22 may 2016

37-16. MALADETA PARA RECORDAR Y ESQUIAR. 20-5-2016.


Recortados en la Cima de la Maladeta.

Aparcamiento de la Besurta, Refugio de la Renclusa, Glaciar de la Maladeta y Collado de la Rimaya.
20-05-2016.
Salida 08:45 h.Llegada 16:30 h.
Sol.
Fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de la Maladeta procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            La Maladeta fue nuestro primer tresmil  con esquís hace cinco años. Que fue exactamente por estas fechas. Guardábamos un buen recuerdo de aquella jornada espléndida y mi chica quiere volver, bueno, queremos.
            Lo programamos para el día 16  en previsión de acontecimientos anunciados, pero no va a ser posible pues tenemos que marchar el domingo 15 a Barcelona: Mario ha decidido nacer.
            Tras unos días en Santa Coloma de Gramenet, volvemos a casa y retomamos el tema antes de que se pase el asado.
              Iremos el viernes 20 de Mayo de 2015 pues hay buen tiempo previsto. Para ello y en lugar de darnos el madrugón, decidimos marchar a dormir a Benasque por la noche. Salimos a las nueve y a las once estamos allí.

En la Besurta hace una mañana espléndida.

             Así, sin prisas, nos llegamos a la Besurta, preparamos los bártulos tranquilamente y a las nueve menos cuarto nos ponemos en camino.
            La mañana, a 1850 metros de altitud, está vestida con sol y con una temperatura espléndida cuando iniciamos un esperado porteo en dirección sur y camino del Refugio de la Renclusa. La gente debe andar toda por delante pero a medio glaciar advertiremos que no. Nosotros esperamos que el sol haga su faena, o como dice Daniel Mur salimos a huella puesta.

Bajo la Renclusa nos ponemos los esquís y las cuchillas.

            En el desvío hacia Aiguallut advertimos que habrá que portear un poco más pues las últimas lluvias han refaldado la nieve algo más de lo esperado.
            Entramos en los pinos pasados los primeros neveros y tras un cuarto de hora largo de porteo, ponemos los esquís, quitamos los esquís, ponemos las cuchillas y acabamos con la jodienda de siempre bajo la Renclusa: es una zona sombría y con muchísimo rehielo, lo sabemos pero…
            En la Renclusa, a 2140 metros de altitud,  salimos de nuevo al sol, la fuente está cortada y pasamos por detrás  para iniciar la larga diagonal  que ascendiendo entre afloraciones de granito nos enfrente a las Palas Inferiores del Glaciar de la Maladeta camino de los Portillones. La nieve soleada está estupenda para foquear y no supone ninguna molestia el foqueo con cuchillas.

Describimos una larga diagonal por encima de la Renclusa. Pico Paderna.

            Hemos tenido la tentación de pasar por debajo del refugio como ha hecho una pareja pero creemos que es vía más útil para subir a Paderna y además, como hay que subir, pues hagámoslo de buen principio.
            El glaciar está cosido de huellas por todas partes, el personal ha subido con cuchillas y consecuentemente, las huellas no son profundas  ni continuas. Nos cuesta localizar una huella que, no demasiado evidente, se abre paso entre las demás con una continuidad manifiesta y que seguiremos puesto que nos gusta su perfil de progresión en el glaciar. Juan fiel a su costumbre sube de frente paso de maniobra.

Juan nos saca con Salvaguardia y los Ibones de Paderna.

            Dejamos por debajo los Ibones de Paderna y al rato el Portillón Inferior siempre en busca del Superior  mientras se suceden las palas amablemente erguidas y soleadas vigiladas por el Pico de Paderna y más atrás por Salvaguardia y la Mina.
            Localizamos a un trío en la diagonal de acceso al Portillón Superior y nos llama la atención de que dos de ellos portean los esquís pero…

Acercándonos al flanqueo hacia el Portillón Superior. 

            Van a ser las once cuando nos olvidamos del flanqueo hacia el Portillón Superior que tiene unas buenas huellas además de mucha nieve y nos enfrentamos al foqueo de la enorme comba del glaciar que nos tiene que llevar al Collado de la Rimaya, la Pirámide de la Maladeta o Maladeta Oriental está a la vista como en una buena parte de la ascensión pero habrá que pelearlo un ratito todavía.

Pasamos el desvío al Portillón Superior en busca de la Maladeta. 

            Estamos a 2850 metros de altitud, la nieve sigue muy buena para el foqueo y ya hace un buen rato que no estamos solos en el glaciar: eso no es posible en un día como hoy.
            Poco más arriba y aprovechando un bloque de granito emergente nos detenemos para echar un bocado, son las once y media y más que la necesidad de comer o beber nos imponemos beber un poco pues hasta a los buenos camellos les puede ir bien un poco de agua.
            Un cuarto de hora después y tras contemplar que hay otro trío que sube con raquetas y porteando los esquís mientras abren pesadamente huella por un corredor situado en la vertical del Pico del Collado de la Rimaya y próximo al contrafuerte de la Torre Cordier, proseguimos nuestro ascenso.

El Corredor al Collado de la Rimaya.

            Otro cuarto de hora largo después, la rampa es  suave pero se hace pesada, alcanzamos la entrada del corredor muy rellena de nieve por lo que nos incorporamos un poco a la pared para dejar los esquís y poner crampones. Creo que no serían  necesarios pero ni me lo cuestiono.
            Estaremos por encima de los 3150 metros y con los piolets en la mano iniciamos el ascenso de un patatar completamente escalonado y lleno de huellas que Juan se sube sin quitar las raquetas pues tiene la suficiente paciencia aunque se olvida de los bastones y emplea el piolet.

Saliendo del Corredor al Collado de la Rimaya.

            El corredor tendrá alrededor de 70 metros y una parte central algo tiesa que no nos supone ninguna dificultad. Hacemos la salida directa y alcanzamos  el inicio de la Arista Oeste de la Maladeta sobre los 3230 metros de altitud. Son las doce y media.

En la Oeste de la Maladeta.

            La arista oeste del pico no es necesario hacerla ya que se avanza ligeramente por el flanco sur siguiendo una marcada huella que se abre paso en suave ascenso entre afloraciones de granito.


Llegando a la Cima de la Maladeta.

            Un cuarto de hora después nos deposita en la Cima de la Maladeta situada a 3308 metros de altitud.


En la Cima de la Maladeta.

La foto que no puede faltar en la Maladeta.

            Es la una menos cuarto cuando en la cima que conocemos hacemos fotos sobradamente conocidas pero que no por ello son menos espectaculares: Cregüeña inmaculadamente blanco al igual que los glaciares de la Maladeta y Aneto perfectamente escindidos por la Cresta de los Portillones; celestial la Creta del Medio, alineados los Maladetas hasta Alba y los Picos de Paderna, Forcanadas, Mulleres, Sacroux, Posets… el Pirineo en altitud está de merengue como nunca. Hemos tenido casi siempre ratos excelentes en esta cima pero no sé si tan buenos como hoy.


En el Corredor del Collado de la Rimaya.

            Pasada la una desandamos arista hasta el Collado de la Rimaya, rodeamos el gendarme de salida por una auténtica trinchera y nos vamos corredor abajo. Abrevio mientras los chicos se quedan enrollados con las raquetas,  con pedir permiso a cada huella para meter el crampón y con un trío de fransuás que van para arriba con algún apurillo.
            Mientras llegan recojo pieles y preparo esquís en una plataforma que me fabrico pues hemos parado ya en fuerte ladera. Iniciando el corredor.


Iniciando el descenso del Glaciar de la Maladeta.

            Son las dos menos cuarto cuando comenzamos el descenso sobre los esquís. La nieve está espectacular y disfrutamos como bebés recién bañados y tetados.


La nieve de la parte alta del Glaciar de la Maladeta está inmejorable.

            Juan que baja delante marcha directamente al sur en busca de un  gran bloque emergente en el que nos sentaremos para comer. Lo hacemos en la cabecera de un naciente corredor  ligeramente al este de la Torre Cordier.
            Son las dos de la tarde. Comemos mientras contemplamos las evoluciones y la caída de uno que baja del Cordier y que se tira en el escalón de entrada al Glaciar de la Maladeta.


Infinitos giros en el Glaciar de la Maladeta.

            Media hora después continuamos el descenso. Lo haremos aproximadamente por un largo corredor, suponemos que es el Barranco de la Maladeta, en lugar de hacerlo por la Vía de los Portillones que es por donde hemos subido.


esquiando uno de los corredores del Glaciar de la Maladeta.

            El corredor tiene una nieve excelente y nos sugiere una alternativa a nuestra costumbre para una ocasión posterior. El descenso es agradabilísimo aunque la nieve blandea paulatinamente conforme perdemos altitud.
            A pesar ello, en el rellano en el que se descansa el corredor, en lugar de proseguir para abajo hacia Paderna o el límite del glaciar en la zona, iniciamos una diagonal orientados por el Refugio de la Renclusa pues no nos fiamos de la continuidad de la nieve en la parte baja junto al barranco.
            Solamente y al final encontramos una pala erguida, con nieve blandísima y completamente trillada por profundas huellas, pero no es mayor problema: hay que girarla y punto.
            Llegamos a la Renclusa sobre las tres y media. Nos vamos a la Capilla de la Virgen de las Nieves que está cerrada, damos una vuelta por el refugio, charlamos con el personal que se solea por allí y media hora después, tras echar una última visual al descenso continuamos para abajo.

Hasta aquí esquiamos. Luego a portear.

            Hay un pasillo de nieve que no llegará a mañana pero nos permite entrar a la ladera, ahora con una nieve estupenda  en la que enlazamos unos airosos giros que nos introducen en los pinos.
            Apuramos con cuidado los pasillos inferiores hasta que termina la nieve, quitamos los esquís, los colgamos en la mochila y nos vamos para abajo  donde nos espera la Besurta y la furgo.
            Son las cuatro y media cuando ponemos a secar bártulos, nos pegamos un remojón en el recién nacido Esera y ahogamos los 1450 metros de desnivel en unas cervezas fresquitas mientras picoteamos unos mejillones  y una mix de encurtidos pues nos encanta la sal y el vinagrillo.


Colonia de fritillaria meleagris o tablero de damas dn la Besurta.

            Hacemos fotos del diente de perro, ¡cómo no!, de luminosos narcisos, coquetos tableros de damas, delicados nomeolvides y algunas primaveras tardanas y alrededor de los siete recogemos todo el tenderete y nos marchamos pista abajo. La próxima parada es Cerler y mañana más que no mejor pues parafraseando a Wayoming: mejor será imposible.

2 comentarios:

  1. Hola Mariano,
    Me gustan estos días. Nieve como en invierno en las alturas, primavera en los valles y días largos como en verano.
    Enhorabuena a los dos y a disfrutar muchos buenos momentos con el nuevo miembro de la familia!
    Salud!

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  2. ¡Hola David!
    Son de esos días especiales que deseamos para todos y para nosotros que podemos esperar para escoger. La nieve primavera es la nuestra aunque padezcamos a lo largo de casi toda la temporada costras y duras ya que la nieve polvo, esa que se sueña, no acostambramos ni a olerla. Al final con más o menos fortuna han sido 35 salidas en esta temporada y nos conformamos.
    Gracias, esperamos disfrutarlo como unos abuelos vulgares. Es lo que toca ahora.
    ¡Que vaya bueno!

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