25 sept 2019

7.19. SAFARI EN TARANGIRE, NGORONGORO Y MANYARA. 25-27-9-2019.


En el P.N. de Manyara Lake.


               Arusha, Tarangire, Ngorongoro, Manyara y Vuelta a Arusha.
               25, 26 y 27-9-2019.
               No es una actividad ni montañera ni senderista, ni tan siquiera de paseo. 
               Lo poco que caminamos fue para ir del todo terreno al aseo o de la tienda a la ducha o al comedor.
               Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de los Parques Nacionales del Norte de Tanzania procedente de publicidad..

            Ir a Tanzania y no hacer algún safari parecía un pecado mortal que yo estaba dispuesto a cometer, pero… mis socios no quieren perdonármelo y a ello iremos.
            La opción más apetecible de las múltiples encontradas en la página de un consultor nos llevaría con Bespoque African Safari a realizar uno de tres días visitando tres Parques Nacionales.
            El día 24 de Septiembre localizamos en Arusha la Oficina y en ella a Shabani Mbirize con el que habíamos intercambiado correos electrónicos. Ya nos andaba buscando por internet.
          Pagamos el safari y acordamos que nos recojan en el hotel al día siguiente  después del desayuno.

La Estación de Autobuses de Aeusha bulle. 

Hormigueros enormes hacia Tarangire.

            Comenzaremos con el Parque Nacional de Tarangire para el que hay que desplazarse por carretera al sur de Arusha siempre en la Zona Norte de Tanzania y en el comienzo de la Estepa Masai.
            Nos recogen a las ocho y media y tras diversas paradas llegamos a la entrada del parque a las once y media.

Boabab a la entrada de Tarangire.

            Tarangire está especialmente caracterizado por la presencia de boababs, quizás los más espectaculares árboles de Africa y a la entrada y durante todo el recorrido del extenso parque, que es una planicie a 1100 metros de altitud, estarán presentes.
            Cuenta con un amplio espacio de sabana esteparia que recorreremos, montados en un Land Cruisier de techo elevable, por sus innumerables pistas de tierra perfectamente acondicionadas y transitadísimas, recorridas por numerosos vehículos similares en los que viajan los turistas cámara fotográfica en ristre, también prismáticos.

Impalas más cerca en Tarangire.

Las cebras están muy abundantes en Tarangire.

Manada de elefantes en Tarangire.

Jirafa podando alto en Tarangire.

Solitaria avestruz en Tarangire. 


            El objetivo es ver los “five big” y comenzamos con impalas muy abundantes, ñus grandes y frecuentes, cebras abundantísimas puesto que no deben tener depredadores, jirafas salpicadas, algún búfalo muy distante, muchos elefantes algunos monos y escasas gacelas y facóqueros y solitarias avestruces.  También un guepardo que discretamente se está jalando a un impala. En algunos escasos humedales también contemplamos muy sumergidos en el agua a varios rinocerontes además de aves varias y desperdigadas que acuden a los humedales.

Gacela a la sombra del mediodía.

Un buen rebaño de ñus en Tarangire.

Ya a la vuelta, tras la comida de picnic en un picnic al efecto y con aseos, veremos un par de leones algo distantes y saldremos del parque tras cruzar el Río Tarangire que da nombre al parque y que llora el agua pues estamos en plena época seca.

Casa masai cerca de la carretera.

            A la salida del parque y tras deshacer pista y carretera al noroeste nos llegamos al Camping en las inmediaciones del Lago Manyara a 1600 metros de altitud. Está completo el Bellavista y nos alojamos en el de al lado, el Kizumba. Nos corresponden tiendas con literas y sobre techo muy amplio. Tenemos unas buenas duchas, luz en la tienda y Wi-fi.
             A las siete cenamos en compañía de la pareja de israelíes que nos ha acompañado en el safari y pasadas las ocho nos vamos a la tienda para cargar allí los móviles.
            La noche ha sido ventosa y cuando nos levantamos al 26 de Septiembre, gotea.
            Tomamos un desayuno sobrado, las comidas son similares a las del treking y a las ocho y cuarto nos metemos en el todo terreno para comenzar el segundo día de safari que nos llevara a Ngorongoro.
            Desandamos un corto tramo de carretera y proseguimos al noroeste con otra carretera que sube poco a poco hasta depositarnos en la Puerta sobre los 2000 metros de altitud
          Hay que continuar subiendo por una pista que se empieza a poner húmeda  hasta alcanzar la parte alta que es el borde del Cráter Ngorongoro. Es un enorme cráter volcánico que alcanza los 2600 metros de altitud cuando llegamos al borde en medio de las nieblas que nos secuestran el paisaje completamente.
            A partir de allí comenzamos un descenso de 600 metros de desnivel con el objetivo de alcanzar el plano y extenso lecho del volcán ocupado por el pastizal crecido y algo seco de aproximadamente 20 kilómetros de diámetro.

Cebra tetando en medio de una pista en Ngorongoro.

Cebras y nus en Ngorongoro.

Uno de los pocos leones qu vimo en Ngorongoro.

Entreteniéndonos con algún hipopótamo a la hora de la comida en Ngorongoro.

            Ya fuera de las nieblas y avanzando por pistas muy planas empezamos a contemplar animales: cebras, ñus, algún león, hipopótamos en un buen número, gacelas… un poco lo del día anterior.


Hipopótamos en al agua de Ngorongoro.

Detalle de una gacela en Ngorongoro.. 

Pelea en Ngorongoro.

En el Land Cruiser.


            Comemos junto a un humedal y al principio de la tarde abandonamos la Zona de Protección, no es un Parque Nacional, por una carretera asfaltada especialmente utilizada en sentido salida.
            En la parte alta del cráter hay un mirador en el que nos detenemos para contemplar el neblinoso fondo del cráter en el que hay un par de quemas de pastizal.
            La vuelta al cámping es bastante más breve que la de ayer y llegados al mismo nos dedicamos a las acostumbradas tareas de aseo, descanso y cena, Desde la terraza del comedor se ve el Lago Manyara pero la vista es tan neblinosa y difuminada que ni siquiera la fotografío.
            El 27 de Septiembre de 2019 es nuestro último día de estancia en Tanzania. Se trata de una jornada completita en la que terminaremos en el Aeropuerto Kilimanjaro pero antes tenemos la visita al Parque Nacional del Lago Manyara.
            Hoy la aproximación a la entrada al parque es cortísima por lo que al inicio de la mañana estamos recorriendo el interior del mismo. Se trata de una planicie de 33000 hectáreas de las cuales, los dos tercios están ocupados por el lago aunque ahora, en época seca la plancha de agua está reducidísima y lo sabemos. Se encuentra situado en el norte de Tanzania y ubicado entre Ngorongoro al noroeste y Tarangire al sudeste.

Multitud de aves en Manyara. 

Búfalos en Manyara.

Rincones llenos de aves mezcladas en Manyara.

Una familia enorme de monos en Manyara. 

Madre e hija en Manyara.

            Entramos convencidos de que el tercer día de safari nos va a sobrar pues ayer se repitió bastante el asunto no aportando gran novedad salvo la ubicación pero no va a ser así.
            Contemplaremos una población muy numerosa de aves entre las que destacan distintos tipos de garzas, flamencos, espátulas, pelícanos y cigüeñas, aunque a considerable distancia sobre todo en el caso de los flamencos que pintan una preciosa barra asalmonada en el horizonte.

Macho de impala en Manyara.

Como si el elefante posara en Manyara.

Ñus en Manyara.

            Además, volveremos a contemplar importantes manadas de ñus, cebras, monos, búfalos, elefantes, jirafas e hipopótamos en número muy superior a los días anteriores.

Otro leon descansando en Manyara.

Hipopótamo en un h
Humedal de Manyara.

            Alrededor de las doce comemos y proseguimos pisteando a pesar de que el calor propicia una importante disminución del número de animales visibles.

De vuelta a Arusha.

            Nuestro problema es que a las diez de la noche sale nuestro vuelo, pero el tema está perfectamente controlado puesto que a las dos de la tarde abandonamos el parque y regresamos a Arusha.
            No estamos muy distantes por lo que, con alguna parada convencional y el tráfico de la ciudad, a las cuatro y cuarto estamos en la Oficina de Bespoque African Safaris donde nos guardan las mochilas grandes.
            Charlamos un poco con Shabani que nos facilita un almacén en el que reorganizamos nuestras mochilas adecuándolas a nuestras necesidades para el vuelo y nos cambiamos de ropas.
            Alrededor de las cinco, un taxi nos lleva al aeropuerto. Vamos sobrados de tiempo a pesar de que nos cuesta hora y media llegar: el tráfico está imposible.
            A las seis y media estamos haciendo cola de entrada al aeropuerto, nada que ver con la llegada que estaba prácticamente desierto.
            Cola de entrada, cola de facturación, colas y más  colas hasta que nos situamos en la correspondiente sala de espera.
            A las nueve y cuarto embarcamos y a las diez menos cinco abandonamos Tanzania, salimos con ligero adelanto.
            Tan pronto como me siento en el avión me abrocho el cinturón y me duermo. A las once menos cuarto nos traen la cena que no perdonamos para dormirme de inmediato yo al menos.
            A las cuatro y cuarto tomamos tierra en Dubai en esta ocasión sin parar en Dar es Salaam.
            Hay que cambiar de la terminal 2 a la 3 y lo haremos perfectamente acompañados para tomar un par de autobuses que nos depositan en la terminal para una larga espera. Nuestro vuelo ni siquiera está anunciado. Son las cinco menos cuarto cuando tras echar una visual a un panel de vuelos, buscamos un lateral de la enorme terminal y nos acomodamos en sillas camilla dispuestos a dormitar o dormir según podamos.
            No dormiremos gran cosa y alrededor de las ocho desayunamos un poco, Rosa se da una ducha, que las hay y estupendas y hacemos tiempo. Hay muchas tiendas para pasar el rato, entretenerse y comprar algunos pequeños regalos
            Finalmente se anuncia nuestro vuelo en los paneles,  embarcamos y volamos de nuevo. Nos entretendremos viendo películas y detalles del vuelo además de comer el consabido menú de los aviones.
            A las nueve menos cuarto estamos en Barcelona, recogemos las mochilas y a las nueve y media nos recoge Biola. Iremos a Tiana, cenaremos y finiquitaremos la jornada. Al día siguiente comeremos juntos  en casa de Biola y a las cuatro con mi furgo, haremos el último transfer del viaje para llegarnos a Sabi a las ocho.
            Terminado el viaje físico quedará un siempre inacabado viaje mental a lomos de los corceles del recuerdo. ¡Hola Tanzania! y ¡Adiós Tanzania!

23 sept 2019

6.19. TREKING DEL KILIMANJARO. MWEKA CAMP A MWEKA GATE Y ARUSHA. 23-9-2019.


Adios al Kilimanjaro desde el Camino a Mweka Camp. 

Mweka Camp, Mweka Gate y Arusha.
23-09-2019.
Desnivel ascendido 10 m.
Desnivel descendido 1360 m.
Distancia recorrida 10000 m.
Tiempo efectivo de marcha 01:45 h.
Sol.
Muy fácil.
Se trata de una corta etapa que hacemos un poco a nuestro ritmo por un camino estupendo como ha sido durante todo el treking.
El agua ha de ser procurada por el equipo de porteadorres que la habrán hervido previamente pues cuidan muy mucho el tratamiento de la misma de tal forma que sea la mejor publicidad de un trabajo bien hecho.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa del Kilimanjaro etapa 6 procedente de Maco Editions. Vía en amarillo.

            El día 23 de Septiembre de 2019, último día del Treking del Kilimanjaro, está todo el pescado vendido pero nos levantamos a las seis y media, algo pronto, pero parece ser que al mediodía tiene que estar liquidado todo y así se evitan el lunch aunque esté incluido. Es la universal historia del regateo.

Foto final de grupo. 23-9-19.

            Breve y acostumbrado aseo, almuerzo en la tienda comedor donde flojean algunas existencias, de otras en cambio sobra y tras enmochilar llega la ceremonia de la foto del grupo a la que se suma alguno que no hemos visto prácticamente. Luego, olvidándonos del afaire de la sustracción de dinero les damos la propina que habíamos previsto creándose antes de hora la extraña situación de insatisfacción por recibir algo que es graciable y que bien podrían haberse quedado sin nada dadas las circunstancias, lo que confirma mi teoría de que los humanos no tenemos suficiente con nada.

La mañana está soleada incluso tras la vegetación. 23-9-19.

            Lo que más me fastidia del asunto es que les advertí a mis socios pues llovía sobre mojado, ya que el Tailandia nos sucedió algo parecido por dar también la propina antes de hora. Se puede tropezar con cualquier piedra, pero me jode tropezar dos veces con la misma.
            Alrededor de las ocho menos cuarto, estamos a 3100 metros de altitud, comenzamos a caminar entre alguna desatención absolutamente injustificada.     
Poco más abajo me ganaré una última foto del Kilimanjaro que nuestro guía omite indicarnos sabiendo nuestras inquietudes pero ya puedo pasar solamente con aspirinas.

Poco más abajo el camino se convierte en pista amplia. 23-9-19.

El camino concurrido de porteadores que nos adelantan a todo trapo se adentra en dirección sur en la Selva tropical repetida del primer día. Inicialmente desciende con garbo para hacer honor a la ruta más rápida, pero perfectamente mantenida y medianamente a salvo de la erosión se allana poco a poco para terminar convirtiéndose en una pista en cuyo comienzo encontramos las últimas camillas allí aparcadas.

Una preciosa flor que nos despide. 23-9-19.

Volvemos a contemplar los espectaculares helechos gigantes y la vegetación en sus tres estratos descendiendo el camino a buen ritmo y pasando a gente.
Hace una mañana deliciosa para caminar pero casi todo lo que nos rodea tiene prisa y nosotros nos dejamos llevar.
Cerca de Mweka Gate a Rosa se le entrelaza el cordón de una bota con la otra y termina arrastrada por el gravilloso suelo despellejándose manos y rodillas. Son cosas, sin demasiada trascendencia por suerte, que pasan cuando no se hace lo que se debe hacer, se paga peaje y a otra cosa.

En Mweka Gate. 23-9-19.

A las nueve y media estamos en Mweka Gate. Para esto podríamos haber bajado ya ayer y así terminamos antes. Hemos bajado 1360 me desnivel pues estamos a 1640 metros como dice el cartel.
En las instalaciones de la puerta firmamos el control de salida, limpiaré las heridas de mi chica que por suerte solamente tiene una profunda en un nudillo y esperaremos a que terminen con la parafernalia de la salida y los consabidos Certificados de Ascensión al Kilimanjaro.

Esperando a la furgo que nos lleve a Arusha. 23-9-19.

Se nos van en estas chorradas un par de horas y a las once y media montamos 16 en la furgoneta como si fuera un autobús y marchamos pista abajo.
Hacemos una parada en un chiringuito en el que parece que hay banco y allí nos tiraremos media hora larga esperando. Suponemos que el personal está cambiando moneda.

La anécdota del treking. 23-9-19.

Poco después en la intersección con la Carretera que une Arusha con Moshi volvemos a parar otra vez e iremos parando de cuando en cuando para dejar y coger personal.
 Son las dos de la tarde cuando tras atravesar un buen trozo de ciudad llegamos a las Oficinas de BMS donde nos espera Buhembo.

Hay mucha gente que sale del P.N. del Kilimanjaro por Mweka Gate. 23-9-19.

Charlamos un poco del treking mientras nos ultiman los certificados y vamos a lo nuestro: desde los campamentos habían habido contactos telefónicos del guía con el jefe para proceder al cambio de un día de montaña por un día de hotel en Arusha.

Las orillas de la Carretera a Arusha es un auténtico y continuo hervidero. 23-9-19.

Nos dice Buhembo que nos ha reservado en el Natron Hotel que es el mismo de la noche de la llegada y no hay problema pero yo que me las sé, tan pronto como nos llevan al hotel que está muy cerca, en la recepción me encargo de preguntar por la habitación y la hora de las tres comidas, a lo que la recepcionista nos dice que no hay comidas que solamente hay “bed and breakfast” y ya estamos en el lío que me temía.

Furgotaxis de bote en bote. 23-9-19.

Está todavía el guía en recepción y le digo que eso no fue lo que acordamos, que lo solucione.
Habla con Buhembo por teléfono, la recepcionista también y finalmente aparece Buhembo por el hotel. Tienen un lío interesante pues como aquí todo dios contrata y subcontrata pues el tal Jimmy que está en Dar Es Salaam dice que si son siete días con el de llegada. Pero lo tengo chupado. Subo a la habitación, cojo la copia del programa y la bajo a recepción. Inmediatamente se termina la polémica pues son siete días más el de la llegada y que los servicios los pagará BMS y ellos se entenderán con Swahili. ¡Hay que joderse con la picaresca! Creía que era patrimonio exclusivo de los españoles.

Los niños de los colegios van todos uniformados. 23-9-19.

Nos pegamos un duchazo con ganas y nos comemos una longaniza de Graus que habíamos traído exprofeso mientras me relajo de la tensión del ratito anterior: tenía muy olvidado el inglés pero después de esta semana ya he superado eso de hacer una frase y saltarme la palabra que no recuerdo y continuar.
A las cinco y media salimos del hotel y nos introducimos en el caos de la ciudad.

Jardines de la Biblioteca de Arusha. 24-9-19.

Os puedo asegurar que los cuatro puntos en los que se encontraba todo lo que nos interesaba estaban en una superficie de un par de hectáreas a lo sumo pero… los rótulos de las calles son pocos y muchos tapados, tenemos un plano pero la estructura callejera tiene poco que ver con lo nuestro, preguntas y la gente no conoce la ciudad ni los nombres de los establecimientos… al final y cuando lo tenemos en las narices, no nos queda más remedio que dar una propina a una chica que nos lleva veinte metros y nos deja en la puerta de la compañía de nuestro safari que está cerrada a estas horas.

El Mercado Central de Arusha es una explosión de frutas y colores. 24-9-19.

De vuelta al hotel pasaremos por el Mercado Central y la estación de Autobuses que está al lado del hotel y sabremos lo que es la presión de una muchedumbre que quiere hacerte un servicio y ganarse una propina. Y cuando sacas el plano del bolsillo ni os cuento.
Volvemos al hotel y alrededor de las ocho y media cenamos a la carta para subirnos hora y media después a la habitación y liquidar la jornada con ganas.

Cables aéreos por todas partes y negocios inverosímiles en Arusha. 24-9-19.

Nuestra noche tiene una mezquita en las inmediaciones. A las dos hay un follón inexplicable en el mercado y a las cinco el muecin nos termina de joder la noche.
El día 24 comienza con un buen desayuno en el hotel a las ocho y cuarto. Una hora después nos vamos con Juan para pasar primero por Bespoque, la compañía del safari con lo que pagamos y solucionamos el asunto. Nos vendrán a recoger al hotel.

Masai en la ciudad sin oficio ni beneficio. 24-9-19.

Luego nos vamos a localizar el Center Inn Hotel. Nos sucede lo mismo que el día anterior pero lo solucionamos con suerte. El hotel era el Arusha Center Inn y tampoco lo podíamos localizar. Volvemos a las diez al hotel y tras cargar los móviles salimos a dar una vuelta.
En medio de esa marabunta que ya conocimos ayer lo único que merece la pena es comprobar la existencia de cinco niveles de comercio diferentes.

El tráfico es la leche tanto en organización como en medios. 24-9-19.

En cualquiera de las plantas de un edificio tienes negocios con puerta abierta y servicio establecido; luego en la planta calle hay un segundo nivel de tiendas abiertas  de todas las clases incluyendo tanto negocios importantes con vigilancia policial como chiringuitos vulgares de mala muerte; en la parte interior de la acera se establecen sastres reparadores y vendedores de quincalla de segunda mano; además y en las profundas cunetas de muchas de las calles se establecen los manteros con inimaginables productos para la venta y finalmente están los vendedores ambulantes, mujeres fundamentalmente, que llevan sobre la cabeza los productos que tratan de vender, especialmente frutas. En medio de todo y fundamentalmente a la tarde aparecen los chiringuitos de fritangas y demás. No hay que preocuparse, todo eso que desechamos aparece en Tanzania, pero eso sí, móvil en la mano, antediluviano o bastante moderno, no falta ni en las manos de los masai.

El comercio se desarrolla a varios niveles en todas las calles de Arusha.

A media mañana bajamos las mochilas a recepción para dejar la habitación libre y nos vamos a dar una buena vuelta por Sokoine Roud, visitando la biblioteca y un jardincillo recoleto.
Comemos a la una y media y se nos hacen las tres pues es a la carta y hay que esperar a pesar de que no hay prácticamente comensales.

Ruta Machame. Treking del Kilimanjaro. 

Después de comer porteamos nuestras mochilas de hotel a hotel siendo curioso que ninguno de los merodeadores se acerque a nosotros. En cinco minutos cruzamos junto a la mezquita y nos llegamos al hotel. Está peor que el anterior pero no hay problema.
Por la tarde nos quedamos en el hotel, no tenemos ganas de salir a pelear con los buscones. Cenamos a las siete y media y nos empiltramos. Mañana nos espera nuestro safari.

Programa de descenso a Mweka Gate. 

Tenemos tiempo para hacer un poco de resumen de nuestro treking que se ha saldado con   5600 metros subidos y otros tantos bajados y 75 kilómetros recorridos, cifra poco fiable en 33 horas de reloj corrido durante seis jornadas y concluiré en que no ha sido gran cosa pero es lo que hay.