27 oct 2014

68-14. LA ZAPATILLA POR LA SUELA Y LAS PUNTAS DE ESPER. 25-10-2014.

La Norte de la Zapatilla desde la Rinconada.

Aparcamiento de Candanchú, Tubo de la Zapatilla Cara Norte, Punta Norte, Punta Sur, Entrada Tubo Zapatilla, Final Silla de Tuca Blanca, Cara Norte Punta Este de Esper, Corredores de la Cara Sur, Punta Oeste de Esper, Tortiellas Alto y Tubo de la Zapatilla.

25-10-2014.

Salida 10 h. Llegada 17 h.

Sol.

Bastante fácil.

Ascensión.

 Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de la Zapatilla procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            Aquella tarde de Septiembre de 2002 Habíamos subido por los Lomeros de Esper y la Tabla a Tuca Blanca y Seguidamente, por lógica y sin saber, tomamos la vía normal a la Zapatilla. Nos pareció una vía delicada para descubrir tanto en el paso de entrada como en la pared escalonada o la brecha cimera entre puntas. No había cuerdas ni hitos.

            Con el tiempo tuvimos noticias de una vía que recorría la aguerrida Cara Norte de la Zapatilla pero nos parecía mucha pared para nosotros. José Miguel Navarro, Pol y algunos de los del Termo le terminarán por levantarle las faldas un tiempo después y ya, nos decidimos a meter las narices en el pastel.

            Siempre que íbamos a Candanchú no podía faltar ni la foto de la Zapatilla ni las miradas escrutadoras a la norte del pico con forma de zapato con el tacón deprimido y la duda era siempre la misma: ¿Cómo superar la pared entre el tacón y la suela?

            Hoy 25 de Octubre de 2014 repetimos las fotos pero ya sabemos que nos saltaremos el tacón y la pared de acceso a la suela.

            Son las diez y cuarto de la mañana cuando aparcamos en Candanchú a 1580 metros de altitud. Es una mañana espléndida, soleada, cálida y débilmente arañada, vamos, que esa caliza se ha tenido que chupar todo el posible rocía de la mañana aunque reciba el sol de refilón y una araña de sombras cubra la pared.

            Emprendemos el camino por la pista de servicio entre arrastres y en dirección este, pero enseguida y antes de llegar al Estadio de Biatlón, abandonamos el camino hacia el Col Causiat y nos adentramos de llano en la Rinconada.

            Atravesando el praderío de mullidas hierbas nos introducimos en el barranco que nace del Tubo de la Zapatilla y por su ladera izquierda empezamos a ganar altura en busca del pedregoso y amplio cono de deyección del corredor. Sabemos que hemos de subir medio corredor para entrar a la pared en una zona en que coinciden calizas ocres con claras.

            Enseguida localizamos a una cordada de cuatro delante de nosotros y viendo su ritmo decidimos adelantarla. Supondrá una primera pechada que nos mete en calores y en sudores pero hay gente que se duerme en las paredes y no sabemos lo que tenemos por delante.
            Alrededor de los 1975 metros de altitud encontramos la entrada a la vía. No hay duda pues una cuerda arranca desde la parte izquierda del Tubo y en la zona en que la roca cambia de color.
Corredor de entrada a la Norte de la zapatilla.

            Vamos a sacar la cuerda cuando llega mi chica resoplando, siempre le gastamos las mismas putadas, y nos dice que no hace falta la cuerda de momento y se echa al corredor.
Corredor en el límite de calizas ocres y blancas.

            Se trata de un corredor muy tieso pero extraordinariamente escalonado que se sube de cine lleno de escalones de calizas ocres recorrido por una vieja cuerda que nos sirve de guía.

Travesía subsiguiente al corredor de entrada.

            Se sigue con una travesía en mediano ascenso muy escalonado y con bastante patio por abajo que se pasa muy bien en el límite entre las calizas ocres por debajo y las claras por arriba.

Pared posterior a la travesía.

            El final de la travesía coincide con el inicio de una pared de calizas claras, bastante tiesa y llena de placas que subimos muy bien, guiados por la cuerda en dirección sur, y con una roca come suelas de botas.

            Tendrá alrededor de 40 metros y nos deposita en el inimaginable rellano bajo el tacón de la zapatilla.
En el rellano herboso de acceso a la Cueva.

            Recorremos el rellano inclinado relleno de pedrizas y asentamientos de pratenses en dirección oeste, para faldear unas placas calizas que no son difíciles y alcanzar una rampa que las corona.
Cruzamos la pedriza en horizontal para acceder a la Cueva.

            Faldeadas las placas localizamos la Cueva en la pared oeste del pico y hacia allí hemos de encaminarnos.
Accediendo al paso subterráneo de la Cueva.

            Optamos por ganar altura sobre la hierba, más cómoda que la pedriza hasta casi alcanzar la altura de la entrada de la cueva y allí tomar un caminillo que bastante horizontal nos conduce a la entrada del túnel, ya que se trata de un túnel natural que atraviesa la pared y nos permite superar el resalte vertical entre  la pedriza y la Suela de la Zapatilla.
Remontando el Corredor Intermedio de la Cueva.

            La parte inferior es un corto tramo de placas bastante lisas e inclinadas que se sube bien. Una repisa nos conduce a un corredor estrecho y vertical que se sube bien en oposición ya que tiene excelentes y amplias presas. Se trata de un tramo de media docena de metros, dicen que es el paso más complejo y no sé si llega al IIIº en descenso. Nos entretenemos en hacer fotos.

            Seguidamente aparece el tramo de salida  que es una rampa estrecha y rellena de pedriza menuda que arranca de la entrada de una pequeña cueva que dejamos a nuestra derecha y que en una decena de metros entre paredes nos saca a la Pared de la Suela de la Zapatilla junto a un aguerrido pino negro contador de transeúntes.
La Salida del Paso Subterráneo de la Zapatilla y el pino.

            Un corredorcillo que nace prácticamente en la salida del paso subterráneo se eleva en dirección sur iniciando el ascenso de la Suela de la Zapatilla, una pared de calizas claras más acostada de lo que ópticamente parece desde el norte. La pared es amplia, se puede ir subiendo un poco por cualquier parte pues la caliza agarra mucho y está prácticamente limpia de basura pero la cuerda que sigue establecida en la pared nos guía.
Progresando en la Norte de la Zapatilla.

            Tras el corredorcillo aparece una fisura muy poco profunda y por ella proseguimos para arriba al encuentro de los corredores herbosos cimeros. Se corta la línea de cuerda en una rampa intermedia más suave y en la que vamos un poco al este hasta enlazar con otro nuevo tramo de cuerdas que se planta arriba al este de los corredores de hierba.
En los Corredores Somitales de la Suela de la Zapatilla.

            Son las once y media de la mañana cuando alcanzamos la Cima Norte vestida de calizas claras al igual que la pared que acabamos de subir y que en ningún momento pasará de los 40º de inclinación. Ha resultado más sencillo de lo que imaginábamos a priori.  El resto ya lo conocemos.

            Un tramo de arista alomada y amable prácticamente horizontal nos conduce a un pequeño resalte tras el que se encuentra la brecha de separación de las dos Cimas de la Zapatilla.

            Han aparecido las calizas ocres y el descenso a la brecha lo hacemos a toda cresta. Son alrededor de una decena de metros en las que hay un paso volado hacia el oeste que se pasa en plan babaresa dejando bajar el cuerpo. Luego le sigue una placa larga lisa y fisurada que hay que bajar con cuidado y tras atravesar un corredorcillo al este alcanzamos la brecha y de allí en un instante alcanzamos la Cima Sur de la Zapatilla situada a 2252 metros de altitud. Son las doce.

Tuca Blanca, Aspe y Puntas de Esper desde la Cima Sur de la Zapatilla.

            Nos sentamos en la hierba que cubre la cima y almorzamos tranquilamente contemplando un paisaje  conocido y entrañable que nos muestra al Sur el Aguila, la Cuca, Los Murallones de Borau y Aisa, Las tres cimas de Aspe con la Llena de la Garganta escondida, Ruabe del Bozo, Puntal de Labata, Labata,  Bisaurín, Puntal de Secús, Castillo de Acher, Acherito, Mesa, Anie, Portaza, Liouviellas, Sesques, Lurien, Pallas, Arrieles, Balaitus, Negras, Anayet, Izas, Bucuesa, Cuchillares, Nevera y Collarada.
Punta Mayor de Esper y asomándose discretamente la Llena de la Garganta.

            La Llena de la Garganta se esconde tras las Puntas de Esper que son las que codiciamos. Conocemos las dos más surorientales que son la Tuca Blanca y la Zapatilla que es donde estamos y nos quedan las dos occidentales  y ese es nuestro tema.
Detalle de la Norte de la Brecha entre las Cimas de la Zapatilla.

            Media hora después nos bajamos a la brecha, y trepamos por una vira situada en la vertiente este de la arista que es el paso más socorrido y que evita la placa y el cuelgue superior.

            Enseguida alcanzamos la arista este y la cuerda que nos guía en descenso por la arista. Unos metros más abajo se termina la cuerda y hay que evolucionar al sudoeste en busca de la pared  de hierba escalonada. Enseguida aparecen escalones y de nuevo la cuerda que nos conduce a través de la vertical pared sur hacia el paso clave.
La Vira, el paso clave en la Sur de la Zapatilla.

            Se trata de una vira amplia  e inclinada que en su parte central se estrecha  al ser rota por un corredor vertical y que hay que pasar con cuidado apoyándose en un poco de techo que hace la pared. La cuerda molesta más que otra cosa.

            Se supone que ha sido la Escuela Militar de Montaña la que ha hecho las instalaciones utilizando el pico como campo de entrenamiento. El mantenimiento es muy precario, la cuerda tiene numerosas picaduras hay muchos nudos para salvar cortes y la verdad es que su misión fundamental es la de servir de guía. Fuera de eso, si se avanza junto a la misma hay que guardar la debida atención en el caso de que alguno la utilice.

            Alcanzamos la entrada al Tubo de la Zapatilla a 2125 metros de altitud cuando es la una e inmediatamente, tras comprobar la amabilidad de la parte superior del tubo, iniciamos el faldeo de la Cara Sur de la Zapatilla justamente por la base de las paredes que es donde se encuentran los materiales más estabilizados.

            Se hace calorcillo en tan abrigado lugar pero enseguida alcanzamos la arista que suavemente nos conduce a la llegada de la Silla de Tuca Blanca a 2250 metros de altitud.

            La Arista Sudoeste de la Zapatilla tiene un rapel interesante y por ello la vía normal escamotea la misma. La Nordeste de la Tuca Blanca es una arista amable  y transitable que hemos subido en repetidas ocasiones pero hoy, para compensar, no lo haremos y la vamos a faldear por el noroeste utilizando los restos de una vieja pista en la que han actuado últimamente quizás para facilitar una pista de freeride que baje por el Barranco de Aspe y los Lomeros de Esper.

            La continuación con la Arista Oeste de la Tuca Blanca es un potaje de agujas y placas espeluznantes que se agrupan en dos zonas próximas y que es tajo para escaladores de postín y algo similar sucede con la Arista Este de la Punta Oriental o Mayor de Esper. Consecuentemente, pasamos bajo el Collado Oeste de la Tuca Blanca  tras el que se asoma Collarada y en ascenso nos vamos en busca de la Pared Norte de la Punta Oriental de Esper.
La Norte de la doble cima de la Punta Este de Esper.

            La Punta Oriental de Esper es una doble cima con una pequeña depresión en medio a la que llega un corredor muy erguido que a media pared se abre en dos.
Remontando el Diedro de la Punta Este o Mayor de Esper

            Se trata de placas calizas ocres muy lisas en las que buscamos las fisuras tras ascender unos primeros metros fáciles y decidirnos por un diedro muy estrecho que se orienta hacia el oeste.

            Hay que emplear las manos continuamente  aunque ningún paso llegue al IIIº dentro de la verticalidad del mismo.

            Nos conduce a la arista que algo aérea en algún punto nos deposita en la Cima de la Punta Oriental de Esper  situada a 2381 metros de altitud.
La Punta Occidental de Esper desde la Oriental y la Llena del Bozo.

            Son las dos menos cuarto, hacemos algunas fotos en primer plano del Aspe contemplamos la primera brecha a la que se puede bajar con alguna dificultad pero ni siquiera lo hacemos ya que la brecha siguiente de separación con la Punta Occidental de Esper tiene un rápel similar al de el descenso de de la Arista Sudoeste de la Zapatilla.
Babaresa de vuelta de Esper Oriental.

            Nos gustaría ir hasta la Punta Occidental pero de momento habrá que desandar los últimos metros de arista  y probar un corredor que orientado al sur nos pueda sacar de la pared.

            El corredor como ya hemos visto está lleno de verdura y un poco por aquí y por allá se deja destrepar solamente con cuidado. Bajados entre 30 y 40 metros, aproximadamente los que hemos subido por la otra vertiente,  y encontramos una terraza muy inclinada  que se orienta al oeste paralela a la pared, debajo hay un zócalo vertical que nos separa del Barranco de Tortiellas Bajo.

            Antes de buscar camino para bajar el zócalo que tenemos por debajo y remontar por el fondo del valle para ascender a la Cima Occidental de Esper, proseguimos terraza adelante hasta que se sumerge en la pared y nos obliga a decidir entre darnos la vuelta ya que la bajada al fondo del valle está delicadilla por lo que vemos o tomar un corredor que parece que nos puede retornar a la arista.
Inicio del Corredor hacia Esper Occidental.

            Tomamos el corredor, hoy es el día adecuado para las trepadas de este tipo y malo será que no nos lleve más al oeste de la brecha desde la que nos hemos dado la vuelta.

Genciana nivalis en otoño en las Puntas de Esper.

            El corredor tiene muy buena roca con escalonamientos entre afloraciones de pratenses y es bastante vertical. Nos ofrece algunas alternativas y nos permite subirlo con algún cuidado hasta que se ensancha y se acuesta ligeramente en un praderío escalonado que nos devuelve a la arista. Por supuesto que la brecha a salvar se ha quedado atrás. Otra cosa será que tengamos que destreparlo.

La Aguja Noroccidental desde la Cima Occidental de Esper.

            Tranquilamente al paso nos llegamos a la Cima Occidental de Esper situada  sobre los 2378 metros de altitud. Hay un pequeño hito y un enorme reto unos metros más al noroeste: una aguja con traje de gala compuesto de placas lisas y verticales en la que sería un auténtico placer poner el pie.

            La Aguja no es tan fiera como nos parece a primera vista. De Hecho tras un tramo afilado de cresta muy feo pero corto que se puede hacer en babaresa la arista tiene como si fuera un caminillo que te deposita bajo las verticales placas cimeras.

            Juan marcha a toda cresta y nosotros buscamos una vira, que encontramos en la cara sudoeste y por allí faldeamos la babaresa.
En la Punta más Occidental de la Oeste de Esper.

            Fotografío a mis chicos en el espectacular pináculo de la Arista de Esper y luego me voy con ellos. En los dos bloques cimeros es difícil la reunión e imposible la autofotografía como tenemos por costumbre así que, unos allí y otro acá disfrutamos del Barranco de Aspe desde un lugar inigualable, Labata y nuestro descenso de este verano, la Llena del Bozo, Olibón y Bernera y desandando un poco de camino nos asomamos a la brecha que enlaza con la Arista Norte de Aspe en la que vemos nuestra continuación y nos sentamos a comer sobre la mullida hierba. Son las dos y cuarto.

            Puestos de pie cuando son las tres de la tarde, tomamos el corredor que ya habíamos visto y nos vamos para abajo con costumbre;  y no nos subimos al Aspe porque a mis chicos no se les ocurre, por lo que doy cumplidas gracias  al cielo recordando de manera imperecedera el día de Fajalata y la feliz ocurrencia de bajar de Peña Roya pasando por Sabocos.
Corredor de descenso al Barranco de Tortiellas Bajo.

            Alcanzada la pedriza del corredor no nos queda más que poner rumbo al este hasta coincidir con el camino que baja del collado en la Norte de Aspe de gratos recuerdos y llegarnos a Tortiellas Alto sin hundirnos demasiado, que luego habría que remontar y ya no estamos para demasiados dispendios.

Los dos corredores entre las dos Cimas de Esper.

            No tomamos un corredor con flechas amarillas y terminaremos remontando una veintena de metros para volver de nuevo a un camino que nos conduce ya horizontalmente a los Ibonciechos de Tortiellas Alto.
Contraluz sobre la Arista de los Murciélagos al Aspe desde el Ibonciecho de Tortiellas Alto.

            Mi chica no se baña porque hay mucho barro en el fondo y tras despedirnos al contraluz de la Arista de los Murciélagos al Aspe, entramos en las pistas de esquí y nos vamos unos metros con ellas.
La Sur de la Zapatilla desde Tortiellas Alto.

            Una travesía en horizontal bajo la Sur de la Zapatilla y unos pocos metros de remonte por camino nos devuelven a la Entrada del Tubo de la Zapatilla. Van a ser las cuatro de la tarde.

Parte Superior del Tubo de la Zapatilla.

            El tubo que ya hemos bajado en una ocasión y subido esta mañana a medias tiene una entrada amplia y amable luego se pone tieso y se va estrangulando paulatinamente lleno de pedriza fina que se patina regular y a tramos. Bajo delante y mis chicos detrás a bolazo limpio pero muy caballerosos se detienen hasta que me pongo a cubierto de sus bolazos.

            En la entrada a la pared de esta mañana repito la fotografía del corredor y sin más nos chupamos todo el cono de deyección del corredor que nos deposita en la parte inclinada del Praderío de la Rinconada.

            Contemplamos el monumento funerario de seis chavales que, como dice la placa, los cubrió la belleza en el invierno del 85 y sin prisa pero sin pausa atravesamos la Rinconada y nos llegamos al coche coincidiendo con los cuatro a los que hemos adelantado a la mañana y que han bajado por la Cueva de Tortiellas.

Finalizando la jornada en la Rinconada.

            La tarde va de caída cuando liquidamos la jornada que hemos saldado con alrededor de 1025 metros de desnivel acumulado. Suerte que esta noche tendremos una hora de más para dormir o para lo que sea. Mañana tenemos setas con amigos.

Para ver más fotos.        

1 comentario:

  1. ¡Hola Jose Luis!
    He visitado tu blog, me parece interesante y acerca al público animos para contribuir de manera activa a la dispersión de semillas y reproducción por tanto de especies.
    Soy más montañero que otra cosa pero me encanta la botánica y durante toda mi vida he sembrado y plantado árboles y arbustos sin ser jardinero profesional. De hecho en muchas de mis ascensiones cuelgo alguna foto relativa a la flora del día como una sencilla contribución personal a la dilvulgación del cariño por la flora como un aspecto más del medio natural en el que se desenvuelven senderistas y montañeros.
    ¡Ha sido un placer!

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