Aparcamiento de Panticosa, Estrimal, Selva
Verde, Petrosos, Ibón de Sabocos, Cara Nordeste y Cima de Mandilar. Descenso a
Petrosos y Selva Verde.
28-03-2022.
Salida 09:45 h. llegada 14:45 h.
Mixto.
Fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Hace
ya algún tiempo que no hemos subido al Verde. La temporada no ha sido demasiado
propicia para hacerlo por la Ripera y lo haremos utilizando la Estación de Esquí
de Panticosa tanto para subir como para bajar, antes de que Estrimal se quede
sin nieve ya que la Pista de Santa Cruz ni se acuerda de cuándo la tuvo.
El
28 de Marzo de 2022 es uno de esos días extraños, aunque clásicos de Primavera
en los que las predicciones anuncian de todo con lo que así no se equivocan y
la mañana cuando comenzamos a foquear en Panticosa, a 1150 metros de altitud,
está con más nieblas caliginosas que nubes lo que nos induce a pensar que puede
ser un día aprovechable.
Son
las diez menos cuarto y la Pista de Estrimal que viéramos desde Cachinios hace
unos días está a punto de despedirse, a la entrada hay un par de máquinas
orilladas, una de las cuales ha labrado un carril hasta el primer cruce con la
Pista de Santa Cruz, rompiendo el viejo hielo de base de la pista, no sabemos
con qué intención y suponemos que habrá alguna otra que joder a los traveseros.
Ha
habido algo de rehielo y como conocemos sus resaltes a pesar de que casi nunca
la utilizamos para subir, ponemos cuchillas y para arriba. Lo hacemos a buen
ritmo y pasado el Resalte por encima de Selva Verde las quitamos, tras hablar
con unos empleados de la estación que están faenando.
Selva
Verde también está cerrada con lo que nuestra subida es absolutamente solitaria
y placentera y en alrededor de hora y cuarto alcanzamos la zona activa para el
esquí de Fobas. Tampoco será problema ir por las pistas ya que no creo que haya
más de 100 personas esquiando en toda la estación.
El
cielo está extraordinariamente neblinoso cuando visualizamos el Verde, pero lo
que nos preocupa son unas nubes muy oscuras que aparecen por encima de la
calima provenientes del sudeste y a las que se unen algunas rachas de ese
viento que han anunciado algo fuerte. El resto del cielo está copado por la
calima que tapa la nubosidad.
En Petrosos cruzamos
las palas para coger la pista de enlace, Juan sube de frente y con ella nos
llegamos al punto de la decisión a 1980 metros de altitud con muchas dudas pues
el viento se ha sumado a la fiesta. Son las doce menos cuarto.
Desde allí
contemplamos la subida al Collado del Verde que tiene una huella de raquetas
por el trazado y no vemos huellas de esquís. Las nubes amenazan por arriba la
calima nos roba mucha visibilidad, el sol no está haciendo su faena y el viento
no colabora con nuestro objetivo inicial.
Yo soy el que lo tengo
más claro, el día no me motiva y aunque ya estamos relativamente cerca, nos
damos la vuelta, tomamos un café y foqueamos en busca de Mandilar. Juan hubiera
subido a cualquier precio pues no tiene nunca problemas y Rosa hubiera querido
ir al menos hasta el collado.
Entrando a la Pala
Cimera de Mandilar nos cruzamos con una pareja de esquiadores que me suenan.
Nos saludamos sin más y… ellos marcharán al Ibón de los Asnos con buen ritmo y
yo llegaré a la conclusión de que eran Julio Benedé y su chica pero ya es
tarde. No sabemos si llegarán a Sabocos pues en la depresión al este del ibón hacen
una parada eterna.
La llegada a la
Cima de Mandilar situada a 2212 metros de altitud coincide con un momento de
relativa claridad, incluso se quiere filtrar algún tímido rayo de sol. La
mañana no ha empeorado, pero eso no garantiza nada pues en cinco minutos puede
cambiar completamente. Hemos tomado una decisión y algunos no le damos más
vueltas. Al monte se sale a disfrutar, a ventilar el piojo, a hacer un poco de
ejercicio y poco más.
Unas fotos sin
paisaje en una de las cuales emerge la Ballena Blanca de Burrambalo y para
abajo por la zona norte en la que alternaremos pistas con pequeños corredores
de nieve muy desigual.
Llegados a
Petrosos nos sentamos en unas piedras a comer buscando un poco el abrigo de la
brisa. Son las dos menos cuarto.
Pasadas las
dos continuamos descenso con un pequeño
contratiempo al rompérseme un bastón pero sin mayor problema. La nieve está muy
buena y llegamos disfrutando a Selva Verde donde tomamos Estrimal con las orejas
tiesas.
El descenso
resulta como lo suponía: la nieve está muy buena para mi gusto, nada que ver
con la última e infausta bajada que hiciéramos este año rascando de arriba a
abajo. Bajamos con algún cuidado en esos cortes que están a punto de hacerse
definitivamente, pasamos uno de ellos andando tres pasos y quitamos los esquís
en otro de una treintena de metros. Con ello nos llegamos al final de la pista
donde las máquinas siguen paradas.
Es curioso lo que hace la temperatura: los trozos de hielo que ha hecho la máquina son ya nieve blanda.