6 dic 1998

22-98. EL TOZAL DEL MALLO Y LA FAJA RACON. 6-12-1998.

El Tozal del Mallo desde el Bosque de Salarons. 31-5-15.

Casas de Oliván, Camino de salarons, Clavijas de Salarons, Umbral de Salarons y Collado Norte. Descenso por las Clavijas de Salarons, Faja Racón y Camino de Cotatuero.

06-12-98.

Salida 09 h. Llegada 16:15 h.

Sol.

Fácil.

Ascensión.

Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.


Mapa del Tozal del Mallo procedente de Iberpix. Vía en amarillo.


            Este otoño 98 se está caracterizando por ofrecernos una climatología típicamente anticiclónica, es decir, frío y seco continuados. Tanto frío, que hasta las nevadas otoñales que han afectado a la mayoría del país, aquí, ni se han visto siquiera. Así que nos llegamos al “acueducto de la Inmaculada Constitución” sin perspectivas de ir a esquiar pues con la excepción de Astún que tiene nieve, Formigal está abierta de manera testimonial y Panticosa está cerrada.

            Por lo tanto, con buen tiempo asegurado y cuatro días de fiesta  decidimos ir al monte.

            El domingo 6 nos levantamos a una hora prudencial, las siete y media  y cuando los vecinos llegan a la obra, nosotros salimos de casa.

Se nos hace corto, que ya es decir, el camino hasta Ordesa. No hay circulación y sin prisas nos plantamos en una hora escasa en las Casas de Oliván.

Tozal del Mallo.

Aparcamos en la carretera y sobre la nieve que viste ya este medio kilómetro último, nos cogemos las mochilas y nos vamos en dirección norte por el camino del Circo de Carriata o de Salarons, camino que conocemos sobradamente pero que ya hace algún tiempo que no recorremos.

Al abrigo del bosque mixto vamos ganando altura con cierta facilidad sobre un camino tachonado intermitentemente de nieve.

Pasamos la caseta  y abandonamos inmediatamente el dominio arbóreo.

Pasamos el Barranco de Salarons al oeste de la Faja Racón. 31-5-15.

Una hora después cuando son las diez ya hemos atravesado el  Barranco de Salarons para aproximarnos a la base del Tozal, pasar junto al abrigo y tras dar un fuerte lazo sobre la inclinada pradera alpina medio cubierta de nieve, irnos acercando a los murallones del circo.

El Gallinero desde Carriata.30-10-06.

A Rosa le ronda por la cabeza el accidente de nuestro primo Toño Lardiés que acaeció hace ya unos años, tal día como hoy y en estos parajes.

Segundo tramo de las Clavijas de Carriata. 31-515.

Atacamos las clavijas en previsión de que pueda haber hielo en las gradas junto al barranco, hielo que mi señora ha soñado cumplidamente. Bueno, las clavijas que ya las bajamos con Biola hace un paquete de años, casi se le hacen imposible subirlas y ya, como cierre del festival, tiene que bajarlas, ¡Qué aventura al filo de lo imposible!

La este del Tozal del Mallo desde el Umbral de Salarons. 31-5-15.

Una pareja que va delante de nosotros se deja alcanzar en el antepecho de los Llanos de Salarons cuando ellos atacan por el corredor próximo al Gallinero y nosotros nos vamos horizontalmente en dirección oeste bajo los paredones de la cara sur del Mondarruego para atravesar por la parte superior dos vertiginosos corredores que se precipitan casi  hasta el bosque y alcanzar el puente estrecho que une al Tozal con el Mondarruego. 

La Norte del Tozal del Mallo. 30-10-06.

En suave ascenso alcanzamos la cima  del Tozal del Mallo situada a 2220 metros de altitud. Son las once y media.

Mientras llega Rosa que se ha quedado enriscada atravesando un minúsculo nevero yo me acerco hasta  el extremo en el que se inicia el paredón. La verdad es que el salto y el vacío son respetabilísimos, y la roca que yo veo es una auténtica caca que no sé si será peor para primeros o para segundos de cordada.

Pico Gallinero o Salarons desde el Tozal del Mallo.

Hace una mañana espléndida con un sol de auténtico ensueño. Tan solo se mueve una imperceptible brisa  en este tan desamparado lugar. Almorzamos un poco y veinte minutos después, no teniendo nada más que hacer pues ya hemos contemplado el conocido paisaje que va desde el Mirador del Rey hasta Punta Custodia,  hemos contemplado Otal fantástica, hemos  observado los próximos paredones del Barranco de La Canal, hemos visto aparecer las nieblas galas que se asoman tras el Taillón y el Pico Blanco y hemos fotografiado el Gallinero por su cara oeste, nos vamos de regreso.

Otal desde el Tozal del Mallo. 30-10-06.

¡Qué poca nieve que hay este año!, de momento.

Fondo del Arazas desde el Tozal del Mallo.30-10-06.

Seguimos el rastro sanguinolento de algún sarrio herido y decidimos, por fin, bajar las clavijas de nuevo.

Ningún problema. No hay problemas dónde no hay problemas.

Sobre la marcha nos cruzamos con media docena de montañeros que suben para arriba y decidimos hacer la Faja de Racón, según indican los carteles. Es muy pronto para bajar ya.

Ascendemos ligeramente para alcanzar la base de los paredones inferiores del Gallinero y ya en dirección este, por senda que conocemos, nos vamos hacia el Barranco de Cotatuero.

Cara Oeste del Tozal del Mallo desde la Faja del Mallo. 30-10-06.

Para ello hemos de contornear  con el camino una serie de proas y barrancos en el límite verde superior del parque. Unicamente se aventuran hasta aquí algunos aguerridos y aventureros pinos negros que nos regalan con las delicias del aroma de resina. Solamente por esto ya merece la pena el paseo. El calorcillo en estas fechas de las paredes sur del Gallinero, el cielo impecablemente azul a nuestra altura, el sol escandalosamente refulgente dominando el frente oeste y este delicioso aroma: así debe ser la gloria.

Adelantamos a los cuatro que había localizado desde arriba y que identifique como el grupo con el que nos cruzamos y ya próximos al Barranco de Cotatuero, junto a la pared, paramos a comer.

Pilar Primavera desde la Faja Racón.

Media hora después, antes de sumergirnos en la sombra fresca del fondo del valle continuamos nuestro camino. Todavía hemos de caminar alrededor de diez minutos antes de encontrar el desvío a las clavijas. De allí en adelante es un descenso directo por la orilla derecha del Barranco de Cotatuero al encuentro del hayedo claro, del negro abetar y del fondo del cañón dominado por la sombra.

A las cuatro estamos en la Capilla de la Virgen del Pilar entre el personal que deambula por el parque. Quince minutos más tarde estamos en el restaurante tomando un café con leche. El aparcamiento de la pradera está bastante más de medio de coches y  parece ser que en este Pirineo nos hemos enterado de que si queremos subsistir hemos de ofrecer servicios al turista como fórmula para aflojarle el bolsillo.

Nos vamos andando en busca de nuestro coche, tras un paseo de 950 metros de desnivel. Luego nos marchamos tranquilamente carretera abajo.

Fuera del cañón todavía hay sol. Y una hora después, cuando son las cinco y media, nosotros estamos en casa. Esta noche tenemos cena con los vecinos y nos queda puente, mucho puente todavía.

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