19 dic 2010

49-10. BELEN EN LA CUEVA DE SANTA OROSIA. 19-12-2010.

Nacimiento en la Cueva de Santa Orosia.

Sanromán, Barranco de Sanromán, Cueva de Santa Orosia, Ermita de Santa Orosia,  y Oturia. Vuelta a San Román.

19-12-2010.

Desnivel acumulado 1000 m.

Distancia recorrida 16000 m.

Tiempo mefectivo 04:45 h.

Mixto.

Muy fácil.

Agua en el Barranco de Santa Orosia, en las fuentes junto a la ermita, en el interior de la cueva y en el Manantial de Oturia.

Miguel, Angelines, Pablo y Celia Lanaspa; Javier, Begoña y Germán Arranz; Josechu y Nicolás Escartín; Germán y Germán Pérez; Gabriel Miranda, Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre. También Adela y Alvaro Santolaria.

Mapa de Santa Orosia procedente de Prames. Vía en amarillo.

            Hace ya 35 años que se coloca el Belén en la Cueva de Santa Orosia. Ha habido tiempos y años de todo en cuanto se refiere tanto a meteorología como a participación. Últimamente se coloca uno en la Mallata de Isún al que acuden en buen número y el de la Cueva de Santa Orosia generalmente con reducida participación, lo que va muy bien a la cueva que no es el lugar más adecuado para grupos numerosos.

            Se sube a colocar invariablemente el último domingo anterior a Navidad y, por tanto, hoy 19 de Diciembre de 2010 ya sabemos que toca.

            Hemos quedado los de casi siempre por teléfono, siendo bienvenido cualquiera que quiera unirse y a las ocho y media de la mañana partimos de Sabiñánigo y  en nuestros coches nos vamos hasta Isún.

            Hacemos la parada de rigor en la Casa del Pueblo para tomar un quemadillo que preparan todos los años y que este año está ya solamente templado por lo que ¡Nacho y compañía, os vais a quedar con un notable alto solamente! Y a continuación proseguimos hasta San Román para aparcar en el pueblo.

            Son las nueve de la mañana cuando nos metemos en marcha. Sanromán está situado a 1000 metros de altitud y en plena cara sur de Santa Orosia. El Barranco de San Román es la vía más corta para acceder al puerto, la más abrigada de todas y la que accede en el lugar más próximo a la Ermita de Santa Orosia.


            En dirección norte salva los estrechos campos de pie de monte y se encarama barranco arriba para salvar un desnivel de 500 metros largos.


            Pasados los menguados campos de labor transita una corta franja de margas azules, luego un tramo de bosque mixto de pino y roble y se incorpora definitivamente a la pared de conglomerados de pudingas es lo que prolifera la genista hórrida y el boj.



Capitiellos y Oroel.

            Subimos quince personas incluidos cuatro críos pequeños y dos perros y poco a poco, arrastrando a los que caminan menos, nos colocamos ya muy altos para adelantarnos unos pocos con la leña que llevamos, trasportar la  que hay recogida y depositarla en el pequeño refugio adosado a la ermita. El resto coronará después y se marchará  directamente en dirección este y siguiendo aproximadamente el tendido eléctrico hacia la cueva.

Carámbanos a la entrada de la cueva.

            Nos juntamos ya en las inmediaciones de la cueva cuya entrada se encuentra en la orilla izquierda del barranco sobre los 1480 metros de altitud.

Un detalle del interior de la Cueva de Santa Orosia.

            Cruzamos el barranco y nos introducimos prácticamente reptando por la amplia aunque poco alta boca. Hay hielo en el barranco  y poca agua en el interior que es una sala amplia aunque de techo muy bajo.


Pequeñas columnas en la cueva.

            Colocamos el Nacimiento en el lugar acostumbrado, encendemos unas velas, cantamos unos villancicos con una radícasete y tras hacer unas fotografías nos vamos para afuera y seguidamente de vuelta hacia la ermita. Hemos llegado a las once  y son las once y media de la mañana.

Detalle de la cueva.


            Veinte minutos suele costar la vuelta en ligero ascenso hasta la Ermita de Santa Orosia situada sobre los 1550 metros de altitud y en la que casi siempre hay gente ya que la hay una pista muy cuidada que une Yebra con Oliván.

Ermita de Santa Orosia.

            Hemos dejado el fuego preparado y enseguida encendemos el hogar del refugio para que se temple un poco ya que se está mejor fuera al tibio sol que nos visita que dentro. Hay leña sobrada.

            Asamos unas longanizas, unos chorizos, unas costillas y unos filetes de panceta aportados por el personal, picoteamos quesos, tortillas,  jamón, sándwiches para los críos; echamos unos tragos de vino, luego poncho con dulces y turrones y rematamos con un café con leche. Si acordamos las participaciones no nos sale mejor.


            Se hacen las dos y media y decidimos movernos: unos con los críos se irán para abajo y Miguel, Juan, Rosa y Yo nos vamos a subir a Oturia para bajar la comida.

            A la salida del refugio Llegan Adela y Alvarito Correas, siempre vienen pero siempre llegan tarde desde Alquezar.

            Charlamos un buen rato, ellos se quedan para comer un poco y luego bajar a la cueva  y nosotros nos vamos charlando relajadamente al solecillo de la tarde que ahora está muy bueno.

            Nos llegamos al alto de la Majada de Isún y continuamos por el recién nacido barranco para afrontar en dirección casi norte el conocido ascenso del casquete somital de Oturia.


            La subida nos mete en calores con el estómago a punto de explotar  pero en la punta en el que el Pilón tiene bandera corre un biruji bastante fresco pues estamos a 1925 metros de altitud.
La Este de la Partacua y el Midi.

            Hacemos algunas fotos con un Pirineo espléndidamente nevado, que espejismo pues las partes bajas están muy peladas en comparación con las altas y sin más nos vamos para abajo. Son las cuatro menos cuarto.

            El descenso es agradable y de cara al sol que oscurece las laderas orientadas al este. En el rellano nos vamos directamente y sin pasar por la ermita hacia el inicio del camino de San Román. No vamos a pasar por la Mallata de Isún para ver el otro nacimiento, lo dejamos para el día de Navidad si no se complica la cosa.

            Luego descendemos tranquilamente por el camino contemplando como el sol, todavía bastante alto nos ofrece un ocaso temprano no sobre el horizonte sino sobre la masa nubosa de altura que emerge por el oeste.


            A las cinco y cuarto pasadas nos llegamos a Sanromán cuando parece que acaban de tocar retirada y casi más coches que casas abandonan el pueblo pues el lugar no tiene habitantes fijos.

            Cae la tarde y también han caído 1000 metros de desnivel y un año más esperando que podamos repetirlo durante años.

               

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