19 nov 2006

24c-06. LA CANAL DEL PALOMO. 19-11-2006.


Canal del Palomo en Vadiello.

De abajo a arriba. Es única.

19-11-2006.

Desnivel acumulado 250 m.
Distancia recorrida 2500 m.
Tiempo efectivo 01:45 h.

Sol.

Difícil.

Caliza pulida por el paso de agua y zonas con verdín.
Vía ferrata semiequipada. Contaba con 190 clavijas y 3 grapas. No tenía sirga. Había un tramo de sirga suelta en la Placa de regreso fuera de la canal.

Mejor que no haya agua en la canal

 Juan Castejón Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.


Mapa de la canal del Palomo procedente de Prames. Vía en amarillo.

            El domingo 19 de Noviembre de 2006, está recién caída la primera nevada de la temporada, el tiempo previsto es medianucho  para el Pirineo y decidimos marchar a Guara en busca de mejor tiempo, no sin recordar la ocasión anterior en la que pillamos un remojón de los de aúpa, también en busca de buen tiempo.

            Pero en esta ocasión  se viene Juan. Nos había dicho que hacía muchísimos años que no iba por allí.

            Son las tres y cuarto de la tarde y la jornada está concluida pues hemos hecho el Mallo de San Jorge y nos hemos alargado hasta el Borón. A lo sumo… daremos un paseo por la Canal del Palomo. No será más que cosa de media hora.

            Cogemos el coche y  nos bajamos hasta el aparcamiento junto al puente por el que la carretera atraviesa el Barranco de Vadiello.

            Sin mochilas nos vamos por la orilla izquierda del barranco y enseguida alcanzamos el acceso a la canal en la base de los paredones orientados al sur. Se trata de una fisura en la roca que se prolonga sobre los verticales paredones y de la que suponemos saldremos enseguida por alguna vira utilizada al efecto

            Juan hizo la canal hace un paquete de años y nosotros no sabemos nada de ella.

Entrada a la Canal del Palomo.

            Un paso largo nos permite alcanzar el primer grupo de clavijas que ayudan a superar una placa vertical de manera fácil. Inmediatamente la fisura se ahonda y agranda mientras nosotros progresamos suavemente por su orilla derecha hasta alcanzar inmediatamente otra serie de clavijas fáciles que nos introducen en el fondo de la canal donde se aloja una primera balsa.

            La canal es sencillamente preciosa y acogedora a pesar de que se pone de pie  y comienza nuestra tarea de estirar el cuello en busca del final de las clavijas instaladas en el siguiente tramo. A la vez, la canal lleva agua y hay que poner cuidado en la incorporación a la pared para no entrar de patas en la balsa llena de cristalina agua.

            Flanqueamos la balsa con las clavijas y progresamos en la canal hasta superar el resalte que nos conduce a un nuevo pozo, el de la Abarca como luego sabremos pues investigué, pues todos tienen nombre.

            Un nuevo tramo de clavijas nos deposita a salvo del agua en un ensanche de la canal que cuenta con una amplia cueva en su orilla derecha. Y donde suponemos que estará el final de la canal pero cuando yo llego, que voy detrás dando tiempo a Rosa para que progrese cómodamente, Juan ya ha flanqueado la balsa por su orilla derecha y se incorpora sobre las clavijas del siguiente resalte de aspecto un poco más serio quizás o a lo mejor es que nos lo parece tras el desencanto que supone en nuestro cerebro la idea de que el tema se alarga y... se complica ligeramente, más después de que hemos pasado abajo junto a un cartel indicativo que reza algo así como que “pueden faltar algunas clavijas”.

            Enseguida comenta Juan que “aquí hay un paso un poco largo”. La clavija está en medio del agua y “yo te ayudo” si te hace falta.

Formas labradas por el agua en la Canal del Palomo.

            El paso resulta desagradablemente largo para Rosa pero tampoco es nada del otro jueves. ¡Con lo fácil que habría sido colocar de nuevo una clavija en lugar de un cartel!

            Superado el paso viene una nueva balsa y van ya... de tal manera que no recuerdas bien ni cuántas ni por qué lado la has pasado. Solamente tienes ganas de que termine el asunto pues vamos a pelo en unos tramos que son muy angostos, absolutamente verticales y lisos lavados por las aguas, y que ahora están mojados pues corre abundante el agua.

            Juan no recordaba gran cosa de la canal que hizo en seco y ni se sabe cuanto hace. Guardaba una imagen que tenía poco que ver con el marrón en el que estamos metidos.

            El tramo del Hospital es particularmente estrecho, vertical y le falta alguna clavija, lo que unido a un cierto cansancio que se va acumulando, empieza a complicarnos las cosas. Juan ayuda a Rosa a superar un paso ayudándole a remontar hasta la clavija siguiente que parece alejársele continuamente y yo comienzo a estar seriamente preocupado. Rosa que en estos casos le echa cojones y punto,  empieza a pelear con el terror que se instala en su mente como consecuencia de la impotencia física que le embarga.

            La canal es absolutamente espectacular y decididamente salvaje pero en nuestras condiciones no estamos para contemplaciones deleitosas aunque yo tengo tiempo suficiente para ello, pues casi siempre espero que salga Rosa del paso si no tengo que ayudar por debajo para luego ascender a todo trapo sin preocuparme demasiado de la pureza del estilo de escalada.

            De vez en cuando aparece alguna clavija doblada y eso que al principio era un problema ahora ya no tiene tanta importancia, nos preocupan más las que faltan y las mojadas. Nosotros ya hace algún rato que llevamos las botas y las manos mojadas lo que no ayuda en absoluto. Suerte que el agua y el ambiente no están fríos en absoluto.

Un pasaje en la canal del Palomo

            Una caída sería peligrosa no por la altura ni por los golpes sino porque cualquiera sabe lo que se podría uno hacerse con alguna clavija. Pensarlo me seca la garganta y bebo agua de la poza.

            La llegada al Paso Felipe es muy complicada por la falta de clavijas y porque no te puedes ni siquiera empotrar en una canal completamente mojada que se ha ampliado casualmente. Rosa está muy cansada y Juan se las ve para que pueda remontar el enorme y difícil paso tras dejarla que se descanse un poco. Yo le propongo a Juan salir por arriba o por abajo e ir a por una cuerda de los escaladores que estaban en los alrededores, pero continuamos con un tramo similar en el que Rosa pierde un pié y cae yendo a parar a la correspondiente poza sumergiéndose casi totalmente. Hay suerte que ni se estropea el móvil que lleva en un bolsillo.

            Yo que en un paso anterior ya me ha hecho el brazo de canal bajante de agua, me echo de patas a la balsa, pues ya da igual, para ayudar a levantar a mi chica que lo hace como un rayo y colocándome debajo de ella le ayudo a iniciar el remonte siguiente y aquí no ha pasado nada. Rosa chorrea agua por todas partes

            Una grapa marca el Paso Felipe y tiene incalculable valor después de un largo y expuesto tramo en el que, gentilmente, mis compañeros me regalan con un remojón de categoría: han hecho dique con las botas en el agua mientras Juan ayuda a Rosa a remontar el final y cuando Rosa saca la bota del cauce me llega la riada. Pero es igual subo el tramo como un poseso dispuesto ya a lo que sea.
            Un par de grapas enfrentadas permiten la salida de un resalte más y el tramo final es igualmente vertical, se va estrechando hasta  convertirse en una rendija en la que faltan las últimas clavijas y no hay forma de adherirse a tan resbaladiza pared. Juan saca a Rosa desde arriba y yo empotro un pié en el agua y haciendo expansión con el cuerpo y los brazos me incorporo impulsándome sobre la última clavija más con rabia que con fuerza. Es el paso final.

Tobogán superior en la Canal del Palomo.

            Cuando levanto la vista mis socios están entre la vegetación de lo que me parece un delicado jardín en el rellano terminal bajo los Murallones del Ciego que también así se llama al circo superior.

            La Canal del Palomo que acabamos de subir a pelo fue descendida en los años 50 por la élite escaladora de Peña Guara y equipada posteriormente con 199 clavijas y 5 grapas. Nosotros no habremos utilizado más de 190 clavijas y 3 grapas. ¡Lo que habríamos dado por haber utilizado las que faltan! Bueno, ¡una delicada sorpresita!

            Ante nosotros se cierra el Circo Ciego con unos espectaculares paredones sobre los que se asientan abundantes palomares, cavidades en la roca perfectamente orientada al sur. Nosotros viramos al este y nos dirigimos hacia el Paso de la Losa, una placa equipada con una sirga medio suelta pero que no ofrece más dificultad que la que uno se crea en la mente después de subir la canal y transitar no demasiado seguros con los pies hartos de agua y las botas todavía mojadas.

            Luego descendemos unas clavijas bastante aéreas que no son difíciles entre las sospechas de que vamos descendiendo hacia las paredes de escalada de la zona este de la canal y que solamente faltaría que nos llevaran a alguna vía con rápeles incluidos.

            Y en un momento así parece. Una cita mal colocada nos precipita sobre los cortados asomándonos al amplio corredor situado al este de las paredes de escalada, lugar por el que no podemos bajar.

            Vamos a dar la vuelta cuando localizamos a una pareja, el paso está un poco más arriba. Volvemos sobre nuestros pasos enseguida y alcanzamos una placa expuesta, vertical, muy bien equipada con clavijas y que no supone ninguna dificultad, que permite el acceso al amplio corredor en el que se dibuja la salida.

            Unos metros más abajo todavía media docena de clavijas permiten bajar un último resalte que nos deposita en el amplio corredor vestido de los arbustos clásicos de la zona.

            Atravesamos el resto del corredor en ascenso diagonal hacia el este hasta que, tras rodear un pequeño espolón, alcanzamos el contrafuerte en el que nos espera el camino de descenso que hemos utilizado hora y media antes.

            Un cuarto de hora después estamos de nuevo en el coche. Son las cinco de la tarde y hemos liquidado alrededor de 1000 metros de desnivel de los que 200 han sido de la Canal del Palomo, justo lo que le he dicho a Juan a la salida. En Guara, está claro que hay que ir con cuerda e incluso para la Canal del Palomo con algún cordino que utilizar como escalerilla, o mejor no ir ni con paraguas, total por ce o por zeta siempre sales remojado.

Ai quieres puedes ver el Comienzo.


           

           

24b-06. EL BORON. 19-11-2006.


Casquete somital del Borón.
 
Base del Mallo de San Jorge, Punta Ligüerri, Cresta de los Pepes, Cuello Ligüerri y Cara Sudoeste. Descenso por el mismo camino a Vadiello.

19-11-2006.

Salida 10 h. Llegada 15 h.

Sol.

Muy fácil.

Ascensión.

Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa del Borón procedente de Prames. Vía en amarillo.

             Fuera de la pared, dejamos el Mallo de San Jorge  y retomamos el camino  en el redondeado lomo y nos vamos en dirección nor-noroeste siguiendo la parte superior de los Mallos de Ligüerri en suave ascenso al espléndido sol de la mañana del 19 de Noviembre de 2006,  que invita a la relajada conversación y a la contemplación de tan espléndido paisaje.

            Vamos girando al norte y alcanzamos la Punta Ligüerri sobre los 1200 metros de altitud y allí nos paramos a almorzar frente a la cara sudoeste del Borón. Son poco más de las diez de la mañana.

Noroeste del Borón desde las Paules. 22-8-07.
 
            El día da para la tranquilidad pues no tenemos mucho tajo previsto y el almuerzo se dilata hasta las once menos cuarto.

            Proseguimos abandonando el cordal principal y al noroeste nos  introducimos en descenso en la Cresta de los Pepes.

El Borón desde Vadiello.
 
            Bajamos hasta el primer resalte, contemplamos las posibilidades de hacer la cresta, echamos cumplida visual a las Mallos de Aliana y nos damos la vuelta sobre nuestros pasos para recuperar el cordal principal.

Borón desde Gabardiella. 22-8-07.
 
            Alcanzada la parte alta de la arista descendemos en dirección este pasa salvar la pared norte. Encontramos el primer paso en la pared de conglomerado y bajándola nos introducimos en el bosquete de boj y carrasquilla que se anida bajo la pared.

La Oeste del Borón.
 
            Atravesamos el bosquete y proseguimos en suave descenso tras ganar la loma hacia el Cuello de Ligüerri sobre los 1120 metros de altitud.

            Allí y en dirección nordeste iniciamos el ascenso de la transitada pared siguiendo cualquiera de los múltiples caminillos que la surcan. Son alrededor de 200 metros de desnivel que hacemos buscando el terreno más firme fuera de la salpicada vegetación que cubre la amplia ladera rellena de materiales muy sueltos y que hacen penosa la subida.

En la Cima del Borón.

            Terminamos casi trepando las últimas lajas, cansados de tanta pedreguilla suelta en la que abunda caliza numulítica lechosa y sonrosada y alcanzamos la alargada cima del Pico del Borón situado a 1313 metros de altitud.

Numulites en el Borón.
 
            Son las doce del mediodía y recorremos la largada cima asomándonos a los verticales paredones de la cara nordeste del pico en cuyo fondo se aloja una de las estrechas ramas del Embalse de Vadiello por la que desemboca el Guatizalema vigilado por las espléndidas paredes de La Espada y el Proyectil. Abandonamos la cima por la zona noroeste de la mima bajando las pedreras en dirección oeste para faldear bajo los paredones en dirección sur al encuentro del Cuello Ligüerri. Luego por idéntico camino volvemos hasta las proximidades de Mallo de San Jorge parándonos a comer en la cabecera del Barranco de Lazas al cálido sol del mediodía.
 
Rusco con fruto.
 
            Comemos tranquilamente y retomando el camino nos introducimos en la canal de acceso para descenderla tranquilamente ganar el espolón y bajarnos por la inclinada senda al coche. Son las tres y cuarto de la tarde y la jornada está concluida. A lo sumo daremos un paseo por la Canal del Palomo. No será más que cosa de media hora.

Puedes ver la Continuación.

24a-06. EL MALLO DE SAN JORGE. 19-11-2006.



Mallos de San Jorge.
 
Aparcamiento de la Presa de Vadiello, Corredor Sur y Cara oeste.
 
19-11-2006.

Salida 08 h. Llegada 10 h.

Sol.

Bastante fácil.

Ascensión.

 Juán Castejón, Rosda Mª. Martínez y Mariano Javierre.


Mapa del Mallo de San Jorge procedente de Ptrames. Vía en amarillo.


            El domingo 19 de Noviembre de 2006, está recién caída la primera nevada de la temporada, el tiempo previsto es medianucho  para el Pirineo y decidimos marchar a Guara en busca de mejor tiempo, no sin recordar la ocasión anterior en la que pillamos un remojón de los de aúpa, también en busca de buen tiempo.

            Fue en Abril del pasado año y ahora volvemos a la carga ya que las nieblas no nos dejaron ver nada. Claro, a Guara vamos cuando el tiempo está complicadillo como poco y así nos va.

            Pero en esta ocasión  se viene Juan. Nos había dicho que hacía muchísimos años que no iba por allí y Rosa se dio cuenta.

            A las siete, con un poco de retraso partimos hacia Huesca y a las ocho y cuarto estamos aparcando en el aparcamiento de las proximidades de la Presa de Vadiello.

            La mañana está estupenda y comenzamos a deleitarnos con las vistas de los alrededores. Nada que ver con las recordadas nieblas pasadas.

Romero en flor bajo la Canal Oeste al Mallo de San Jorge.3-4-05.
 
            Tomamos el empinado camino que partiendo de los 750 metros de altitud remonta el contrafuerte sudeste de los Mallos de Ligüerri de manera consistente entre la vegetación mixta que cubre la ladera y de entre la que destaca la carrasquilla, el boj y el romero todavía florecido.

            Vamos en dirección noroeste y enseguida alcanzamos la arista del contrafuerte donde se arrellana el camino y se introduce en suave descenso en una estrecha canal situada al sudoeste del Mallo del Puro, no sin antes mostrarnos una espléndida imagen del conjunto de los Mallos de Ligüerrri iluminados por el cálido sol de la mañana.

            La canal es bastante angosta, sostenida y vertical que gana altura resalte a resalte. En ella se instala con cierta dificultad la vegetación propia de la zona y que los montañeros utilizan convenientemente pues para trepar todo sirve: tan pronto hay que superar algún resalte rocoso como pasar alguna rampa terrosa en la que te ayudas tanto de viejas raíces como de gastados tallos de cualquier vegetal a mano.

Mallo de San Jorge y el Puro. 6-12-07.
 
            Son 150 metros largos de canal que terminan en un embudo que se abre hacia el Collado de Ligüerri por el que accede a un rellano cubierto de vegetación. Allí giramos a nuestra derecha, un poco al norte, sobre la cabecera de una redondeada loma, atravesamos la cabecera de otra canal situada al noroeste del Mallo de San Jorge con lo que nos situamos frente a su cara oeste en la parte en la que el mallo tiene paredes más cortas aunque igualmente verticales.

            Nos introducimos en la cabecera de otra pequeña canal cubierta de vegetación, en suave descenso y alcanzamos la pared del mallo.

            Utilizamos un pequeño boj para incorporarnos a la pared mediante un largo paso que nos permite alcanzar unas clavijas fáciles que  nos depositan en un pequeño nicho del que parte a nuestra izquierda un pasillo equipado con una sirga horizontal que asegura la travesía y de paso nos mete en medio del paredón surcado por dos negras escorrentías.

El Embalse de Vadiello.
 
            Inmediatamente al norte de las mismas y sobre un lomo vertical aparecen una hilera de clavijas que permiten el ascenso de la lisa y vertical placa suspendida en el, aquí profundo abismo de la cara oeste.

            Se trata de una decena de clavijas bastante bien situadas que hay que ascender con cuidado y que nos permiten alcanzar un tramo de pared muy inclinado pero más asequible  en el que aparece trazada una débil senda que inmediatamente nos conduce a la cima el Mallo de San Jorge que rondará los 1050 metros de altitud.

Detalle de la Sur del Mallo de San Jorge. 6-12-07.
 
            Son las nueve y cuarto de la mañana y desde la plana y amplia cima contemplamos una buena parte del Embalse de Vadiello y la zona de San Cosme con Ermita y Huevo. Aquí, a nuestros pies está el espectacular Mallo de la Mitra y hacia el noroeste se dibujan los Mallos de Lazas y el Borón. Detrás Fragineto con sus espléndidas canales y al fondo Guara.

            A Rosa no le pega la ropa en el cuerpo pensando en el descenso pues no hemos traído la cuerda que aquí es aconsejable sobre todo para asegurar un poco el descenso.

Mallo de San Jorge desde la entrada al Barranco de Vadiello. 6-12-07.
 
            Un cuarto de hora después, parece ser que el tema de la fotografía no va a ir muy sobrado, nos vamos a por las clavijas que bajamos sin más que con cuidado. La “seño”, con alguna indicación de Juan que baja delante, se marca un casi saleroso destrepe en la espectacular placa cuya fotografía no saldrá, cosa de las cámaras prestadas.

            Fuera de la pared retomamos el camino  en el redondeado lomo y nos vamos en dirección nor-noroeste siguiendo la parte superior de los mallos de Ligüerri en suave ascenso al espléndido sol de la mañana que invita a la relajada conversación y a la contemplación de tan espléndido paisaje.
 
La Mitra y nuestra vía de acceso al Mallo de San Jorge.
 

 

11 nov 2006

23-06. ERATA DESDE ESPIERRE. 11-11-2006.

La Oeste de Erata.

Espierre, Ermita de San Juan, Cara Oeste y Arista Sur. Descenso por el Collado de Espierre.

11-11-2006.

Salida 14 h. Llegada 18 h.

Sol.

Muy fácil.

Ascensión.

 Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.


Mapa de Erata procedente de Prames.Vía en amarillo.


            Erata es un monte tradicional del entorno físico de Sabiñánigo, al igual que lo es Gué,  Oturia, Cancias  u Oroel. Es uno de esos montes a los que el personal, de cuando en cuando sube. Nosotros hemos subido unas cuantas veces e incluso lo utilizamos como alternativa para esos días que o bien por inclemencias meteorológicas, o por falta de tiempo nos permiten una escapada tanto física como mental.

            Es 11 de Noviembre de 2006. Mi chica sale a las dos del trabajo y nos vamos inmediatamente. Puente de Olibán, Orós Bajo, Orós Alto, el Sía y tomamos la pista hacia Sobrepuerto. Dejamos a nuestra izquierda la entrada a Barbenuta y proseguimos un poco más hacia el nordeste hasta alcanzar el Caserío de Espierre.

Erata desde Espierre.

            Son las dos y media de la tarde y aparcamos el coche en el pueblo, cogemos unas pequeñas mochilas y nos echamos pista adelante. Estamos a 1225 metros de altitud, la barrera se puede pasar pero por media hora más o menos de camino…

            La soleada pista transita bastante plana la ladera derecha del valle y se alarga,  mientras nos muestra la cara oeste de Erata, alrededor de 3 kilómetros hasta alcanzar la Ermita de San Juan una pequeña joya románica del Siglo XI situada junto a la pista.

            Alrededor de 1 kilómetro más adelante, la pista que ya se ha estropeado algo se va hacia el norte y un caminillo poco transitado se orienta hacia el Barranco de Espierre.

            Estamos a 1500 metros de altitud, pasamos el barranco y avanzamos en dirección este-sudeste saliendo del sotobosque de boj y genista y entrando a la pradera alpina completamente limpia de nieve y abrasada por el verano. Este año las nieves se atrasan.

            A veces hemos subido por el camino de la arista nordeste, otras veces entre las dos ramas del barranco. Hoy nos vamos un poco más hacia Pelopín, que hay dos.

            Primero suavemente y luego de manera más consistente vamos remontando la amplísima ladera contenida entre las dos ramas del barranco aproximándonos a la arista.

Cañón de Ordesa desde Erata.

Ripera y Tendeñera.

            Poco después alcanzamos la arista alomada un poco por encima de los 1900 metros de altitud y girando al norte nos vamos en suavísimo ascenso contemplando paisaje.

Sobre Ordesa neblinas intermitentes.

Las Peñas y Forato desde la Cima de Erata.

            No son todavía las cuatro y cuarto cuando alcanzamos la Cima de Erata situada a 2004 metros de altitud.

Pelopín desde Erata.

            Junto al vértice geodésico echamos un trago y picoteamos un poco mientras nuestra vista recorre, a pesar de la neblina de la tarde, la Sierra de Tendeñera y Ordesa. Allí están espléndidamente iluminadas las caras sur de Sabocos, Tendeñera y Otal. Ordesa queda más al este prácticamente limpia de nieve salvo la zona de las Tres Sopores que tienen ya una primera mano de blanco. En el fondo Escartín y Otal. Toronzue, Ronata, Pelopín y Manchoya  se contrastan con las luces y sombras de la tarde.

Aspecto lunar de Ordesa desde la Cima de Erata.

            Un cuarto de hora después proseguimos loma adelante  como si quisiéramos bajar por el Collado de Otal hacia Cotefablo, pero antes de que la loma se incline hacia abajo en dirección nordeste nosotros lo hacemos pero en dirección noroeste.

            Vamos descendiendo en busca del caminillo que se alargará hacia el Puerto de Yésero y alcanzamos los primeros pinos que sobresalen del Paco de Yésero ya muy cerca del collado.

            Desde el collado nos vamos al sudoeste orientados por los restos más altos de la vieja pista hasta coincidir con ella.

            Luego, unas cuantas lazadas en descenso nos depositan en el lugar que la hemos abandonado a la subida.

En Erata 16-2-92.

            En la Ermita que está cerrada echamos una ojeada por fuera sin perder demasiado tiempo puesto que la tarde va de camino y seguidamente proseguimos pista abajo. La tarde que sigue buena, a pesar de todo se refresca y nos invita a ponernos los guantes, al igual que en la arista.

            Son las seis de la tarde un pelín pasadas  cuando llegamos a Espierre. Alguna chimenea humea y es que el pueblo que conocimos prácticamente abandonado, cuenta con alguna casa restaurada y tiene mejor pinta.

            Ponemos fin a una jornada más, que hemos disfrutado en completa y agradable soledad y en la que hemos movido alrededor de 800 metros de desnivel.

            En el coche, pista abajo especulamos sobre la llegada de las nieves que este año se atrasan ligeramente.

           

           


           

           

4 nov 2006

22-06. GUARA POR USED. 4-11-2006.

Nieblas sobre Guara.

Aparcamiento de Used, Pista de los Fenales, Refugio de los Fenales, Cara Sureste y Arista Este.

04-11-2006.

Salida 09 h. Llegada 15 h.

Nieblas.

Fácil.

Ascensión.

Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.


Mapa de Guara procedente de Prames. Vía en amarillo.
 
            Han anunciado un tiempo regular  para el sábado 4 de Noviembre de 2006 y decidimos dejar las alturas en paz y marcharnos a Guara. No hemos subido nunca por el nordeste y el Prepirineo siempre suele ser más clemente que el Pirineo con el tiempo. Además Rosa ha de trabajar por la noche y no conviene demasiada tralla.

            Nos levantamos tranquilamente a las ocho y a las ocho y media estamos de camino tras comprar el pan en el Puente de Sardas.

            La Guarguera está como siempre y enseguida tomamos la pista de Nocito que está mediana también como siempre, pero se nos hace corta. Enseguida alcanzamos el collado y el desvío hacia el Dolmen de Ibirque y pista abajo, el firme mejora.

Guara desde Nocito. 18-7-03.
 
            Cerca de Nozito tomamos la pista que se orienta a San Urbez para proseguir en dirección este primero hasta Bentué de Nocito y poco más allá hasta las proximidades de Used. Allí hay un pequeño aparcamiento, la señal de dirección prohibida y poco más arriba la cadena que cierra el tránsito por la pista que hemos de tomar nosotros.

            Son las nueve y media cuando cogemos las mochilas, saludamos a unos hongueros que están almorzando y nos vamos pista adelante en dirección norte y en suave ascenso. Estamos a 1080 metros de altitud

Desde Used las nieblas sobre Guara.

            La pista describe unas primeras lazadas hasta que alcanza la zona de las viejas Pardinas de Zamora y la Ermita de Can de Used que, por cierto, no veremos. En el rellano en el que se asientan viejos prados atajamos hacia el norte y tras recuperar la pista nos introducimos con ella en el pinar.

            La pista describe una enorme zeta sobre la que practicamos algún pequeño atajo, para rodear unos promontorios situados al norte e introducirse en el recién nacido Barranco Petrino subsidiario del Barranco Lapillera.

Llegando a los Fenales. 9-2-02.
 
            La pista atraviesa el barranco en la parte inferior de los Fenales y pasa junto al refugio situado a 1400 metros de altitud.

Refugio de los Fenales de Guara. 9-2-02.
 
            El refugio está abierto, limpio y recogido lo que ya es un logro importante, pero no es lo nuestro. Buscamos el camino y lo encontramos unos metros adelante por la pista que sigue hacia los Fenales.

            Proseguimos en dirección norte a través de un denso pinar y en consistente ascenso para girar poco a poco orientándonos al sudoeste e introducirnos en un barranco por el que saldremos a la reducida pradera alpina bajo las pedreras de Guara.

Se asoma el Casquete Somital de Guara. 9-2-02.

            El día está de nieblas que en ningún momento nos han permitido ver el casquete somital de Guara y, consecuentemente, la mañana está fresca sin sol y más que refresca conforme nos acercamos a las nieblas que están acampadas sobre los 1800 metros de altitud.

            Salimos del pinar bien guiados por citas y tomamos la pedrera caliza en diagonal, en dirección sudoeste y  con mercado camino lleno de citas. Nos irán bien con la niebla.
El Bosque de Guara.

            Sobre los 1700 metros de altitud y antes de alcanzar las nieblas nos paramos a comer un poco.

            Poco después pues, el tiempo no invita demasiado al descanso, continuamos el ascenso introduciéndonos inmediatamente en la niebla.

            El camino se puede seguir con cierta facilidad pues está claramente trazado en la pedrera caliza y acompañado de frecuentes citas. Primero en fuerte ascenso para enseguida llanear sobre los 1800 metros en dirección casi oeste.

            A buen ritmo alcanzamos la arista oeste del pico y las citas, tras la pérdida del camino nos conducen un poco al sudeste y luego claramente al este por una loma en la que ha aparecido de nuevo el camino.

            Coronamos una suave loma acotada a 1967 metros cuando ya tengo casi claro que no llevamos el camino deseado, la loma pierde 100 metros y nos damos la vuelta. Hemos debido de tomar el camino en sentido contrario.

La este del Tozal de Guara. 9-5-03.
 
            Volvemos al lugar donde el camino se pierde y tomamos las citas en dirección oeste. Enseguida comenzamos a ascender con caminos varios sobre una amplia ladera caliza que nos ofrece un camino marcado un tanto en la parte norte de la misma muy cerca de la arista que aparece seguidamente.

Vértice geodésico de Guara.

            Unos metros más arriba, el camino es firme, asciende decididamente y nos conduce a la cima del Tozal de Guara a 2077 metros de altitud cuando es la una del mediodía.

En la Cima de Guara.
 
            Hemos llegado por hacer ejercicio físico pero para nada más. No se ve nada y lo que se ve ya lo conocíamos.

            Diez minutos más tarde nos vamos para abajo con cuidado de localizar el lugar por el que hemos accedido a la arista y conseguimos empalmar el camino de bajada sin ninguna duda.

            Luego ya a buen ritmo pasamos junto a la pequeña cruz del camino y de carrerilla nos llegamos al rellano en el que comienza el pinar para recorrerlo recogiendo algunas setas, especialmente robellones que son de enorme tamaño.

Fragineto.
 
            El camino nos devuelve al Refugio de los Fenales y de allí salimos para abajo llaneando por la pista.

Crestón de Chemelosas.
 
            Tomamos un atajo que no es el bueno y terminamos en el rellano de la Ermita de Can de Used tras pelearnos un rato con los arbustos espinosos que han cerrado nuestro atajo.

La Norte de Fragineto.
 
            Son las dos y media cuando en medio de los prados nos paramos a comer. El día sigue con nieblas en las alturas y no se nos hace nada de calor comiendo.

            Recorremos un poco los prados para localizar algunas setas más pero no perdemos demasiado tiempo. Bajamos el tramo inferior de la pista y llegamos al coche cuando van a ser las cuatro menos cuarto de la tarde.
 
Guara desde Fragineto 21-2-09.

            Mi seño quiere marchar hasta Bara. No hemos estado nunca y así lo hacemos. Allí encontramos a Ramiro “Correas”. Tiene muy buen aspecto. Charramos un poco y nos damos la vuelta hacia Nocito.

            Todavía subiremos hasta San Urbez. Está muy arreglado y no tiene casi nada que ver con lo que vimos hace unos años. Hay hasta un albergue.

            Luego, sin entrar a echar la meada en Nocito como pretenden hacer los buenos perros de paseo, nos volvemos a casa antes de que caiga la noche tras un paseo de 1100 metros de desnivel. Parece ser que Guara nos reserva últimamente demasiadas nieblas.