La Oeste del Bataillence
Boca Norte del Túnel de Bielsa, Barranco Nere, vertiente
norte del Puerto de Bielsa y faldeo hasta la Arista oeste.
16-11-2008.
Salida 10 h. Llegada 14 h.
Sol.
Fácil.
Ascensión.
Mapa de Bataillence procedente del IGN. francés. Vía en amarillo.
Queríamos
hacerlo con esquís ya que teníamos viejas noticias de que era un lugar fácil y
muy visitado por los esquiadores franceses. Vista nuestra escasa competencia
con los esquís decidimos olvidarnos del tema y nos proponemos hacerlo como de
costumbre.
Hemos
pasado la noche en el Refugio de Pineta, que está prácticamente vacío, y en el
que hemos coincidido con la pareja de Salamanca del año pasado pues ellos
vienen mucho por aquí.
Ayer
subimos a la Estibeta
de Montinier y hoy 16 de Noviembre de 2008 vamos a subir a Bataillence.
Nos
levantamos sobre las ocho, desayunamos, recogemos, y nos bajamos hacia Bielsa.
La mañana es buena para este tiempo y lugar.
En
el Túnel de Parzán tomamos la carretera hacia Francia, atravesamos el Túnel de
Bielsa y aparcamos en la parte este de la boca norte del mismo. Hay personal
que viene un poco a lo mismo que nosotros.
El
lugar a 1800 metros
de altitud, sombrío y desagradable a estas horas invita poco a salir del coche
pero nos abrigamos, nos ponemos los crampones, cargamos las raquetas en la
mochila y nos ponemos en marcha cuando van a ser las diez de la mañana. Hay
algo de nieve polvo en el aparcamiento, creo que se puede subir sin nada, pero
mi chica patina enseguida y para que se le congelen las manos poniéndose los
crampones en algún resalte fuerte lo hacemos aquí y nos calentamos las manos
antes de salir. ¿A esto se llama picardía?
Entrando al Barranco de Nere.
Nuestro
objetivo es el valle por el que desciende el Barranco Nere situado al este del
túnel. Por tanto tomamos dirección norte siguiendo múltiples huellas de esquís
por la orilla izquierda del mismo, la derecha es una pared que se está
vistiendo de cascadas de hielo.
Cascadas del Nere.
Transitamos
junto al barranco hasta que se amplia y se arrellana un poco.
Al este de Marioules.
Superado
este primer resalte proseguimos para arriba orientados por la altiva imagen de
una pirámide al este del Puerto de
Bielsa, hasta alcanzar la base del segundo resalte completamente vestido de
nieve.
El Nere desde el segundo resalte.
La
nieve está bien y aunque nos son necesarios los crampones, no molestan.
Aprovechamos la nieve pisada por los esquiadores que nos va de cine, fuera de
ella es bastante profunda y molesta para caminar.
La Arista Sur de Aragnouet desde el Nere.
Marioules y viento en altitud.
Otro
pequeño rellano nos permite contemplar la cara norte del Pic Marioules que desde
abajo se suele confundir con el Bataillence. Nos sirve para mostrarnos que hay
ventisca en altitud aunque por abajo es día está bastante calmado.
Garliz
Transitamos
en ascenso la cara norte del Marioules y del Puerto de Bielsa hasta que salimos
a un pequeño rellano en su zona nordeste, desde la que se ve la cara norte del
Bataillence inmaculadamente blanco y sombrío además de coronado por un variable
halo de nieve ventisqueada.
Hay
dos opciones a primera vista: bajar ligeramente para atravesar la pala norte
del pico y ascender por su corta arista este o flanquear sin perder altura para
alcanzar la arista oeste y coronar con la misma. Tomamos la segunda opción que
cuenta con la huella de los esquiadores y avanzamos entre un grupo que hemos
alcanzado pero, foquean más ligeros ellos y se terminarán marchando un poco adelante.
Rodeando Marioules.
Una
amplia zeta sobre la cara norte del pico nos eleva no sin esfuerzo hasta
alcanzar un pequeño collado al norte de la arista, lugar en el que recibimos la
desagradable tarjeta de visita de la ventisca.
Cinco
minutos de ascenso nos colocan en la arista oeste del pico en medio de un
pequeño vendaval engañoso a la luz del sol.
Cima de Bataillence con Garlitz.
Hemos
subido contemplando la majestuosa estampa del Garliz y ahora desde aquí se nos
descubre un interesante panorama que abarca Mechant, Estargne, Cambieil,
Salettes, la Gela ,
el impresionante murallón del Gerbats que se continúan con los de Barroude con
el Troumouse en primer plano y culminando en la Munia ; el Robiñera y la Sierra de Liena; detrás la Sierra de las Sucas y
Ordesa; al sudeste Suelza y Fulsa y aquí en la arista este el Marty Caberrou.
Se trata de un panorama de ensueño pero yo esperaba más proximidad y rotundidad
pero las sierras se acaballan demasiado, ¿o es que hace un frío que pela y que
no deja disfrutar del paisaje? Hacen falta ganas para sacar la cámara y hacer
fotos.
Gerbats, Gela y Puerto Biello.
La Este de Bataillence con Marti Caberrou, Suelza y Fulsa.
La
arista es fácil, tiene tres mini-resaltes que no ofrecen dificultad y en diez
minutos, absolutamente zarandeados por el viento alcanzamos la cima de Pico Bataillence
de 2604 metros
de altitud. Son las doce del mediodía.
Al abrigo de la ventisca en Bataillence.
Buscamos
un poco el abrigo del viento en la cara sur del pico, nos abrigamos, comemos y
bebemos pues no lo hemos hecho todavía y nos arreglamos con poco rato pues no
apetece dilatar el momento.
La Oeste de Troumousse desde Bataillence.
Un
cuarto de hora después volvemos a la cima hacemos una foto y nos vamos por la
arista oeste unos metros congelándonos materialmente.
Alcanzamos
el primer punto bajo de la arista y nos tiramos de frente para abajo por medio
de la cara norte. Salimos del infierno de la ventisca pero estamos más frescos
que una lechuga. Los dedos de las manos no son nuestros.
Se
baja deprisa y bien y vamos entrando en calor poco a poco tras recuperar el
camino de subida.
La Norte de Bataillence.
Encontramos
a un montañero que lleva en las costillas a un niño de cortísima edad. Le advertimos
que arriba hace un “biruji” de la leche y le hacemos unas fotos. El crío va muy
tapado pero no sé si no terminará con algún buen catarro como poco.
Poco
más abajo hasta se está, de nuevo, bien. Lo de arriba ha debido ser solamente
un sueño y a las dos de la tarde nos llegamos al coche. Hemos liquidado 800 metros de desnivel
que han tenido de todo.
Movemos
el coche hacia el otro lado de la carretera y nos sentamos a comer al sol
contemplando las laderas cubiertas de nieve del Vallón de Saux que culminan en el Puerto de Aiguillette y
más adelante en el Puerto Viejo. Esta mañana subían esquiadores y tiene un
aspecto más amable que el Valle del Nere hacia Bataillence. ¡Quizás algún día…!