Ibón de Llardaneta, Collado de Eriste,
Forqueta Noroeste, Forqueta Sudeste, Ibón de Llardaneta, Refugio del Forcau y
Aparcamiento de la Espiantosa.
25-07-1994.
Salida 07:40 h. Llegada 13:30 h.
Mixto.
Fácil.
Ascensión.
Rosa Mª. Martínez y Biola y Mariano
Javierre.
Se
nubla algo a la hora de meternos en la tienda pasadas las diez, buena hora para
ir al encuentro de la última jornada que comenzaremos pronto pues, además de la
actividad hemos de hacer el regreso. De cualquier forma, la noche resultará
suficientemente larga para los maltrechos huesos de nuestras caderas y a las
siete, antes de que nos despierte mi casio nos levantamos al 25 de Julio de 1994.
Un
desayuno rápido, una mochila incluso más breve de lo acostumbrado y a las ocho
menos veinte salimos siguiendo los hitos y en dirección sudoeste, ganando
altura sobre el praderío salpicado de rocas metamórficas alternadas con
calizas.
Ibón de Llardaneta y Aguja del Forcau. 9-8-00.
Subimos
a ritmo y enseguida atravesamos la
pedrera que baja de los dientes difíciles de la Cresta de Sierra Roya y en
medio de dos fuertes afloramientos calizos, alcanzamos el corredor, también
calizo, que baja del Collado de la Forqueta de Eriste, paso utilizado entre los
Valles de Eriste y Gistaín.
Alcanzamos
el corredor muy arriba cuando nos quedan aproximadamente 75 metros que hacemos
apoyándonos sobre las rocas firmes de la parte izquierda del corredor. En media
hora hemos alcanzado el collado situado a 2970 metros de altitud, pero a mí me
parece que algo falla: de aquí a la punta quedan más de 40 metros.
Desde el Collado de Eriste el Pavots y los Tucones Royos. 9-8-00.
Continuamos
en dirección sur por una cresta caliza fácil en la que hay trazas de camino.
Por un flanco o por otro y a veces por la misma cresta ganamos altura,
abandonamos las calizas y nos metemos en el granito. También de cuando en
cuando perdemos el caminillo lo que nos obliga a trepar sobre grandes bloques
de granito que se suelen subir luego por cualquier parte en contra de las
apariencias desde abajo.
Se
nos va en esta parte un poco más de lo previsto pero a las nueve menos cuarto
hacemos Cima de la Forqueta o Forqueta Noroeste de 3008 metros de altitud y con
el personal un tanto mosqueado.
Tuca del Forau de la Neu, Posets y Diente de Llardana desde la Forqueta. 9-8-00.
-¡Pues
no es tan fácil!
-¡Pues
es más largo!
Lo
que le preocupa a mi chica es que imagina el descenso haciendo la cresta del
circo.
En
un momento hacemos la travesía de la cresta granítica que conduce a la Cima de
la Forqueta Sureste con 3004 metros de altitud, segundo tresmil del día y
séptimo y último de esta tacada. Hacemos una fotografía en medio de una soleada
mañana y contemplamos un paisaje nuevo y desconocido para nosotros: la aérea
Tuca de la Llantía, el Valle de Bagüeña con sus múltiples y recónditos ibones
que es una buena ruta para los Eristes, el Collado y el Pico de Millaris, los
tres Eristes en primer plano y el “reto” que sigue allí esperándonos.
Forqueta Sudeste desde la Forqueta. 9-8-00.
Me
asomo cresta adelante y diez minutos después nos vamos por la aérea cresta
granítica en dirección sur, buscando un próximo collado en el que unas manchas
de calizas ocres nos indican la
posibilidad de desmontarnos de la cresta sin la necesidad de hacer la última cota que tiene una pinta no muy
buena para nuestras prisas.
Forqueta desde la Forqueta Sudeste. 9-8-00.
Hemos
de abandonar la cresta casi por vía de obligación y destrepamos para alcanzar
unas viras en el flanco oeste, lo que como poco resulta incómodo,
fundamentalmente porque Biola baja negada.
El
asunto se nos lleva un buen rato pero ganamos el collado y en dirección
nordeste, un par de viras fáciles nos
ponen en la pedrera y en los neveros, lo que va a ser ya un coser y cantar,
pues entre resbalones, patinazos y saltos, en un visto y no visto, nos ponemos
en la tienda una hora después. Van a ser las diez.
Desde la Forqueta Sudeste las Crests del Royo y Espadas y el Posets.
En
media hora recogemos y hacemos las mochilas de forma que a las diez y media
iniciamos la vuelta, media hora antes del mejor horario estimado.
Contorneamos
el Ibón de Llardaneta por el norte, cruzamos el barranco por el acostumbrado
lugar y nos vamos hacia el fondo del Forau de la Neu para ver el camino.
Las Forquetas desde el Ibón de Llardaneta, nuestro campamento. 9-8-00.
Sin
dificultades pues apenas queda un minúsculo nevero sobre el cauce del barranco,
alcanzamos el praderío por el que discurre el camino que baja hacia el Refugio
del Forcau.
Hora
y veinte minutos después alcanzamos el Refugio del Forcau o Angel Orús en medio
de una mañana en la que las nubes y algunos chaparrones dispersos han ido
haciendo acto de presencia aunque haya sido más de forma testimonial que firme.
Allí
me curo los dedos de los pies con esparadrapos pues me estaban empezando a
molestar más de la cuenta, informamos a unos jóvenes indecisos sobre los
alrededores y media hora después continuamos con el descenso que de nuevo se
nos hará largo. Y más con pérdida incorporada que resolveremos pronto.
Con la Cascada de la Espiantosa.
El
descenso desde el ibón ha sido todo por camino y a la una y media estamos en el Puente de la Espiantosa. Mis
señoras se quedan mientras yo me voy al coche que está 200 metros más abajo.
Nos
refrescamos, comemos junto al barranco y a las tres, tras hacer una fotografía
a la Cascada de la Espiantosa , emprendemos el regreso en coche: 3,2 kilómetros
de pista, 2,2 kilómetros de pista asfaltada y 138 kilómetros de carretera que
Biola empleará en echar una buena siesta lejos de sus acostumbrados mareos.
Queda tiempo para evaluaciones que son definitivamente positivas: el tiempo nos
ha amenazado, nos ha llovido pero ni nos ha mojado ni impedido casi nada
realmente; Biola no ha tenido ni el más mínimo asomo de su asma lo que ha
confirmado un poco mis presentimientos; hemos movido 2825 metros de altitud y a
unos ritmos aceptables; y hemos continuado con nuestra tradición tresmilista
haciendo siete de los que, la mayor parte, han sido nuevos para todos. No se
puede pedir mucha más y aunque se puede no se debe.
A
las seis menos cuarto los abuelos nos esperan en casa y Biola, que tenía tantas
ganas de llegar, dispone todavía de día y medio de Fiestas de Santiago. A
nosotros nos quedan los Eristes, las Espadas, los Gemelos Ravier, los Veteranos
y… ¡Qué grande es el Pirineo!