26 nov 2024

VOLVERA A PASAR.


        Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra y yo añado que no dos sino algunas más.

        El agua es un bien preciado aunque cada vez más escaso pero eso es otra historia. No concebimos la vida sin el agua de tal forma que no es posible la vida sin ella.

       Lo sabían las sociedades antiguas que construían sus ciudades junto a los ríos salvo excepciones que se solventaban con la instalación de acueductos.

     Los Romanos secundaron convenientemente tal premisa y no digamos de la eficacia y exquisitez de los Arabes en el manejo del agua.

      Pero el agua, ese bien tan indispensable como escaso, puede ser una fuerza incontrolable por el hombre que pretende controlarlo todo, o así lo cree.

      Las ciudades se construyen junto a los ríos y las mejores huertas en sus orillas cuando no en terrenos hurtados a los ríos y lo sabemos; pero también sabemos algunos, que más pronto o más tarde, el río se cobrará lo que es suyo. Los holandeses también saben que la batalla con el mar, más pronto o más tarde, terminarán perdiéndola y no quiero pensar ahora en los efectos del paulatino deshielo de los Casquetes Polares.

    Las gotas frías son un fenómeno meteorológico conocido que particularmente en las Costas Mediterráneas han causado, de cuando en cuando, auténticos quebraderos de cabeza cuando no desgracias.

      Ríos y torrentes de menguado o prácticamente inexistente caudal, de cuando en cuando, se llevan por delante todo aquello que no está donde debiera y donde nunca debió de estar.

       El Turia es uno de esos ríos, también podríamos hablar del Ebro salvando mínimas distancias, que sin remontarse demasiado en el tiempo, en 1957 su desbordamiento  causó ingentes daños materiales y la muerte de alrededor de 90 personas en Valencia.

        Pero los valencianos, cansados de tropezar con la misma piedra descubrieron el Huevo de Colón y a renglón seguido de la “reconstrucción de los daños” desviaron el cauce del Río Turia gracias a unas ingentes Obras Hidráulica del Plan Sur.

        Estupendo, pero se olvidaron de que  el agua en desmedidas proporciones buscaría su salida al mar por el punto más débil que ya no sería Valencia, pero saldría por algún lado y los de Chiva, Paiporta, Algemesí, Catarroja…  lo saben bien hoy.

      Se ha movilizado un país para tratar de ayudar en momentos tan difíciles a los afectados por la catástrofe. Las Administraciones  y los particulares  tratarán de ayudar a los afectados con sus ingentes pérdidas materiales pero las vidas humanas que se han perdido a causa de la Gota Fría, ahora Dana, no tienen solución ni para ellas ni para sus familiares y volverá a pasar.

        No sabemos cuando ni si será suficiente con que el río se nos lleve el huerto, el coche, la casa o la vida pero volverá a pasar, no lo dudemos.

       Ahora todos no afanamos en reconstruir lo que se ha perdido. Daríamos algo porque, pasado no mucho tiempo, todo estuviera aproximadamente igual a la víspera de la Dana.

        ¡Grave error! Pues aunque milagrosamente se pudiera conseguir  sería un ¡Grave Error!

        Oiga, ¿y usted no estaba  acongojado de tener la casa donde la tenía?  ¡Y ahora...!

       Se quiere reconstruir pero cómo y dónde: exactamente allí. Es sabido que solamente en España hay alrededor de 2000 municipios en zonas de grave riesgo por inundaciones y en las que viven alrededor de 500000 personas y por desgracia seguiremos empeñados en una batalla que tenemos perdida. ¡Bendita especulación!

      Volverá a pasar pues somos capaces de tropezar muchas veces en la misma piedra y parece ser que no aprendemos gran cosa. 



Imágenes de Google.




 

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