “rumbero”.
Hay circulación pues es
Jueves Santo y a las once y media estamos aparcando en la barrera de la Pista del Sorrosal.
Desechamos la primera opción
que consistía en subir toda la arista sur hasta Mondiciero aprovechando un
camino marcado en el mapa; puesto que, en contra de la predicción
meteorológica, hasta ha caído algún chaparrón y el monte bajo está mojado.
Hemos encontrado el camino pero nos vamos pista adelante a partir de los 1200 metros de altitud
en dirección norte por la orilla izquierda del Barranco de Sorrosal.
Mondiniero desde el Refugio Alto del Sorrosal. 6-5-07.
Poco después encontramos a
una pareja abonando unos prados y me confirma la otra arista que en dirección
este conduce a la antecima de Mondiniero que es axactamente donde queremos
llegar.
Hacemos tres kilómetros y
medio de pista y nada más pasar el Barranco Serrato Calso, a 1410 metros de altitud,
abandonamos ésta y nos incorporamos a la arista que en dirección este se inicia
con una fuerte pendiente a través de estrechas fajas de pastizal.
La pendiente es consistente
pero se sube bien, ya que transitamos pradera alpina prácticamente limpia de otra vegetación.
Sobre los 1700 metros de altitud
y en función de la situación y la nieve que vemos, decidimos pasar a la orilla
izquierda del barranco y proseguir entre éste y el Barranco Sarecho.
Atravesamos el barranco en
la parte inferior del nevero que lo cubre y continuamos en fuerte ascenso
echando ya la visual al barranco pues una de las posibilidades es que las gafas
tomaran el barranco y bajaran hasta el final ya que la pendiente es muy fuerte
y la nieve estaba dura y transformada. No hay rastro de la nieve que debió caer
en mitad de la pasada semana; es más, creo que se ha ido algo de nieve vieja,
lo que va a dificultar la localización de las gafas.
Tozal de las Comas desde el Refugio Alto del Sorrosal. 6-5-07.
El Tramo que subimos se va
estrechando y alrededor de los 2100 metros me cruzo hacia mi derecha, al final
de un estrecho nevero que va mirando Rosa, para echar una ojeada al Barranco
Serrato y hacerme una idea de las posibilidades de que lo que busquemos haya
sido arrastrado por el viento hasta allí.
Antes de llegar a asomarme y
en un pequeño rellano de la pendiente localizo mi gorro. No lo esperaba, pues
salió desde arriba por los aires y suponía que el viento lo habría arrastrado
muy lejos hacia el sur.
El hallazgo confirma mi
excelente situación el monte y de paso indica que las gafás no han podido pasar
hasta el Barranco Serrato. Así que el área de búsqueda se reduce. También, por
otra parte, pienso que mi ración de buena suerte se ha cumplido ya con esto,
pero seguiremos la búsqueda.
Continuamos hacia la nieve
superior en fuerte ascenso entre retazos de nieve, siempre mirando y tras
salvar los últimos 40
metros de nieve empinada pero buena para caminar
alcanzamos la arista de Mondiciero unos 100 metros al sur del
lugar donde me saltaron las gafas: ¡Bien hecho, chaval!
La arista está ya limpia en
algunos tramos y como la nieve está buena le propongo a Rosa subir hasta
Mondiciero.
Tomando la dirección sur, en
once minutos, diez he calculado yo y media hora Rosa, alcanzamos la nevada cima
de Mondiciero a 2295
metros de altitud. Son las dos de la tarde.
Comas y Mondiniero. 6-5-07.
Hay una cierta nubosidad en
el horizonte pero el mediodía está espléndido. Contemplamos la subida por la Arista del Tozal de Rosera,
echamos una visual a la Sierra
de Tendeñera que está sencillamente espléndida, echamos un trago de agua y nos
vamos para abajo tras ponernos los guantes junto al vértice geodésico.
En un cuarto de hora hemos
alcanzado la antecima y localizada la mancha sin nieve del día anterior, y nos
paramos a comer. Son las dos y cuarto.
A las tres menos cuarto
continuamos la búsqueda ahora en descenso. La cosa no va a resultar nada fácil,
ya que se ha ido mucha nieve y lo que era un nevero continuo de la mancha
limpia para abajo se ha convertido en dos barrancos nevados y algún neverillo
suelto.
Como el nevero del sur lo
hemos ido mirando a la subida decidimos mirar el nevero del norte que ocupa su
estrecho barranco y la ladera que separa ambos barrancos.
Registramos la base de los
pinos más altos, los enebros rastreros pero no las localizamos. Luego recogeré
unas cuantas especies vegetales para el herbario de Biola, y a las seis y media
llegamos al coche. Hemos metido siete horas en una tarea poco menos que
imposible con un inesperado fruto al módico precio de 1300 metros movidos y
una enormidad de idas y vueltas bajando la ladera.
Borda en el Puerto de Linás de Broto. 6-5-07.
Cuatro días después, el
Lunes de Pascua por la tarde me subiré solo hasta la parte superior de la rama
sur del Barranco Serrato Calso. Cuando ya me iba a cruzar hasta el lugar donde
encontré el gorro, localizo medio cristal de las gafas y nada más a pesar de
buscar ya más por curiosidad que por interés.
Hasta aquí han llegado pues
las compre para ir a los Alpes en el 89.