La Sur de Garmo Carnicero desde la Majada de Musales.
Presa
de La Sarra, Pista a Ibonciecho, Refugio Ibonciecho, Oeste de Musales, Barranco
Corralones, Corredor Norte y Arista
este. Descenso por la Majada de Musales.
26-08-2014.
Salida 07 h. Llegada 12 h.
Sol.
Bastante fácil.
Ascensión.
Mapa de Musales procedente de Alpina. Vía en amarillo.
Aquel
día de Julio de 2010 al asomarme un poco a la Arista Norte de Musales me
quedaron claras algunas cosas y entre ellas que esa arista no era el camino más
adecuado para hacer ninguno de su dos vecinos: el Garmo Pipos y el Garmo Carnicero;
me quedó claro que acceder a cualquiera de esos picos era bastante incierto y complicado y además
el Garmo Carnicero se quedó aparcado en mi cerebro y marcado con tinta
indeleble: habría que ir al Garmo Carnicero, esa espléndida pared que vomita
impresionantes aludes sobre La Sarra y esa arista que moja sus pies en el Paso
del Oso.
Originalmente
pretendía afrontar la subida integral de la cara sur a partir de los prados
frente a Tornadizas en la orilla izquierda del Aguas Limpias. Se trataba de una
vía con un poco de bosque, un enorme barranco y unas viras herbosas en la pared
final.
Finalmente
y tras estudiar varias y diversas opciones como acceder por el Collado de
Ibonciecho mal llamado de Musales o por el Collado de Musales, entre subir por el Aguas Limpias o por
Ibonciecho me decido hacerlo por éste último lugar pero llegando directamente
al Collado de Garmo Carnicero. En Intenet, por una vez busco, no encuentro nada
por lo que definitivamente imaginaré que no debe ser muy visitado y eso me
gusta.
El
mes de Agosto de 2014 se complica por diversas circunstancias familiares y
pasará a mi historia como uno de los meses de agosto más pobres de actividades
montañeras, pero saco tiempo de donde supongo que lo hay y el día 26 a las
siete de la mañana estamos aparcando en la Presa del Embalse de La Sarra a 1430
metros de altitud.
La
mañana es cálida con desperdigadas nubes de viento en altitud y estamos
dispuestos a aprovechar la mañana tomando la Pista de Ibonciecho que
prácticamente en dirección norte de marcha ladera arriba con abundantes vueltas
atajadas cumplidamente por el camino viejo que seguimos.
En el Camino Viejo a Ibonciecho.
La
pista se encuentra recién reparada por lo que casi tiene aspecto de autopista.
Cuando pasamos esta primavera estaba hecha una pena pero se han pegado una
pasada de categoría. Ahora entiendo el descuido del Camino de Pondiellos y es
que no se puede llegar a todo.
Bajo el refugio de Ibonciecho.
Preciosas bocas de lobo en la Pista de Ibonciecho.
Progresamos
para arriba sin prisa pero sin pausa, atajamos todo lo atajable y alcanzamos el
Refugio de Ibonciecho situado sobre los 2050 metros de altitud cuando son las
ocho y cuarto.
Habíamos
pensado ir ganando altura en la Sudoeste de Musales para entrar al Barranco
Fabo o de los Corralones bastante arriba pero ante la duda de la incorporación
desde la Majada Musales al Barranco de los Corralones, decidimos faldear algo
más abajo: daremos más vuelta pero será más seguro.
Atravesando la Sudoeste de Musales.
Seguimos
la pista que marcha al oeste hasta la Tubería de la Central Hidroeléctrica de
La Sarra y a partir de allí vemos lo que vemos y decidimos hacer una travesía
prácticamente horizontal hacia el oeste que nos permitirá pasar primero y
fácilmente el Barranco de las Fajas
y proseguir luego en muy suave
ascenso con nuestra travesía en una ladera transitada por el ganado y que no se
complicará en ningún momento.
Tenemos
alguna tentación de incorporarnos a la majada de Musales cuya hierba se
encumbra bastante pero no caemos en la tentación y con paciencia benedictina
proseguimos el faldeo suavísimamente ascendente hasta que superamos el Crestón
Sudoeste de Musales y nos incorporamos con total facilidad a la amplia cuenca
del Barranco Fabo o de los Corralones.
Entrando al Barranco de los Corralones la Sur de Garmo Carnicero.
En
la travesía se nos han ido tres cuartos de hora pero ahora disponemos de un
enorme corredor perfectamente rectilíneo y uniforme que orientado al nordeste nos
ha de conducir al Collado de Garmo Carnicero.
Estaremos
sobre los 2150 metros de altitud y vamos a tener tiempo de contemplar el
collado que es nuestro objetivo y que estará situado 300 metros más arriba.
No
es exactamente un collado pues se trata de una doble brecha separada por un
potente y corpulento gendarme. La parte este a la que se puede acceder por un
corredor metamórfico bastante descompuesto aparece junto a la Arista norte de
Musales; al otro lado del gendarme, otro corredor medianamente vestido de
verdura y de aceptable aspecto conduce a otra brecha en la que aparece una
aguja y en el que se inicia la Arista Este de Garmo Carnicero y hacia allí
encaminamos nuestros pasos.
Al fondo la doble brecha del Collado de Garmo Carnicero.
El
corredor principal tiene la mayor parte cubierta de verdura y se sube muy bien
a la sombra de la mañana. En la parte alta, casi bajo las paredes buscamos la
verdura para incorporarnos al segundo corredor.
Corredor al Gendarme de la Este de Garmo Carnicero.
Entre
la verdura escalonada y los escalones metamórficos de su orilla izquierda, Juan
subirá por la derecha, subimos de cine y
en un pis-pás alcanzamos la brecha situada más al oeste y que nos ofrece la posibilidad de acceder a
la misma por el norte con la inseguridad de la presencia o no de paredes en la
zona intermedia de la pared.
La este del Garmo Carnicero desde la brecha.
El
gendarme entre brechas no hay que mirarlo porque “se hace miedo” y la Arista
Este del Garmo Carnicero que arranca aquí es poco más que una enorme
interrogante vestida de paredes. Pero como ya hemos visto la vía que permite un
relativamente fácil acceso por la cara sur siguiendo unas viras de verdura por
las que han marchado algunos rebecos, iniciamos el ascenso de la arista. Si hay
que darse la vuelta no perderemos demasiado tiempo.
En la este del Garmo Carnicero.
Hay
un par de gendarmes que faldeamos en ascenso por el norte siguiendo unas
pequeñas viras y corredores metamórficos que están hechos una caca y en los que
no es fácil conseguir apoyos que no estén medio rotos. Se trata de un tramo
bastante pestoso que nos permite cabalgar sobre las verticales paredes de la
ladera norte.
El
faldeo nos devuelve a la arista por encima de los gendarmes y por ella
proseguimos con un tramo fácil, casi de andar y con materiales mucho más firmes
que serán la constante del resto de la arista.
Tramo fácil de la arista bajo la Aguja cimera.
Superamos
fácilmente una siguiente prominencia que nos deposita en una brecha por encima de la cual se yergue una potente
aguja de aspecto fiero que no habrá que tocar ya que una amplia y muy inclinada
vira asciende por el sur permitiéndonos el faldeo.
La Cima del Garmo Carnicero.
Recorriendo la Arista Cimera del Garmo Carnicero.
La
vira, bastante escalonada nos permite
alcanzar un pequeño crestón que nos devuelve a la arista cuando esta se
allana y nos deposita en la parte oriental de la cima, una cresta alargada y
afilada que se puede caminar sin más y que nos lleva a la Cima del Garmo Carnicero
situado a 2593 metros de altitud. Hay
otra cima situada más al oeste pero no parece más elevada que ésta. Son las
diez menos cuarto.
En Garmo Carnicero en compañía del Gallo.
El "Señor Pallas" que tapo en la foto cimera.
Arriel.
No
hay hito cimero de piedras pero si un “pincho” gallo veleta junto al que nos
fotografiamos. Nos gustaría saber quién lo ha colocado allí y quizás le
preguntemos a Ursi Abajo el guarda del Refugio de Respumoso.
Balaitus y Frondiella Sudoeste desde Garmo Carnicero.
Garmo Pipos, Garmo Carnicero y Musales desde la Punta Oeste.
El
pico tiene unas vistas de auténtico pecado, destacando poderosamente de oeste a
este Foratata, toda la Cresta de Ferraturas-Soqués. Arriel, Pallas, Balaitus,
Frondiella Sudoeste, Crestas del Diablo, Cristales, Cambales, Aragón, Las Faxas
y cerrando el este, aquí mismo el Garmo Pipos y Musales. Al sur la Partacua al
completo deliciosamente iluminada, Escarra y la Pala de Ip, la Lana,
Barzapuchera, Arafita, Ministirio y la Inclusa.
Descendiendo la Arista Este del Garmo Carnicero.
Hacemos
algunas fotos y almorzamos relajadamente al sol. Se nos va media hora bastante
larga por lo que hay que emprender la vuelta que vamos a hacer descendiendo la
arista este de manera fiel y escrupulosa con el ascenso.
Allí se queda la este del Garmo Carnicero.
Alcanzada
la brecha descendemos un tramo del corredor
por donde lo hemos subido y tomando la pedriza la patinamos cuanto
podemos abreviando un tanto el descenso.
El Barranco Corralones y el acceso a la Majada d Musales.
Alcanzado
el corredor principal enseguida lo vamos a atravesar en suave descenso al
objeto de alcanzar el borde izquierdo del mismo de fácil acceso, por un par de
lugares al menos y que nos sitúan en la Majada de Musales, Por allí hemos
renunciado a subir por temor a la incorporación al corredor.
La Sur de Garmo Carnicero desde la entrada a la majada de Musales.
La
ladera se faldea bien pues los materiales están más estabilizados de lo que
suponíamos y con un corto ascenso de alrededor de una veintena de metros nos
situamos en la majada donde pasta un nutrido rebaño de ovejas.
Majada de Musales que atravesamos hacia el hombro herboso.
La
Majada de Musales es una enorme ladera de verdura que medianamente inclinada se
llega hasta la cima y que nosotros alcanzamos sobre los 2400 metros de altitud.
Hay
un hombro en la parte sudeste de la misma y orientados hacia allí practicamos
un suave descenso en diagonal dirigidos por el final de la pista que nos
aguarda allá hundida bajo el resalte subsiguiente.
Una
cómoda y suave media ladera herbosa y muy transitada por las ovejas nos permite
alcanzar el hombro desde el que vemos el Refugio de Ibonciecho. De por medio
tenemos el Barranco de las Fajas que habrá que cruzar pero cuando vamos a
hacerlo advertimos la posibilidad de bajarlo pues está relleno de materiales y
no tiene ningún salto.
Milenrama en Ibonciecho.
Por
el barranco nos bajaremos alrededor de 100 metros que nos depositan en la
salida del túnel que trae el agua de Respumoso y de Sancha Collons-Cubetilla.
Solamente nos queda descender unos metros de ladera en diagonal y alcanzar el
rellano en el que se asienta la cochinada del Refugio de Ibonciecho, una
marranada impropia del lugar que provoca el desdén y casi el vómito de todos
cuantos se acercan al mismo. Son las once y media.
Escarra, Pala de Ip, Foratatas y La Lana.
El
descenso de los atajos de la pista y los tramos de pista obligados los hacemos
a buen ritmo, entrados al pinar localizamos unos cuantos suillus y rúsulas muy
pasados y nos llegamos a La Sarra cuando son las doce y cuarto de la mañana.
En
las piernas 1200 metros de desnivel y en el alma la satisfacción del Garmo
Carnicero, un pico poco visitado en el que hemos encontrado dos vías posibles
de acceso, comprobado una de ellas y un solo hito en su camino específico.
El
pastor, que ha sido casi la única perdona que hemos visto en toda la mañana,
nos ha adelantado en la pista con si pikup.
¡Pirineo
masificado!