8 oct 1988

14-88. DIENTE MUELA Y PICO DE ALBA. 8-10-1988.


Alba desde Paderna. 13-8-09.

Cima Leb Bondidier, Collados Cordier y Alba, Muela y Diente de Alba, Coma de Alba y  Arista Norte. Descenso por Barranco de Alba y Paderna a la Renclusa.
08-10-1988.
Salida 12:30 h. Llegada 17:45 h.
Sol.
Bastante fácil.
Ascensión.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Alba proedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            El Maldito y la Maladeta nos señalan nuestro camino de vuelta de la Cima de Le Bondidier a 3185 metros de altitud, que hacemos después de picotear unos frutos secos en nuestro balcón contemplativo. Son las doce y media del 8 de Octubre de 1988 y todavía le queda juego al día.
            Por el mismo camino volvemos al Collado Cordier y seguidamente al Collado de Alba, tras despedirnos del recóndito Ibón de la Maladeta y tras vencer la tentación de recorrer los Occidentales de la Maladeta, tan a tiro de piedra,  recogemos las mochilas y entramos a la Cresta de Alba. Es la una del mediodía.

Paderna de camino al Alba. 13-8-09.

            Vamos con la intención de hacer lo que se pueda. Las dos primeras prominencias entre  Muela  y Diente, no ofrecen dificultad aparente y así será, pero el siguiente que es un poco más alto nos lo empieza a poner difícil. Tenemos que dar algún rodeo y hacer algún destrepe, todo ello por la vertiente sur para incorporarnos a la Punta del Diente de Alba, la Alpina señala 3101, 3118 y 3136 metros  y el altímetro lo confirma más o menos. El viento nos acompaña en toda la cresta  pero al resguardo el día sigue siendo suntuoso.
            Tenemos nuestras dudas sobre la continuación de la cresta, entre otras razones por las informaciones que nos han llegado. No se trata de la tan notoria y ahora próxima Arista de los Quince Gendarmes pero creemos que nuestro futuro en la misma puede liquidarse no tardando demasiado.

 Otra ocasión en los Ibones de Paderna. 17-5-12.

            Mientras Rosa se queda entretenida con el paisaje y el viento  yo marcho arista  adelante brevemente pues estamos próximos al Collado Inferior de Alba y sabemos de la existencia de un rápel no practicable a mano.
            No es necesario proseguir demasiado. Enseguida la brecha no excesivamente profunda pero defendida por dos corredores, uno cubierto de nieve y otro completamente  descompuesto y lavado y en ambos casos arrogantemente verticales, cierran el paso.

 Pico de Alba, vertiente de Paderna. 7-5-17.

            De nuevo juntos y dispuestos a desandar la cresta llegamos al Collado Este del Diente en el que nace un corredor nevado en medio de la pala cimera también nevada y nos decidimos a bajar por allí.
            El corredor es vertical y se pone difícil para hacerlo sin crampones que, por cierto, llevamos pero no estamos muy dispuestos a emplearlos. Por ello lo abandonamos y a media ladera, abriendo la poca huella que permite la dura nieve nos llegamos a la Coma de Alba.

Muela y Diente de Alba. 13-8-09.

             Son las dos de la tarde, hemos perdido algo más de altura de la que proyectábamos perder, no tenemos hambre, el pico está aquí mismo… decidido: nos vamos para arriba.
            Dejamos las mochilas, salimos del nevero y de nuevo por el pedregal granítico alcanzamos la base de una de las fisuras acostadas que conducen a la cresta que une al pico con la Tuca blanca con relativa facilidad tanto más cuanto más abajo se alcance la cresta.

Muela y Diente de Alba desde Punta Delmás. 13-8-09.

            Nosotros, poco amigos de dar vueltas, tomamos por la que mejor nos viene que resulta sencilla y es de las más próxima a la cima cosa que no pasa con la dejamos a nuestra izquierda.
            Luego por la cara oeste de la cresta y por un pedregal granítico de grandes bloques algo inestables nos encaramamos por cualquier parte a la antecima que está unido a la cima por un aéreo paso obligado que nos facilita el acceso a la cima tras haber empleado tres cuartos de hora.

Conjunto de los Picos de Alba desde Paderna. 17-5-12.

            Estamos en Pico de Alba con sus 3118 metros de altitud por lo que lo que más nos interesa ahora es contemplar la Arista de los Quince Gendarmes que culmina aquí en este pico. Desde Le Bondidier se veía caprichosamente dentada y se advertían las complicaciones que sabemos que tiene. Desde aquí podemos admirar el vertiginoso acaballamiento de fisuras, brechas, diente y corredores: una delicada tarea para la imaginación.
            Tras la foto pertinente nos vamos para abajo por el pedregal en busca de nuestra fisura y por ella al encuentro de las mochilas media hora después.

Detalle del Pico de Alba desde Paderna 17-5-12.

            Estamos a la sombra y decidimos alcanzar el sol para comer puesto que la temperatura está descendiendo considerablemente. Será un intento vano pues a pesar de que alcanzamos el sol nos abandonará inmediatamente.
            Comemos deprisa y salimos para abajo con la comida en la boca  siguiendo el Torrente de Alba que es el camino que deberíamos haber tomado a la mañana. El pedregal va alternándose con escalonadas  manchas de pratenses salpicadas entre  placas de desgastado granito fruto de la erosión glaciar.

Collado de Alba. 13-8-09.

            Sorprendemos a dos parejas de perdices nivales como comprobaremos después pues es la primera vez que las vemos y desengañados de nuestras pretensiones de alcanzar el sol nos paramos un rato que resultará agradable debido a la pérdida de altura y mejora de la temperatura que poco o nada tiene que ver con la de allí arriba.
            Proseguimos cogiendo arándanos hasta que nos orientamos al sur por el pedregal, ahora guiados por hitos que conducen a las Maladetas Occidentales y enseguida alcanzamos las Ibones de Paderna en los que encontramos la plaga de nuestras montañas: la basura. Nos parece bien el disfrute de tan idílico lugar  incluso con acampada incorporada, pero eso no puede justificar el abandono de lo que nadie discute como propiedad particular que es la basura de cada uno.

Alba y Paderna. 11-5-15.

            A Las seis menos cuarto estamos lavándonos los pies junto a la Renclusa. Disponemos todavía de tarde para visitar la cerrada Capilla de la Virgen del Pilar, el refugio y los alrededores y charlar con algunos montañeros, entre otros temas de las imprudencias que se pueden cometer; entre ellos con los que recogieron al último que cayó por la Escupidera de la Canal Oeste del Perdido. También de preparar las mochilas y la cena para la que galantemente nos ofrecen la cocina del refugio.

Ibón y Tuca de Paderna. 13-8-09.

            Cenamos en el comedor con unos zaragozanos, cada cual con los frutos que la organización personal le procura: nosotros con nuestros estudiados platos fáciles de calentar  y ellos con los frutos de llenar la mochila a todo trapo  con lo que haya en la nevera.
            Charlamos un buen rato con los guardas, tan amables como se pueda desear, independientemente de que nos digan que aunque sea tarde nuestra llegada que no dudemos en hacerlo que seremos bien recibidos pues un refugio debe estar para eso.

Capilla de la Virgen de las Nieves en la Renclusa. 20-5-16.

            Son las nueve y media y es el momento de compartir un buen puñado de horas con los colchones y una nutrida población de mantas.

Para ver el Comienzo.

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