Arafita virgen para nosotros.
Corral de las Mulas, Majada de Vetemoza,
Barrancos de Bocale y Arrigal y Cara Noroeste.
22-03-2016.
Salida 10 h. Llegada 14:15 h.
Sol.
Fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y
mariano Javierre.
Mapa de Arafita procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Llega
la Semana Santa y, no es demasiado corriente pero, se establece el anticiclón
con una invitación prudente para aprovecharlo con las precauciones pertinentes
antes de que la marabunta festiva colapse la circulación en las carreteras que
conducen a las pistas de esquí aragonesas.
Han
dado nubosidad por el oeste y viento con nubosidad de retención en la cadena
fronteriza del Pirineo Central por lo que descartamos algunas actividades y
decidimos subir el Valle de Tena para estrenar la Primavera y a ver qué pasa.
Las últimas nevadas todavía cubren la Majada Vetemoza.
Tarmañones,
a salvo de la nubosidad de retención nos ofrece la nieve muy alta cuando
pasamos por Escarrilla. La Tosquera nos muestra un aspecto tentador como no lo
ha tenido prácticamente en toda la temporada pero nos llegamos hasta el Corral
de las Mulas y aparcamos con dudas. Estamos a 1630 metros de altitud.
Son
las diez de la mañana cuando cruzamos la carretera y nos calzamos raquetas y
esquís. Hoy no vamos a portear.
Los rebecos empujados por el viento.
Parece
que las últimas nevadas han dejado nieve aparentemente suficiente en la Majada
Vetemoza que hemos de atravesar en ascenso mientras contemplamos como las
nieblas cubren toda la arista fronteriza y porfían por acomodarse al sur de la
misma no bajando de momento de las laderas altas de Peyrelue salvo unas nada
consistentes brujas que se desleen inmediatamente en brazos del sol.
Hacia el sur el horizonte está despejado.
Siempre
pensando más en el descenso que en la subida, atravesamos y también utilizamos
un par de barranquillos que nos elevan
en busca del Contrafuerte Sur de Peyrelue
al que llegaremos foqueando resaltes suaves con nieve variada y en algún punto
dura por venteada.
Peyrelue con boina.
Los
esquís no hacen demasiada huella pero
será suficiente para la vuelta cuando alcanzamos la loma del contrafuerte desde
el que avistamos nuestro objetivo todavía lejano.
Avistando Arafita.
Siempre
al nordeste nos introducimos en el Barranco Bocalé en suave descenso. Tendremos
que perder alrededor de 100 metros en sucesivos resaltes que nos permiten introducirnos finalmente en
la Cuenca del Arrigal, en cuyo fondo discurre el barranco abierto.
Intentando cruzar el Barranco Arrigal.
Hay
un puente en el rellano pero no vamos a buscarlo pensando que habrá algún puente de nieve en
nuestra trayectoria hacia el Collado Ministirio y terminaremos cruzándolo por
encima de su origen tras dar un poco más de vuelta de la deseada.
Los declives señalan nuestra vía en la Noroeste de Arafita.
Más
allá del cruce del barranco una cúpula de merengue, inmaculadamente blanca se
interpone en nuestra trayectoria. Juan la rodea por el sur mientras que
nosotros lo hacemos por el norte directo hacia el Collado Ministirio cuyo
corredor abandonamos antes de alcanzar
el collado.
Suaves rampas en la Noroeste de Arafita.
Un
par se suaves rampas nos introducen en la Pared Noroeste de Arafita. Ponemos
las cuchillas en previsión de la orientación
y proseguimos para arriba en busca de la arista noroeste a la que no es
necesario llegar ya que en las inmediaciones de la misma iniciamos una larga
diagonal ascendente para recorrer toda la pared en suave y continuado ascenso.
Llegando a Arafita.
La
pared que estamos ascendiendo cuenta con
una pendiente amable ideal para el descenso pero está vestida de nieve costra
que cede en la mayoría de los apoyos de los esquís. Una costra con aspecto de
profunda que me pone los pelos como escarpias.
Foratatas llegando a Arafita.
En la Arista horizontal de Arafita.
Casi
al final de la travesía y en las inmediaciones de la cima coincidimos con Juan
que ha subido de frente como acostumbra e inmediatamente alcanzamos la doble
cima de Arafita situada a 2134 metros de altitud. Son las doce.
Cima de Arafita.
Ministirio, Inclusa y Ferraturas desde Arafita.
La
Peña Arafita o de la Fita, que en
Castellano significa hito, es un pequeño
pico que solamente cuenta con este acceso amable, la arista sureste exige apoyos
de manos entre placas lisas y erguidas, y la cara este es un enorme paredón
vertical que se sumerge en las
Tornadizas; pero nos ofrece una imagen espectacular de las Foratatas, el
Forato, la Norte de la Partacua algo distante y hoy poco más ya que las nieblas
copan el resto del paisaje.
Las Foratatas.
En
la cima estamos al sol y solamente algunas rachas de viento que en ningún
momento ha sido ni frío ni intenso nos despeinan pero preferimos bajar a comer
más abajo. Bueno, yo quiero liquidar pronto la pared somital.
El
descenso es infernal con una nieve costra profunda que no sabemos cómo
negociar. Las colas se clavan inmisericordes y hay que tener fe para hacer los
giros que terminamos clavados de colas y con las espátulas al sol.
De vuelta hacia el Arrigal.
Pero
lo peor no es el incómodo descenso sino vernos privados de un tramo de esquí
agradable más teniendo en cuenta que la vuelta requiere de bastante foqueo,
será por ello por lo que se trata de una
cima no demasiado visitada por los esquiadores y que hoy tiene toda la pinta de
ser toda nuestra.
En
la parte baja de la pared la costra es menos profunda y comenzamos a girar con
mayor comodidad. De allí a tener nieve primavera en las zonas orientadas al sol
va un suspiro.
Terminada
la pared y en el descenso hacia el Barranco Arrigal paramos a comer en una de
las pocas piedras que emergen en el circo. Son las doce y media pasadas.
Disfrutando como compensación a la costra en Arafita.
Media
hora después continuamos para abajo disfrutando de nieve transformada agradable
de esquiar que nos lleva al barranco. Allí hemos de quitar esquís para cruzarlo,
momento en que aprovechamos para poner las pieles.
En la Cabaña Bocalé.
El
remonte de la los sucesivos resaltes entre barrancos la hacemos cómodamente por el camino que hemos traído pero a medio remonte nos acercamos a la Cabaña Bocalé para echar un vistazo y enseguida alcanzamos la cabecera del
Contrafuerte de Peyrelue.
Quitamos
pieles y nos vamos para abajo por la Majada Vetemoza con el propósito de tener
una buena esquiada.
Izas desde Vetemoza.
Así
será. La nieve está primavera, la pendiente es suave y escalonada y hay más que
suficiente para disfrutar del descenso. Nos deposita en la carretera frente al
coche tras mover 600 metros de desnivel cuando son las dos y cuarto y a pesar
de los pesares con el convencimiento de que hemos acertado en la elección.
Solamente hemos porteado para cruzar la carretera en el Corral de las Mulas.
La
arista fronteriza sigue vomitando nieblas que no se estabilizan al sur pero en
cambio el horizonte sur está lleno de altocúmulos que no tienen demasiado que
ver con el anunciado anticiclón.
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