La
Sarra, Llano Cheto, Paso del Pino, Ibones de Arriel, Corredor Ledormeur y
Arista Sur Pallas. Descenso a Ibones de Arriel, Ibón Helado, Abrigo Andre
Michaud, Gran Diagonal. Cima de Balaitus, Brecha y Glaciar de Latour, Refugio
de los Vascos en Obras, Presa de Respomuso y Llano Cheto.
26
y 27-09-1987.
Salida
08 h. Llegada 16:30 h.
Sol.
Bastante
fácil.
Rosa Casas, Gabriel Miranda, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Es el año 87, año del Señor y finales de
Septiembre cuando se nos ocurre una de esas genialidades que recordaremos
mientras vivamos. Ibamos a la montaña con nuestros jóvenes corazones de
montañeros que teníamos en aquel momento, a lo que añadiríamos nuestra
inexperiencia y atrevimiento por partes iguales y lo vamos a hacer con Gabriel
y Rosa en plan de… el primer día nos subimos al Palas y al día siguiente al
Balaitus por la Gran Diagonal para bajar por la Brecha de Latour… Estaba
chupado pues nuestro atrevimiento podía con todo.
Al Palas y al
Balaitus no se va todos los días si ya los has visitado en alguna ocasión.
Nosotros hemos estado en un par de ellas
a posteriori, lo que tampoco es gran cosa y tratando de hacer vías
diferentes como acostumbramos dentro de la idea de conocer, pero iba a ser
nuestra primera y nuestra ilusión era enorme.
En aquella época
se hacían pocas fotos y se funcionaba con los Mapas de la Alpina cuando se
tenían y cuando no servía el viva voz de alguien que había estado allí. No se
acostumbraba a tener competencia específica de montaña pero a cambio, teníamos
capacitación natural que sin entrenarla nos tenía preparados para cualquier
actividad física consistente.
De un par de fotos
que guardo surge un pequeño baile de fechas, pero eso importa poco: teníamos
buen tiempo, coche y pasaríamos la noche en el Abrigo Andre Michaud. Todo
estaba calculado.
La actividad sería imborrable pero no
tanto como quisiéramos pues el tiempo
hace de las suyas y la memoria actúa de manera selectiva y ahora cuando
pretendo reflejarla pues eso, hay más
lagunas de las imaginadas.
El 26 de
Septiembre de 1987 creo recordar que madrugamos para subirnos hasta el Embalse
de La Sarra llegando por una carreterucha que conocíamos y que incluso ya
hiciéramos andando un par de años antes.
Cogemos nuestras
mochilas culonas en las que podía coger medio armario, yo llevaba una de arnés
metálico para travesías y marchamos para arriba por un camino que conocíamos puesto que en Respomuso y en los Ibones de
Arriel ya habíamos estado.
Con nuestro
caminar ligero echaríamos una hora hasta el Llano Cheto y frente a la Cascada
del Paso del Pino tomaríamos el Camino a los Arrieles para entrar al Barranco
de Arriel y cruzarlo por encima de la Cascada Inferior con la vista puesta en
la brecha de acceso a tan irregular como bella cubeta lacustre.
Un camino que ya
hemos recorrido con anterioridad nos permitirá recorrer los ibones del más bajo
al más alto pero antes de terminarlos avistaríamos la espléndida Sudeste del
Pallas pues es una imagen inolvidable.
La Alpina dice: “ Pico del Palas 2974 m. Desde el Ibón de Arriel seguimos por su izquierda hacia el Collado de Lavedán y antes de llegar al mismo ascenderemos por terreno suelto en dirección al pico tomando una chimenea herbosa que se aprecia entre el Pic Von Martin y el Palas denominada Chimenea Ledormeur, por la que se sube hasta la arista cimera, no pasando la dificultad de P. D. Hay que tomar la chimenea más próxima al pico, 2 h. o 2 h. 30’.”
Rodeamos el Ibón
Alto por su Orilla Oeste y un poco por cualquier parte, nos elevamos en busca
del Collado de Arremoulit que visitamos un par de años antes. La lógica nos
conduce a vadear los dos resaltes
rocosos por lugares favorables.
Hemos dejado a
nuestra izquierda el amplísimo Collado de Arremoulit y por delante nos queda la
Referencia del Pitón Von Martin que es inconfundible y las pedreras que se
elevan en busca del Puerto de Lavedán y de la Pared Sur del Pallas.
La pedriza es inclinada y descompuesta
pero eso no es problema, subimos
escudriñando la Arista Sur del Pallas que une al Pitón con la Cima que
es nuestro objetivo.
Las pedrizas son
sustituidas por placas graníticas algo erguidas y lisas que se descuelgan de
las paredes pero no es problema ya que aparece un hito de piedras que señala la
entrada al Corredor Ledormeur.
Sabíamos que lo
encontraríamos a nuestra izquierda y ya no tenemos dudas a pesar de que disponemos
de dos opciones de entrada. Tenemos dos pies y dos manitas cada uno y nos vamos
para arriba. El corredor es algo herboso y tieso pero de espaldas al valle
trepamos con bastante tranquilidad pues la roca es muy buena y hay sobrados
apoyos.
Un rato después el
corredor se amplia y acuesta permitiéndonos acceder a una faja con bastante
verdura escalonada, en la que un caminillo con algún hito de piedras, continúa
el ascenso por debajo de la arista que llevamos a nuestra izquierda y que nos
tiene que llevar hasta arriba.
Poco después una
pequeña brecha nos lleva a la arista y al otro lado de la misma hay un amplio e
inclinadísimo corredor en el que vemos huellas de tránsito. Nos bajamos al
mismo y siguiendo las intermitentes trazas de camino ganamos la altura que nos
permite alcanzar las inmediaciones de la cima y enseguida alcanzamos la Cima
del Pico Pallas situado a 2974 metros de altitud.
De la cima no
recuerdo prácticamente nada, ni siquiera guardo ninguna foto. Digamos que le
concedemos poca importancia pues debemos considerarlo como un trámite previo a
nuestro objetivo fundamental. Rosa tenía mucho empeño con el Pallas y es una
cima prestigiosa pero…
Calculo que
llegaríamos a la cima alrededor de las doce y media y que echaríamos nuestras
visuales a los alrededores aunque lo que si recuerdo es que nuestra vista se
iba hacia el Balaitus, desde aquí muy visible en lo que concierne a nuestro
proyectado camino de subida.
Desvelados los
secretos de nuestro pico nos iremos para abajo siguiendo escrupulosamente el
camino de subida pero abreviando pues cuesta abajo siempre se abrevia. Gabriel,
cuesta abajo me parece que se apaña mejor que cara arriba.
Destrepamos el
Corredor Ledormeur y enseguida entramos a las pedrizas que vamos a descender un
poco al este de nuestro camino de subida con el objeto de alcanzar el Ibón Alto
de Arriel en su parte norte de tal forma que tengamos menos trozo que rodear.
En la orilla del
ibón nos sentamos a comer un poco mientras contemplamos el barranco por el que
desagua el Ibón Helado de Ariel o Balaitus, nos queda todavía un buen repecho.
Comemos
tranquilamente y a continuación
iniciamos el ascenso siempre por las inmediaciones del espumoso barranco. Se
trata de una pedrera metamórfica bastante descompuesta pero no supondrá ningún problema aparte del calor
que hace en tan abrigado lugar.
No llegarán a los
200 metros de desnivel que tiene el tramo pero cuando se acuesta lo agradecemos,
encontramos hitos que vienen por nuestra izquierda y enseguida alcanzamos el Pequeño Ibón Helado
de Arriel o Balaitus.
Se encuentra en un
rellano bastante largo que prosigue poco después al nordeste en lo que se llama
la Gran Diagonal que nos tiene que llevar a la cima, pero eso será mañana.
La ladera es un importante pedregal del
que recuerdo algunas ondulaciones que vamos superando con la vista puesta en la
Brecha de Latour y el Glaciar de las Frondiellas. También recuerdo que ya muy
cerca del Abrigo Andre Michaud, uno de los sacos de dormir se suelta de la
mochila, pues no debía de estar muy bien atado y marcha a vueltas pedrera
abajo. Menos mal que unos metros más abajo se detiene.
Tras recuperarlo,
vemos algunos vivacs que pueden ser utilizados, a una mala, en el caso de que
no encontremos lo que buscamos y enseguida localizamos el Abrigo Andre Michaud.
Estamos sobre los 2700 metros de altitud y es inconfundible: orillado en un corredor
que prosigue para arriba, tiene una pequeña puerta orientada al fondo del valle
y practicada en una pared de piedra seca que tapona la boca de la cueva un
cartel metálico de fondo rojo y letras negras nos indica que estamos en la
Cueva Andre Michaud por si alguno tiene dudas.
Es un habitáculo
reducido con una zona plana de media docena de metros cuadrados a la entrada.
Siguiendo de frente hay una zona de piedras apiladas que hacen como una especie
de litera a poco más de un metro del suelo
y hacia el fondo izquierda según entramos, una grieta se prolonga ofreciendo un
pequeño rellano donde puede dormir una persona. Las Rosas dormirán abajo,
Gabriel en la litera de piedras y yo al fondo.
Serán alrededor de
las seis de la tarde cuando disponemos nuestro futuro, hacemos la cena, cenamos
tranquilamente y contemplamos largamente la caída del sol a la vez que nos
abrigamos un poco pues se hace fresqui.
La noche será
larga, fresca y ventilada pues después de un largo rato de conversación con
choteo incorporado, las chicas se enfrentan a la dureza del suelo con la
protección de las esterillas y el saco, Gabriel peleará con las piedras de su
lecho y yo que he subido un colchón inflable de plástico comenzaré cómodo pero
enseguida, han abierto la ventilación, comenzará a entrar viento que me sacude
directamente y se me hace frío. La noche será toledana pues a pesar de llevar
anoraks pues eso, con unos pantalones tiroleses de pana, medias de lana y unas
convencionales camisetas,4 camisa de cuadros y jersey de lana pues se hará
eterna.
El 27 de Septiembre
del 87 llega con las luces del día y tras el desayuno lo enmochilamos todo pues
no volveremos por aquí y nos disponemos a continuar con nuestra ascensión.
La Alpina dice:
Balaitus, 3151 m. Desde el Ibón de Arriel ascendemos por la margen izquierda
del barranco que baja del Glaciar de Balaitus hasta un pequeño ibón.
Continuamos por la margen derecha y pasamos por el Abrigo Andre Michaud 2698
m., este refugio tiene capacidad para unos 8-10 personas. Desde aquí y
siguiendo a nuestra izquierda ascendemos por la Gran Diagonal, al principio muy
amplia pero la segunda mitad más estrecha, conduce a la Brecha de los Sarrios,
tras haber cruzado un pequeño collado y una canal descompuesta. Desde la brecha
se sube primero a la derecha y luego a la izquierda por otra canal descompuesta
hasta la cumbre, 3 h.” Hay otra descripción similar por la Brecha de Latour.
La mañana está
buena a pesar de que estamos a la sombra y en el corredor por el que prosigue
nuestro camino entramos enseguida en calor.
No recuerdo tener
dudas con el camino que poco después nos lleva a una afilada cresta desde la
que contemplamos la Subida de los Franceses desde el Refugio de Larribet. La
Pared Noroeste del Balaitus la vemos que arranca de bastante abajo con relación
al lugar en el que nos encontramos y por allí andan los Lacs de Batcrabere.
Nosotros cruzamos
la arista y con un faldeo fácil nos introducimos en el enorme pedregal que es
la Parte Superior de la Gran Diagonal que no tiene mala pinta. Hay un montón de
opciones con caminillos que se pueden seguir
y que de cuando en cuando te exigen algún apoyo de manos.
Durante el ascenso
cruzamos varios corredores para terminar la pared en la parte norte de la misma
que creemos sea el Paso de los Sarrios. No tiene ningún problema especial pues
nuestro camino se acuesta enseguida y poco después nos deposita en la Cima del
Balaitus situada a 3151 metros de altitud.
En el horrendo trípode que hay en la
amplísima cima nos hacemos una foto. Nos ha costado subir poco rato, no creo
que haya llegado a un par de horas de ninguna manera y tenemos todo el día por
delante por lo que nos sentamos a echar un bocado. Nos queda todo el descenso
pero eso ya llegará.
Contemplamos una
buena parte de nuestra vía al Palas de ayer y nos entretenemos con unos
desconocidos valles franceses. Luego iniciamos el descenso siguiendo algunos
hitos y trazas de caminillo al sur por una amplia loma que vamos dejando a
nuestra derecha mientras que nos aproximamos a la arista sur ya en suave
descenso.
La arista
enseguida se inclina y afila parta continuar un descenso de granito
escalonado que enseguida nos aproximará
a la Brecha de Latour.
Vemos el Bloque
empotrado de la brecha al que hay que llegar pero alcanzarlo no va a ser fácil.
Unas clavijas muy separadas se pierden en la vertical pared de la orilla
izquierda del glaciar muy lejos del Bloque Empotrado.
Para poner los
pies en el Bloque empotrado habrá que destrepar una inclinada laja de media
docena de metros muy lisa y con un par
de pobres fisuras en medio y otro par de
pequeños anclajes empotrados con su correspondiente anilla y con eso nos tiene
que servir y nos sirve pues uno a uno aparecemos sobre el Bloque Empotrado de
la Brecha de Latour que tendrá media docena de metros cuadrados de superficie
al menos.
Ha sido un paso
difícil porque la laja te expulsaba hacia la pendiente fuera del bloque y
respiramos.
Del bloque bajamos
al corredor que está cubierto por nieve del glaciar que lo rellena todo. Es
bastante estrecho además de bastante erguido y enseguida bajamos un corto
tobogán que termina en un pequeño rellano.
Bajo el rellano
hay otro tobogán algo más largo y decidimos descolgar las mochilas para bajarlo
si es necesario resbalándolo pues abajo hay otro pequeño rellano
Las mochilas convencionales bajan bien
pero la mía con el arnés se pone a rodar, pega un salto y marcha glaciar abajo
parándose una veintena de metros más abajo
en medio del hielo. Seguidamente bajamos y mientras ellos se recomponen
yo me meto por la rimaya derecha y desciendo empotrado hasta alcanzar una
grieta horizontal del Glaciar.
Con el propósito
de ver, avanzo por la grieta unos metros pues está bastante taponada y
enseguida salgo a la superficie justamente donde está la mochila.
Vuelvo a la
rimaya con la mochila recuperada y me
alcanzan los socios prosiguiendo para abajo. Tres o cuatro metros después la
rimaya se ciega y por la unión de la nieve con la roca de la derecha del
corredor, nos bajamos unos metros hasta que aparece un dorso rocoso, nos
montamos en el mismo cuando ya se arrellana y nos despedimos del Glaciar de la
Brecha de Latour.
Poco más abajo y
en medio del Circo de Vuelta Barrada nos hace una foto Rosa salidos del
empantullo y satisfechos por lo nuestro: el Balaitus nos había salido bien.
Nos queda un largo
descenso que haremos por la Orilla Derecha del Barranco Respomuso hasta
alcanzar el Refugio de los Vascos en construcción en la orilla del ibón. Luego
llaneamos hasta cerca de la Presa, pasamos por la Capilla de la Virgen de las
Nieves y bajando los escalerones tomamos el camino que conocemos y que nos
bajará por la orilla derecha del Aguas Limpias hasta la Cascada del Paso del
Pino donde cerraremos la circular.
Poco más de una hora después nos llegamos
a La Sarra serán las cuatro pasadas o por allí y aquella quimérica ilusión se
había convertido en realidad. Años después volveríamos al Balaitus por la Aguja
de Lamathe o haríamos un vivac en sentido inverso a la primera vez, siempre
imborrables pero ninguno tan especial como el primero. ¡Podíamos con casi todo!
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