29 jul 1995

10.95. PIRAMIDE VINCENT Y VUELTA POR BALMENHORN. 29-7-1995.



Pirámide Vincent desde Balmenhorn.

Collado y Pirámide Vincent, Arista Sur, Balmenhorn, Col de Lys, Glaciares de Grenz y Gorner y Rotboden.

29-07-1995.
Salida 11 h. Llegada 12.15 h.
Sol.
Bastante fácil.
2 d.
Ascensión.

Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Croquis de Pirámide Vincent procedente de Tobacco. Vía en amarillo.

Desde las Rocas de Balmenhorn situadas a 4167 metros de altitud nos vamos sin mochilas, con los anoraks puestos y las cantimploras además de los piolets y los crampones puestos.
            Descendemos una nieve blanda hasta el Collado Vincent situado a 4088 metros de altitud, algo menos de 100 metros y desde allí, por la cara norte, ascendemos tranquilamente y sin buscar las huellas hasta la Cima de Piramide Vincent situada a 4215 metros, lugar en el que también habíamos estado la vez anterior.
Desde la Cima de Pirámide Vincent.

            Hay gente por todas partes, es sábado 29 de Julio y son las once y media de la mañana.
            Continuamos por la nevada cima en dirección suroeste hasta que esta se convierte en arista. Allí dice Rosa que se queda, que ella no baja hasta allá abajo para ver lo mismo que desde aquí.
            Y posiblemente tenga razón pues las nieblas están sobre los fondos de los valles italianos. A pesar de ello Juan y yo decidimos marchar. ¿Qué vamos a hacer si no?
            La arista es mixta y tiene dos resaltes rocosos. Iniciamos el destrepe del primero que enseguida se mete en unos artificiosos pasos que hay que salvar con bastante atención. Luego vienen unos pasos aéreos a toda cresta ya que el este está cortado a pico y el oeste es una zona muy descompuesta, vestida de pequeñas manchas de nieve blanda y también bastante vertical.
            Desembocamos en lo alto de una torre bajo la cual está el primer tramo de arista nevada. Bajamos un poco, miramos por aquí y por allá… Hay que emplear la cuerda pues otra cosa sería poco agradable y tenemos tan pocas ganas…
            Nos sentamos al sol en la pinganeta y nos entretenemos contemplando como viene una pareja. Que ha contorneado por el este el resalte inferior.
            Rodean la torre por el oeste y charlamos un poco con el primero mientras asegura. Hemos decidido ya no bajar. Yo creo que estamos de más en el monte.

Col de Lys saliendeo de Balmenhorn.

            Se ha desocupado el tramo vertical de la cresta bajo el que nos encontramos ya que una cordada grande se ha dado la vuelta y con el camino libre volvemos a todo trapo al lugar donde nos aguarda Rosa que se alegra de que no hayamos bajado puesto que, en el fondo, le fastidiaba quedarse.
            Nos volvemos a la Cima de Piramide Vincent y continuamos para abajo con la intención de patinar el nevero que no se dejará. Hemos hecho ya nuestro último pico por este año aquí y por mi cabeza pasa la idea de que pueda ser el último en los Alpes.
            Es la una del mediodía y de nuevo estamos en el refugio. Vamos a disponer de una enorme tarde para deshacer nieve, beber y aprendernos de memoria el paisaje. Nosotros aprovechamos un rato nuestra gloria particular horizontales en las literas de arriba en las que se está bastante bien puesto que han practicado una ventana hacia la entrada, imaginamos que a consecuencia de algún fallecimiento anterior por ahogo.

Liskamm desde el col de Lys.

            Se seca todo lo húmedo, la gente va desapareciendo de los alrededores y va pasando la tarde lentamente, casi agónicamente. Es nuestra larga y  distendida despedida de los Alpes.
            Nos metemos dentro al caer la tarde y hacérsenos fresqui ya que el tiempo se ha asegurado y no han subido las nieblas. Compartiremos refugio con cinco italianos con los que charlamos de casi todo incluido futbol y política, con ellos es inevitable.
            Cenan y cenamos, el refugio se ha caldeado con el calor humano y el de los infernillos, los italianos se acuestan arriba y nosotros en un ángulo del comedor con colchonetas y mantas.
            Nada más ponernos horizontales llega una pareja que discretamente hace sus cosas en la entrada y luego se acuesta junto a nosotros. Esta noche no pasaremos ni calor ni apreturas como hace tres años.

Zunsteinspitze y Gnifetti desde el Collado de Lys.

            ¡Qué diferentes suelen ser las vivencias a menudo similares! Hace tres años emergíamos de nuestra primera complicación importante y nos quedaba casi todo por delante; hoy casi todo lo previsto ha concluido y nos vamos. Estamos en el mismo refugio pero… casi nada es igual.
            Hay ha sido un día en el que casi sin estrenarnos hemos subido 586 metros y bajado 975 y nos hemos dejado lo más sabroso sin hacer. Dormiremos este sábado aunque haya sido prácticamente un  domingo como manda Dios, es decir, de descanso.
            Amanecemos al domingo 30 de Julio de 1995 a las seis menos diez: bien.
            Después de desayunar recogemos con facilidad ya que las mochilas andan más flojas y a las siete salimos de Balmenhorn como unos señores. Hace un ligero y fresco vientecillo a esta hora en la que está llegando el sol y que justifica gorro y guantes.

De Dufour a Parrot desde el Col de Lys.

            Iniciamos nuestro camino en dirección norte buscando la huella que transita la salida superior del Glaciar de Grenz que será nuestra vía de descenso.
            Queremos alcanzarla  horizontalmente pero hemos de virar un tanto al nordeste para no entrar en los paredones. De esta manera alcanzamos la zona central y más elevada de esta meseta glaciar, cabecera de los Glaciares de Lis y Grenz. Y tras descender una pared de alrededor de 100 metros ya soleada a estas horas; alcanzamos, tras salvar unas grietas importantes, la huella que buscábamos.  Nos ha costado un poco más de lo que esperábamos pero ahora ya todo para abajo.
            El inicio del descenso está bastante agrietado, pero a estas horas no nos preocupa. Sabemos que será largo y agrietado y nos hemos encordado.
            Bajamos a buen ritmo y nos cruzamos con cordadas que suben. Charlamos con unos que se paran y nos dicen que hay que bajar por la derecha, cosa que ya sabemos, y nos parece un poco de pedantería por su parte, sin más.

Bajando el Glaciar de Grenz antes de la sorpresa que nos han anunciado.

            Bajamos el resalte sobre el que nos hemos parado y en el rellano fotografiamos las torres de hielo de la Cascada Superior. La nieve y la huella están buenas para cramponear.
            Poco después llegamos a la segunda cascada de seracs siguiendo la huella a través de grietas muy abiertas para la pendiente en la que nos encontramos y comprendemos las razones del aviso de la pareja: la huella se introduce en medio de la cascada de seracs rodeada de torres de hielo importantes. Hay huellas en el fondo de la primera grieta pues alguien ha debido practicar escalada en hielo y nosotros tendremos que volver sobre nuestros pasos y marcharnos completamente a la derecha del glaciar para tomar una nueva huella.
            Para eso hemos de atravesar un sistema de grietas con puentes regulares y contornear horizontalmente la cabecera de un muro de hielo que bajaremos a continuación.
            El muro, muy vertical, se sumerge en una enorme grieta. La huella zigzaguea en una pendiente  fortísima con un patio espeluznante. Cabalgando sobre el vacío de una gran grieta viramos hacia el centro del muro luego atravesamos con cuidado otras y salimos del muro.
            -¡Será posible cómo ha evolucionado el glaciar en estos tres años! Había algunas grietas pero únicamente en las cascadas de los resaltes.

Glaciar de Grenz y Liskamm.

            -Bueno, alguna vuelta ya dimos.
            -Si, pero ahora si nos descuidamos, lo que tenemos que hacer es darnos la vuelta. Creo que en que pasen unos días será complicadísimo o medio imposible pasar por aquí.
            -¡Ya harán otra huella!
            Lo que iba a ser un descenso seguro y relajado se ha llevado su tiempo y toda nuestra atención. Continuamos para abajo pasando grietas y saliéndonos a las rocas de la morrena lateral derecha nos sentamos a almorzar.

Cabaña Monte Rosa con el Gorner a la izquierda.

            Allí se queda brillante el Liskhamm que nos enseña su espléndida cara norte iluminada por el sol mientras que nosotros por terreno mixto inestable y lleno de neveros  dejamos atrás la parte baja del Glaciar de Monte Rosa y a través de pulidas lajas de granito en las que sorprendemos una nutrida bandada de perdices nivales, nos llegamos al refugio Monte Rosa. Son las diez de la mañana.
            Tan solo damos una vuelta alrededor del refugio recordando y seguidamente continuamos para abajo.
            El descenso al glaciar  desde las lajas pulidas de granito llenas de arenillas unido a la rimaya continua que presenta el Glaciar de Grenz en esta zona está complicado. Nosotros lo hacemos utilizando las sirgas instaladas.

Adiós Liskamm. Despídenos de Monte Rosa.

            Fotografiamos el Breithorn y algunas mesetas de glaciar y nos disponemos a atravesar el Gorner.
            Vestido de abundantes y profundas grietas nos obliga a dar abundantes vueltas en medio de desafiados turistas que pululan por allí y que miran.
            Nos cuesta un buen rato atravesar el glaciar y la salida a la morrena lateral derecha está también muy abierta, liosa y complicada. Utilizamos alguna cuerda que encontramos por allí y terminamos por alcanzar el camino.
            Ahora, con las piernas cansadas, nos queda un conocido repecho, largo y trillado que nos permite ascender 225 metros de desnivel que nos conduce a la estación Rotboden.  La mañana calurosa hace largo rato se convierte en sofocante entre turistas y pratenses. Juan se despide haciendo fotos a lo que dejamos atrás y yo harto ya meto la directa y aterrizo en la plataforma de la Estación tras pasar junto al Riffelsee. Son las doce y cuarto.

Glaciar de Grenz Monte Rosa y Liskamm desde Rotbodem.

            Visitamos las instalaciones de la estación para ver las posibilidades que ofrece como refugio accidental mientras comprobamos como son invadidos por una nubosidad creciente los espacios que hemos transitado recientemente aunque ya no nos preocupa.
            Sacamos billetes a 30 francos suizos por barba y nos subimos a un tren que baja lleno a rebosar. Intentaré una foto del Cervino que está demasiado cubierto ya e incluso me saldrá movida lo que no importa demasiado pues tengo bastantes.
            A la una se nos alegra la vista con las floridas balconadas de Zermat.
            ¡Cuántas cosas han cambiado desde aquel 89 en el que expectantes salíamos de los Pirineos por primera vez para marchar a los Alpes! Nuestra experiencia, nuestra capacitación, nuestras ansias por conocer algo nuevo, nuestras más ambiciosas metas y lo que ni siquiera eran metas… ¿Será más importante lo desagradable del esfuerzo que la satisfacción obtenida?¿ Estamos sobrados de asumir riesgos y condenados al sillonbol donde nada imprevisto nos pueda despeinar?¿Dejaremos aparcado en cualquier rincón olvidado nuestro gastado carnet de impenitentes machacas a fuerza de cumplir años mentales?...¿Qué bonito está Zermat con su eterno esposo el Cervino!
            A las dos menos veinte estamos en Tach. Ducha con agua caliente en el cámping. Luego en una tienda de recuerdos compraré una litografía del Cervino y luego, tras pagar 6’5 francos por día y tras meter todo en el coche nos marchamos a nuestro aparcamiento particular y a la sombra de un joven alerce comemos con tranquilidad benedictina y celebramos nuestros Alpes. Esta vez, la celebración no amarguea siendo dilatada, relajada y placentera; vamos, que se nos hacen las tantas en la tornasolada sombra del alerce.
            Recogido todo en el coche iniciamos la vuelta con algunos problemas para depositar la bolsa de basura. Luego nos enteraríamos en Salou de que cada bolsa les sale por alrededor de 300 pesetillas y tienen que andarse con cuidado, llenarlas y cerrar los contenedores con candados.
            Pasamos la frontera por la carretera habitual y en Chamonix paramos para dar una vuelta por el pueblo. La tarde se ha ido complicando por arriba.
            Pasado Flumet cenamos en una zona de esparcimiento y sobre las once nos bajamos un poco más bajo para plantar las tiendas y pasar la noche.
            Hemos tenido una salida suave  con alrededor de 250 metros subidos  y 1600 bajados y a Dios gracias no hemos terminado hechos unos zorros. ¿Será que, al igual que los vinos, mejoramos con el tiempo?
            Allá arriba, en el eterno reino de las nieves se diluyen los pensamientos mientras penetramos en el dulce paraíso de los sueños.
            El 31 de Julio es lunes fin de vacaciones y nos lo pegaremos todo en la carretera desde las siete menos cuarto hasta las diez y media que llegamos a casa.
            Al subir las escaleras le he echado la acostumbrada mirada al poster del Cervino y me he dicho que yo también he estado allí.
            Dos días después nos marcharemos a Salou con nuestra hija a descansar y a dar tiempo para que se cure algún que otro repelón en las espinillas, recuerdos no queridos de tropezones de altura. Allí también se irá arreglando la piel de la cara que es lo único que hemos llevado al descubierto y nos curaremos temporalmente de las purulentas heridas que el vértigo de esas paredes tan verticales y heladas  que hemos querido ver por cualquier parte, han producido en nuestras candorosas almas.

9.95. LUDWIGSHOEHE, CORNO NERO Y BALMENHORN. 29-7-1995.

La Norte del Corno Nero su vía normal visto desde Ludwigshoehe.

Punta Parrot, Collado de la Piode, Ludwigshoehe, Collado Zurbriggen, Corno Nero  y Balmenhorn
29-07-1995.
Salida 09 h. Llegada 10:30 h.
Sol.
Fácil.
Ascensión.

Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
           
Croquis de Ludwigshoehe, Corno Nero y Balmenhorn procedente de Tobacco. Vía en amarillo.

En la Cima de Punta Parrot hace fresqui pues van a ser las nueve de la mañana del 29 de Julio de 1995 y campa el viento a pesar de que el sol domina esplendorosamente el cielo. Estamos a 4436 metros de altitud y no vamos a permanecer gran cosa en la cima.
            Hacemos algunas fotos y contemplamos un paisaje que conocemos bastante bien al menos en la que se refiere a la vertiente suiza, Italia es otra cosa y enseguida nos vamos cresta adelante ya que la cima es una fina arista nevada que desciende suavemente en dirección noroeste. No son todavía las nueve de la mañana.

Hacia Ludwigshoehe y detras Pirámide Vincent y Corno Nero.

            Casi al final de la misma la arista se derrumba sobre la pared suroeste. Son unos pocos metros pero suficientes para que una cordada se dé la vuelta. Bajamos el tramo final cediéndoles la huella con lo que alcanzamos el Collado de la Piode situado a 4285.
            Desde el collado ascender al Ludwigshoehe es un puro entretenimiento, son alrededor de 50 metros de desnivel facilitos de los que prácticamente ni nos enteramos.

Cima de Ludwigshoehe.

A las nueve y veinte estamos en la Cima de Ludwigshoehe a 4341 metros de altitud, cima que ya conocíamos con anterioridad.

Liskamm desde Ludwigshoehe.

            La nieve sigue igual, dura en las zonas venteadas y buena en las zonas abrigadas al sol; así que, el descenso hacia el Collado Zurbriggen lo hacemos por medio de la pared sudoeste contemplando tranquilamente  a una pareja que maniobra en el Corno Nero.

Liskamm desde Ludwigshoehe.

            La Cara Noroeste del Corno Nero está labrada por una infinidad de huellas. Hace tres años había una solamente. La nieve a la sombra de la mañana es puro hielo pero con tanto escalón, no hay otro problema que no sea elegir entre varios todos válidos.
            En mitad de la pared nos cruzamos con la pareja que veíamos en la punta. Son los franceses del refugio con los que conversamos un poco. Nos dicen que en Balmenhorn hay gente.

Corno Nero bajando de Ludwigshoehe.

            Continuamos para arriba y poco antes de las diez de la mañana alcanzamos la aérea Cima del Corno Nero a 4321 metros de altitud. Nos llegamos hasta las lajas superiores y nos sentamos un poco. Es la segunda vez que llegamos a esta cima, una joya de las que componen la corona de la cabecera del Glaciar de Lis.

Ludwigshoehe, Parrot, Gnifetti y Zunstein.

            No tenemos prisa pero el viento nos echa para abajo enseguida. La bajada no tiene otra historia que descender la escalonada pared hasta el collado. Allí reorientamos nuestros pasos para faldear la cara noroeste del pico contorneando una enorme grieta y prosiguiendo un  suave y corto descenso que nos aproxima a las Rocas de Balmenhorn.
            Cuando llegamos a la base de la pared nos llevamos una buena  sorpresa: la ventisca ha debido arrimar nieve a la pared sur y tras salvar una pequeña rimaya ascendemos por nieve hasta la altura de los últimos tramos de las escalas bien enterrada.

La Sur de Dufour desde el Collado de Lis.

            Son las diez y media de la mañana, estamos a 4167 metros de altitud en el Refugio Vivac del Cristo Delle Vette o de Balmenhorn. Esta igual que lo conocimos hace tres años y dentro hay gente como nos han anunciado.

En Balmenhorn.

            Echamos un trago y comemos un poco puesto que hemos concluido con nuestro proyecto para la jornada de hoy, claro, no haciendo todo lo que estaba previsto. Había calculado terminar alrededor de las dos y creo que no andaba demasiado desencaminado. Bueno, ahora ya da igual.

            A las once ya no tenemos nada que hacer y decidimos marchar hacia Punta Giordani, así mañana saldremos directamente para abajo.

Para ver la Continuación.

28 jul 1995

8.95. PUNTA ZUNSTEIN Y PUNTA PARROT DESDE PUNTA GNIFETTI. 29-7-1995.


Puntas Zunstein, Gnifetti y Parrot desde el Collado de Lys.

Refugio Gnifetti, Collado Gnifetti, Punta Zunstein, Collado Gnifetti, Collado Piode y Punta Parrot.
29-07-1995.
Salida 07 h. Llegada 09 h.
Sol.
Fácil.
Ascensión.

Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
           
Mapa de Puntas Zunstein y Parrot procedente de Tobacco. Vía en amarillo.

            En el Refugio de Punta Gnifetti, el más alto de los Alpes a 4556 metros de altitud, dormimos en las alturas. Se hace calorcillo y más se hará durante una noche que resultará cómoda y cálida a pesar del ventarrón que nos amenizará en una buena parte. No dormiré demasiado pero tampoco creo que necesite más.

La Cabaña Margherita en la Cima de Punta Gnifetti.

            Este enorme y cálido caserón no carece de casi nada a pesar del lugar en que se encuentra. Imagino que la sección libre abierta para el invierno, aun que no tan cómoda como en temporada, supondrá una auténtica gozada y un seguro de vida inestimable en el caso de que pudieran surgir complicaciones con el tiempo.

Arista Signal desde Punta Gnifetti.

            En el duermevela de antes de levantarse la verdad es que me invade una sensación de que todo parece estar hecho, es un poco la confirmación de ese imperceptible sentimiento que advertí en la Cima del Cervino, cuando relajadamente contemplaba el paisaje en tan ansiado momento.

Pirámide Vincet y Punta Giordani desde el Refugio Gnifetti.

            La gente no mueve excesivamente pronto pero algunos si lo hacen mucho antes que nosotros que lo hacemos cuando son las seis menos diez de la mañana del 29 de Julio de 1995.

Desde la Cabaña Margherita Puntas Zunstein, Dufour y Nordend.

            Desayunamos tranquilamente en la zona libre del refugio, preparamos los bártulos y a las siete, una hora de pecado, salimos a la calle ya encordados. Nos recibe el sol ancho patalero y el viento algo enfurecido todavía.
            Hacemos algunas fotos de las desafiantes crestas que concluyen en la Punta Gnifetti, destacando sobre todas ellas la Cresta Signal y comenzamos el día caminando en descenso una vez más, igual que ayer y anteayer, cosa no muy corriente en la montaña.

Cara Sur del Casquete Somital de Zunsteinpitze.

            La nieve ventada se ha transformado en puro hielo pero con los crampones se va bien. Salimos de la punta y al amparo de la cara norte  no se está nada mal. Bajamos hasta la parte alta del Collado Gnifetti situado a 4452 metros de altitud y tomamos una suave arista que nace allí mismo, la Nordeste de Punta Zunstein, nos vamos para arriba hacia su nevado casquete somital.
            Algún paso rocoso fácil, gente que baja… en poco más de media hora alcanzamos la Cima de Punta Zunstein situada a 4563 metros de altitud.

Dn la Cima de Zunsteinpitze.

            En la cima hay dos cruces metálicas conmemorativas. Contemplamos un paisaje  de multitud de valles italianos desconocidos y ya llenos de nubosidad desde la que afloran las crestas; pero nuestra vista se va hacia el norte. Allí esta ese terreno tantas veces imaginado pero difícilmente reconstruible en base a lo visto y lo dibujado en planos y mapas.

Mascullando nuestra decepción tres años antes en Punta Dufour. 27-7-92.

            Ahora todo está bastante claro: la Punta Dufour que es una arista afiladísima se remata con un paredón vertical y poco amplio. A ambos lados de este aparecen dos collados, el Silbersattel al norte comunicándola con la Nordend y el Grenzsattel que se comunica con la Punta Zunstein al sur. Lo que seguimos sin saber es qué será Grenzgipfel, si se tratará de la intersección de las tres ramas o si será el nombre que recibe el paredón este en el que se remata Punta Dufour.

Arista Norte de Punta Zunstein o Zunsteinpitze. 

            De cualquier forma el patatar es aéreo y delicado pero se puede hacer echándole el tiempo que requiere. Hay gente que ha pasado el Collado de Grenz y está subiendo el trozo de paredón que parece similar a cualquier tramo de la Arista de Hornli del Cervino.

Cabaña Margherita desde el Collado Gnifetti.

            Sabíamos que el Grenzsattel había que hacerlo con cuidado pues lo pintaban como un tramo mixto, algo suelto y aéreo; y el acceso desde el Silbersattel tenía un corredor estrecho. Ahora lo que vemos confirma las informaciones sin más y lo que queda completamente zanjada es la imposibilidad de flanqueo directo entre los dos collados.

Seracs de Punta Zunstein.

            Pero el tema es otro. Mi señora no quiere ni pensar en hacer la Nordend, los franceses dijeron que había mucho hielo, aunque yo no creo que su información sea muy válida sobre todo después de su extraño comportamiento de ayer.

Hacia Punta Parrot.

            Juan y yo estamos un tanto apáticos pero a pesar de ello les propongo descender en dirección al Grenzsattel para ver el asunto más de cerca, pero también me falta fé.

Seracs de la Noroeste de  Punta Parrot

            Descedemos algunos metros por una arista sombreada y vestida de nieve hielo. Es muy pendiente y me creo que en un periquete nos hubiéramos puesto abajo, pero nos damos la vuelta sin siquiera llegar al fondo. ¡Joder! ¿A qué hemos venido?

Arista Sudeste de Punta Parrot.

            Volvemos a la Cima de Punta Zunstein y nos vamos para abajo por el mismo camino pero enseguida acortamos de frente cuando nos encontramos próximos al Collado Gnifetti. La gente campa por todas direcciones.
            Bajo el collado nos abrigamos un poco. Rosa y yo nos ponemos el anorak por segunda vez desde que vinimos a Alpes.

En la Cima de Punta Parrot con el Liskamm.

            Descendemos suavemente en dirección sur transitando bajo Punta Gnifetti hasta aproximarnos, ya por la huella, al Seserjoch situado a 4299 metros de altitud.
            La Pared Norte de Punta Parrot no llega a tener 150 metros de desnivel pero su primera parte está bastante tiesa aunque se sube bastante bien gracias a una huella perfectamente trazada. De cualquier forma nos agita un tanto la respiración.

Monte Rosa desde Liskamm Oriental.

            Una zona intermedia suave nos conduce tras un gran bloque rocoso a una especie de arista que nos lleva poco después a la Cima de Punta Parrot situada a 4436 metros de altitud cuando son las nueve menos cuarto de la mañana.

27 jul 1995

7.95. PUNTA GNIFETTI O SIGNALKUPPE. 28-7-1995.

Desde el Plateau de Lys la Punta Gnifetti con la Cabaña Margherita.

Collado de Lis, Plateau de Lis y cara oeste.
28-07-1995.
Salida 14 h. Llegada 16 h.
Mixto.
Bastante fácil.
Ascensión.

Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez. y Mariano Javierre.

Mapa de Punta Gnifetti procedente de Tobacco. Vía en amarillo.

            Hemos hecho la muela pero todavía nos queda el medio colmillo. Sentados en las rocas y al sol aunque las nubes tan pronto suben como bajan, nos quitamos los crampones, nos desencordamos y nos relajamos en un mediodía caluroso y pesado aquí abajo. El Studckristfelse es una especie de promontorio, silla, que se eleva ligeramente sobre la zona oeste del Col de Lis.
            Se nos va una hora., ya nos habíamos ganado este pequeño descanso.
            Cuando vamos a reemprender la marcha aparece sobre la Cima Oriental del Liskamm una pareja. Parecen los franceses que nos han dicho que querían hacer la travesía. Hoy solamente la hemos hecho tres cordadas.

Gnifetti, Parrots y Liskamm Este desde Liskamm Oeste.

            Comentamos que si son los franceses, estamos casi seguros, les hemos sacado entre el Castor y el Liskamm, dos horas y media como poco; lo que puede significar… que son muy lentos y no lo que estabais pensando.
            El amplísimo Collado de Lis es un enorme plateau glaciar que tenemos que atravesar en dirección sudeste hasta alcanzar la zona central sobreelevada. Su ascenso se hace pesado debido a la nieve blanda en la que comenzamos a clavarnos y al calor de un mediodía en el que las nieblas se han cerrado a nuestro alrededor y no demasiado lejos, además de que no corre la más leve brisa.

Al fondo Punta Gnifetti desde Liskamm Oeste.

            Transitamos bajo el Collado Zurbriggen y perdiendo un poco de altura, la mínima, giramos con la huella y nos orientamos al norte afrontando la larga pendiente que transita bajo el paredón de seracs del Ludwishoehe.
            La huella sigue ascendiendo suavemente hasta enfrentarse al Collado de la Piode y de allí se encarama en la pared oeste de Punta Gnifetti.
            Vamos sin encordar pues el glaciar está muy cerrado y la huella muy transitada, cada uno a nuestro ritmo relajadamente comentando la jornada. Finalmente llegan las nieblas y nos engullen, les ha costado pero al fin…

Punta Dufour y Punta Zunstein desde el Plateau de Lys.

            Sabemos que nuestro destino está próximo y tampoco tenemos ni ganas ni razones para forzar el ritmo. El día ha sido interesante y quieras que no nos pasa su factura este largo repecho que negociamos tranquilamente.
            A pesar de todo, nuestro ritmo es muy decente y vamos dejando atrás a algunas cordadas mientras viramos con la huella al este, en medio de una niebla espesísima Para afrontar el ascenso del casquete somital.
            Adelantamos a unos italianos que nos dicen si hemos hecho mucho footing por el Pirineo cuando ya deambulamos a ciegas en busca del refugio, al paso que el viento que campa por la punta nos zarandea y refresca de buena manera.

Gnifetti y Parrots desde el Plateau de Lys. 

            Casi nos damos de narices con la Cabaña Margherita. Son las cuatro de la tarde cuando alcanzamos la Cima de Punta Gnifetti o  Signalkuppe que es dónde se encuentra y a donde queríamos llegar nosotros.
            La temperatura del interior del refugio es agradabilísima en comparación con lo que hace ahora fuera; vamos, que se nota la diferencia pues no haciendo demasiado frío la nieve está helada.

Seracs en Punta Parrots.

            Estamos a 4556 metros de altitud. Se trata del refugio más elevado de Europa, se construyó como observatorio por el gobierno italiano, pero ahora creo que tiene mejor destino más teniendo en cuenta nos enormes telescopios de los que se dispone en la actualidad.
            Ponemos a ventilar nuestras pertenencias, cuerda incluida, no sabemos si también se secarán y nos asignan literas al módico precio de 28000 liras per cápita incluido un impuesto de 2000 liras por bajar nuestros purines al valle. Estos italianos tienen que dar la nota en algo, lo que sea, son la leche.

Cabaña Margherita en al cima de Punta Gnifetti al día siguiente.

            Nos dan agua caliente, hacemos té y bebemos, hemos perdido líquidos por un tubo pues no en vano hemos subido 1507 metros y bajado 721 metros además de llanear bastante pues el recorrido de hoy 28 de Julio de 1995 ha sido enorme.

Desde Punta Gnifetti Piramide Vincent y Punta Giordani.

            Descansamos, charlamos con el personal, hacemos de guías para el Liskamm mientras los italianos le pegan al vino que es un primor. Luego cenan y después cenamos  con la sorpresa de que nos cobran el agua por ser más de las ocho de la tarde, un extra según ellos. ¡Y nosotros que por prudencia no la hemos pedido en medio del lío de la cena!
            La tarde ventilada ha terminado por llevarse las nieblas. Mañana hará buen día.

Desde Gnifetti, Zunstein, Dufour y Nord Dend,

            Sobre las nueve nos subimos a nuestras literas. Las habitaciones tienen un laberinto de pasillos adornados con enormes maromas para abandonar el refugio en caso de emergencia por los ventanales de la cara sur. Pero ojo al dato, ya que el refugio se encuentra medio colgado sobre una estructura de hormigón armado que pende sobre un brutal vacío de la cara sur del pico y equivocarse de ventana puede ser peor que quedarse dentro.