La Vía al Lenquo de Capo está barrida por enormes aludes.
Piau Engaly, Barranco Badet, Puente
Cabaña Pile, Corredor sudoeste, Collado y Arista Norte.
03-05-2016.
Salida 10 h. Llegada 14:30 h.
Sol.
Fácil
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y
Mariano Javierre.
Mapa del Lenquo de Capo procedente del IGN. francés. Vía en amarillo.
Estamos
ya en Mayo y la temporada de esquí está dando los últimos coletazos. El mes de
Abril fue primaveralmente malo y antes de colgar los bártulos nos vamos a Piau
Engaly en busca de algún disfrute pues a lo mejor nos quedamos este año sin la
última parada del viaje que suele ser Benasque.
Queremos
nieve cómoda es decir abundante, primavera, sin porteos, con pendientes suaves
y con buena meteorología y eso no es flor que nazca en cualquier prado pero los
hay.
Hoy
3 de Mayo de 2016 nos vamos sin madrugar demasiado hasta Piau Engaly. Son las
nueve y media de la mañana cuando aparcamos en la parte más alta de la
urbanización a 1870 metros de altitud tras casi dos horas de furgo. Es una
faena tener que subir hasta el Túnel de Bielsa para bajar inmediatamente hasta
el Cruce de Aragnouet y remontar de nuevo 500 metros hasta la estación de esquí
pero…
Enseguida localizamos la Vía al Lenquo de Capo.
La
mañana está espectacular, la temperatura deliciosa y la nieve al lado de la
furgo. Se puede pedir más pero mejor no.
Son
las diez de la mañana cuando nos calzamos los esquís tras unos preparativos sin
prisa que incluyen un cafetito y un dulce y nos dejamos caer una treintena de metros por el baby al que le quiere empezar a
faltar la nieve.
Alcanzado
el punto bajo desde el que arranca una silla comenzamos a remontar suavemente
por la pista que transita la Orilla Derecha del Barranco Badet orientado al
sudoeste.
Enseguida
localizamos en la otra orilla a la Cabaña Moune
pero proseguimos pista adelante sin cruzar el barranco con los ojos
puestos en el camino que nos espera barrido por varios aludes uno de ellos de
colosales proporciones.
Atravesamos una pequeña rama del alud y proseguimos por debajo del mismo.
El
camino natural de verano al Port de Campbieil tiene nieve cortada como
suponíamos y el alud nos corta el
nuestro así que habrá que despedirse de la absoluta comodidad y pelear con los
torrocos de hielo en un tramo considerable.
Abandonamos
la pista a la altura de la Cabaña Pile y nos vamos al puente para pasar el
barranco descalzando esquís pues falta nieve en el mismo.
Estamos
sobre los 1900 metros de altitud y calzando inmediatamente los esquís
continuamos con el foqueo de la orilla izquierda del barranco que presenta una
fina capa de nieve casi continua. Se trata de un rellano glaciar que
suavemente se va inclinando en busca de
las Paredes de la Arista de la Lentilla de Campbieil que ascendemos hacia el
oeste.
La Oeste del Pic de Piau.
Nuestros
ojos siguen puestos en el enorme alud inferior cada vez más cerca mientras
contemplamos a un trío que ya lo ha superado por lo que decidimos seguir sus
débiles huellas.
Sorteamos
la lengua inferior por debajo y remontamos una rampilla un poco más erguida
mientras recordamos las enormes zetas que describimos en la anterior ocasión en
una pala de enormes proporciones.
Vamos a por el segundo de los aludes en el estrangulamiento.
Al
final no nos queda más remedio que foquear la parte central del alud haciendo
algunas zetas que nos permiten alcanzar
otra rampa con la que finalizamos el cruce del mismo y alcanzamos un dorso
amable que nos conducirá al estrangulamiento entre un barranquillo naciente y
un enorme gendarme con el que se remata uno de los contrafuertes de la Arista
de la Lentilla.
Tras el segundo alud el corredor se torna más amable
A
la entrada del corredor por el que vamos a proseguir ahora al sudoeste se
encuentra otro alud de menores proporciones que atravesaremos en
horizontal siguiendo la huella
establecida sobre nieve que ya está transformando. Estamos sobre los 2200
metros de altitud y son las once y cuarto.
Juan sobre la roca característica bajo el Resalte Intermedio.
Continuamos
con un corredor amplio y salpicado de resaltes suaves que entre algunos bloques
de roca metamórfica emergente nos permiten un ascenso cómodo hasta alcanzar una
pala más consistente en la que trazaremos un par de largas zetas hasta alcanzar
el final del crestón que llevamos al este. La nieve está muy buena y no
necesitamos ni siquiera las cuchillas.
Un
pequeño rellano nos conduce a otro
pequeño resalte pues el faldeo más suave
se inclina hacia un potente corredor. Coronado el resalte aparece el corredor
superior amable como siempre y que
afrontaremos tras cruzar otro alud, es año de nieves tardías y de aludes por
tanto.
Viramos
de nuevo un poco al oeste y contemplamos el Collado Norte del Lenquo de Capo
que pone fin al corredor adornado con su sempiterna cornisa que lo cierra.
En la Arista Cimera del Lenquo de Capo.
Se
puede alcanzar el collado con los esquís puestos por los dos lados, no por la
parte baja defendida por la cornisa pero se trata de unas rampas demasiado pendientes
para nuestro gusto por lo que alcanzamos directamente la parte central del
collado y aprovechando una pequeña pausa en la pared dejamos los esquís,
ponemos crampones y proseguimos para arriba para romper inmediatamente la
cornisa y alcanzar el collado.
La Arista de la Lentilla desde el Lenquo de Capo.
Estamos
a 2680 metros de altitud y una rampa
suave nos conduce a la franja rocosa que está bastante cubierta y con nieve
dura. Nos deposita en la arista cimera pendiente hacia la vertiente de Gedre,
que en suave ascenso nos deposita inmediatamente en la Cima de Lenquo de Capo
situada a 2719 metros de altitud. Son las doce y media de la mañana.
En la Cima del Lenquo de Capo.
Se
trata de una cima metamórfica de reducidas dimensiones en la que hay que tener
cuidado con las cornisas abiertas. Nos ofrece un espléndida vista de la Norte del Soum des Salettes,
de Ordesa y el Valle de Gedre al oeste, del Long, Maou y Campbieil con la
Arista de la Lentilla girando al norte; Mechant y Piau al este y hacia al sur
Garlitz, Bataillence, Puerto Viejo, Traumouse y Munia, delante Aguillous o la Gela.
Soum des Salettes desde Lenquo de Capo.
Hemos tenido que romper la Cornisa del Collado Norte del Lenquo de Capo.
Se
está de cine con el sol en la espalda y sin la más mínima brisa y se nos hace
la una y cuarto. Luego, con la huella hecha nos bajamos hasta la cornisa para
recuperar los esquís.
Disfrutando del Lenquo de Capo.
Juan
marcha para abajo delante mientras que nosotros recogemos y preparamos en una
transición cómoda y seguidamente nos echamos a disfrutar de la nieve que
habíamos venido a buscar y que aquí está.
No nos ha defraudado el Lenquo de Capo.
Se
trata de una nieve primavera sencillamente deliciosa que te permite girar en
cualquier pendiente sabiendo que responde noblemente amortiguando cada giro. El
disfrute es total ya que el corredor está muy poco acanalado.
La nieve primavera, primavera está como nunca. Atrás Pic de Piau.
Atravesamos
el alud superior de frente, bajamos el resalte erguido por su parte más
pendiente y girando al gusto nos acercamos al estrangulamiento.
Esquiamos por debajo del Alud Intermedio del Estrangulamiento.
No
atravesaremos el alud del estrangulamiento sino que lo pasaremos por debajo
entrando ligeramente en el barranco para salir en travesía fácil al dorso que
nos ha de conducir al gran alud.
A punto de iniciar la travesía del Gran Alud.
Le
hemos dado algunas vueltas hasta que finalmente hemos decidido atravesarlo
arriba y bajar la pala luego por su izquierda. Será una travesía de alrededor
de 200 metros de ancho sobre un bolerío de hielo que quiere ceder al paso de
los esquís y que resulta mejor de lo esperado.
Despedida saliendo del Barranco Badet a la pista.
Fuera
del alud la nieve ya blandea más de la cuenta, la pendiente enseguida disminuye
y nos permite amablemente y sin riesgo para las tablas alcanzar la orilla del
Barranco Badet.
Todavía
deslizaremos la pista hasta su punto bajo y remontaremos brevemente para llegar
a la furgo cuando son las dos y media.
Detalle de la vía utilizada para el Lenquo de Capo.
Allá
se queda reluciendo al sol del mediodía la pala, los aludes y el corredor que
hemos subido con sus 925 metros de desnivel prácticamente en una sola rampa. Se
trata de un ascenso directo y suavemente sostenido además de visible en casi su
totalidad desde abajo: un auténtico chollo.
Detalle del diente de perro en Piau Engaly.
Nos
queda una enorme tarde para aplacar la sed con unas cervezas y un picoteo al
gusto, secar los bártulos y dejarlos listos para el día siguiente, recorrer la
estación de esquí fotografiar flores tempranas que casi han desalojado a la
nieve y perfilar la marcha de mañana al Pic de Piau.
Luego
bajarán las nieblas que han comenzado a concrecionarse sobre las paredes del Mechant,
cenaremos pantagruélicamente con una temperatura envidiable y a la par que vayan
apareciendo las estrellas nos empiltraremos para disfrutar de la noche tanto
como de la nieve que mañana será otro día.
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