5 mar 2016

16-16. CRUZ DE SANTA OROSIA POR EL CAMINO DE SANTA MARINA. 4-3-2016.

Rodeando hacia la Oeste de la Cruz de Santa Orosia.

Isún, Camino de Santa Orosia, Camino de Santa Marina y Cara Sudoeste. Descenso por el Camino de Isún.
04-03-2016.
Desnivel acumulado 630 m.
Distancia recorrida 9000 m.
Tiempo efectivo: 02:45 h.
Mixto.
Fácil.
Se trata de un camino no demasiado apto para senderistas con poca experiencia que se debería evitar con roca muy húmeda o hielo si no se llevan crampones. Hay un tramo en el que se puede extraviar el camino.
Agua en la Fuente de Santa Orosia algo alejada de esta ruta circular.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Santa Orosia procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            Creo recordar que allá por el sesenta y tantos, antes de que nos dedicáramos a esto de la montaña, habíamos llegado directamente a la Cruz de Santa Orosia desde Satué. No teníamos ninguna competencia montañera especial, ni falta que nos hacía.
            La cruz siempre ha tenido un significado particular  ya que, también por aquella época, me sirvió para detectar la necesidad de usar gafas para corregir mi miopía, pero como no hay mal que cien años dure, ahora ya no las necesito si no es para leer la guía telefónica o las ilegibles letras menudas de contratos o prospectos.

La Sudoeste de Santa Orosia desde la Variante de Sabiñánigo.

Pasarían los años, la cruz seguía allí y sigue aunque el cierzo la tiene pendiente de una buena reparación que no será demasiado fácil y yo seguía con mi idea de ascender directamente a la cruz de nuevo cosa que haría allá por el 2004. En esta ocasión partí de Cruz Guáriz y ascendí por la cara Sudoeste buscándome la vida y sin camino alguno, al menos yo no lo encontré.

Iniciando el camino desde Isún.

En los corrillos montañeros del pueblo se comenta que están limpiando, Jesús Sánchez y algunos más, un camino que conducía a la Ermita de Santa Marina y que asciende a la cruz, arrancando del Camino de Isún al Puerto de Santa Orosia y hoy 4 de Marzo de 2016 vamos a tratar de recorrerlo, la noche ha sido ventilada, y creemos que no quedará gran cosa de nieve en el suelo y que los bojes estarás escurridos.

Entrando en el Pinar de Isún.

A las nueve y cuarto de la mañana aparcamos en Isún y tomamos el camino que abandona el pueblo en dirección nordeste. Estamos a 980 metros de altitud y una reciente pista nos conduce enseguida a los depósitos de agua. A partir de allí el camino deja atrás los campos de labor y tras un breve recorrido sobre sotobosque de boj se introduce en el pinar.

Desvío del Camino de Isún hacia la Cruz de Santa Orosia por Santa Marina.

Alrededor de 1075 metros de altitud, un hito de piedras señala el inicio del camino que parte a nuestra mano izquierda o  norte entre bojes de mediana talla y pinos  claros.

Tramo de camino con vegetación pobre.

Muy llano y limpio en principio  prosigue al norte atravesando pequeñas depresiones, orillado por algún que otro pino pasado por la motosierra para alcanzar un tramo claro en el que incluso escasea el sotobosque.
Tramo de camino sobre genista hórrida.

Poco más adelante atravesamos en suave ascenso un claro cubierto de genista y  seguidamente nos introducimos en un pequeño barranco al que parece llegar una especie de tiradera de madera que muere de inmediato y nos deja sin los hitos de continuidad que han aparecido no ha mucho y que vamos siguiendo.
Remontamos  tres o cuatro metros para abandonar la pista y proseguimos de nuevo en dirección norte tratando de recuperar el camino casa que haremos enseguida  al transitar por un suave lomo de vegetación no demasiado espesa. Deberíamos haber abandonado la tiradera que subía por el barranco unos metros antes de su final pues recuperamos el camino que asciende por nuestra izquierda.

El camino se empina en busca de la comba que nace bajo la cruz.

A partir de ese punto aparecen restos de nieve asentados en el camino que se comienza a empinar pues hasta el momento sesteaba indolente.
Lleno de hitos de piedras poco firmes que rehacemos pues la ladera además de nieve tiene abundantes restos de hojarasca que denuncian su escaso tránsito, lo seguimos  ya en ascenso considerable mientras nos enseña la cruz en nuestro horizonte colgada sobre las peñas a la vez que nos vamos acercando a las paredes.

Ascenso consistente en busca de las paredes.

La nieve se hace casi continua y la pendiente sobre terreno algo resbaladizo se vuelve un tanto incómoda pero el camino no ofrece dificultad para seguirlo. Nos conduce a la base de las paredes donde comenzamos a utilizar los bojes como presas de mano que facilitan la progresión.
Tenemos que atravesar una pequeña comba muy vestida de vegetación algo húmeda pero el camino nos facilita la tarea mientras recuerdo que en esta zona fue donde tuve que hacer el jabalí  para terminar como un cochino,  lleno de verdín de los musgos de los bojes entre los que tuve que reptar.

En las paredes de la vertical de la Cruz de Santa Orosia.

Cruzamos la pequeña comba a modo de circo y en su orilla derecha, en la vertical de la cruz, iniciamos el ascenso de las paredes.

Tramo final del roquedo bajo la Cruz de Santa Orosia.

Se trata de una serie de gradas inclinadas, rellenas de materiales sueltos, bojes y genistas que permiten la progresión con algún apoyo de manos en busca de un chaparrudo, aguerrido y solitario pino al que llegaremos tras superar un resalte de un par de metros largos vestido con muy buenas presas.

La ventana de la mañana no va a dar para mucho.

Debajo del mismo recolocamos un trozo de la angular de hierro de la cruz que debió sobrar cuando se instaló y que torpemente despeñaron  desde arriba en lugar de llevársela para abajo. Por encima del paso encontramos otro trozo medio enterrado que clavaremos vertical sobre el suelo.

Ultimo tramo escalonado para alcanzar la Cruz de Santa Orosia.

A partir del pino una serie de gradas requebradas pero muy fáciles nos permiten terminar de dar media vuelta a la cruz y ascender los últimos metros, de nuevo con apoyos de manos, con algún poco de hielo y muy húmedos casi en la vertical de Satué.

Terminamos ascendiendo casi al noroeste.

Son las once menos cuarto cuando llegamos a la Cruz de Santa Orosia situada  sobre los 1600 metros de altitud mientras comprobamos que la ventana de buen tiempo anunciada ha resultado prácticamente inexistente pues por arriba ya hace ratos que está cerrado.

En la Cruz de Santa Orosia.

Advertimos como suponíamos que Oturia no tiene nieve para esquiarlo, hacemos algunas fotos con nieblas distantes, certificamos que la cruz necesita un buen repaso pues ha cedido a los embates del cierzo y proseguimos en dirección este por la cabecera de las paredes al encuentro del Camino de Isún.

Las Paredes de la Cruz de Santa Orosia desde el este.

En el comienzo del descenso echamos un café con un dulce y tras hacer la acostumbrada foto desde el Mirador de la Val Ancha nos vamos tranquilamente para abajo para encontrarnos con Javier Nasarre que sube a estirar las piernas.

La Val Ancha desde el Camino de Isún a Santa Orosia.

A las doce y media estamos de nuevo en Isún. Hemos conocido un nuevo camino que nos sube al Puerto de Santa Orosia: el de la Ermita de Santa Marina que, por cierto, no hemos visto. No debe quedar gran cosa de ella. 

Manojo de violetas en Santa Orosia.

El desnivel ha estado ligeramente por encima de los 600 metros como acostumbran a tener los camino que suben al puerto pero hay que decir que no se trata de un camino para todo el mundo ya que alguno de los pasos será de IIº y no es demasiado recomendable superarlos en húmedo aconsejando desistir del tramo final en caso de hielo si no se llevan crampones.
Santa Orosia tiene muchos caminos hábiles para senderistas, este no lo es. No ofrece ningún aspecto especialmente diferenciado de los demás y, harán lo quieran, pero no creo que sea demasiada buena idea equiparlo con cadenas.

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