Nuestra vía en Ramougn. 3-10-09.
Cima de
Neouvielle, Arista Nordeste, Glaciar de Ramoungn y Corredor Norte. Descenso al
Glaciar de Ramougn y Lac Aubert.
30-07-1996.
10:30 h.
14 h.
Sol.
Bastante fácil.
Ascensión.
Juan Castejón,
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Ramougn procedente del IGN. francés. Vía en amarillo.
A
las diez y media, un poco pasadas, del 29 de Julio de 1996, cuando llega otra
cordada abandonamos la Cima del Pic Neouvielle, situada a 3091 metros, por su
facilísima arista norte y dispuestos a
no perder altitud que luego tengamos que volver a ganar, me asomo al collado al
que llega la vía normal de ascenso al pico y le propongo a Juan destrepar
directamente al Glaciar de Ramougn aprovechando que el nevero se encumbra
bastante y el resalte rocoso no tendrá más allá de 50 metros de altura.
Una mirada desde Cap Long. 3-10-09.
Efectivamente,
encontramos vía a base de viras, repisas y pequeños corredores con alguna cita
que en poco rato nos dejan en el glaciar salvada la correspondiente rimaya.
Hay
huellas en la cresta de los que han hecho la arista, hay huellas bajo uno de
los difíciles dientes de la arista sur y dos corredores claros: uno al norte de
aproximadamente 125 metros de longitud que llega directo a la cima y el otro,
próximo al anterior, algo más corto, en el que el nevero se incorpora bastante
y que desemboca en la arista oeste a media altura y que nos parece será el más
utilizado para el ascenso al pico.
Ramougn desde Neouvielle. 30-7-96.
Atravesamos
el glaciar horizontalmente sobre los 2875 metros de altitud, dejamos las
mochilas y con los piolets y la cuerda nos vamos a la entrada del corredor
, por nieve sombreada en la que no
quedará otro remedio que tallar pequeños peldaños por no ponernos los crampones
y permitir que Rosa suba sin problemas.
Alcanzamos
el corredor y progresamos unos primeros 50 metros fáciles y con
abundantes presas en el que hay que apoyar las manos continuamente.
Segundo largo en Ramougn. 30-7-96.
Tras
pasar un gran bloque empotrado característico casi al final desembocamos en una
fuerte brecha que se asoma a Cap de Long y nos encordamos.
Subimos
unas primeras lajas graníticas a toda cresta que nos depositan en el inicio de
un pequeño corredor que nos saca de la
arista y nos introduce, tras una corta travesía en la cara norte del pico.
Desde la Cima de ramougn los Circos de Cap Long y Tourrat. 30-7-96.
La
travesía se continúa con otro largo de cuerda que se inicia con un diedro
bastante expuesto tras contornear una torre.
El
último largo de cuerda es más fácil alternando lajas con pequeños diedros y que
en conjunto suponen una pequeña travesía al encuentro del corredor que llega
directo a la cima. Nosotros no llegamos al corredor sino que proseguimos por
nuestra “vía directa.”
Cara este de Neouvielle desde Ramougn.
Son
las doce y estamos en medio del amontonamiento de lajas graníticas que es la
Cima del Pico Ramougn a 3011 metros de altitud, segundo tresmil del día y decimosegundo
y último de nuestra actividad en el Macizo de Neouvielle.
Saboreamos
la cima. Había que subir a Ramougn porque es el pico más característico del
macizo; su “vía normal” se las trae. Michel Sebastien se pasa unas rayas cuando
dice: “Hay que ir a este pico extraordinario, que yo he admirado tantas veces
como todos vosotros. No resulta muy difícil ni siquiera para los excursionistas
de baja altura que somos.”
Destrepando con guantes en Ramougn. 30-7-96.
A
lo mejor podría haber precisado un poco más diciendo: los excursionistas, la
mayoría ni se lo mirarán con intención de subir, muchos montañeros se darán la
vuelta al ver su casquete somital, pero para escaladores con experiencia es
fácil.
Hacemos
fotos y nos despedimos del macizo, es un excelente pináculo para una celestial
despedida. Aquí, a tiro de piedra se quedan el Trois Conseiliers de Neouvielle,
el Turón y el Reboul-Vidal por culpa del mal tiempo y de nuestra falta de
ambición. Cualquiera le dice a mi chica que nos vamos por la Brecha Chausenque
para hacerlos y bajar luego por Las Terrazas de Cap Long al Paso del Gato.
Ramoung desde encima de la Brecha de Neouvielle. 2-7-00.
El
descenso es una repetición escrupulosa del ascenso pero más fácil por conocida
y en veinte minutos estamos recogiendo los piolets, bajando la ya reblandecida
nieve recogemos las mochilas y nos bajamos el Glaciar de Ramougn en dirección
norte al encuentro del camino de subida
esquiando todos los neveros que nos lo permiten.
Alcanzamos
el Glaciar de Neouvielle en su parte intermedia. Ahora solamente resta
continuar camino abajo al encuentro de los lagos.
Ramougn desde el Glaciar de Neouvielle. 30-7-96.
Me
adelanto para poner a refrescar en el agua unas latas que hemos olvidado en el
coche a la mañana. Son las dos cuando llego al coche, he bajado mejor que nunca
y ahora es cuando me empiezo a encontrar en condiciones. Hoy han sido 1300
metros movidos en seis horas y media. De algo han tenido que vales los 5000
metros hechos en los cuatro días anteriores.
Llegan
los socios, nos bebemos las latas todavía calentorras y decidimos volver a
comer a nuestro refugio pues he olvidado una bolsa pequeña colgada en la que,
entre otras cosas sin importancia, está el primer carrete de fotografías. Juan
hubiera preferido comer entre pinos junto al lago pero agradecerá la sombra-
penumbra del refugio, hoy estamos hartos de tanta luz a base de sol y nieve y
también la comodidad y la frescura.
Lacs de Adoubert, Aumar y Laquettes. 30-7-96.
Después
de comer nos hacemos café y un segundo café con la cabeza a la sombra y el
cuerpo al sol mientras contemplamos desde Reboul-Vidal hasta Ramougn, ¿quién da
más?
Pero
a las cinco hay que irse para casa. Bajamos el valle con poca circulación y a
buen ritmo nos subimos hasta el Túnel de Bielsa dejando aparcadas las nieblas
en los fondos de los valles franceses.
Salimos
del túnel a la luz y al calor del sur; esto es otro país. Por eso los gabachos
pegan tanto por estos parajes.
Croquis de Neouvielle procedente de Juan Buysé.
A
la entrada en Ainsa vemos a Alvarito Correas. Echamos unas cervezas y una
charrada pues hace ya tiempo que no nos veíamos. Se hacen agradablemente las
siete.
A
las ocho y cuarto dejamos a Juan al cuidado de Margarita y nosotros a lo
nuestro que será Salou pasado mañana sin ir más lejos.
Para ver el Comienzo.
Para ver el Comienzo.