27 jul 2004

19b-04. LAS NEVERAS. 27-7-2004.

Neveras y Collado de Letrero desde Bramatuero Superior.

Cima  de Aratille, Corredor Sudoeste, Paso de la Montañeta y Arista Norte. Descenso por el Collado de Letrero, Ibón de Letrero, Ibones de Bramatuero, Refugio de Bachimaña e Ibones de Bachimaña.

27-07-2004.

Salida 12 h. Llegada 18 h.

Sol.

Fácil.

Ascensión.

Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de las Neveras procedente de Prames. Vía en amarillo.
 
No vamos a permanecer demasiado en la Cima del Gran Pico de Aratille. Nos vamos para abajo a explorar el corredor al que conducen las citas. Se trata de un estrecho corredor de alrededor de 20 metros de longitud, muy vertical pero fácil y limpio de materiales gruesos. Allí no para nada gordo hasta que no se quede empotrado como ha pasado en el gemelo.

            Ya en la base de la pared mi buen olfato me dice que no hay que ir directamente al Collado Sur de Aratille también llamado Paso de la Montañeta, hay que descender un poco por la ladera en la vertical de los corredores y faldear seguidamente hacia el collado.

Descendemos con cuidado la pared, atravesamos el corredor utilizando los materiales más firmes y escalonados y encontramos finalmente una larga vira que nos ayuda a atravesar más de media pared y que nos deposita en uno de los neveros más altos del corredor que sube desde el Ibón de Letrero.

Neveras desde el Collado de los Mulos. 1-7-05.
 
De allí al Paso de la Montañeta hay un corto tramo de gravera bastante inestable que subimos sin que llegue a enfadarnos. Ya en el collado situado a 2800 metros de altitud, collado que no es utilizado como paso debido a las dificultades en la ladera del Ara, comprobamos que se puede ascender al pico pero con algunas dificultades mayores que por los corredores y tomando la arista en dirección sur, tranquilamente nos vamos para pasar unos dientes intermedios fáciles y alcanzar la cima del Pico de las Neveras de 2892 metros de altitud cuando es la una y cuarto del mediodía.

Desde la Cima de Neveras de Infiernos a la Faxa.
 
Se trata de un balcón excepcional para contemplar la vertiente oeste del macizo de Vignemale que contemplamos con deleite aunque tampoco echaremos raíces en la cima.

Las Neveras desde el Ratillo. 8-7-05.
 
Podemos descender por múltiples vías hacia el oeste pero decidimos seguir por la arista en dirección sur hasta alcanzar el Collado del Letrero.

El descenso no tiene historia, tomamos algunos neveros residuales para abreviar y nos situamos en un Collado de Letrero desconocido para mí. Rosa recuerda que la travesía del nevero fue bastante más abajo del collado y claro, a mí no me cuadraba el asunto pues fue allá por el verano del 85 y el tiempo no pasa por las buenas.

Bacias. Batanes y Neveras desde la Cabecera del Ara. 1-7-05.
 
Estamos a 2700 metros de altitud y en dirección noroeste nos vamos bajando suavemente hasta el Ibón de Letrero a 1520 metros de altitud, lo pasamos por el sur e iniciamos el rodeo al Ibón de Bramatuero superior por su orilla derecha: mejor es remontar unos metros que dar la vuelta larga por su orilla izquierda.

Junto a la pequeña presa nos paramos a comer. Son las dos y cuarto.

Media hora después continuamos con nuestro descenso y lo haremos de frente directamente junto al barranco para recuperar el camino en la cola del Bramatuero Inferior.

Bramatuero Inferior desde la cola. 8-7-05.
 
Rodeamos el ibón por el mismo camino de la mañana y llegados a las proximidades de la presa faldeamos directamente hasta alcanzar el Refugio de Bachimaña. Está limpio dentro de lo que cabe pero las literas debieron de ser desmanteladas hace bastante; además hay algo de basura y el refugio huele bastante mal. Son las cuatro menos cuarto.

Marcadau sobre el Refugio de la Cola de Bachimaña. 8-7-05.
 
Luego, algo cansados ya padecemos lo nuestro dando la vuelta al Bachimaña Superior hasta que llegamos a echar una ojeada al Refugio de Aragonesas. Está abierto, ha sido adecentado de pintura pero ya está de nuevo decorado por exquisitos cerdos, en esta ocasión vascos según lo escrito, que nos han dejado su mierda a modo de firma. Está claro que nadie ofrece más de lo que es.
 
Cascada del Fraile. 8-7-05.

Retomamos el descenso tras refrescarnos en seco en el puente sobre la presa de Bachimaña Inferior y lo hacemos cansinamente entre numeroso personal que  va también para abajo.

Una de las cascadas Superiores del Caldarés de Baños. 8-7-05.
 
A las seis menos cuarto nos llegamos al coche dando por liquidado un día de montaña absolutamente salvaje en el que nos hemos achicharrado impíamente y en el que los 1450 metros movidos han machacado literalmente nuestros pies.

Después tres cuartos de hora de pelea con el sueño y la carretera a la ducha que amortigüe un tanto la soba que llevamos encima. Es último día de fiestas y no es cuestión de irse a la cama a la hora de las gallinas.

19a-04. GRAN PICO DE ARATILLE. 27-7-2004.

Gran Pico de Ararille desde Bramatuero Superior.

Balneario de Panticosa, Bachimaña Inferior, Orilla Izquierda de Bachimaña Superior, Bramatuero Inferior, Bramatuero Superior, faldeo del Frontón de Bramatuero y Arista Oeste.

27-07-2004.

Salida 08 h. Llegada 12 h.

Sol.

Bastante fácil.

Ascensión.

 Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Aratille procedente de Prames. Vía en amarillo.
 
                El Gran Pico de Aratille es uno de esos picos del Pirineo desconocido para los españoles y consecuentemente en propiedad de los franceses, a pesar de que se encuentre entre las cabeceras del Ara y de Panticosa, y dos de sus tres vertientes sean españolas. Casi nadie ha estado allí si no ha sido por casualidad y algunas razones si tiene.

Casa de Piedra en el Balneario de Panticosa.
 
Para los franceses, es cierto que, a la enorme sombra del Vignemale, el pico tiene poco color, aunque desde el profundo Col de Aratille se encuentre fuertemente defendido de paredes en sus laderas norte y este y eso siempre atrae. Además,  acceder al mismo requiere de un importante rodeo para alcanzar la parte sudoeste, tanto se ha de acceder por el Col de Aratille como si se pretende llegar por el Collado del Letrero.

Para los españoles, es otra cosa. Para empezar ni siquiera sale en los mapas de la Alpina, que son con los que los españoles comenzamos a ir a la montaña. Además la calcetinada tanto por Bujaruelo como por Panticosa es importante y como la zona de los Bramatueros la conocemos seguida de la de los Azules y a la par de la de los Brazatos, pues amén.

Subiendo el Camino del Caldarés de Baños.
 
Por todo ello y con escasísima información al respecto de entre la que destaca lo de “persistente nevero” y “chimenea de segundo” nos vamos con la esperanza de no tener que rodear todo el pico para ascenderlo.

Santiago 2004 termina pues es 27 de Julio. Ayer queríamos ir pero mi chica está fastidiada. Hoy con ciertas dudas nos levantamos a las siete menos cuarto para aprovechar la mañana. El tiempo sigue siendo extraordinario.

Primeros rayos de Sol en Bachimaña Inferior.
 
A las ocho menos veinte nos aparcan junto a la embotelladora del Balneario de Panticosa y a 1650 metros de altitud, escasos, iniciamos la marcha. Desde que están en marcha y a todo trapo las obras de remodelación del Balneario hay que echar un cuarto de hora más de camino para llegar a la Casa de Piedra que era de donde partimos hacia el norte.

Subimos suavemente a la sombra de la mañana y en camiseta. A pesar de ello en hora y veinticinco nos llegamos a Bachimaña Inferior entre reducida movida del personal.

La Sur del Pico Paterneille. 13-8-06.
 
Cruzamos la presa en dirección este y por la orilla izquierda del ibón nos vamos para iniciar el rodeo del Bachimaña Superior, también por su orilla izquierda, ya que así nuestro camino se acorta un poco. Aún así el rodeo resulta siempre largo y la llegada al Refugio de Bachimaña a 2230 metros de altitud se hace largo fundamentalmente por el rompepiernas del camino.

Pero tiene su compensación puesto que alcanzar la presa del Bramatuero inferior no  es  ya más que un suspiro.

Son las nueve y cuarto cuando estamos rodeando por la orilla izquierda el ibón por camino que ya no recordábamos muy bien, pues el tiempo pasa; para alcanzar la cola del mismo y cambiar de lado del valle con el camino.

Valle Lacustre de Bramatuero. 14-8-06.
 
En la orilla derecha el camino remonta a lazadas más la ladera que el valle para colocarse en la parte superior del cerrojo glaciar y alcanzar de manera suave la caseta de la presa del Ibón de Bramatuero Superior a 2500 metros de altitud.

De Paterneille a Aratrille desde Bachimaña Superior.
 
Nos ha sobrevolado un helicóptero, parece francés, y enseguida advertimos la razón: debía de haber ido a localizar o a indicar el camino a un grupo de franceses que encontramos junto al barranco desagüe del pequeño ibón sin nombre situado al sur del Pico Badet situado a 2600 metros de altitud, lugar al que llegamos a las once y cuarto y nos paramos para almorzar en tan solitario y encantador lugar.

Desde el Ibón Alto de Bramatuero. 15-7-07.
 
Luego transitamos en dirección sudeste bajo las paredes del Frotón de Bramatuero para localizar el Ibón y Collado de Letrero y así orientarnos directamente al pico.

Frontón de Bramatuero desde la Majada Bramatuero.
 
            Avistamos nuestros objetivos al alcanzar la cabecera del Frontón: el Ibón de Letrero lo tenemos a nuestros pies, el valle que conduce al Collado Sur de Aratille arranca muy abajo además de estar bastante vestido de nieve, el Pico las Neveras está al sur de este collado y más al sur todavía el Collado de Letrero. Por lo tanto, nos queda la alternativa de faldear ganando altura suavemente, o lo que toque, ya que es muy sabido que en los faldeos toca de todo pese a nuestra intención.

            El faldeo resulta largo y lento, mi esposa los lleva regular aunque a mí me encantan. A pesar de ello disfruto haciendo camino fácil en una ladera metamórfica bastante descompuesta y muy inclinada.

            Hemos de subir y perder un poco para atravesar un corredor que nace en una brecha de la arista en el Paso de la Aulea  y continuar el faldeo ya en las proximidades de la arista que alcanzaremos cerca del casquete somital del pico.

Hacia atrás Bramatuero Inferior.
 
            En la arista este-nordeste encontramos citas lo que de alguna forma confirma mi apreciación de que habrá que subir por la zona sudoeste, la zona norte está bien defendida por paredes, lo mismo que la parte correspondiente al collado sur.

            De lejos se apreciaban ciertas posibilidades sin concretar demasiado a lo largo de la pared sudoeste. Alcanzada la base de la pared en su parte más occidental encontramos un primer corredor con tierra revuelta y medianamente tumbado que nos puede servir, pero en medio tiene un bloque empotrado bastante alto que ni me lo vuelvo a mirar más. En la pared derecha del corredor hay un centinela que abriga la subida por la pared y me voy a ver qué pasa.

Dientes de Batanes, Neveras, Aratille y Peña Negra desde el Ara. 1-7-05.
 
            Una sencilla trepada me permite salir del fondo del corredor y alcanzar el minúsculo rellano existente entre el centinela y la pared. Una vez allí compruebo que todavía no he superado la parte superior del corredor en el que se encuentra el bloque con lo que no es conveniente volver al corredor.

Vignemale y Aratille desde Wallon. 14-8-06.
 
            Le digo a Rosa que espere y saliendo de la repisa escalo un trozo de pared un tanto alomada y vertical con buenas presas aunque pequeñas que me permite asomarme a una pequeña vira inclinada por la que se puede retornar al corredor salvado el bloque.

            Vuelvo hasta el centinela, le indico la vía a Rosa y la espero. Luego juntos progresamos por la pared hasta alcanzar la vira y con ella nos incorporamos al corredor que se amplía muy descompuesto hasta convertirse en una pared bastante inclinada y con citas: el corredor que utilizan no es el que hemos subido nosotros sino el siguiente.

En Aratille con Vignemale.
 
            Unos minutos después, sin ninguna dificultad alcanzamos la cima del Gran Pico de Aratille con 2900 metros de altitud. Son las doce y media.

Vertiente Norte de Aratille. 14-8-06.
 
            La primera imagen y la fotografía es para Vignemal. Luego contemplaremos el largo Valle del Ara de imborrable recuerdo y la desconocida cabecera con el Pico Chabarrou, el Collado de Aratille y el Circo de Badet y sus ibones. Al sur los Batanes y todo un universo conocido con la Faxa, Balaitús, Infiernos, Telera, Tendeñera, Ordesa... hasta se asoma un pelín el Midí.

Si quieres puedes ver la Continuación.

 

 

17 jul 2004

18f-04. DEL PLA DE LA SELVA AL REFUGIO DE BAIAU Y VUELTA A AREU. EL PIRINEO DE LERIDA POR EL GR11. ETAPA 6 Y FINAL. 17-7-2004.

En la Cubeta Lacustre de Baiau. Al fondo Balpeguera.

Pla de la Selva, Aparcamiento de Vall Ferrera, Pla de Boet, Estany de Escorbes y Refugio de Baiau. Vuelta por el mismo camino hasta Pla de la Selva y posteriormente hasta las inmediaciones de Areu.

17-07-2004.

Desnivel ascendido 937 m.

Desnivel descendido 1167 m.

Distancia recorrida 22500 m.

Tiempo efectivo 07:45 h.

Sol.

Muy fácil.

Travesía.

Agua en los Estanis de Baiau y en el Refugio de Vall Ferrera. Hay que tener cuidado puesto que en la Zona de Boet y alrededores hay mucho ganado.

Las travesías que no son circulares tienen el gran inconveniente del transporte que en la montaña suele ser una complicación añadida con la que habrá que contar. Recuperar el coche desde Areu al Túnel de Viella es tarea complicada que solventamos con una inmensa fortuna.

 Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa del Pla de la Selva a Baiau procedente de Prames. Vía en rojo.
            Parece ser que hemos decidido madrugar y nos levantamos a las seis de la mañana al viernes día 17 de Julio de 2004. El día promete ser espléndido.

            Desayunamos, recogemos la borda y llevamos a la tienda todo lo sobrante dejándolo en su interior. En las mochilas lo justo para estar al mediodía de vuelta en la tienda.

            Son las siete menos cuarto cuando por camino conocido de ayer iniciamos la marcha hasta al Plan de la Selva en el que encontramos un coche y un grupo vivaqueando. Se debe tratar del coche que oímos ayer noche.

            Al final del plan la pista se va para abajo pero nosotros nos introducimos en el GR. que sale a la derecha de la misma.

            El camino asciende fuertemente a través de un viejo abetal y me mosquea porque a la vez se aleja del cauce del barranco que se queda allá abajo. Luego, tratando de imaginar la situación del Refugio de Vall Ferrera que ya conocimos en nuestro aproximación para hacer el Circo de la Pica d’Estats, el camino tan pronto baja un poco con lo que nos alegra, como asciende otro tanto o más con lo que nos hace polvo la moral. De cualquier forma se alarga hasta que al fin confluye con la pista en el aparcamiento que recordamos vagamente.

            El aparcamiento está que peta de coches, la Pica atrae mucho siendo sin duda uno de los valles más transitados de Cataluña.

            Nosotros proseguimos pista adelante unos metros hasta que aparece el indicador del refugio y abajo el puente sobre el barranco. Unos metros más arriba en la ladera derecha del valle se ve el refugio.

            Hasta aquí hemos venido en dirección este y a partir de ahora vamos a comenzar a girar para orientarnos al sur-sudeste y acabar con la pista que muere a la entrada del Plan de Boet, lugar concurrido de acampada al que ya no se puede llegar con el coche, hay que dejarlo frente al Refugio de Vall Ferrera.

Rio Baiau debajo del Refugio de Baiau.

            El Plan de Boet se queda enseguida allá abajo mientras que el camino gana altura, pero no nos alejaremos demasiado del barranco.

            Vamos en ascenso con poco equipaje y a ritmo y nos introducimos con el camino valle adentro mientras especulamos en cuál de los tres circos que divisamos se encontrará nuestro destino.

            Poco después el camino confluye con el barranco en el Plan de Arcalis. No resulta fácil seguir las balizas entre los diseminados bloques de granito depositados junto a los meandros del barranco aunque nos ayuden los retazos de camino instalados sobre la pradera alpina.

            Finalmente terminamos por cruzar la parte superior del rellano y continuamos hacia el valle central por terreno un tanto indefinido.

            Dejamos de nuevo el barranco a nuestra izquierda mientras el camino, a empujones, inicia de nuevo el ascenso  en una media ladera con pino negro sobre pradera alpina y con abundante ganado vacuno.

            Pasamos junto a una lagunilla que nos despista puesto que creemos que se trata del Estany de Escorbes. El estany está algo más arriba  y la llegada al mismo nos vuelve a despistar pensando que se trata del de Baiau.

Estany de Escorbes.

            Pero a pesar de ello, el camino se ha introducido en medio del rellano ente las laderas del valle, virando un tanto al sudeste. Deambula con un característico rompepiernas entre pradera alpina muy corta y nos conduce, tras habernos cruzado con un campamento de jóvenes que va para abajo, a la cubeta lacustre de Escorbes a 2360 metros de altitud.

            Pasamos por su orilla nordeste y terminamos por atravesar toda la cubeta lacustre, ascender un pequeño resalte casi en dirección sur y retomar más de llano la dirección este que nos conduce al Estany de Baiau, guiados por la silueta del Refugio de Baiau con su antena, que se recorta sobre un pequeño promontorio situado al este del estany.

En el Refugio de baiau dispuestos a rematar nuestra travesía.

            Son las diez y cuarto de la mañana, estamos en el Refugio de Baiau a 2517 metros de altitud y ya no caminaremos más al este: el GR11. de la Provincia de Lérida, los catalanes dicen Lleida, ha sido nuestro.

            El refugio, que es casi un semicilindro metálico anclado con sirgas sobre una loma, se encuentra en perfectas condiciones. Cuenta con tres pisos de literas a ambos lados del pasillo central y en el hueco trasero se han eliminado las literas de un lado para hacer un poco de comedor con una mesa y unos bancos corridos de madera. Hay colchonetas y mantas, emisora de radio, velas, restos de comida, está bastante limpio y aprovechando bien el espacio pueden dormir acostados alrededor de 30 personas. Deberíamos tener el Pirineo cosido de refugios similares, pero esto no parece posible en este “jodido país” en el que la educación es un auténtico artículo de lujo.

            Almorzamos dentro puesto que fuera corre un biruji desagradable mientras hablamos del refugio, de la montaña y de todas esas cosas que nos hacen soñar con el paraíso que debería ser el Pirineo.

            Luego, salimos del refugio dejándolo perfectamente cerrado, nos encontramos con un francés que ha llegado por allí haciendo una ruta circular de tres días, nos hace una foto y dándole la espalda al sol, nos vamos para abajo a desandar el camino que nos ha traído hasta aquí.

            Llevamos con el francés un ritmo parecido por lo que iremos bajando y coincidiendo repetidas veces mientras nos cruzamos con mucha gente que sube de paseo por el valle.

            Bajamos persistentemente por terreno conocido, entramos en calores valle abajo y nos cruzamos con la pareja del Cámpig de Areu, de la pareja que encontramos en el Ibón de Anglós no hemos vuelto a saber nada. Quizás les adelantáramos en el Refugio de Colomers o tal vez abandonaran la marcha puesto que ella estaba bastante resfriada; nunca lo sabremos, la montaña es muy amplia y las personas y sus circunstancias extraordinariamente diversas.

            Debajo del Plan de Boet alcanzamos al campamento que está descansando en la pista, charlamos con ellos un poco y les indicamos dónde coger agua.

            Nosotros llegamos al desvío del refugio y nos vamos a echarle una ojeada.

Refugio de Vall Ferrera.

            Un camino que no recordamos nos conduce al Refugio de Vall Ferrera en diez minutos tras pasar por el puente de madera sobre el Noguera de Vall Ferrera y cruzar posteriormente el Barranco de Aresic.

            La fuente baja caliente, el refugio es para dos docenas de personas y está lleno de cachivaches alrededor del mismo. No creemos que sirva en modo alguno para satisfacer la demanda de la zona pero los montañeros nos tenemos que aclimatar a lo que haya mientras los turistas copan las instalaciones que deberían estar a nuestro servicio, pero ¡el negosi es el negosi!

            Suben unos cuantos jóvenes a rellenar las cantimploras de todos cuando nosotros nos vamos para abajo.

En el camino nos cruzamos con el francés y charlamos un buen rato. Mantenemos una de esas conversaciones típicamente entrañables que solamente se mantienen en la montaña y con un extranjero especialmente.

Praderíos con bosquetes de pino negro en Vall Ferrera.

            Nos despedimos y nos vamos hasta el aparcamiento mucho más lleno de coches que por la mañana: es sábado y con buen tiempo.

            Decidimos bajar por la pista para recordar y mosqueados por el camino que hemos llevado a la mañana.

            La pista baja junto al río, los coches siguen subiendo. Nosotros a buen ritmo vamos haciendo pista para terminar ascendiendo hasta el emplazamiento del Plan de la Selva.

            Enseguida dejamos la pista, tomamos el camino y llegamos a nuestra tienda que nos espera seca al sol pues son las dos y cuarto de la tarde.

            Lo primero que vamos a hacer es irnos por la herbosa pista horizontal hasta el barranquillo y echar unos tragos a la vez que nos lavamos un poco y nos cambiamos de ropas. Luego, de vuelta a la tienda comemos, es la hora y el momento de hacerlo ya que luego no sabemos cómo puede desarrollarse la tarde.

            Después de comer hay que desmontar todo el campamento y las mochilas y volverlo a enmochilar todo. Lo haremos de forma distinta a la que lo hemos hecho durante la travesía: repartimos ropas, comida y dinero por si nos tuviéramos que separar, metemos dentro de las mochilas absolutamente todo ya que para hace autoestop no es conveniente que vean mochilas con mucho aparato exterior, disponemos de un poco de agua en cada contimplora y me tomo nota del número del móvil de mi chica por si acaso, ya que no me lo sé.

            A las tres y cuarto nos echamos al hombro las mochilas y por camino sombreado en descenso y con la intención de no sudar demasiado, nos vamos para abajo.

            Hemos ido previendo distintas situaciones, a lcanzamos la pista sobre los 1450 metros de altitud, son las cuatro de la tarde, recojo el altímetro y saltando a la pista saco el dedo ya que bajan dos coches.

Esquema de la etapa 6.

            El primer coche nos para, va una pareja de catalanes que han intentado hacer la Pica y no han llegado. El coche es pequeño pero con nuestras mochilas en las piernas nos vamos con ellos para abajo.

            Nos llevan hasta Llavorsí de una tacada, puesto que ellos han de continuar para abajo y charlamos. La cosa se pone bien para empezar. Terminamos echando unas cervezas

            Nos despedimos y nos vamos calle adelante hacia la salida con obras en la carretera por lo que hemos de volver unos metros y en una curva de la misma que cuenta con una salida de calle para que los coches puedan parar nos ponemos a hacer dedo de nuevo casi sin tiempo de mirar la hora.

            A pesar de que hemos comido muy bien y hace poco rato, se nos ha hecho hambre; debe ser ese hambre que aparece después de una actividad en la que se ha tenido que desarrollar una cierta continencia. Rosa se va a la tienda a comprar pan y embutido para hacernos un bocata sin necesidad de sacar nada de las mochilas.

            Yo sigo sacando el dedo y para un coche. No llevamos ni un cuarto de hora en la carretera.

            Nos puede llevar hasta Viella. Paso como una moto a la tienda y le digo a Rosa  que está pagando en la caja, que deje los cambios, que nos vamos.

            Es un chico, le gusta la montaña y charlamos de ella y de la problemática general de la vida en la montaña. Comprobamos que la situación es similar en casi todo el Pirineo.

            Pasamos el Puerto de la Bonaigua, ell trayecto se nos hace un suspiro y nos deja en Viella junto a la estación de autobuses puesto que lo primero que vamos a hacer es ver si algún transporte pasa el túnel.

            Localizamos la parada del autobús y no la estación de autobuses, pero en un cartel comprobamos que no hay transporte por el túnel hasta las cinco de la mañana del día siguiente.

            Una vez liquidado el bocata y las cervezas que hemos comprado cogemos las mochilas y subiendo 200 metros por la calle, llegamos a la plaza circular y nos vamos en dirección sur caminamos unos metros hasta la gasolinera. El pueblo ya se acaba allí en curva y en cuesta, por lo que nos quedamos en el ensanchamiento de la salida de la gasolinera para hacer dedo de nuevo. Hago dedo a todo lo que se mueve.

            Llegan unos franceses con sus mochilas a hacer dedo también, cuando para un coche matrícula de Huesca. Son una pareja de rumanos que van a Zaragoza y que han comprado el coche en Barbastro porque allí resultan más baratos.

            Conduce de pena y a toda pastilla. Rosa pasa miedo pero poco, pues cuando se quiere dar cuenta estamos ya en la boca sur del Túnel de Viella.

            Ya se pasaba de largo para abajo, pega un frenazo y para en el arcén de la carretera comentando que solo faltaría que  le denunciaran por hacer eso. Sacamos las mochilas del maletero y se pierden para abajo casi sin tiempo para despedirnos.

            Nosotros nos quedamos allí, unos metros debajo del aparcamiento en el que está nuestro coche, como llovidos del cielo. Son las ocho de la tarde. ¿Se puede pedir más suerte?

            Con el coche nos bajamos hasta nuestro campamento particular.

            Estamos perplejos todavía del resultado final del día. Hemos liquidado la sexta y última etapa de nuestra travesía tras recorrer 22,5 kilómetros, con 937 metros de subida sin peso y 1167 metros de descenso, también sin peso la mayoría de ellos, empleando en ello nueve horas y cuarto. Además hemos hecho dedo tres veces y hemos recorrido en tres coches 110 kilómetros, todo ello en cuatro horas. Con todo esto hemos conseguido prácticamente ganar un día entero. La conclusión es inequívoca. Como dice Serrat: “Hay que pisar mucha mierda para tener tanta suerte.”

            Nos refrescamos un poco en el río, preparamos la cena y poseídos por el síndrome del final nos empiltramos en el coche y mañana será otro día.

            Llueve por la noche y a la mañana amenazadoras nubes de gran desarrollo entren por el sur en el valle. El tiempo está mal y a la vista del día tomo la decisión de volvernos para casa a pesar de que Rosa se quiere comer hoy medio mundo pase lo que pase.

            Son las ocho de la mañana y sin ninguna prisa nos vamos carretera abajo. Echamos gasolina en la primera gasolinera que pillamos de camino y nos vamos a Vilaller para dar una vuelta por el pueblo y pasar directamente hasta Campo pero sin ir por Castejón de Sos, así conoceremos algo nuevo.

            Enseguida tomamos otra carretera que sale al sur hacia Bonansa.

            Visitado el pueblo continuamos hacia el Alto de Bonansa para transitar posteriormente por el corto, aunque no por ello menos espectacular Congosto de Obarra. Paramos a contemplarlo y hacer alguna fotografía sin dedicarle damasiado tiempo ya que lueve ligeramente.

            Pasamos junto al Monasteriode Nuestra Señora de Obarra y nos encontramos con una carretera en obras que está sencillamente infernal.

            Abandonamos las obras en dirección a Villacarli a cambio de ponernos en una carretera todavía más estrecha.

            Estos pueblos del Pirineo, como todos, están pasando una nueva primavera, el tema va bien y eso se nota. No sé si se curará la enfermedad que padecen pero de momento hacen mejor cara y van tirando con el parche. Ya veremos que pasa cuando la cosa vaya a menos.

            Decidimos subirnos hasta las Vilas del Turbón mientras recordamos nuestras andanzas con nuestra hija cuando era pequeña.

            Las casa del balneario están, pues eso, ni fu ni fa, a lo mejor el balneario no da para más que carteles; y la embotelladora sigue siendo una cochinada que están ampliando al estilo de ahora, osea, hecho una cochinería.

            Nos llegamos hasta el hotel del otro lado del barranco y a la vuelta, tras coger agua que llevaremos a mi abuela, nos sentamos en un banco de la carretera a almorzar un poco.

            Luego nos vamos poco a poco hasta campo, después Ainsa y por la Guarguera a casa cuando es la una y media del mediodía.

            Hemos rematado completamente nuestra ración especial de “montaña de verano.”

            Han sido seis días de marcha en los que hemos estado de camino 62 horas y diez minutos con una media de diez horas y veintiún minutos incluyendo las paradas; hemos subido 8433 metros d desnivel con una media de 1405 metros diarios y bajado 8613 metros, a 1413 metros por día; y hemos recorrido más o menos 133 kilómetros lo que hace una media de 22,1 kilómetros diarios. Además de estas cifras que tienen su indudable interés y enjundia, hemos disfrutado de un tiempo sensacional que nos ha permitido disfrutar, como se puede entender el disfrute, de la montaña, hemos conocido un poco el Pirineo de Lérida y nos hemos acercado un poco a un peregrino objetivo que ya ronda hace tiempo por nuestras mentes y que consiste en hacer el GR11. de mar a mar. También nos ha servido para tomar el pulso a etapas de media montaña que pueden ser, de alguna manera, la medida para las etapas próximas a los dos mares y que, la verdad sea dicha, no nos han gustado gran cosa; a lo mejor en Otoño o en Primavera sin demasiadas prisas sean otra cosa, quien sabe.

            El peso, bueno, lo hemos soportado decentemente gracias a una excelente logística lo que ocurre es que todo se puede mejorar y habrá que ir pensando en ello.

Puedes ver el Comienzo.

           


           



16 jul 2004

18e-04. DE TAVASCAN AL PLA DE LA SELVA. EL PIRINEO DE LERIDA POR EL GR11. ETAPA 5. 16.7.2004.

Desde el Roc Batallet Boldís Sobirá y en Coll de Lleret.

Tavascán, Boldís Subirá, Coll Tudela, Areu y Pla de la Selva.

16-07-2004.

Desnivel ascendido 1678 m.

Desnivel descendido 1118 m.

Distancia recorrida 22500 m.

Tiempo efectivo 08:15 h.

Mixto.

Muy fácil.

Travesía.

 Agua en Tavascán, en el Roc Batallet, en Boldís Subirá, en Areo y en el barrancos de la Vall Ferrera.

 Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Tabascán al Pla de la Selva procedente de Prames. Vía en rojo.

            A las seis de la mañana mi despertador nos mete en el viernes día 16 de Julio de 2004.

            A las siete menos cuarto hemos desayunado, enmochilado todo y partimos para arriba en dirección sur.

            La mañana es de sebo y el repecho nos mete en calores desde el principio puesto que yo me he bajado en un trote a tirar la basura a Tavascán mientras Rosa iniciaba el camino.

Bajando a Tavascán el Valle de Boldís Sobirá, tajo para la jornada siguiente.
 
            Subimos por una empinadísima senda hasta la caseta de la conducción del agua al pueblo y luego continuamos para arriba por un camino entre abedules. Subimos a buen ritmo, pasamos algunos inclinados prados, bosquecillos de abedules y nos metemos entre pecho y espalda por encima de 400 metros de desnivel. Ganamos la misma altura del camino de ayer.

            Luego, una senda, también similar al camino de ayer, comienza a faldear por la inclinada pendiente, tan pronto para arriba como para abajo atravesando corredores, en alguno de los cuales encontramos agua. Proseguimos de esta manera faldeando a media ladera una inclinadísima pendiente vestida de pradera alpina, girando un poco al este y en ligero descenso.

            Contorneamos con el camino un profundo barranco y tras dejar bajo nosotros el caserío de Boldís Jussá, nos acercamos, haciéndosenos ya largo, al pueblo de Boldís Subirá a 1480 metros de altitud. Son las nueve menos cuarto y hemos empleado un par de horas en la tarea.

            A la otra parte del pueblo encontramos una pista que suavemente va para arriba en dirección este. Nos tropezamos con un inexperto gazapo que maniobra en la pista frente a nosotros y poco más arriba pasamos el Barranco de San Miguel en el que la pista gira casi al oeste y continúa su suave ascenso en largas lazadas.

            Hemos cogido agua en el barranco y proseguimos por la pista todavía a la sombra en un paraje llamado Roc Batallet. Cuando giramos de nuevo para tomar dirección este nos llega el sol que se cuela entre los pinos. Pero nosotros a tren estamos dispuestos a beneficiarnos la pista con la marcha de resistencia y el turbo a tope.

            Luego la pista se alarga bastante más de lo esperado y nos hace suponer que se va a plantar en el collado al que vamos. Por tanto, a media pista sobre los 1750 metros de altitud y cuando son las nueve y media nos paramos a almorzar en un sol y sombra desde donde contemplamos nuestros anteriores pasos altos.

            Casi se nos hace un fresco que agradecemos, pero no vamos a dar tiempo para que sea consistente puesto que un cuarto de hora después seguimos pista arriba.

            Al final la pista llega a la loma oeste de Tudela y da unas cortas lazadas sobre la misma antes de convertirse en un camino.

            El camino transita una ladera de mediana pendiente si se va hacia el sudeste pero nosotros perdemos las balizas y nos vamos un poco más al este con un repecho un poco más fuerte.

En el Coll Tudela.
 
            Desde casi arriba localizamos las trazas del camino  a nuestra derecha y por consiguiente iniciamos un largo faldeo primero en suavísimo ascenso sorteando las matas de enebro rastrero y luego prácticamente de llano por la pradera alpina del amplio Collado de Tudela situado a 2243 metros del altitud, al que llegamos tras confluir con el camino que habíamos abandonado unos minutos antes.

            Son las once y cuarto cuando echamos un buen trago en el plano y herboso collado a la sombra de un pino negro antes de introducirnos valle abajo.

            La ladera este de la Sierra de Costuix desciende brutalmente. El camino que la recorre baja primero un tanto al sur para luego eternizarse en un sinfín de lazadas practicadas sobre un terreno muy inclinado en el que el pino negro dará paso paulatinamente al silvestre.

            El descenso resulta incomodo sobre tierras rojas algo erosionadas y obliga continuamente a rodear para pasar sobre pinos que caídos cierran el camino.

            De nuevo sentimos el azote del calor valle abajo y más cuando alcanzamos un amplio rellano en el que se asienta la Borda Costuix situada a 1715 metros de altitud.

            No encontramos ni rastro de la fuente que debe haber por allí y tomando una pista que nace en un camino que vallado atraviesa por medio de un prado continuamos para abajo.

            Inmediatamente y en un lugar en el que la pista para un barranco está la fuente. Echamos un buen trago, cogemos un poco de agua y continuamos sin más dilación.

            La soleada pista, primero al sudeste y luego al nordeste, transitando un espolón en el que quedan restos de un potente incendio, va bajando hacia el siguiente valle por el que discurre el Río Noguera de Vall Ferrera.

Areu.
 
            Cuando ya tenemos el pueblo de Areu a la vista aunque habrá que bajar todavía lo suyo, las abejas nos dan un pequeño susto: están transportando las colmenas de su emplazamiento a un camión refrigerado y nosotros sin saber nada acertamos a pasar junto al camión en medio de la faena. Nos advierten a gritos y tras sacudirnos alguna abeja que ya estaba a nuestro alrededor proseguimos sin más contratiempo.

Contemplamos el riego por aspersión de los prados de hierba utilizando el agua entubada en el barranco poco más arriba y nos encontramos ya casi en el pueblo. Pero la

pista se alarga y rebasa el pueblo un poco hacia el norte antes de confluir con la pista principal del valle.

            En la confluencia de pistas a 1250 metros de altitud nosotros tenemos que ir al norte valle arriba pero el pueblo está medio kilómetro valle abajo. Por tanto, decidimos dejar las mochilas y marchar para comprar pan y echar una cerveza antes de emprender valle para arriba.

            Antes de llegar al pueblo encontramos un cámping junto a la carretera y nos metemos dentro cuando es la una y cuarto. Hay bar, nos venden pan, echamos una enorme caña con limón, descansamos un poco a la sombra y charlamos con el dueño.

            Nos dice que el panadero sube por la tarde, por lo que deducimos que no debe haber muchas tiendas. El camping parece estar flojo y él estar dispuesto a lo que sea necesario.

            Sobre las dos de la tarde recuperamos las mochilas y poco después, pista arriba y junto a un barranco que baja por la ladera derecha del valle, paramos a comer a la sombra.

            El paso de la pista sobre el barranco obliga a detenerse a los coches por lo que el hecho me sugiere la idea de que puede ser un lugar estupendo para hacer dedo a la bajada ya que no hay transporte público en el valle.

            A las tres menos diez nos ponemos en marcha, pista arriba, en dirección norte.

            El cielo se ha ido cubriendo con nubes de desarrollo y a Rosa le parece que hay peligro de tormenta. Yo creo que el tema irá para largo aunque en la montaña no se sabe casi nunca.

El barranco en la Vall Ferrera.
 
            Poco más arriba la pista cambia de orilla y prosigue por la izquierda del Río Noguera de Vall Ferrera.

            Medio kilómetro más adelante el GR. se va a la derecha de la pista y por un camino muy transitado ganamos altura hasta alcanzar un barranco que baja por la ladera norte de Monteixo. Bajo el camino desaparece el pinar convertido en prado de montaña en el que hay un par de bordas.

            Se queda Rosa echando un trago de agua mientras yo me alargo a echar una ojeada. La segunda está abierta y nos puede solucionar una tarde noche de tormentas.

            Cogemos las mochilas y continuamos un poco para arriba al encuentro del Plan de La Selva marcado ya por el altímetro.

            No aparece y decido descargarme la mochila y marchar un poco para arriba entre la pista y el GR.

            Unos metros más adelante aparece el Plan de la Selva situado a 1680 metros de altitud. Un cartel lo indica.

            A Rosa le digo que el plan no está junto al río, que no tiene agua, que por toda instalación tiene una mesa de pícnic con bancos adosados, que hay una borda cerrada, un abrigo para estar un par de personas sentadas pasando un chaparrón y, eso sí, dos vacas.

            Decido un tanto con la oposición de mi chica bajar un poco hasta las proximidades del agua y del posible cobijo en caso de lluvia.

            Son las cinco y media y se nos ha ido una hora desde que hemos parado junto al barranquillo.

            Próximos al prado y en una zona encima del camino vamos a plantar la tienda. Si no llueve pasaremos la noche allí y si llueve nos podemos meter en la borda.

            Al poco rato de plantar la tienda comienza a llover un poco, luego lo hace un poco más y mi esposa se pone nerviosa por un par de truenos y algún relámpago que acompaña a la pequeña tormenta. Al final nos vamos hasta la borda y se acaba el contencioso.

            Cruzar el prado con hierba alta sin segar nos ha supuesto un remojón considerable de rodillas para abajo, de tal forma que cuando un rato después para de llover,  me pondré la capa y el pantalón de agua y me iré al barranco a por agua, no quiero que la mojadura vaya a mayores.

            Barremos un poco la parte superior de la borda que entarimada no está de mucho uso puesto que tiene el hogar derrumbado. A pesar de ello, hay una mesa y un par de bancos que nos van a ser más que suficientes para nosotros.

            No son siquiera las siete y media cuando nos disponemos a cenar. Lo hacemos copiosamente ya que la comida la tenemos abundante y hay que liquidarla. Unicamente vamos un poco más justos de pan, pero hay suficiente.

            Sobre las nueve tendemos los sacos y las esterillas sobre la tarima y nos ponemos en horizontal aunque sea plenamente de día y la tormenta haya pasado ya.

Esquema Etapa 5.
 
            Tenemos tiempo suficiente para recapitular sobre la jornada del día: han sido1678 metros subidos, 1118 metros bajados y 22,5 kilómetros recorridos en nueve horas y tres cuartos.

Las tablas resultan más duras que los prados en los que hemos acampado y se nota, pero nosotros tenemos la costumbre de hacer lo que toca cuando corresponde y ahora corresponde dormir y descansar para mañana estar en condiciones de rematar nuestra travesía.

Puedes ver la Continuación.