30 oct 2019

72-19. PUNTA ALTA DE RIGÜELO Y PICO RIGÜELO, UNA VUELTA POR LOS MALLOS DE RIGÜELO. 29-10-2019.


La Normal a Punta Alta de Rigüelo.

Carretera de Aisa, Manantiales de Rigüelo, Collado de la Madalena, Refugio López Huici, Corredor al Collado Rigüelo-Mallos de Lecherines, Corredor Este, Punta Alta de Rigüelo, Collado de Rigüelo, Pico Riguelo Este, Brecha, Pico Rigüelo Oeste, Vuelta al Collado de Rigüelo, Corredor Central, Collado de la Madalena y Manantiales de Rigüelo.
29-10-19.
Salida 08:45 h. Llegada 15:15 h.
Sol.
Bastante fácil.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Rigüelo procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            Cuando llegas por la Carretera de Aisa al Refugio de Saleras, casi siempre con el objetivo de subir al Aspe, dispones de un ratito para contemplar las espléndidas Paredes de los Mallos de Rigüelo. Todo el mundo recuerda esa fotografía indispensable de los Manantiales de Rigüelo, nacimiento del Estarrún, y del Pico de los Lecherines, los cúbicos Mallos de Lecherines y la espectacular e intimidante Cara Oeste de los Mallos de Rigüelo.
            Habíamos recorrido la zona en bastantes ocasiones, coronado la mayoría de los picos, algunos en varias ocasiones y por diversas vías, pero no habíamos subido nunca a Rigüelo. Hoy 29 de Octubre de 2019 le toca ya.

El Estarrún cerrado por la Llena de la Garganta y Aspe.

            La Vía Normal a los Mallos de Rigüelo pasa por el Collado de Madalena o Turbillón al que se puede llegar desde el Final de la Carretera de Aisa o desde Canfranc con algunas variantes interesantes igual a largas y de forma muy cómoda por la Pista de Aisa restringida al tráfico para la mayoría de los mortales.
            Nosotros utilizaremos la más rápida y también la primera que recorrimos en su día pues queremos conocer hoy Rigüelo.

Valle de Rigüelo con Lecherines, Mallos de Lecherines y de Rigüelo.

            Son las nueve menos cuarto cuando aparcamos en la Barrera de la Carretera de Aisa, hemos subido por Aratorés y volveremos por el Campo de Jaca. Estamos solos a 1490 metros de altitud en una espléndida mañana de otoño.

Llegando al Refugio de Rigüelo. 

            Pasada la barrera proseguimos al norte por la pista un poco hasta alcanzar las inmediaciones del Refugio de Saleras a 1570 metros de altitud y allí cruzamos el Barranco de Igüer que baja desde el Collado del Bozo, tomando el camino que prosigue al norte con destino a la Llenas del Bozo y la Garganta o al Aspe.

Hacia el Collado de la Madalena.

            El camino transita una loma de verdura que en suave ascenso nos enseña el Barranco de Rigüelo al que enseguida nos introduciremos entre pinos y enebros  en busca de los Manantiales de Rigüelo. Girando ya al este.

En el Collado de la Madalena tomamos la pista del mismo nombre.

Al contraluz de la mañana contemplamos todo el Circo de Riguelo que se inicia en el Sombrero y termina en el Collado de la Madalena que es nuestro objetivo inicial. Podríamos haber subido un poco más por el lomo y tomar enseguida el GR11., pero atajamos un poco para remontar irregulares prados de verdura y pasar por el Refugio de Rigüelo que se encuentra primorosamente mantenido. Un millón de gracias a quienes han sido capaces de pensar en los demás con entrañables detalles. Estamos a 1720 metros de altitud. 

Llegando al Refugio López Huici.

Unas zetas nos permiten alcanzar el GR. que sube por la loma para cruzar una rama del Barranco Estarrún y proseguir para arriba por su orilla izquierda pero nosotros subimos sin cruzar el barranco  por los praderíos de la otra orilla que son perfectamente transitables.
Alrededor de las diez alcanzamos el Collado de la Madalena a 2039 metros de altitud y tomamos la pista que inicia un suave descenso hasta morir en las inmediaciones del Refugio López Huici a 2005 metros de altitud. Son las diez y cuarto.

Iniciando el faldeo de la Sur de Rigüelo con la Punta Alta a la vista.

El refugio propiedad de los militares está abierto limpio y con colchones, en perfectas condiciones como siempre y desde aquí iniciamos nuestro particular recorrido por Rigüelo.

Ascendemos hacia el Collado Rigüelo-Lecherines.

Si se quiere hacer la vía normal no hay que bajar hasta este refugio sino que directamente desde el Collado de la Madalena o unos metros más adelante, iniciar una travesía en busca del Corredor Central de Rigüelo dejando antes y a nuestra izquierda el Corredor Oeste que conduce directamente a las cimas gemelas del Pico Rigüelo. También si lo preferimos podemos tomar otro corredor equivalente que asciende directamente a la Punta Alta de Rigüelo sin nomenclatura en los mapas. Se trata de dos corredores con pedriza inferior bastante transitable, estrangulamiento intermedio fácil de pasar y erguidos praderíos mezclados con pedrizas por encima de los estrangulamientos.

Corta pero "jugosa" Arista este de Punta Alta de Rigüelo.

Nosotros vamos  a faldear todas estas entradas y nos iremos en busca de la Ladera Este que arranca del Lapiaz de Lecherines y que se eleva conformando dos corredores: el situado más al norte que conduce al Collado de Lecherines y el más próximo que termina en el collado de separación entre los Mallos de Lecherines y los de Rigüelo.

Estudiando el tramo superior del Corredor Este de Punta Alta que subiremos por la derecha.

La ladera se puede recorrer por cualquier parte y nosotros vamos trazando una diagonal suavemente ascendente, hasta que se perfila perfectamente nuestro collado entre Rigüelo y Lecherines, momento en el que iniciamos ya el ascenso directo. Hay posibilidad de dar un poco más de rodeo y suavizar la pendiente.

Foto de Cima en la Punta Alta de Rigüelo.

Avanzando por praderío o por pedrizas bastante escalonadas, al gusto, se sube bien a pesar de que la pendiente se agudiza algo en el tramo intermedio. Van a ser las once cuando alcanzamos con alguna inquietud el Collado de Lecherines-Rigüelo situado a 2300 metros de altitud. Se puede acceder al collado por la vertiente contraria si se sube por el Valle de Rigüelo.

Las Llenas del Bozo y de la Garganta y el Aspe desde la Punta Alta de Rigüelo. 

La arista directamente parece infranqueable pero ligeramente al sur de la misma aparee el Corredor Este, un corredor de mal aspecto inicial pero la experiencia te dice que hay que reposar siempre la primera imagen y estudiar.
La entrada es amable casi en la arista, horizontal y entre bloques. Nos deposita en un muro bastante vertical de cinco metros vestido de calizas ocres y con buenas presas tanto para pies como para manos. Rosa sube delante.

Hacia el Collado de Separación de los Mallos de Rigüelo con Pico Rigüelo al fondo.

Un pequeño descansillo lleno de basura nos conduce al segundo muro que tiene dos opciones, la de nuestra izquierda con bloque empotrado y paso angosto por debajo y la de la derecha, más vertical, más largo y menos encajonado por el que subimos. Tendrá alrededor de ocho menos y también cuenta con más presas de las que vemos a primera vista. Son dos pasos de IIº que pasamos bien.

Vertiente Oeste de Punta Alta de Rigüelo.

Por encima, un corredor algo tumbado de media docena de metros nos deposita en la Cima de la Punta Alta de Rigüelo situada a 2339 metros de altitud. Son las once y cuarto.
Nos sentamos a echar un bocado contemplando los alrededores de entre los que destaca la espléndida imagen de la Oeste de los Mallos de Lecherines y toda la Sur de la Muralla de Aspe.

En la Base de la Pared del Pico Rigüelo Este.

Un cuarto de hora después iniciamos el descenso en dirección oeste por las inmediaciones de la arista. Se trata de una ladera herbosa e inclinada con afloraciones de calizas ocres que la escalonan. Con la vista puesta en el Pico Rigüelo pasamos una brecha que sube por el norte y alcanzamos el Collado de Rigüelo al que llega la vía normal por el Corredor Central de Rigüelo. Por la vertiente norte hay un corredor que da la impresión de que debe de ser transitable.

Remontando el Corredor Cimero al Pico Rigüelo Este. 

Tras unos metros por praderío y no gustándonos nada de lo que vemos, nos llegamos a la base de la pared con la idea de que si al sur no hay nada negociable y la arista directamente parece infranqueable, habrá que buscar algo en la lóbrega cara norte.

El Pico Rigüelo Oeste desde el Este.

Me echaré unos metros para atrás para tener perspectiva, pero no viendo nada apetecible llegamos a la base de la pared. Hay una débil traza de caminillo que inicia el tránsito bajo la misma, de esas que acostumbran a hacer los animales. Baja una decena de metros hacia un diedro-corredor de imponentes paredes verticales pero antes de llegar al mismo tenemos una pared escalonada que permite el ascenso de media docena larga de metros sobre la que aparece un muro liso y vertical, pero bajo el muro se dibuja una vira estrecha y escalonada que vuelve hacia la arista.

Vira y Bloque Empotrado entre las dos Cimas del Pico Rigüelo. 

Hay que pasar la vira agachados, el paso no es muy agradable pues la caliza ocre está muy descompuesta, pero nos deposita en una repisa amplia de la que arranca un corredor tumbado de calizas claras   con algo de pedreguilla suelta que sube bien y nos deposita en la Cima Oriental del Pico Rigüelo situada a 2290 metros, van a ser las doce.

Foto de Cima en el Pico Rigüelo con la Punta Alta detrás.

La continuación es un descenso en busca de un bloque empotrado que está en la brecha siguiente a la que llega el Corredor Oeste de Rigüelo y que aquí está muy estrangulado. Hay una vira inclinada de roca bastante lisa de esas que te escupen y que se bajan con el culo arrastro, que te acerca al fondo donde se encuentra el bloque empotrado. Termina en una protuberancia importante que es la clave del paso. Desde allí o te descuelgas o saltas al bloque. No es agradable y la gente suele rapelarlo por seguridad más que por dificultad. Será un paso de IIIº en descenso. De allí a la cima quedan unos pocos metros andando.

A la salida de la  vira bajo el Pico Este de Rigüelo.

Foto de cima a 2299 metros, breve contemplación de los alrededores mientras aparecen algunas nieblas de evolución y vuelta resultando el ascenso más sencillo que el descenso si ya se conoce. Ocurre lo mismo con el descenso hasta el collado donde terminan las hostilidades.

Buscamos las pedrizas más descompuestas para resbalar en el Corredor Central de Rigüelo.

El descenso del amplísimo corredor por el que transcurre la vía normal se puede hacer por cualquier parte y nosotros lo hacemos inicialmente bajo las paredes que arrancan del Pico Rigüelo utilizándolas para apoyos de manos. Luego buscamos el centro del corredor y deslizamos las pedrizas hasta alcanzar el estrangulamiento. No son muy buenas pero sirven.

Llegando al Estrangulamiento del Corredor Central de Rigüelo.

No tiene ninguna complicación el paso puesto que la rama derecha no presenta más que un resalte de un metro y está escalonado. Luego bajamos el cono de deyección del corredor hasta la mitad e iniciamos una travesía primero suavemente descendente hasta salir de las pedrizas y luego horizontal por un praderío inclinado que nos deposita en el Collado de la Madalena. Es la una y cuarto.

Champiñones en el Estarrún.

Bajamos a ritmo hasta el Refugio de Riguelo y desde allí hasta los Manantiales donde nos paramos a comer y a buscar unas setas. Hay muy pocas.

Otoño en el Estarrún.

Alrededor de las tres menos cuarto continuamos caminando y buscando, recogemos algún champiñón y a las tres y cuarto estamos en el coche. Hemos liquidado una jornada, por una vez ligera de desnivel pues habremos acumulado 930 metros, pero con “encanto.” Y para completar el encanto nada mejor que, carretera abajo, contemplar las Laderas de las Blancas que están a reventar de Otoño.

28 oct 2019

71-19. FAJA CANARELLOS DE ORDESA EN OTOÑO. 26-10-2019.


La Pared de la Fraucata y la Faja Canarelos al sol de la tarde.

Pradera de Ordesa, Virgen del Pilar, Camino de Cotatuero, Faja Canarellos, Bosque de las Hayas, Gradas de Soaso, Cascadas del Estrecho y la Cueva y Orilla Izquierda del Arazas.
26-10-2019.
Salida 09:15 h. Llegada 16:45 h.
Sol.
Muy fácil.
Conchi Bienzobas, Lurdes Bretos, Charo y Marce Elizalde, Amelia Labarta, Gabriel Miranda, Paquita Navarro, Mariluz y Javier Pardo, Ramon Angel y Luis Vila, Maricarmen y Angel Viñola y Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Ordesa procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            A alguno de los compañeros de la Revoltosa se le ocurrió, en nuestra fiesta anual, la idea de organizar  algún paseo por el monte y ya que llega el Otoño pues no estaría mal ir a disfrutarlo  de manera cómoda y asumible por las diversas condiciones físicas y costumbres de unos chicos de nuestra edad.

El Tozal del Mallo siempre ofrece sus encantos por la mañana.

            No es difícil elegir siempre y cuando se cumplan los condicionantes mínimos y la meteorología lo permita y si además la mayoría no conoce el recorrido pues estupendo ya que en Ordesa, será en Ordesa, todo el mundo ha estado, cómo no.

En la Capilla de la Virgen del Pilar tomamos el Camino de Cotatuero. 

            Falla el finde del 20 de Octubre de 2019 y hoy sábado 26 será un día meteorológicamente especial para nosotros y espero que algo más.

Allí está esperando la Faja Canarellos.

            Nos organizamos en la Plaza de la Constitución y nos vamos a Ordesa por Cotefablo, los quince del día en tres coches.

Espléndido hayedo-abetal de camino a Cotatuero.

            A las nueve y cuarto, cuando el Aparcamiento de la Pradera de Ordesa está ya bastante más de medio, dejamos los coches y nos echamos al Camino General del Cañón que marcha al este concurridísimo ya a estas horas de la mañana.

De cuando en cuando se deja ver la Cascada de Cotatuero.

            Hemos hecho una breve parada en la carretera de acceso junto al Barranco de la Canal para contemplar el perfil glaciar de Ordesa y tras mirar y no ver la Faja Canarellos que recorre horizontalmente la Pared Oeste de la Fraucata, caminamos con alguna inquietud. Estamos a 1330 metros de altitud.

Cruzando el Barranco de Cotatuero.

            En la Capilla de la Virgen del Pilar, cuando todavía ni siquiera hemos calentado, la marabunta prosigue cañón adelante mientras que nosotros tomamos a nuestra izquierda el Camino de Cotatuero, húmedo y sombrío pero agradable incluso a estas horas: nos cubre una impresionante carpa de copas de haya y abeto soportadas por un velamen extraordinariamente estilizado que se eleva al cielo en busca de la luz.

Remontando para alcanzar la Faja Canarellos.

            El camino se aproxima al Barranco de Cotatuero y lazada a lazada va ganando altura de manera suave entre los chasquidos de las hojas caídas y el rumor de las aguas que bajan presurosas al Arazas. Una hora pasada después alcanzamos el Abrigo de Troncos, lugar en el que abandonamos el camino que marcha a las Clavijas y a Racón y nos llegamos al puente metálico que facilita la contemplación de la Cascada de Cotatuero, la foto del grupo y el paso del barranco: vamos en busca de la entrada de la Faja Canarellos.

La Sierra de las Cutas que nos tiene que ofrecer todos sus colores.

            Para entrar en la faja hay que remontar mediante un grupo de zetas alrededor de 100 metros de desnivel que, con el ritmo adecuado, se hacen cómodos. Cuando queremos empezar a notar el ascenso estamos entrando en la faja y el camino se arrellana nunca llano, pues en la montaña el llano no existe. El barranco se ha quedado allá abajo y nosotros nos sentamos sobre unas piedras calizas ocres para echar un bocado a la vez que comentamos tanto la morfología horizontal de Ordesa conformada por proas y corredores como la vertical compuesta por una sucesión de paredes y fajas superpuestas como comprobaremos en el tránsito de la faja.

Entre los Paredones de la Fraucata.

            A las once y cuarto pelín pasadas continuamos. La inimaginable vista desde abajo, Faja Canarellos, se inicia con un ancho que rondará los 200 metros, nada de vértigos pues está medianamente inclinada entre los paredones que soportan la Fajeta Fraucata por arriba y la Petrals por abajo.

En Otoño siempre se agradece el sol en Ordesa.

            Tras un tramo barrido por los aludes y carente de vegetación arbórea, contemplamos  algunos marcados corredores tras alcanzar una potente proa que hace de límite entre Cotatuero y Soaso, a la vez que la faja se inclina y estrecha vestida por hayas, avellanos, pinos negros, también alguno silvestre viejo y arces.

En el Tramo Este de la Faja Canarellos cerca del Bosque de las Hayas.

            A partir de aquí vamos girando al este para recibir las caricias del sol y caminar con algún cuidado pues la senda, siempre franca, transita una ladera muy inclinada que aconseja caminar, contemplar o fotografiar pero nunca al mismo tiempo.


Bueno chicos, la Faja Canarellos está vista.

            Luego atravesamos una zona donde predominan las caedizas entre corredores muy verticales pero enseguida la ladera se amplia y se viste de hayas pues estamos en la Cabecera del Bosque de las Hayas con lo que finiquitamos la Faja Canarellos.


Luz de haya otoñal en el Bosque de las Hayas.

            Va a ser la una del mediodía cuando alcanzamos el camino principal del valle. Estamos sobre los 1650 metros de altitud y decidimos continuar valle arriba en busca de las Gradas de Soaso que creo recordar estarán a media hora de camino aproximadamente. El camino es una pista que se alarga muy llana saliendo del hayedo hasta el comienzo de las gradas y allí, sobre los 1700 metros de altitud contemplamos las Gradas Inferiores, hacemos algunas fotos y nos volvemos unos metros para buscar el sol que penetra por una brecha de la Sierra de las Cutas y que nos va a hacer muy agradable el rato de la comida.


Los quince del día de la Revoltosa. 

            Media hora después, alrededor de las dos, emprendemos la vuelta llenándonos los ojos con los Colores del  Otoño que arrebatadores centellean en la Norte de las Cutas. Luego entramos de nuevo al Bosque de las Hayas y dejamos que el Otoño siga deleitándonos entre distendidas conversaciones.


La Cascada del Estrecho en Ordesa.

Poco más abajo abandonamos la pista principal y nos vamos a contemplar las cascadas que hoy bajan espléndidas. Primero la del Estrecho con sus varios miradores y finalmente la de la Cueva. Todo el mundo las conoce pero a todos maravillan.


La Cascada de la Cueva en Ordesa.

Ya decididos a variar y teniendo en cuenta que la Cascada de Arripas ya la hemos visto desde la faja, volveremos por la pista de la Orilla Izquierda del Arazas, mucho menos transitada que la de la orilla derecha.
Son las cinco menos cuarto cuando llegamos de vuelta a la Pradera el sol ya hace buen rato que ha abandonado el fondo del cañón y solamente ilumina directamente al Gallinero y a la Fraucata: por allí hemos pasado. ¡Quién lo diría!


El Tozal y el Gallinero al sol de la tarde.

La montaña tiene unas dimensiones que la vista aplasta y no te queda más remedio, si es que quieres conocerla, que ir a ella que siempre espera.
Otro día más chavales y chavalas como dicen ahora los modernos. ¡Ha sido un placer!

27 oct 2019

70-19. PEÑA RUEBA EN CIRCULAR POR LA NORMAL. 25-10-2019.


La Este de Peña Rueba.

Kilómetro 40 de la A132, Pista al Pilar Este, Cara Sur, Arista Este, Cimas Norte y Sur de Peña Rueba, Ferrata de la Mora y Faldeo por la Sur de Peña Rueba.
25-10-2019.
Salida 09:15 h. Llegada 15:30 h.
Sol.
Bastante fácil.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Peña Rueba procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            Me había enterado de la existencia de la “vía normal” a Peña  Rueba y consecuentemente, no la conocíamos y queríamos. Así que el primer día que sale entre mediano y malo nos olvidamos de las alturas con nieve recién caída y nos vamos por ella. Es 25 de Octubre de 2019.
            Marchamos desde Sabi por malas carreteras hasta Latre, Javierrelatre y Anzánigo y pasado el Embalse de la Peña, en el Kilómetro 40, tres antes de llegar a Murillo, tomamos una pista que sale en la última revuelta de la carretera e inmediatamente aparece un pequeño aparcamiento donde dejamos el coche a 530 metros de altitud.

Una pista nos lleva hacia las Paredes de Peña Rueba. 

            Tenemos algunas dudas pues hay una pista que marcha monte arriba en dirección oeste pero enseguida tomamos las balizas de un camino que marcha a Murillo y dándonos cuenta de nuestro error bajamos a la carretera y retornamos al coche tras perder media hora en el embarque.

Buscando la Sirga Inferior de Peña Rueba. 

            Tomamos de nuevo la pista y ascendemos con ella hasta pasar bajo una línea de baja tensión y poco después bajo otra de alta tensión mientras contemplamos las Paredes de la Nordeste de Peña Rueba pero suponemos que ascenderemos por la sur.

Visualizando el Pilar Este y el Collado Sudeste de Peña Rueba.

            La pista pasa ya en fuerte ascenso junto a un farallón descolgado de las paredes y muere inmediatamente pero justamente unos metros antes un caminillo poco transitado y señalizado con unos hitos de piedra poco prominentes nos invitan a acercarnos en ascenso a las paredes.
            En las inmediaciones de las mismas localizamos unas balizas verdes muy viejas pero nos sirven para confirmar que puede tratarse de la vía que vamos buscando.

Las sirgas siguientes atraviesas una faja estrecha con un punto delicado.

            Alcanzado un discreto collado el camino se abre en dos y nosotros queriendo tomar el que marcha a rodear las paredes por el este lo perdemos. Menos mal que Rosa advierte la presencia en la pared de una fina sirga y volvemos inmediatamente en su busca. Si ésta es la “Vía Normal” por aquí no pasa ni el gato.

Aparecen las primeras cuerdas en la Sur de Peña Rueba. 

            La sirga es la primera de una serie de tres y sirve como pasamanos en una grada caliza algo inclinada que ascendemos en diagonal y que nos aproxima a los Pilares de la Este de Peña Rueba.


Las Cuerdas de la Sur de Peña Rueba nos sirven para saber por dónde va la vía.


            Enseguida transitamos bajo un gendarme desgajado de las paredes cuando el camino se confirma bajo las mismas llevándonos a la segunda sirga pasamanos introducida en las paredes mediante una estrecha vira horizontal.

Hay que ir por la arista hacia ese puntón aunque no será la Cima de Peña Rueba.

            Unos metros más adelante tomamos la última sirga que sirve de pasamanos cuando la vira muere en la pared y te deja en un patio interesante. Se pasa bien con experiencia y con cuidado pues la sirga está alojada en una grieta horizontal y hay que extraerla de la misma para asirla con los dedos. Mi chica que se ha asegurado con un mosquetón a la misma tiene sus problemillas puesto que el mosquetón se aprisiona en la grieta tanto cuanto más fuerza haces sobre la sirga. Es del todo aconsejable el uso de algún tipo de aseguramiento pues el paso tiene su miga.

Vista atrás a la Arista Este de Peña Rueba por la que subimos. 

            La vira reaparece al final de la sirga, se amplia en forma de cueva en la que ha amallatado el ganado y sale de la vertical del pilar para iniciar el remonte de una ladera que enseguida se va a poner tiesa tras alcanzar una pequeña brecha collado junto a la pared. Nos guían balizas verdes poco notorias pero enseguida aparecerán repintadas.

Cima de Peña Rueba desde el Hombro Este.

            En la brecha aparece la primera cuerda fija de una serie de alrededor de diez, de variados orígenes y en diversos estados con alguna de ellas anudada tras su rotura, que se pueden utilizar o no según gusto y competencia. Se trata de una vía cordata.
            Tienen la virtud de señalar la vía sin duda y se puede ascender la pared sin necesidad de utilizarlas ya que el conglomerado de pudingas ofrece suficientes buenas presas. Ascenderemos alrededor de ciento cincuenta metros utilizando a tramos la fisura de una canal o las inmediaciones de la misma cuando se poner completamente vertical.

La Este de Punta Común desde Peña Rueba.

            A continuación la pared orientada al sur se acuesta y unos metros más arriba nos deposita en la Arista Este de Peña Rueba. Las balizas verdes nos seguirán guiando por la misma.
            Faldeamos un par de gendarmes por el sur  y proseguimos por las inmediaciones de la arista siguiendo un caminillo algo transitado y medianamente ascendente que sortea los asentamientos arbustivos clásicos de la zona, compuestos de aliagas, coscojas, algunos bojes y espinos es una capa vegetal de dudosa compañía en la que hay un pequeño rebaño de cabras domésticas que quisiera saber por dónde han subido hasta allí.

Vista atrás a la arista que hemos subido.

            Pasamos un hombro y tras un primer resalte que suponemos como cima aparece un segundo que se corona en una doble cima: en la situada al norte hay un grupo de buitres que volarán juntos ante mi presencia próxima.

Foto en la Cima Norte de Peña Rueba

            Son las doce menos cuarto cuando alcanzamos la Cima Norte de Peña Rueba situada a 1176 metros de altitud. Desde la cima contemplamos la arista final que recorrimos al subir la Ferrata Varela Portillo con Punta Común detrás y un skyline algo distante y pintado parcialmente de blanco que abarca desde  Agüerri hasta Benasque y en el que ni siquiera falta el Midi de Ossau. Además los Mallos de Riglos nos acompañan majestuosos.

La Punta Sur de Peña Rueba.

            Hacemos algunas fotos y nos vamos hasta la Punta Sur de Peña Rueba en la que hay una caja metálica con un cuaderno de notas. Es de una altura similar al anterior y al abrigo de la brisa, que en los lugares expuestos nos ha acompañado toda la mañana, nos sentamos a echar un bocado.

La Ferrata de la Mora baja por el sudeste de Peña Rueba.

            El descenso lo vamos a hacer utilizando la Ferrata de la Mora y para ello iniciamos el tránsito de una arista que arranca de aquí y marcha al este en suave descenso señalado con hitos. Dudamos hasta que se asoma a nuestra vista la cabeza del Gendarme de la Ferrata de la Mora y ya, guiados, iniciamos el descenso de la pared que se irá ahondando e inclinando paulatinamente.

Vista atrás a la arista que bajamos al encuentro de la Ferrata de la Mora. 

            Enseguida aparecen las primeras sirgas de la Placa Sur que no son muy necesarias pero allí están para quien se quiera asegurar con ellas. Poco más abajo la pared se inclina hasta ponerse prácticamente vertical aunque con oquedades suficientes para bajar cómodamente utilizando las sirgas como pasamanos.

La ladera de la Ferrata de la Mora y la salida a la arista de la Vía Normal.

            Un descenso de alrededor de 100 metros nos deposita en una rampa terrosa con vegetación desde lo que se puede ascender y así lo hacemos, al Gendarme de la Ferrata de la Mora. Hay una sirga como quitamiedos que facilita el acceso al Gendarme  de la Mora situado sobre los 1000 metros de altitud.

Las Sirgas Superiores de la Ferrata de la Mora están muy acostadas.

            Mientras llega mi chica me acerco a su extremo sudeste al objeto de localizar algún camino que nos permita cerrar nuestra circular pero no veo gran cosa en concreto.

La Ferrata de la Mora tiene una placa muy tiesa pero algo escalonada.

            De vuelta a la rampa terrosa tomamos los hitos y el caminillo que marcha por un espolón orientado al oeste  y que delimita el Corredor de la Pared de la Mora.
            Unos tramos tendidos y otros más erguidos y equipados con sirgas nos permiten descender con comodidad todo el espolón que muere en la pared, serán media docena de tramos de sirgas.

Colgada en medio de la Placa de la Ferrata de la Mora.

            Cuando ya imaginábamos que entraríamos al camino en el sotobosque que rodea a Peña Rueba aparecen  más tramos equipados con sirgas y algunas grapas ya en una pared que está algo escalonada pero bastante erguida.

El Gendarme de la Ferrata de la Mora. 

                Finalmente acabamos la pared e inmediatamente el camino marcha horizontal hacia el oeste a la vez que una rama menos transitada inicia su desarrollo al este que es lo que nos interesa para cerrar la circular.

Se suceden tramos equipados en el Crestón de la Ferrata de la Mora. 

              Unos metros más adelante el camino se difumina y desaparece dejándonos colgados con la idea de que hay un caminillo en la base de las paredes pero…

Tramo Inicial y Final de la Ferrata de la Mora con alguna grapa.

          Desde arriba he querido ver algunos tramos discontinuos de camino en torno a pequeños collados situados en contrafuertes sucesivos que bajan de Peña Rueba separados por nacientes barrancos originados en las paredes y ya estamos jabalineando en busca del primer collado en el que no localizaremos camino alguno.
             Tratando de perder la mínima altitud y persiguiendo los tramos de mejor tránsito bajaremos para cruzar el inmediato barranco teniendo en cuenta que la vegetación se espesa en las inmediaciones del mismo y el tránsito es más complicado; pero estamos aquí.

Conejetes o dragoncillos en flor en la Peña Rueba.

            Repetimos la operación en el siguiente collado hasta que alcanzamos llenos de pinchazos el collado último que arranca de la Este de Peña Rueba.
              Aquí tenemos la posibilidad de bajar al encuentro de la limpia bajo el tendido de alta tensión y por allí cerrar el lazo abierto a la mañana pero prefiero avanzar al encuentro de las paredes  y cerrar el bucle en la zona de las sirgas.

Recuperado el camino de la mañana la vista se marcha a los Mallos de Riglos. 

         Descendemos la ladera menos vestida que las anteriores y remontando luego brevemente alcanzamos las balizas verdes y el camino entre la segunda y la primera de las sirgas. Ha sido un rato infumable pero… Enseguida alcanzaremos la pista y nos sentaremos en el camino a comer. Son las tres menos cuarto.
          Luego descendemos brevemente la pista y a las tres y media llegamos al coche. Hoy el desnivel acumulado no habrá ido más allá de los 800 metros pero la vuelta  no se la podemos recomendar a nadie.