29 jun 2003

15-03. CAMPANA DE ANEU. 29-6-2003.

Mi montañera Pequeña y la Campana de Aneu. Septiembre 89.

Barranco Bacarrizal y cara norte.
29-06-2003.

Salida 10 h. Llegada 14 h.

Sol.

Bastante difícil.

Ascensión.

Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de la Campana de Aneu procedente de Prames. Vía en amarillo.

            Siempre que deambulamos por el Portalet, y últimamente con el tema del esky lo hemos hecho bastante a menudo, nos llama poderosísimamente la atención una altiva torre en al cadena fronteriza: es el Caperán de Aneu, la Campana de  Aneu.
Primeros recuerdos de la Campana de Aneu. Invierno 87.

            Hace ya bastantes años, era el año 89, que recorríamos el Barranco de Espelunciecha y pasamos luego bajo los formidables paredones que conforman su cara sur. En aquel momento nos dijimos eso de ¡vaya tela! Evidentemente estábamos pensando en que aquel aguerrido pináculo jamás sería nuestro. Después lo fotografíamos con cierta envidia desde Cuyalaret. Luego: tenemos que subir a allí. Parece que por la cara norte...

            Estamos en el 2003 acabando Junio, y hoy domingo 29 me voy a dar un homenaje como celebración de las vacaciones recién estrenadas. Para ello, rescataremos la llave del coche que ha empleado nuestra hija, esa chica de la foto que ya conduce y, sin circulación nos llegamos al Portalet y aparcamos unos metros más aquí de la frontera.
Campana de Aneu. Vía en amarillo.

            A las diez iniciamos la marcha a 1785 metros de altitud en dirección oeste-sudoeste. Vamos a ir ascendiendo suavemente por la ladera izquierda del barranco situado inmediatamente al sur de la cadena fronteriza.

            Pasamos pronto por el rellano de la Mina Elisita y continuamos rodeando, por el sur la Peña Meytadere. Vamos ganando altura a media ladera en busca del collado al este de La Campana.
Cara Norte de la Campana de Aneu.

           
No tardamos demasiado en alcanzarlo. Está situado a 2050 metros de altitud y la pradera alpina lo tiene pintado de un verde inmaculado en ambas vertientes.

            Son las once menos cuarto y continuamos horizontalmente hacia la cara norte del pico pues en la arista este se perfilan unas placas lisas que no nos gustan nada.

            En la cara norte encontramos una de las muchas sendas que recorren estos parajes tan frecuentados por los franceses y que, en este caso, rodean el pico para irse a otros de aspecto más amable.
            Con el camino atravesamos toda la cara norte y tras divisar la vertical arista oeste, decidimos volver un poco sobre nuestros pasos y atacar el pico por donde habíamos previsto.

            La cara norte del pico nace del valle mediante un zócalo calizo bastante vertical de mayor o menor potencia según tramos. Sobre el zócalo se va elevando un tramo muy empinado de pradera alpina que conduce a un rellano inclinado también vestido de pradera. Es aquí donde nos encontramos, recién llegados por el collado a mediana altura.
Contraluz en la campana de Aneu. 23-2-09.

            Superamos un tramo medianamente inclinado de lajas bastante lisas entre las que se alojan diminutas manchas de pratenses y situados aproximadamente en el centro de la pared nos aproximamos a un corredor de hierba muy inclinado de unos 30 metros que se eleva y se estrecha hacia la parte este de la misma.

            Una fisura rellena de verdura y bastante vertical nos permite superar media docena de metros más ya entre lisas y verticales lajas de calizas claras.

            Rosa se empeña en continuar de frente para arriba por una vía de lajas muy vertical y con presas pequeñas que resulta muy expuesta para subirla, además de que no se ve el final. El descenso puede resultar épico.

            Probamos unos metros y como la dificultad va en aumento decidimos volver sobre nuestros pasos con cuidado. A nuestra izquierda tenemos una vira prácticamente horizontal, que no es tal sino una grieta que rompe las placas de nuestra izquierda. El paso hay que mirarlo un par de veces per me parece posible.

Siempre el Caperan de Aneu. 12-3-06.

            Se trata de una laja muy inclinada de unos 4 metros de ancho con presas inversas de manos que hay que hacer con cuidado. Conducen a una minúscula repisa verde de la que hay que descender un poco con presas justas para pies y apoyo de manos únicamente para continuar la travesía otros 4 metros. Luego la grieta se ensancha y se va fácilmente alrededor de 8 metros horizontales.

            Hago los tres tramos mientras Rosa espera, le echo una visual al corredor siguiente y vuelvo a buscarla.
            Saco la cuerda, nos encordamos y asegurando un poco hacemos la travesía que será de IIIº inferior.

            Al final de la vira aparece un corredor vertical de algo menos de 10 metros de longitud. En la parte baja hay una clavija en la que aseguraré a Rosa mientras sube las tres cuartas partes del corredor para salirse a la derecha del mismo a una amplia repisa inclinada. Desde allí recoge cuerda y subo yo.
Desde el Collado de Canal Roya. 6-4-03.

            La primera parte de la continuación tiene estupendos apoyos para los pies pero pequeñas
presas para las manos lo que dificulta el erguirse sobre el paso. Después continúo un par de metros por la izquierda del corredor para cruzarlo y superar por su derecha gracias a unas buenas presas de manos que permiten alcanzar la repisa inclinada en la que espera Rosa. Se trata de un paso de similar dificultad al anterior.

            Luego una decena de metros fáciles nos conducen al filo de la arista cuando esta se arrellana, pero allí no está la cima, la arista se prolonga suavemente inclinada pero muy accidentada.
Ultimo Resalte en la campana de Aneu.

            Pasamos en ensamble dos pequeños dientes fáciles, a toda cresta, para superar un tercero que se puede salvar ligeramente por el sur mediante una vira de buena roca.

            Alcanzamos la minúscula brecha en la que se inicia el paso más comprometido: un tamo estrechísimo de arista de alrededor de 8 metros con una inclinación superior a los 50º, desamparado a ambos lados y que hay que superar con presas muy pequeñas. Solo falta que el vientecillo que nos ha alegrado la mañana sopla un pelín más.

            Aseguro a Rosa desde el diente anterior a la brecha y con sumo cuidado y con parada intermedia a causa de una racha de viento, supera el paso que será de IIIº sin duda, alcanzando un tramo siguiente de arista ya amplio donde asegura mi subida.
En la Cima de la campana de Aneu.

            La torreta final tendrá 6 metros más amplios y fáciles que el anterior. Son las once y media cuando alcanzamos la Cima de la Campana de Aneu situada a 2262 metros de altitud, con lo que damos por terminado el lío de cotas y cimas. Sentados dando la espalda a los verticales paredones del sur almorzamos sin mucha gana, pues casi no hemos entrado en calor ni gastado el desayuno.
Desde la cabaña Sacaze. 14-1-07.

            Contemplamos plácidamente además de los imponentes Diente de Anayet y Midí, todo el ámbito pastoril y montañero del Portalet, de tan gratos recuerdos, al delicioso sol de la mañana.
Campana de Aneu de nuestros paseos con esquís. 8-12-11. 

            Media hora después iniciamos el camino de descenso sin apartarnos un milímetro del libreto. Se nos va otro tanto tiempo que a la subida.

            Ya en la pradera intermedia de la cara norte decidimos volver por el lado francés haciendo una foto al pico.

Altiva imagen de la Campana de Aneu. 6-4-03.

            Paramos un rato para que mi chica se solee un poco mientras recojo la cuerda y los demás bastes de escalada. Luego, tranquilamente nos llegamos a la Venta de Sancho cuando son las dos del mediodía. Los franceses a lo suyo y nosotros a lo nuestro, al coche y a casa. Hoy solamente hemos movido 500 metros por lo que no estamos cansados, estamos satisfechos pues la Campana de  Aneu no tiene “vía normal”, tiene carácter.

22 jun 2003

14-03. EL SOMBRERO DE TORTIELLAS. 22-6-2003.

Murallones de Borau desde la Entrada a Tortiellas.

Campamento de Rioseta, Majada de Tortiellas Baja, Paso de Borau, Collado de Lecherines y Cara Sur. Punta de la Garganta de Aisa, Cara Sur, Lapiaz de Riguelo, Collado de Lecherines, Paso de Borau e  Ibón de Tortiellas.

22-06-2003.

Salida 08 h. Llegada 17 h.

Sol.

Bastante fácil.

Ascensión.

 Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa del Sombrero procedente de Prames. Vía en amarillo.
            Es 22 de Junio y llevamos casi un mes de un calor exagerado, algo inusual para esta época. La primavera 2003 se despide por todo lo alto en el termómetro.

            Ayer pasamos calor debajo de Hoz de Jaca con la Quebrantahuesos y hoy también nos va a tocar pasar un poco de calor.

            Nos acostamos tarde con lo de la cena y no madrugamos demasiado. Nos levantamos a las siete menos cuarto y como el trayecto hasta Rioseta no es muy largo, a las ocho estamos de camino tras aparcar el coche a la entrada de la pista de la mina de mármol a 1380 metros de altitud.

            Pasamos al sur de las instalaciones militares y en dirección oeste comenzamos el ascenso por el arrastre de la pista de entrenamiento de los militares, para continuar ascendiendo poco a poco por camino balizado en la ladera sur del Tobazo.

El Sombrero desde Canal Roya. 23-8-05.

            Próximos ya a los paredones del Circo de Rioseta viramos con el camino un tanto al norte para salvar con grandes lazadas la altura correspondiente a la parte superior de los paredones.

            Luego, en dirección sur-sudeste, atravesamos una zona de dolinas sobre pradera alpina situada a 1900 metros de altitud e iniciamos el descenso hacia la cubeta lacustre colmatada de Tortiellas.

Invernal de los Murallones de Borau.3-1-06.

            Damos un poco de rodeo sobre el barranco con el propósito de no descender hasta el fondo de la cubeta y tras atravesar el barranco aprovechando un encajonamiento natural entre rocas, cogemos agua, terminamos el tránsito horizontal sobre los 1725 metros de altitud e iniciamos de inmediato el ascenso. Son las nueve y cuarto.

            Nuestro camino en la pared, que presenta tres corredores y dos espolones divisorios va a transcurrir por el espolón de nuestra derecha. Podríamos haber tomado cualquiera de los corredores, pero optamos por el espolón, rocoso en su inicio y en su final y herboso en su tramo medio.

            El ascenso en fuerte pero fácil siempre tomando los tramos de materiales calizos más consistentes, terminando por introducirnos en el corredor herboso central que nos ha de depositar, a la sombra de un gendarme, ¡qué maravilla!, en el rellano intermedio de la pared.

Desde debajo de Tortiellas Bajo. 26-6-10.

            Allí encontramos la nieve que vamos a utilizar para atravesar cómodamente el fondo del rellano y proseguir, de nuevo en ascenso hacia la cabecera del ya único y amplio corredor.

            La nieve está buena y nos permite ganar altura con ella, pedrera ya vendrá luego y con ella se afianzarán los calores que hoy tendremos a granel. El corredor es bastante empinado, está al sol y solamente en la parte superior nos regalará con un último y corto tramo a la sombra que agradecemos.

Pasos de Aisa y Borau desde Candanchú. 19-3-11.

            Pero no hay tiempo para disfrutar demasiado de la sombra. La parte superior del corredor tiene un empinadísimo nevero de unos 20 metros de altura que superamos por la soleada rimaya alcanzando el Paso de la Garganta de Borau situado a 2284 metros de altitud cuando son las diez y cuarto.

Vertiente Norte del Paso de la Garganta de Borau. 28-6-08.

            El paso, más suave y fácil por el lado sur tiene todavía, poco más abajo, algunas  acumulaciones de nieve que no me preocupan. No ocurre lo mismo con su ladera oeste en la que una pedrera caliza corta se remata con unos paredones blanquecinos y verticales que defienden el acceso directo al Pico Lecherines, e impiden nuestro paso pues pretendemos faldearlo.

            Con este tema no contaba y tiene cierta trascendencia pues todos los metros que tengamos que perder hemos de recuperarlos de inmediato. Además los paredones me impiden la orientación que supongo cierta pero que, evidentemente, no puedo confirmar.

            Iniciamos el descenso del amplio corredor con el objeto de tomar perspectiva, confirmar nuestra localización y obrar en consecuencia. Rosa refunfuña pues soñaba con una actividad de esas de “llegar y meterla.”

Lapiaz de Lecherines.

            Bajamos por el lado derecho del corredor, escudriñando alguna posibilidad que nos permita superar la pared pero no lo vamos a conseguir hasta situarnos sobre los 2100 metros de altitud. A ese nivel, la muralla pierde potencia y una serie de pequeñas viras escalonadas se encaraman en la pared y nos depositan en una zona de grietas de lapiaz bastante vertical pero accesible en las que encontramos los restos de un sarrio más bien pequeño que acabó sus días allí en este pasado invierno. El paso no tendrá en total más allá de 20 metros y nos deposita en la parte superior de la pared. Allí diviso el más occidental de los Mallos de Lecherines y el camino está expedito.

            Giramos prácticamente 180 grados sobre pradera alpina y orientándonos en dirección nor-noroeste comenzamos a ganar altura poco a poco, pasamos sobre una enorme depresión circular de paredes verticales, muy característica de zonas calizas y nos introducimos en el lapiaz que defiende toda la cara sudoeste del Pico Lecherines.

            Con el fiel de la brújula en nuestro collado de destino transitamos el enorme lapiaz siempre en suave ascenso. Disfrutamos y padecemos la nobleza de la caliza blanquecina y el ingente trabajo de las aguas sobre la misma. Pasamos junto a simas catalogadas y marcadas, contorneamos depresiones y nos buscamos la vida con algún rodeo que otro en ese colosal laberinto.

La Sur de Lecherines. 28-6-08.

            Se hace sed al duro sol sobre la caliza. Localizo una fuente de deshielo de neveros que se alojan en las depresiones y bebemos su agua antes de que se sumerja en las entrañas de la tierra. Se hace largo salir del lapiaz y afrontar los últimos 100 metros de desnivel por terreno mixto aunque mucho más cómodo e inclinado. Son las once y cuarto cuando alcanzamos el conocido collado que separa los Mallos de Lecherines del Pico Lecherines situado a 2390 metros de altitud.

Echamos un trago de agua mientras contemplamos a una pareja que marcha hacia el Refugio López Huici y sin más, iniciamos el camino de ascenso hacia el norte.

            Hemos de perder alrededor de 25 metros de desnivel tras atravesar el nevero que viste la ladera oeste del collado. La nieve está buena y hago buena huella. Luego, rodeamos de la forma más económica posible la zona inferior de los paredones de la cara oeste del Pico Lecherines, atravesamos un par de corredores nevados e iniciamos un fuerte ascenso por terreno mixto utilizando un espolón limpio de nieve.

En la Cima del Sombrero con el Pico Lecherines.

            Poco más arriba superamos unas placas calizas ocres más fácilmente de lo que imaginábamos desde abajo y tras ascender directamente el nevero que defiende el casquete somital del pico, alcanzamos la arista y casi de inmediato la cima del Sombrero  situada a 2561 metros de altitud. Nos ha costado lo nuestro, tres horas y tres cuartos pues son las doce menos cuarto alcanzar, a puro de vueltas, lo que  tan bien y tan pronto hemos visto desde muy abajo.

             Almorzamos pues nos lo hemos ganado y lo hacemos contemplando a un grupo de cuatro que nos enseña el camino directo entre el Pico Lecherines y el Sombrero. Sin duda lo conocen bien.

            El pico, cortado al ídem sobre el Ibón de Tortiellas nos enseña desde su inigualable pináculo las pistas altas de Candanchú y Astún los alrededores del Midí, Panticosa, Sallent, Aisa, Borau, Villanúa..., toda la colección de viejos amigos archiconocidos.

Desded Aspe 25-6-04.

            A las doce y cuarto, viendo que el grupo no termina de decidirse a alcanzarnos, tomamos la arista en dirección oeste y en suave descenso nos aproximamos al pico que domina La Brecha de Aisa de 2503 metros de altitud. Es la Punta de la Garganta de Aisa.

            Antes de subir a la punta atravesamos una brecha vestida con nevero en el que localizamos unas huellas que se van hacia los cortados del nordeste del  corredor. Al noroeste aparece una faja limpia de nieve que puede conducir a la Brecha de Aisa, pero no vemos huellas en la nieve que conduzcan hacia allí.

Cara Sudeste de la Punta de la Garganta de Borau.

            Bajamos de la cima y nos aproximamos a la brecha. Un trozo de arista delicado a simple vista nos impide el paso. Luego, continúa bajo la misma, con un trozo de pared descompuesta y bastante vertical pero que parece transitable y que nos deposita fácilmente en el collado.


            No me gusta el asunto y decimos buscar acceso al corredor algo más abajo aunque luego haya que remontar un poco. Por tanto iniciamos el descenso en dirección sudoeste paralelos al corredor, con la intención de localizar un paso que permita bajar de lo alto de los paredones en los que nos encontramos.

Vertiente Sur del Sombrero y la Gargata de Borau. 28-6-08.

            La tarea no va a resultar fácil ya que el corredor es más empinado que la ladera que bajamos y consecuentemente, los paredones cada vez tienen mayor potencia, de tal forma que la cosa en lugar de solucionarse se va complicando.

            Y se complicará definitivamente cuando alcanzamos los 2200 metros de altitud, se esfuma una de nuestras posibilidades y lo que es peor, suponemos que hay que descender mucho más para que el terreno nos ofrezca una alternativa.

            Por tanto, desistimos de nuestro propósito de alcanzar la Brecha de Aisa para descender fácilmente hacia las pistas de esquí de Candanchú y de allí sin esfuerzos inútiles al coche y decidimos volver por donde hemos venido, sin subir hasta el Sombrero.

            Por tanto nos introducimos con dirección sudeste en otra superficie de lapiaz gemela de la de la mañana y tomando la línea más económica de esfuerzo buscamos el rellano calizo bajo el paredón sudoeste del sombrero.

            Damos algún rodeo, hemos de perder algunos metros de altura pero al final conseguimos pasar bajo el enorme caos calizo de la pared que yo había visto anteriormente y que explicará a mi chica, de forma convincente, el por qué teníamos que perder esos metros.

Lecherines desde los Manantiales de Rigüelo. 28-6-08.

            Luego, alcanzado el rellano cubierto de nieve iniciamos el ascenso de los 200 metros largos de desnivel de la pared, también nevada, en la que aprovecharemos las huellas practicadas y que nos conducirán al collado de separación entre el Pico y los Mallos de Lecherines. Estamos de nuevo a 2390 metros de altitud y a partir de aquí hemos de desandar el camino de la mañana.

            Comenzamos a bajar en dirección sur-sudeste, rellenamos las cantimploras, bebemos en la crecida escorrentía del nevero orientado al sudeste y nos introducimos de nuevo en el lapiaz de la mañana en dirección inversa.

            La tarea no es fácil, pero al final localizo uno de nuestros pasos sobre la nieve, lo que confirma mi aceptable ojo y continuamos tranquilamente para salir del lapiaz en el lugar adecuado.



            Pero no será así puesto que nos elevaremos ligeramente y alcanzaremos los paredones algo más arriba; por lo que, de nuevo orientados, tendremos que descender unos metros con enrisque incluido que salvaremos con un paso de tercero, tras el que abordamos la zona de descenso de los paredones.
Sombrero y Lecherines desde Saleras. 28-6-08.

            El descenso al corredor lo haremos en las inmediaciones del ascenso de la mañana, lo que confirma que las posibilidades de paso eran varias.

            Después, corredor arriba, nos tendremos que subir otros 200 metros largos de desnivel, cosa que haremos con infinita paciencia, tanta como sed y calor. No recuerdo cuando fue la vez anterior en la que comí nieve, como tampoco recuerdo días con tanta sed a excepción del día del M’Goum en el Atlas.

            Van a ser las tres de la tarde y echamos un potente trago de agua en La Garganta de Borau. Seguidamente, pasamos la rimaya del nevero y continuamos el descenso del corredor por la pedrera de mayores dimensiones al encuentro con los neveros que bajaremos al trote o patinaremos hasta el rellano.

            El descenso ha sido rápido, nos introducimos por el mismo corredor que a la mañana y a la sombra de un farallón rocoso paramos a comer pues hemos cogido agua de nuevo. Son las tres y cuarto, estamos a 2050 metros de altitud y ¡qué fresquito que se está!

             Quince minutos después continuamos el descenso de nuevo al encuentro de neveros que nos depositarán relativamente pronto en la cubeta de Tortiellas.

            Y de nuevo, con lamentable lentitud hemos de remontar con el peso de todo el sol a nuestras espaldas y el cansancio de todo el día hasta el nivel de la Majada Alta de Tortiellas, para iniciar a partir de allí el largo descenso que nos conducirá a las instalaciones militares de Rioseta.

            Pasamos las instalaciones por el norte sin problema y tras contemplar las truchas del barranco en la poza bajo la carretera, nos llegamos al coche tras emplear hora y veinte, sobre la hora que he calculado cuando comíamos.

            Hemos movido, hechas las cuentas, 2225 metros de desnivel en ocho horas y cincuenta minutos, en un día de terrible calor;  probablemente sea el día que más me hayan fallado los cálculos previos además de los no previstos. Estamos muy cansados y creo que tenemos motivos. A las cinco y media estamos en casa de Carmen.

14 jun 2003

13-03. GARMO NEGRO DE SOBA Y VUELTA. 14-6-2003.


Garmo Negro de Soba y Pico de Soba desde el Tejado.


Pico de Soba, Arista Nordeste, Garmo Negro de Soba, Punta del Tejado, Cara Norte y Valle de Soba.
14-06-2003.
1alida 12 h. Llegada 16 h.
Sol´
Bastante fácil.
Ascensión.
 Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa del Garmo Negro de oba procedente de Prames. Vía en amarillo.

            Iniciamos un fuerte descenso fácil, por la Arista Oeste del Pico de Soba, para echar una ojeada más de cerca de un par de dientes que hemos de salvar antes de atacar el tramo de arista final del Garmo Negro. Son las doce y media y desde la cima del primer diente advertimos las complicaciones que tenemos delante y la imposibilidad de la ladera este. El  futuro  estará  al oeste.

De las  brechas que hemos localizado delante nacen  empinados corredores con restos de nieve todavía que nos ofrecen alguna posibilidad. Por tanto, localizado un punto por el que podemos atravesar el primer corredor y encaramarnos con cierta facilidad al espolón rocoso de separación con el siguiente, iniciamos un descenso de unos 30 metros por terreno muy inclinado y descompuesto.
Sallent desde el Embalse de Lanuza. 12-3-03.

Voy delante, localizo paso y le digo a Rosa que siga bajando, cosa que hay que hacer con bastante cuidado. Entre tanto tomo el espolón y me subo hasta la arista. Comprobaré allí el acierto momentáneo de la decisión ya que la arista es muy difícil pues está llena de pequeños muros dentro de un tramo muy inclinado y aéreo y porque hay un segundo corredor al que le podemos hacer la misma faena que a este primero.

Reunidos, atravesamos el corredor fácilmente pues en tramos similares tenemos experiencia y tras hacer una travesía a nuestra derecha escalamos unas lajas metamórficas que resultan relativamente fáciles y nos incorporamos al lomo de separación de corredores.

Hago una cita de las pocas que acostumbro a hacer por si nos tenemos que dar la vuelta ya que el paraje además de vertical y descompuesto puede ser peligroso en caso de embarque y continuamos casi en horizontal para bajar al fondo del segundo corredor, atravesarlo de idéntica forma para salir del mismo por una vira fácil, al final de la que hago otra cita en lugar bien visible.

.
La Sarra. 10-9-08.
La vertiente es muy inclinada pero transitable, por tanto continuamos adelante en ligero descenso para pasar poco más adelante bajo un nevero residual sobre el que haré una señal.

Transitando a media ladera vamos rodeando el pico, hago otra señal en otro nevero y cuando calculo que ya debemos estar frente a la vertical del mismo comenzamos a ascender pues el terreno nos da ciertas esperanzas de que las hostilidades han quedado superadas.

Parte más Oriental de la Arista de Soba y Arriel desde la Sarra. 10-9-08.

Así sucederá y por terreno inclinado aunque fácil alcanzamos la arista y retrocediendo  unos metros alcanzamos la cima del Garmo Negro. Es la una.

Contemplamos al sudoeste el Diente de Soqués con sus brechas correspondientes que defienden el acceso a la Punta de Soqués, que se quedará para otra ocasión quizás desde Formigal, nosotros vamos a intentar el descenso hasta la brecha anterior, que no será tal brecha sino que supondrá que la arista se abra en dos ramales, de los que tomaremos el sudeste para hacer la Punta del Tejado y descolgarnos ya al Valle de Soba. Ya vale por hoy.
Arremoulit, Arrieles y Arista de Soba desde el Pallas. 29-10-00.

El descenso es fácil pero no todo. La arista se afila y nos invita a dejarla. De nuevo unos tramos verticales descompuestos y delicados en la ladera oeste nos permiten salvar las dificultades superiores y alcanzar de nuevo la arista justo en el nacimiento de un corredor vestido de nieve que permite el descuelgue hacia Soba. Saltamos la cabecera e iniciamos el ascenso por el cordal de nuestra izquierda, el ramal de la derecha se va hacia la pared del Diente de la Brecha de Soqués que tiene complicado aspecto. Más atrás queda, fácil y elevado el Diente de Soqués
Cascada de Balzaroleta. 5-6-07.

Por una fina arista pero fácil, ya que la mayor complicación es que se trata de un terreno astillado y lleno de piedras finísimas asentadas verticalmente sobre el terreno, en donde hay que ir con cuidado para no caerse pues podrían destrozar cualquier cosa que apoyara con peso, ascendemos alrededor de 50 metros y alcanzamos la cima de la Punta de Tejado de alrededor de 2600 metros de altitud, el altímetro  es autista.
 Arrieles desde el Barranco de Garmo Negro. 10-9-08.

Hago una foto de la arista que hemos traído mientras Rosa continúa  adelante en descenso por terreno similar al anterior. Enseguida la alcanzo. Estamos en la parte extrema del nevero que defiende la ladera norte del pico y junto al mismo, utilizando la pedrera nos descolgamos a todo trapo para abajo en dirección nordeste.
Ladera Este del Barranco de Soba. 10-9-08.

Bajamos patinando en la pedrera alrededor de 150 metros de desnivel y alcanzamos la enorme dolina rellena de nieve y que suponemos es el origen de la Surgencia de Soba. Patinando unos neveros junto al contrafuerte este del Pico de Soba alcanzamos un pequeño ibón medio helado y allí nos quedamos para comer.
Punta del Cuello de Soba desde el collado del mismo nombre. 8-5-11.

Son las dos menos cuarto y estamos sobre los 2400 metros de altitud. Comemos con poco apetito y bebemos abundantemente un agua que está helada mientras el sol, clemente con nosotros se esconde ligeramente tras una cierta nubosidad que ha ido creciendo de la calima y que a Rosa le repatea ya que, ahora, pretende tomar un poco el sol.
Punta del Tejado y Diente de Soques desde la Este de Moncalbos. 10-9-08.

Sobre las tres de la tarde continuamos con el descenso el dirección este a través de las Laderas de Soba al encuentro del barranco. Vamos al encuentro de tres montañeros que bajan de Arriel por el camino que hemos utilizado a la subida y que adelantaremos poco después.
Arista  de Soba desde el Pequeño Arriel. 8-5-11.

Alcanzamos el barranco y lo cruzamos muy arriba para evitar problemas ya que por la mañana ya hemos tenido que buscar paso y suponemos que ahora bajará más agua.
Del Diente de Soqués al Pequeño Arriel desde Foratata. 20-8-06.

Luego, muy cansados y acalorados pasamos la majada y nos introducimos en el hayedo que a pesar de la agradable sombra se hace largo.
El Valle de Soba, La Sarra y Lanuza desde el Cuello de Soba. 8-5-11.

En la Cascada de Soba hacemos un alto y nos bebemos la cerveza que he dejado a refrescar y que, por cierto, no está nada fresca.
Valle de Tena desde Soba. 10-9-08.

A las cuatro estamos en La Sarra. Echamos un trago en el bar mientras contemplamos las cómicas evoluciones de un fantasma, no diré de dónde, y descansamos un poco puesto que los 1550 metros largos que hemos subido nos han proporcionado una “soba” considerable. Las aristas son aristas y suelen cobrar el peaje del esfuerzo generoso que tiene como consecuencia el cansancio asegurado.

Puedes ver el Comienzo.


12-03. PICO DE SOBA DESDE EL COLLADO DE SOBA. 14-6-2003.

Desde la Punta del Cuello de Soba, el Pico de Soba, el Garmo Negro de Soba y Punta tejado. Atrás Soqués y Partacua.

Cola del Embalse de la Sarra, Barranco de Aguas Limpias, Barranco de Soba, Cuello de Soba, Punta del Collado de Soba y Arista Oeste hasta el Pico de Soba.

14-06-2003.

Salida 07 h. Llegada 12 h.

Sol.

Bastante fácil.

Ascensión.

Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de la Arista de Soba procedente de Prames. Vía en amarillo.

             Faxa, Balaitus, Pallas y Arriel son picos que conforman la arista fronteriza del Pirineo en el Alto Valle de Tena. Del resto, que se supone carece del interés del montañero corriente, casi nada se sabe.

            No se trata de una excepción, sino de la confirmación de una regla bastante generalizada en la montaña, por lo que queda clasificada en dos apartados: uno el  de los tumultos, las aglomeraciones y los accidentes y otro, la montaña solitaria,  absolutamente desconocida y por supuesto gratificante que como prima adicional te ofrece la certeza de descubrirla por uno mismo ya que casi nunca encuentras referencias.
Valle de Soba desde la Sarra.

            Hace tiempo que, después de andar los caminos de la mayoría en la montaña, decidimos poner nuestros ojos en esos lugares diferentes, no tan famosos o prácticamente desconocidos del que no sueles encontrar referencias en las guías. Y no es que desdeñemos nada usual, sencillamente se trata de disfrutar de “un régimen alimenticio” más variado, atrayente y sano.
De Ferrturas a Arriel desde Foratata. 20-8-06.

El Aguas Limpias. 5-6-07.

            El sábado 14 de Junio de 2003 es uno de esos días en los que decidimos hacer montaña en solitario. Hacía tiempo que queríamos patear algo al sudoeste de Arriel y desde aquel día en el que, ya fieles a nuestra costumbre de variar actividades, nos hicimos el Pequeño Arriel por la arista oeste, de camino hacia el Grande y comprobamos que la arista era transitable además de interesante, el compromiso con el Circo de Soba estaba en pie.

Cascada de Balzaroleta. 5-6-07.
            Hace calor en una mañana de calima perteneciente a un periodo seco y caluroso de Junio como difícilmente se recuerda. Hay buen tiempo asegurado y tras levantarnos a las seis y cuarto, a la siete y media estamos dejando el coche en La Sarra y partimos, Aguas Limpias para arriba en dirección norte y con camino conocido hasta pasar la Cascada de Balzaroleta y posteriormente la de Soba para desviarnos del camino general del valle que gira al este y continuar en dirección norte introduciéndonos en el Valle de Soba a la izquierda del Barranco.
Hayedo de Moncalbos. 5-6-07.

Subimos el hayedo por fuerte pendiente y alcanzamos la mallata donde confluye el Barranco de Garmo Negro y tras atravesar los diversos  y crecidos ramales de agua y pasar bajo la enorme surgencia, salimos del barranco para transitar ya por su orilla derecha sobre los praderíos de las Laderas de Soba.
Arriel desde el Barranco de Soba.

Surgencia en la Este del Barranco de Soba. 10-9-08.

            El camino nos puede conducir al collado pero hemos de retornar al fondo del circo para coger agua. Para ello alcanzamos el rellano en el que nace el barranco, superamos un par de neveros conocidos con nieve blanda, cogemos agua y por el espolón central del circo, limpio de nieve alcanzamos el Collado de Soba tras charlar un poco con uno de los que, claro, van o no van a Arriel.
Punta del Cuello de Soba desde el Cuello de Soba. 10-9-08.

            Son las diez y cuarto, la mañana es espléndida pero nos tememos que va a hacer mucho calor pues estamos a 2480 metros de altitud, en collado norte sur y no mueve ni la más minúscula brizna de viento.
El Inicio de la Cresta de Soba es fácil.

Contemplamos el primer tramo de descenso hacia el valle que desde la Cabaña de Soqués sube hasta Arremoulit, el Lurien, La Lie, los Arrieles..., será el plato visual del día.

A las diez y media tomamos la arista en dirección oeste  y después de hecho el trabajo “sucio” comenzamos el trabajo “duro.”
Picos de Soba y del Collado de Soba desde Moncalbos. 10-9-08.

            Ascendemos un pequeño dorso por cualquier parte para salir de la depresión y a continuación transitamos un blanquecino lomo horizontal que nos deposita en la base de un fuerte resalte que ascendemos entre la arista y la ladera sudeste. Desde las brechas de la arista contemplamos el circo colgante que llega al collado y unos considerables paredones a nuestros pies.

El terreno en su parte superior está algo descompuesto y encontramos algunas trazas de camino que nos conducen fácilmente a la Punta del Cuello de Soba a 2612 metros de altitud. Son las once de la mañana, hacemos una foto del tajo que nos aguarda junto a la cita de piedras y continuamos adelante girando con la arista un tanto al sur.
Punta del Cuello de Soba desde el Pequeño Arriel. 8-5-11.

            Iniciamos el descenso fácilmente por la arista para faldear minúsculos gendarmes ligeramente al este por no perder tiempo pues lo que tenemos delante se está empezando a complicar.

            La arista nos ofrece y continuará haciéndolo, alternancias entre el granito y diversas aureolas metamórficas de variadas coloraciones que van desde las negras pizarras hasta materiales metamórficos tan claros que son más propios de la caliza. Con ellos irá variando tanto la calidad de la roca como su estado de meteorización y por tanto el nivel de dificultad para moverse en ella.
Empleando las manos en la Arista de Soba.

            Faldeamos una brecha por el sudeste y recuperando la arista sobre la vertical de los paredones nos encontramos con una placa que defiende la brecha siguiente y que nos invita a buscar otra alternativa que no sea el filo.

            Tomamos un corredor vertical que nos ofrece escapatoria hacia el sudeste y bajando por el mismo con sumo cuidado alrededor de 40 metros, alcanzamos unas terrazas herbosas y unas viras, también herbosas, que nos permiten tras contornear un pequeño espolón vertical en suave ascenso, que baja de la arista, volver a la misma cuando ésta se allana un tanto.
La Areista de Soba desde el Cuello de Soba. 8-5-11.

            Un tramo un poco más sencillo nos conduce a un par de gendarmes que faldeamos también pero por el lado norte y que nos permiten contemplar el Circo de la Houn y tras ellos alcanzar la Brecha de Soba con la que se disipan, de momento, las dificultades. Debemos estar alrededor de los 2450 metros de altitud.

            Contemplamos el reducido circo sur subsidiario de las Laderas de Soba y continuamos, ahora  ya en ascenso hacia el Pico de Soba ascendiendo un corto  y amplio lomo que nos deposita bajo un resalte granítico claro que es un muro  vertical.

            Ascendemos por el este de la pared transitando pedrera con materiales de grandes proporciones en la que se asienta la cabecera de un par de neveros residuales, en uno de los cuales cogeremos nieve para rellenar las cantimploras. El calor es sofocante y cualquier desnivel nos apura y nos obliga a hacer frecuentes paradas.
Telera y Foratata desde Soba. 10-9-08.

            La parte superior del muro la hacemos por medio de un inclinado y estrecho corredor muy descompuesto del que, con cierto cuidado, nos salimos un poco a la arista sudeste. Luego por la misma, fácilmente alcanzamos la cima del Pico de Soba de 2622 metros de altitud.

 Son las doce y cuarto y en la plana cima echamos un cumplido trago de agua: media cantimplora para cada uno. Al paisaje ya hace rato que se han sumado Telera y Tendeñera, el Midí, el Pallas. Además, delante de nosotros tenemos la Cresta de Arrius que, en contra de lo que pueda parecer, será la que nos va a salvar y no porque nos demos la vuelta y nos vayamos para casa.

Para ver la Continuación.