La Arista oeste de Marioules.
Boca norte del Túnel de Bielsa, Vallón de Saux, Col de
Aiguillette, Pico de Aiguillette, Arista Este y Pico Marioules por su arista
este. Descenso al Puerto de Bielsa, Barranco Nere y Boca Norte del Túnel de
Bielsa.
28-03-2010.
Salida 10 h. Llegada 15 h.
Sol.
Fácil.
Ascensión.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Aiguillette y Marioules procedente del IGN. francés. Vía en amarillo.
Son
las diez menos cuarto de la mañana cuando llegamos a la boca norte del Túnel de
Bielsa y aparcamos en la orilla oeste de la carretera. Es 28 de Marzo de 2010 y
una mañana dominguera además de agradabilísima en la que hemos tenido que hacer
un corto trayecto de coche pues hemos pasado la noche en el Refugio de la Ronatiza de Pineta.
Son
las diez cuando iniciamos la marcha a 1821 metros de altitud
con poca mochila ya que llevamos puestas las polainas y los crampones además de
los piolets en la mano. Ligeros se va mejor aunque enseguida tendremos que
quitarnos los forros polares pues la mañana está dulcemente cálida.
Alud de fondo en el Alto Valle de Saux.
El
Vallón de Saux orientado al sur-sudoeste
nos contempla desde sus amables laderas perfectamente innivadas, más si
cabe, ya que nos encontramos con una capa de nieve reciente de alrededor de 20 centímetros de
espesor y muy poco trillada aunque ya hay gente por arriba y alguna huella de
descenso. Ayer sábado la concurrencia debió ser muy reducida.
Valle de Saux hacia el Col de Aiguillette.
Una
serie de suaves resaltes sucesivos nos van a permitir elevarnos el busca del
Col de Aiguillette que se ve desde la mayor parte del recorrido, Transitamos
fundamentalmente por la orilla derecha del barranco que se encuentra
absolutamente relleno de nieve y enseguida pasamos frente a un alud de fondo
surgido de la ladera izquierda del mismo. Será el único que veamos en las
inmediaciones del recorrido del día.
Laderas bajo el Col de Aiguillette.
En el Col de Aiguillette.
Contemplando
las evoluciones de una pareja en la norte del Aiguillette nos acercamos a la
parte alta del valle y alcanzamos a una pareja de zaragozanos con los que
charlamos un rato tras agradecerles complicadamente su huella sobre la nieve
profunda. Luego, abrimos huella nosotros en la parte más erguida del valle pues
la de los esquiadores y raqueteros no nos ha gustado hasta que finalmente y
casi en el collado las huellas se juntan y con ellas alcanzamos el Col de
Aiguillette situado a 2400
metros de altitud.
Barrosa y Puerto Viejo desde el Col de Aiguillette.
Son
las once y media de una mañana suntuosa y el collado nos regala la plástica
inigualable de la arista que desde el Puerto Viejo se eleva elegantemente hasta
el Pico del mismo nombre, emergiendo de la lóbrega pared norte del Aiguillette.
La huella de paso horizontal entre collados está rellena.
Gerbats y Gela desde el Col de Aiguillette.
Contemplamos
y fotografiamos los inconfundibles picos de Gerbats y Gela, así como la parte
alta del Valle de la Gela
y la zona más norte de los Murallones de Troumouse sobre el impecable lienzo en
que duermen el invierno los Lacs de Barourde.
Cornisas sobre las que transitaremos de camino hacia Marioules.
Nos
despedimos de nuestros compañeros que se quedarán deshojando la margarita de su
futuro mientras que nosotros nos vamos primero por la arista para introducirnos
enseguida en la cara norte del pico siguiendo el camino de los dos esquiadores
que hemos visto desde abajo. Hay huellas sobre la arista pero las desechamos.
Resalte Cimero de Aiguillette.
Unas
cetas medianamente erguidas sobre una pared que en su parte intermedia se pone
muy tiesa nos permiten acercarnos a un crestón rocoso que nace de la cima.
Luego, la pared se acuesta ligeramente y nos deposita en un abrigado y
minúsculo rellano del que salimos en corto ascenso para alcanzar la cima del
Pico de Aiguillette situado a 2517 metros de altitud.
La Norte de Puerto Viejo.
Son
las doce menos diez cuando hacemos algunas fotos desde la cima, contemplamos la
huella que ha subido por la arista, nos deleitamos con la Arista del Pico del Puerto
Viejo y nos regalamos con la amplitud del Valle de Pinarra en el que hay una
huella por su orilla derecha. Atrás aparecen los murallones de Barrourde hasta,
con seguridad, el Pic de Troumouse.
Con Barrosa detrás.
Al
este nuestro inmediato futuro el que distinguimos una suave arista llena de
cornisas que se encumbra en el Pico Marioules y más allá conduce al Pic
Bataillance enmarcado por el Garliz al norte y el Marty Caberrou al sur.
Nuestro primer objetivo es el Marioules pero todo se verá con esta nieve.
La Oeste de Marioules.
De
la cima del Aiguillette, pelada por el viento, descendemos en dirección este y
tomamos una débil huella de esquís que pretende transitar a media ladera
siguiendo el fácil trazado de un PR., aunque nosotros hacemos un poco nuestro
propio camino contemplando las cornisas de la arista y el Valle de Saux por el
que acabamos de subir.
La
nieve está bastante profunda y sin estabilizar se pega como si fuera maseta y
se hacen unos zuecos tremendos en mis viejos crampones sin antizuecos. No hay
mayor problema que la incomodidad de algunos apoyos en un terreno suave. Luego
ya se verá.
Pasamos
un primer resalte inconsistente y nos acercamos, de nuevo por la huella de los
esquiadores hacia la preciosa pirámide del Pico Marioules cuya erguida y
elegantísima arista oeste está vestida de profusas cornisas.
Localizamos
a alguien en la cima y decidimos faldear el pico para ir al encuentro de la
huella que ascenderá al mismo.
El
faldeo resulta ciertamente incómodo en una ladera muy erguida y con una nieve
con la que hay que prestar muchísimo cuidado. La huella de los esquís vale de
bien poco y mi chica abre huella sobre la misma al objeto de que a mí se me
hagan menos zuecos.
La
travesía en suave ascenso nos conduce a un pequeño hombro en la arista este del
pico, lugar en el que coincidimos con los esquiadores. Son un grupo de
valencianos que se van como motos para
abajo pues no les gusta un pelo la nieve.
Nosotros
tomamos la arista y detrás de una pareja de San Lary nos vamos para arriba con una arista fácil en la que subiremos
alrededor de 50 metros .
Arista recorrida desde la Cima de Marioules.
De Marioules hacia el este: Arret, Sorrue, Marti Caberrou y Salcorz.
En
la cima del Pico Marioules situado a 2586 metros de altitud
charlamos brevemente con los franceses, echamos una visual retrospectiva de
nuestro camino de la jornada y nos vamos para abajo por el mismo camino cuando
es la una menos cuarto.
Garlitz y los Resaltes Rocosos de Abeillere.
Resalte en la este de Marioules.
El
descenso hasta el hombro es conocido y breve. Lo mismo sucede con un par de
resaltes cortos de la arista pero ante otro resalte importante hay que abandonarla
e introducirse en la cara sur coincidiendo con una de las zonas más erguida de
toda la ladera. Suerte que la nieve está un poco más pesada, cede ligeramente
al paso pero inmediatamente se asienta de manera medianamente consistente. Con
mucho cuidado descendemos el resalte hasta pasar por debajo de unas
afloraciones rocosas e iniciar otro faldeo casi en horizontal que nos vaya
acercando al Puerto de Bielsa.
Faldeo delicado de la Sur de Marioules.
El
flanqueo es pestoso pero la nieve, más profunda y soleada ahora nos facilita la
tarea. Un suave ascenso nos deposita en la estrecha brecha del Puerto de Bielsa
situado alrededor de los 2400
metros de altitud.
Llegando al Puerto de Bielsa.
Suelza y Fulsa desde el Puerto de Bielsa.
Es
la una y cuarto y de nuevo coincidimos con los valencianos que inician el
descenso por la cara norte del puerto al encuentro con el Barranco de Nere.
Nosotros nos sentamos en la nieve para
comer un poco mientras contemplamos la conocida silueta de Suelza y Fulsa sobre
el Valle de Urdiceto.
La
decisión está tomada: no proseguiremos arista adelante con esta nieve y más
teniendo en cuenta que la ladera de la siguiente prominencia sigue igualmente
erguida y no nos va a regalar nada.
La Norte del Puerto de Bielsa.
Media
hora después tomamos el corredor de salida del Puerto de Bielsa en dirección
norte y nos introducimos en la nieve profunda que aquí ha dejado profusamente
la nevada de la noche del viernes.
La Norte del Marioules.
Bajamos
a buen paso por cualquier parte clavándonos casi hasta la rodilla. Los zuecos
que a mí se me hacen gigantescos aminoran sus efectos con una capa tan profunda
de nieve polvo.
Barranco de Nere lleno de nieve.
Bajamos
contemplando la cara oeste del Pic Garliz al que le tenemos echado el ojo y
cuando queremos darnos cuenta estamos sobre el lecho del barranco Nere
completamente cubierto de nieve como nunca lo habíamos pateado. Ya nos hemos
incorporado a la conocida ruta que conduce al Bataillance y que recordamos del
pasado otoño con tintes invernales.
Estrangulamiento del Nere.
Las
cascadas del Nere están rotas con estas temperaturas y poco después alcanzamos
el aparcamiento de la orilla este de la carretera cuando al barranco se le
acaban de abrir los primeros ojos de agua.
Son
las tres de la tarde y mientras hacemos el recuento de los 800 metros de desnivel
movidos tomamos una cerveza al fresco de la nieve del día mientras dejamos que
se sequen los crampones y las polainas al agradable vientecillo del
aparcamiento en la boca norte del Túnel de Bielsa. Entre tanto me digo que la
próxima que sea con los esquís y, a ser posible, con la nieve más primavera.