La Nordeste de la Punta de las Olas.9-7-15.
Carretera del Valle de Pineta Ladera
Norte, Collado de Añisclo, Fajas de las Olas, Cara Sur y Punta de las Olas.
19-09-1992.
Salida 16:30 h. Llegada10:30 h.
Mixto.
Fácil.
2 d.
Ascensión.
Rosa Mª. Martínez y Biola y Mariano
Javierre.
Mapa de Punta de las Olas procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Se
nos ha pasado Agosto y casi Septiembre. No tenemos prisa recién salidos de los
Alpes y no nos motiva Biola que cada día
muestra menos entusiasmo por la montaña. Pero a pesar de ello tenemos que
cumplir con nuestra tradición tresmilista en compañía de nuestra hija. Ya
tenemos ganas de marchar con ella a cualquier pico y en cualquier momento; pero
el asunto, me da la impresión, tendrá que esperar de momento.
Habíamos
pensado subir a acampar al Collado de Añisclo desde el Puente de San Urbez, un
camino que no conocíamos y que nos permitiría a partir de allí alcanzar la zona
superior del Circo de Ordesa; pero sobre el mapa, el camino es fundamentalmente
largo y no veo posibilidad de acampar más allá del Barranco de la Fuen Blanca,
lo que nos deja tan bajos que no hay más remedio que buscar otra alternativa.
La subida al Collado de Añisclo desde el Refugio de Pineta. 16-10-10.
Subir
hasta Góriz es posible, pero no es lo más práctico de cara a la continuación
del día siguiente. Por lo tanto no queda otra alternativa más que Pineta. Será
por allí por donde atacaremos el asunto a pesar de haber sido desechada a
priori, fundamentalmente por la kilometrada que había que hacer antes de
echarse a andar, ya que el camino pertenece a la GRP y, consecuentemente,
además de estar bien marcado será fácil y lo que es todavía más importante es
que nos permitirá acampar a 2500 metros de altitud y eso sí que es un auténtico
chollo, justo lo que pretendíamos.
Llega
el viernes 18 de Septiembre de 1992. Rosa sale de trabajar a las dos y media y marchamos
a todo trapo. El tiempo está medianucho, fundamentalmente irregular, incógnita
que se desvelará poco a poco.
Vamos
por la Guarguera sin circulación y a buen ritmo, luego Boltaña y Ainsa y con remodelada carretera llegamos a Bielsa
a una hora muy interesante. De allí para arriba 10 kilómetros más decentes de
lo que recordábamos y 6 más que están bacheando.
Cascada ocasional en el Camino al Collado de Añisclo. 16-10-10.
A
las cuatro y veinte estamos en la Caseta de Información de Pineta donde nos
informan regulín regulán y tenemos que volver para atrás, el Mapa de la Alpina
o marca otra vía o está muy mal marcada. Por fin aparcamos en un pequeño
ensanche con un cartel que indica el inicio del camino y en el que he estado a
punto de parar a la ida.
A
las cuatro y media pasadas, cambiados de ropa salimos para cruzar el amplio
barranco guiados por buenos hitos. Enseguida aparecen balizas rojas y blancas.
Iniciamos
el ascenso de la pared que es una selva mixta transitada por camino en
dirección oeste. Es el final de un amplísimo y largo corredor por cuyo fondo
baja un pequeño barranco.
Uno de los últimos resaltes de camino al Collado de Añisclo. 16-10-10.
El
camino asciende consistentemente pero enseguida
inicia una travesía bastante horizontal al noroeste para cambiarnos al
corredor de nuestra derecha y que atravesamos inmediatamente para incorporarnos
a la cascada que baja por su lado izquierdo; enseguida el camino comienza a ascender
de nuevo, esta vez de manera despiadada y sin concesiones, teniendo incluso que
trepar en tres pasajes del mismo, lo que nos extraña un poco en una Gran Ruta,
aunque no suponga ninguna dificultad para nosotros. La selva se ha aclarado y
son más los arbustos que los árboles.
Nos
encontramos con una pareja que baja y que manifiesta incertidumbre sobre
nuestras posibilidades, lo que yo traduzco en que nos queda algo de tomate,
cosa que ya sabía, pero quién no ha dudado nunca de la competencia de los demás.
El camino se allana entre placas. 16-10-10.
Poco
después la vía se allana y nos conduce, por un amplísimo pastizal de altura,
a la cresta del espolón que separa el
corredor del que acabamos de salir con el siguiente de nuestra derecha.
El
respiro va a ser breve pues tan pronto como alcanzamos la cresta del espolón el
camino se vuelve a empinar abandonando los últimos árboles y discurriendo por
pradera alpina a la que, con más frecuencia, le salen calizas ocres.
Detalle del Collado de Añisclo desde Comodoto. 27-1-08.
Encontramos
flor de nieve que dejamos para la vuelta a la vez que unas viras calizas se
encargan de elevarnos sobre la pedrera y al amparo de unas barras hacemos un
pequeño alto para comer un poco de fruta.
Continuamos
después la pedrera que nos va aproximando al collado por terreno sumamente
descompuesto y algo pendiente que se arrellanará cuando alcancemos el Collado
de Añisclo. Son las ocho de la tarde.
Allí
nos aguardan agazapadas las nieblas rellenando el fondo del Valle de Añisclo.
Localizamos una senda que crestea el amplísimo collado recorriéndola hacia el
norte en busca de alguna mancha plana de pradera alpina que nos permita plantar
la tienda.
Pineta desde el Collado de Añisclo. 15-8-09.
El
tiempo apremia y en la cresta lo vamos a tener crudo por lo que bajamos un poco
encontrando un lugar bastante mullido
pero algo inclinado. Son las ocho y cuarto cuando las nieblas echan sobre
nosotros por lo que plantamos la tienda
a todo trapo, desmontamos las mochilas poniendo casi todo a salvo de la
humedad. Respiramos tranquilos cenando pues llegar a un collado alto situado a
2435 metros de altitud, desconocido, tarde y con intención de acampar no es de
lo más apetitoso a priori y eso que el problema del agua lo habíamos solucionado subiéndola desde abajo.
Las
nieblas nos meten en la tienda, jugamos a cartas un poco pero la tienda
solamente es cómoda para estar acostados y a las diez menos cuarto damos por
liquidada la jornada. Estamos en el lugar adecuado y esperamos que el tiempo
acompañe.
Disfrutaremos de una estupenda noche que se
nos rompe a las siete de la mañana y se convierte en una luminosa mañana que
nos llena de satisfacción.
La Larry, Munia y Robiñera desde el Collado de Añisclo. 15-8-09.
Desayunamos,
preparamos rápidamente las mochilas y a las ocho y cuarto nos vamos cuando
justamente está llegando el sol.
Andamos
en busca del collado ganando la altura que perdimos ayer avanzando hacia la
Pared Este de la Punta de las Olas.
Sin
ganar la arista me descuelgo a buscar agua. Hay una surgencia de la que espero
obtener agua tanto para el día como para la noche, tan necesaria, aunque seguro
que encontraremos más arriba.
Alcanzo
a m mis señoras atajando pues ellas han abandonado el collado y comienzan a
ascender en busca de una de las dos fajas acerca de las que hemos especulado
durante el desayuno y que parten la pared en dirección ascendente permitiendo,
suponemos, salvar el impresionante Paredón Sureste de la Punta de las Olas.
Placas bajo la Punta de las Olas.15-8-09.
Guiado
por señales rojas y blancas ganamos la base de la pared en ascenso y pasamos
bajo dos escorrentías: Ordesa es el paraíso de la caliza y el agua y
localizamos una sirga rota que ayudaría a pasar el corredor en época de hielo, ahora en estas condiciones
no servirá de nada pues quedará enterrada con las primeras nieves.
Ascendemos
fuertemente para introducirnos tras atravesar la base de otro corredor en la
faja por la que se eleva el camino: es una enorme laja lisa e inclinada hacia
afuera, de entre 10 y 20 metros de ancho practicable, lavada por los hielos y
con una inclinación media de 35º a 25º en su segunda mitad en la que hay una
sirga de unos 100 metros de larga sujeta en fuertes clavijas. La verdad es que
el pasaporte aquí es directo para el cielo.
Pedrera Sur de la Punta de las Olas. 15-8-09.
Se
allana la faja rota por un barranco que nace en la faja superior en la que hay
una pequeña sirga que facilita el paso.
Mi
olfato me dice que la faja superior nos
debe permitir el acceso a la cima sin
más rodeos a pesar de que los hitos se vayan a dar la vuelta. Dejaré la mochila
y tras comprobar mi suposición vuelvo.
Soum de Ramond desde la Punta de las Olas 15-8-09.
Subimos
la faja más estrecha que la anterior y también más corta. Hay algunos hitos que
mejoramos y que nos conducen al inicio de un corredor descompuesto que
atravesamos a la vez que la pared que llevamos a nuestra derecha va perdiendo
altura hasta desaparecer engullida por una pedrera que se encumbra muy alta.
Navarro o Baudrimont Sudeste desde Rabada. 9-7-15.
Salimos
de la pared e iniciamos el ascenso de la pedrera en dirección norte hasta
alcanzar la amplia y plana cresta que se asoma sobre Pineta. Nos conduce a un
pequeño resalte final y superado este alcanzamos la Cima de la Punta de las
Olas a 3002 metros de altitud cuando son las diez y media de la mañana.
Punta de las Olas desde el Navarro. 9-7-15.
Hacemos
una fotografía, recordamos nuestra anterior estancia en ella y concluimos con
que fue la niebla la que no nos permitió perspectiva para el descenso ya que en
esta parte no hemos advertido la presencia de hitos.
Para ver la Continuación.
Para ver la Continuación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por tu comentario! Responderé tan pronto como lo localice.