3 ago 2008

16a-08. AL FIN LOS PICOS DE EUROPA. PEÑA VIEJA. 3-8-2008.

La Noroeste de Peña Vieja.

Teleférico de Fuente De, Colladina de Cobarrobres, Collado de la Canalona y cara oeste-noroeste. Deseanso por Collado de la Canalona, Cabaña Verónica, Collado de los Urrieles, Jou de los Boches, Jou Sin Tierra y Refugio Delgado Ubeda.

03-08-2008.

Salida 09 h. Llegada 16 h.

Sol.

Bastante fácil.

Ascensión.

 Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.


Mapa de Peña Vieja procedente de Alpina. Vía en amarillo.


            El Circo de Fuente De pesa lo suyo. Esos enormes paredones tienen carácter y nos golpean con su brutal verticalidad cuando llegamos a la base del circo. Son las siete de la tarde del 2 de Agosto de 2008.

            De esta no pasa decíamos. Cuando Biola “esté a Oviedo” iremos a conocer los Picos de Europa. Y como Biola no fue a Oviedo, nosotros al fin, vamos a Picos de Europa.

            Ahora nos informamos, nos orientamos un poco y nos volvemos para abajo hasta Camaleño. Hemos localizado un lugar que nos puede resultar muy útil. Se trata de un prado cortado no hace mucho, a la orilla del barranco que baja de Espinama, que tiene la portera retirada y una de sus esquinas cuenta con un potente Castaño. Es un lugar discreto al que se accede tras pasar por un viejo y estrecho puente.

            Sacamos los bártulos, hacemos la cena y la despachamos convenientemente, comprobamos que la casona más próxima es una segunda residencia, ahora cerrada y tras plantar las tiendas nos vamos a dar una vueltecilla por el pueblo antes de acostarnos, lo que haremos alrededor de las diez. Mañana no hay que madrugar.

            La noche está estrellada y húmeda junto al barranco y cuando nos levantamos sobre las siete y media pasadas, están puestas las nieblas pero tenemos la esperanza de que no estén por arriba.

            Desayunamos, recogemos y marchamos hasta Fuente De. Las nieblas se van quedando debajo de nosotros y por los altos campa un sol absolutamente esplendoroso. Llegamos con mucho tiempo puesto que el teleférico no se pone en marcha hasta las nueve de la mañana.
Teleférico de Fuente De.

            Sacamos los billetes de subida a 7 euros, previa reducción por federados y montamos en el primer viaje. Tres minutos después estamos en el Mirador de Fuente De. La llegada ha sido espectacular y, sinceramente, yo he perdido el camino de subida que iba recorriendo con la vista. Hemos arrancado de 1078 metros de altitud y, son las nueve y cinco, cuando estamos a 1834 metros de altitud.
Desde el Mirador del Teleférico.

            Recorremos la balconada del Mirador, contemplamos el fondo del circo que se ha quedado allá abajo, hacemos algunas fotos con nieblas de fondo y… nosotros a lo nuestro.

Peña Vieja desde el Mirador.

            Una pista arranca de la parte trasera de los edificios y muy llana se alarga en dirección casi norte para girar al este y acercarse hasta la Colladina de Cobarrobres. En las proximidades de la misma localizamos un sarrio ciego y desde el collado vemos partir pista hacia los Prados y Refugio de Aliva, disfrutamos de las primeras agujas de la Peña Olvidada que es el contrafuerte sur de Peña Vieja y  nos introducimos en la fresca sombra de la mañana que nos proporcionan los paredones de Peña Olvidada. Nuestro camino se orienta por la base de la pared, en dirección noroeste, muy llana, y camino de la Vueltota.

Peña Vieja y Peña Olvidades desde la Colladina de Cabarrobes.

            Contemplamos el amplio Jou de Lloroza  y fotografiamos con agua uno de los Pozos de Lloroza. Es un lugar muy transitado y hay gente a nuestro alrededor aunque no demasiada.

            A la altura de la Vueltota, lugar en el que parte un camino hacia el Collado de la Fuente Escondida, la pista ya ha desparecido convertida en un transitadísimo camino que se empina y nos facilita la imagen de los Horcados Rojos.

A la fresca sombra en la Vueltona.

            A la sombra se va bien en medio de un caos calizo de considerables proporciones. Nosotros vamos subiendo a la vez que buscamos el camino que ha de partir a nuestra derecha en la base de los Horcados Rojos.

Nuestro camino desde el Mirador desde la Terraza Intermedia de la Canalona.

            Sobre los 2200 metros de altitud e inconfundible, aparece el desvío. Dejamos las mochilas a la sombra de un bloque calizo y con las cámaras fotográficas, una botella de agua y un paquete de galletas nos vamos en dirección este. Son las diez y cuarto.

Corredor al Collado de la Canalona.

            El camino que sigue muy transitado se acerca a la pared de los Horcados Rojos y se introduce en un laberinto con algún tramo artificial, que rompe la pared en su parte este hasta introducirnos en un empinadísimo corredor tras el que se nos muestra el Collado de la Canalona al contraluz.

            Subimos fácilmente, con el sol en la cara pero tranquilos sin peso. Casi tenemos que ponernos piedras en los bolsillos al alcanzar el Collado de la Canalona situado a 2446 metros de altitud. Pega un ventarrón salvaje pero no frío. El tiempo es espléndido.
Peña Vieja desde el Collado de la Canalona.

            Desde el collado contemplamos la Canal del Vidrio, una hondonada, un jou, característico al este y nuestro camino orientado al sudeste que contornea el jou con una pérdida mínima de altura y se eleva directamente por la cara sur-sudoeste de Peña Vieja.
En la Arista Cimera de Peña Vieja.

            El camino alcanza la arista noroeste del pico y asciende próximo a la misma a través una pedrera caliza con materiales de pequeñas dimensiones. Se empina paulatinamente y describe algunas indecisas cetas al encuentro de la pared.

            Ya en la pared, medianamente erguida, diversos caminillos la recorren en ascenso a través de materiales calizos firmes salpicados de pedreguilla, que hay que subir con cuidado pero que en ningún momento suponen complicación alguna. Se puede subir un poco por cualquier parte y nosotros accedemos a la punta un tanto al sudeste salvando un escalón para alcanzar la arista cimera y recorrerla en sus últimos 30 metros medianamente aéreos.

Cima de Peña Vieja.

Los Horcados Rojos desde Peña Vieja.

            Son las once de la mañana cuando alcanzamos la cima de Peña Vieja situada a 2613 metros de altitud. Ha sido un pico fácil con interesantes vistas. En primer lugar tratamos de localizar al Naranjo que se asoma tímidamente por el norte. A continuación, sacando los ojos de los atractivos Horcados Rojos, localizamos la Cabaña Verónica brillantemente diminuta al oeste. Al este los Puertos de Aliva y el refugio además de un sin fin de torres y collados desconocidos. No somos capaces de identificar con seguridad a Torre Cerredo, lo que si identificamos es el Curavacas, Peña Prieta y el Espiguete.

El Naranjo desde Peña Vieja.

Praderíos de Aliva desde Peña Vieja.

            Echamos un trago, compartimos una naranja que he subido de extranjis y nos comemos las galletas mientras charlamos con una pareja que ha subido detrás de nosotros.

Te de los Coteros y Horcados Rojos desde el descenso de Peña Vieja.


            Media hora después nos vamos para abajo por idéntico camino y a ritmo. En el Collado de la Canalona, Juan se alarga hasta el de Santa Ana para echar un vistazo al Jou de los Boches. Nosotros nos vamos tranquilamente para abajo y mientras nos alcanza, subo las mochilas al camino. Son las doce y media.


            Con toda la carga a cuestas, que incluye 6 litros y medio de agua ya que nos hemos bebido uno, continuamos camino en dirección oeste hacia un collado al sudoeste de la Torre de los Horcados Rojos.
Hacia la Cabaña Verónica.

            Queremos subir a comer en la Cabaña Verónica y para ello hay que ascender alrededor de 40 metros de desnivel en dirección sudoeste por un lomo calizo a través del que se articula un transitado camino. Suele ser el final de muchos excursionistas que suben en el teleférico.

Cabaña Verónica.

            La Cabaña Verónica es un pequeño habitáculo de forma esférica y brillante pues tiene cubierta metálica. Dicen que tiene una capacidad para tres o cuatro personas y yo añadiré que es una auténtica zolle en la que, parece ser, está instalado un “ocupa” impresentable; que, eso si, hace su negocio vendiendo latas a los turistas.

            Pasamos de la cabaña, comemos a la sombra y mantenemos una interesante conversación con una pareja joven que conoce muy bien la zona. Le contamos nuestros proyectos y razonadamente nos los cambia.

Nuestro camino a la Cabaña Verónica.

            Nosotros pretendíamos acercarnos hasta la base del Torre Cerredo, para acampar, por ejemplo, en la parte alta del Jou sin Tierra; así al día siguiente, sin carga, pasar por la Horcada de D. Carlos el Oso y hacer el pico. Nos aconseja que nos bajemos hasta el Refugio Delgado Ubeda y hagamos el pico por la Brecha de los Cazadores que es similar pero más cómodo y fácil de recorrer. El tramo final es común. A mí me parece bien pues sigo sin localizar el pico y marchar a un lugar que no se ve o no se conoce, no es de lo que más me gusta.


Collado de los Urrrieles.

            Hemos llegado a la una y salimos a las dos, desandando el camino hasta el collado. Allí tomamos un camino que se orienta en suave ascenso hacia el noroeste, que se empina posteriormente para superar un resalte calizo y que nos permite alcanzar el amplio collado de separación entre el Pico Tesorero al oeste y los Horcados Rojos al este.

Se asoma el Naranjo al Collado de los Urrieles.

            En el collado no espera una sorpresa. Imaginamos una ladera suave para descender al Jou de los Boches y nos encontramos con un paredón  de narices, del que no vemos su final y que parece defender al amplio collado en toda su extensión.

            Hacia el lado de los Horcados Rojos unas citas suben en lugar de bajar, por eso no las veíamos en principio. El camino se eleva una veintena de metros hacia el este-nordeste por un terreno duro y pedregoso y nos enseña una sirga nueva y forrada de plástico negro. También localizaremos algunas citas y algunas marcas de pintura.

            La sirga tendrá más de 200 metros de longitud y recorre toda la pared norte de los Horcados Rojos, un paretazo bastante liso, vertical y descompuesto que te deposita ya cerca del fondo del Jou de los Boches 200 metros más abajo.

            Se puede bajar incluso prescindiendo de la sirga pero  el ahorro de tiempo para buscar camino es considerable y sobre todo es inapreciable la seguridad de que estás en el buen camino sin necesidad de buscarlo.
La Norte de los Horcados Rojos con la zona equipada.

            La pared termina en una pedrera caliza muy inclinada que se arrellana paulatinamente y atraviesa el jou contorneando un poco por su orilla este para reorientarse al norte sobre los 2160 metros de altitud y atacar en suave ascenso  la Garganta de los Boches  sobre los 2200 metros de altitud.

            En la garganta corre un suave viento que se agradece ya que en el fondo del jou el calor ha resultado ciertamente intenso. Una mirada atrás para el recuerdo y para el refresco y un suave descenso nos conducen al faldeo del Jou Sin Tierra, también por su orilla este.
La Garganta y el Jou Sin Tierra.

            Hay que bajar suavemente alrededor de 150 metros de desnivel que se hacen largos a pesar de que voy entretenido comprobando la magnitud de mi error al programar aquí nuestro campamento: el lugar es escabroso pero creo que sin necesidad de llegar a la parte baja podríamos haber encontrado alguna terraza para la tienda, pero lo que no me gusta es la tremenda barranquera y el remonte que habríamos tenido que realizar para alcanzar alguno de los collados que cierran el barranco hacia el oeste, lugar en el que suponemos la Horcada de D. Carlos el Oso. Además sigo sin ver el pico.

            La llegada a la Garganta del Jou Sin Tierra también es en ascenso, serán una treintena de metros que saben a más y en los que Rosa se marca su trepada particular en libre.

El Narajo por su vertiente sudoeste nos recibe.

            Estamos a 2079 metros de altitud y el Naranjo de Bulnes nos recibe. El camino sigue suavemente para abajo en dirección nordeste y unos minutos después avistamos el Refugio Delgado Ubeda en la Vega de Urriello al que llegamos a las cuatro de la tarde.

            Hay algunos vivacs desocupados y enseguida encuentro uno que con poco tajo quedará impecable. Bueno, la mayoría ni se lo miraría.

            El refugio se encuentra a unos pocos metros de la pared oeste del Naranjo, tiene considerables proporciones y una fuente inestimable en la fachada norte del mismo. Hemos cargado agua en exceso pero…

            Montamos la tienda, ponemos a secar toda la ropa sudada y bebemos y picamos algunas cosillas al sol de la tarde para ir luego a la sombra de una piedra próxima.

            Además y por encima de todo eso contemplamos el Urriello con su fantástica cara oeste refulgente al sol de la tarde.

            ¿Y cómo es el Naranjo? Resulta muy fácil de describir: es acojonante.

            Juan se va luego a tocar la pared y pasar la tarde, Rosa trata de obtener cobertura para su móvil y yo estudio la Brecha de los Cazadores, hay que ser prácticos.

            A las siete hacemos la cena y cenamos, luego nos acercamos al refugio para echar una ojeada y asearnos un poco. Entre tanto, ha ido llegando gente a barullo, los vivacs están llenos y suponemos que el refugio también. Parece ser que la gente no suele hacer picos, mayoritariamente hace rutas de refugio en refugio. La verdad es que estos picos no se andan con requilindorios e invariablemente se resuelven con un paretazo importante y apáñate como puedas.

A las nueve nos empiltramos en medio de una tarde cálida incluso a esta altitud. El primer día de Picos ha resultado excelente. Hemos subido 1170 metros y hemos bajado 1044 metros. Hemos cambiado el programa pero creo que vamos al día sobre los presupuestos.

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