1 jul 2005

18b-05. VALLE DEL ARA VOLVIENDO DE BAISELLANCE.1-7-2005.


Tenía ganas de fotografiar el Couloir de Gaube con las luces de la mañana.

Refugio de Baidellance. Hourquette de Ossoue, Collado de los Mulos, Valle del Ara y Cabañas de Labaza y Ordiso.

1-7-2005.

Desnivel ascerndido 650 m.

Desnivel descendido 1900 m

Distancia recorrida 21000 m.

Tiempo efectivo 07:15 horas.

Sol.

Fácil.

Senderismo.

 Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa del Valle del Ara procedente de Prames. Vía en amarillo.

            En la habitación del Refugio de Baisellance que es para siete y que permanecerá cerrada toda la noche se hace calor pero resistimos bastante bien hasta las seis de la mañana hora en que nos despertarán los compañeros de dormitorio.
Ordesa emergiendo de las nieblas del valle.


            No tenemos mucha prisa en comenzar el mes de Julio de 2005 pero tampoco estamos sin programa. Así que, a las seis y cuarto nos levantamos y con una tranquilidad inusual en nosotros lo vamos disponiendo todo para la marcha.
Hacia la Hourquette de Ossoue.


            A las siete y diez abandonamos el refugio en dirección oeste-sudoeste en suave ascenso hacia la Hourquette de Ossoue: la decisión ya fue tomada ayer y hoy tenemos un programa que cumplimentar a pesar de que el día parece bueno y despejado. También lo era ayer y... Además, las nieblas rellenan los fondos de los valles y nadie tiene asegurado que no tomen el ascensor.

Petit Vignemale y col des Glaciers.

Subimos el suave y largo nevero que nos deposita cómodamente cerca de la Hourquette a 2734 metros de altitud e iniciamos el descenso en dirección norte por el transitadísimo camino que nos ha de conducir hacia el Refugio de las Oulettes de Gaube. Queremos volver a la Cabaña de la Cerbillona por el Collado de los Mulos, es decir, por el largo camino de los españoles al Vignemale, aunque si yo tuviera que elegir subiría por Bernatuara antes de que por el Ara.

Bajando hacia el rellano de les Oulettes de Gaube.
       
     Couloir de Gaube.

            Solamente hay que dejarse llevar por el transitadísimo camino que nos mostrará el desvío hacia loa Lagos de Estom y el oscuro collado y pico Araille situado al este del Refugio de las Oulettes. Luego el camino se orienta al noroeste para bajar el amplísimo corredor que nace en el Collado de Arraille y terminar en la parte este de la amplísima terraza glaciar en cuyo límite sur se asienta el refugio. Al norte y durante todo el descenso hemos disfrutado de la incomparable cara norte del Macizo de Vignemale con sus infinitos ángulos y matices.
Camino hacia el Collado de los Mulos.

            Casi abajo decidimos no pasar por el refugio y abandonamos el camino del mismo para pasar justamente por encima de las surgencias del Barranco de Gaube orientándonos un poco al oeste.

El refugio desde el rellano de les Oulettes de Gaube.
Alcanzada la terraza sobre los 2130 metros de altitud de nuevo al claro sol de la mañana, nos dirigimos hacia el barranco que baja del Collado de los Mulos por el que transita un marcado camino que reconocí ayer desde la Pique Longue.

Vertiente Norte delCollado de los Mulos.

            El camino asciende primero por la orilla derecha del barranco lo más a salvo posible de la pedrera y justamente cuando nos enseña la vía de acceso al Collados de los Oulettes, un paso ligeramente más elevado que el de los Mulos, pasamos a su orilla izquierda y siguiendo balizas rojiblancas ganamos altura entre los agudos chillidos de las marmotas, tomamos un par de neveros residuales que permiten pasar fácilmente la larga pedrera metamórfica y alcanzamos el Collado de los Mulos a 2611 metros de altitud. Pasamos al lado este y nos sentamos a almorzar media hora. Son las diez menos veinte.

Camino hacia el Collado de Artille desde el Collado de los Mulos.

            El Collado de los Mulos se encuentra entre el pico de las Oulettes al sur y las Agujas y el Pico Chabarrou al norte, lugar en el que gira el circo para continuar hacia el sudoeste con las Puntas Negra y Blanca que conducen al Collado de Aratille: es el circo en el que nace el Río Ara.

            La continuación al sur es conocida: el Frontón de Bramatuero tras los paredones del Pico Aratille, La Punta de las Neveras, Los Dientes de Batanes... estamos en terreno conocido.

Bacias Batanes y Neveras.

            A las diez y diez iniciamos el descenso del alto Valle del Ara que esperamos largo según recordamos de la travesía 85 en la que lo iniciamos en el Collado del Letrero como paso desde el Circo de Bramatuero.
En la Cabecera del Ara.

Empezamos con el camino que claramente se dirige al Collado de Aratille pero enseguida decidimos abandonarlo para perder altura por cualquier parte y acercarnos al río en su nacimiento y coincidimos con las balizas que en unas afloraciones rocosas se reorientan al sudoeste y ya, puestos en harina cogemos un par de neveros y nos bajamos en un pispás hasta el río en el que recuperamos las balizas.
Las Agujas de Chabarrou.

            Poco después y en la orilla derecha del río las perdemos de nuevo pero da lo mismo vamos para abajo hasta la confluencia de barrancos. Tras pasar bajo los collados de Aratille , la Montañeta y Letrero.

Vertiente Sur del Collado de Les Oulettes.

Collado de Aratille desde el Ara.

En la orilla izquierda del río por la que va otro camino, localizamos el Collado de Los Oulettes y su posibilidad de paso aunque el barranco sea más angosto y erguido y menos transitado; pero sobre todo vamos tratando de localizar las Agujas del Clot de la Hount, cosa bastante complicada.

La C abecera del Ara.

            Poco después cambiamos de orilla y por la izquierda seguimos pacientemente para abajo contemplando las zonas de Baciás y de Bila, recordando que tenemos una cita pendiente con ésta última desde Panticosa.

Collado del Letrero desde el Ara.

            Pasamos por la Mallata de los Batanes en la que encontramos ganado coincidiendo con el río con el que hemos ido girando hacia el sudeste.

Aguja Sudoeste de la Cerbillona.

            Poco después transitamos bajo la Cerbillona y enseguida alcanzamos el Barranco de Musarez en las inmediaciones de la Cabaña de Labaza donde cogemos un poco de té de roca. Son las doce y diez y hemos terminado el segundo de los cuatro objetivos de nuestra actividad.


Gordolobo o verdasco en el Ara.

            En la cabaña comemos unas aceitunas y bebemos la cerveza que habíamos dejado a refrescar en el barranco. Luego, recogemos el material de vivac, rehacemos las mochilas y sobre la una del mediodía proseguimos el descenso del Ara, nos quedan 9 kilómetros hasta San Nicolás y el Valle del Ara sigue siendo muy largo.
Barranco de Ordiso.

            Entretenidos con un par de vacas y un ternero que se quedará por el camino nos bajamos hasta Ordiso barranco tras barranco: primero el de Labaza que baja de entre el Tapou Chico y el Labaza, luego el Barranco de Abé, la Punta Lourdes que le separa del Barranco de Cardal. Luego vendrán el Pico del Cardal, el Bernatuara y la Punta Crapera (para nosotros Bernatuara), pero eso será más abajo.

Las Fajas de el Oeste de Ordesa.

            Se nos hace algo largo llegar a la Cabaña de Ordiso pero finalmente contemplamos las blancas espumas de la cascada sumidas en la profundidad del verde de un bosquete mixto. Son las dos y diez.

            Luego bajamos la pista alternando sol y sombra. No somos capaces de localizar el lugar de nuestra comida en la travesía y a las tres y veinte llegamos a San Nicolás de Bujaruelo liquidando 650 metros de subida y 1900 metros de bajada. El resumen de dos días es interesante, hemos movido 2800 metros, lo que confirma esos de “... Bujaruelo y calcetinada.”
Faja del Mallo.

            Nos mojamos un poco los pies junto al puente y tras cambiarnos de calzado nos bajamos en el coche hasta las inmediaciones del Puente de Santa Ana donde paramos a comer ya que llevamos agua fresca recién cogida en una surgencia cerca de San Nicolás.

            A las cuatro y veinte nos metemos de nuevo en el coche y una hora después lo descargamos en casa. Nos ha sobrado mucha comida y es que por un lado aligeramos peso pero por otro lo aumentamos con comida y la cuestión es que en qué quedamos.


            En lo que quedamos es que, parece ser, que las Agujas de Vignemale deben estar malditas para nosotros pues hemos tenido que desistir de ellas por segunda vez y lo de las nieblas debe ser consustancial con Vignemale.

 Puedes ver el Comienzo.

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