Desde el Tozal de Siso la última parte de la arista que vamos a recorrer.
Revilla, Refugio de Foratarruego,
Cabecera del Circo de Gurundue, Arista Este, Monesma, Suca, Puntas Verdes,
Coplan, Tozal de Siso, Punta Cabez, Facera, Pala Portañús, Peña Cabez, Cara Sur
y Revilla.
06-07-2016.
Salida 08:30 h. Llegada 17:30 h.
Mixto.
Bastante fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y
Mariano Javierre.
Mapa de la Sierra de las Ticas procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
La
Sierra de las Tucas es la divisoria entre los Valles de Pineta y Escuaín. Arranca en el Collado de Añisclo y pasado el
Portillo de Tella baja a sumergir sus pies en el Cinca un poco al sur de
Bielsa.
La
teníamos emprendida por sus dos extremos pero nos quedaba pendiente la parte
central que ya que es muy larga y no cuenta con cómodos accesos.
Es
una pateada importante, lo sabemos, pero hoy 6 de Julio de 2016 nos vamos a
ello tras decidir hacer una circular desde Revilla con bastantes incógnitas.
Hay
una pequeña kilometrada hasta el Mesón de Puértolas para tomar allí la
carretera primero a Tella y luego, tras una equivocación, a Revilla.
El camino recorre la Ladera Izquierda del Río Yaga.
Son
las ocho y media de la mañana cuando a 1220 metros de altitud tomamos un
incierto camino que se eleva sobre el escalonado y disperso caserío para
orientar se unos metros más arriba hacia el oeste.
Se
trata del camino que forma parte de la circular sobre el Barranco de Escuaín y
que limpio y transitado llanea casi
tanto como asciende para atravesar primero el Barranco Consusa y seguidamente
entrar en territorio del Parque nacional de Ordesa por camino bien indicado y
sombreado lo que se agradece a estas horas en una mañana muy cálida que nos va
a hacer sudar de lo lindo
Llegando al barranco Consusa.
Poco
después entramos en territorio del Barranco Angonés para atravesarlo por puente también metálico
y coger agua en un lugar de encanto innegable, especialmente para
barranquistas.
Seguimos
muy de llano para seguidamente cruzar otro barranco seco y aproximarnos al
Barranco del Puerto.
Cerca del Barranco de la Canal.
Estamos
sobre los 1600 metros de altitud y ahora, abandonamos el camino de Escuaín y
nos vamos en busca del Refugio de Pastores de Foratarruego saliendo al sol y
comenzando el ascenso un poco más en serio.
La Majada Foratarruego y el refugio al fondo sobre las peñas.
Siempre
en dirección oeste ganamos altura hasta alcanzar la Majada de Foratarruego,
lugar donde abandonamos el bosque y localizamos sobre las peñas el refugio.
Refugio de Foratarruego y Castillo Mayor.
Abandonamos
el camino que hemos traído hasta ahora y nos llegamos al Refugio de
Foratarruego situado a 1970 metros de altitud. Está abierto, en buenas
condiciones y con un cartel que indica !no permanecer en el interior en caso de
tormenta¡ Son las diez y cuarto.
Flor de nieve en Foratarruego.
Hay
un camino muy poco transitado que no pasa por el refugio y que hay que
localizar cuando el praderío se inclina hacia el Barranco de Gurundué y que
asciende en dirección norte en busca del Tozal de la Falda situado sobre los
2200 metros de altitud.
Monesma y la Suca limitando al Circo de Gurundué.
A
partir de allí el praderío se amplía y allana conformando el Puerto de
Revilla justamente en la vertical de la
Suca.
Verdor impresionante en el Puerto de Revilla.
A
nuestra izquierda u oeste tenemos la Depresión del Circo de Gurundue con sus
sucesivos escalones y cascadas. Justamente en el borde nos sentamos a echar un
bocado cuando son las once.
Un
cuarto de hora más tarde continuamos
para ascender suavemente por la orilla izquierda del circo en el límite
de las paredes y alcanzar el Rellano de las Planas sobre los 2350 metros de
altitud.
La
idea original era alcanzar el collado entre la Zuca Plana y Monesma e iniciar
la arista a partir de allí hacia el este, pero mientras almorzamos advertimos que hay que dar un rodeo muy largo
hacia el oeste y que va a resultar más corto acceder por el este de Monesma.
Por tanto liquidamos el rodeo de la cabecera y alcanzamos la parte alta del
rellano a 2360 metros de altitud.
En las Planas bajo la Suca.
Al
norte tenemos un amplísimo corredor que se puede afrontar por varios lugares.
Nosotros atravesamos una zona de grandes
bloques y ascendemos un cono de deyección de pedrizas algo inestable que nos
deposita en una trocha de animales que transita bajo las paredes del oeste del
corredor. Por allí ganamos una cincuentena de metros.
Luego
hay que dejar las paredes y ascender un poco por medio hacia el centro del
corredor pisando neveros residuales. Desde aquí proseguimos en ascenso atravesando
completamente el corredor para proseguir ya en fuerte ascenso en la Pared
Sudeste de Monesma.
Se
trata de una pared bastante erguida y salpicada de viras escalonadas que
ascendemos con algún apoyo de manos. Ya algo arriba volvemos un poco hacia el
centro del corredor y en mediano ascenso proseguimos para arriba en busca de la
arista que se perfila ya cerca.
Las Puntas de la Monesma.
Se
trata de una zona mixta de calizas y asentamientos de verdura en el que se
aloja algún neverillo residual. Nos asomamos a Pineta, dejamos las mochilas y
mientras se airea y solea la espalda ascendemos unos metros más que nos
depositan en la Cima de la Monesma cuando son las doce de la mañana.
Se
trata de una cima con cuatro cabezas de similar altitud, dos de ellas de 2673
metros separadas por unas depresiones
muy poco significativas. Las une una arista caliza descompuesta y
astillada que puede recorrerse con algún cuidado por el filo o bien por una
vira continuada en la ladera sur muy
próxima a la arista.
Recorreremos
dos puntas más y nos llegaremos hasta la brecha de separación con la punta más
occidental, la de calizas más claras, que cuenta con un resalte vertical que se
faldea por el sur. Se puede pasar sin grandes problemas pero en vista de la
hora y de lo que nos queda por delante nos damos la vuelta tras hacer alguna
foto a Pineta, La Larry, Munia, Robiñera y Comodoto.
Detrás de las dos primeras puntas aparece la Suca.
Algunas
nieblas quieren aparecer dispersas y despeinadas sobre las cimas de los
alrededores cuando recuperadas las mochilas proseguimos arista hacia el este
por un amplísimo y plano collado del que emergen un par de prominencias, la
segunda de mejor estampa que la punta que aparece justamente al este, se trata
de la Antecima Oeste de la Suca y para la que hay que superar unos últimos
metros rocosos.
Un
breve descenso posterior nos conduce a un collado desde el que arranca un largo
nevero de viento que se encumbra hasta la amable Cima de la Suca situada sobre
los 2663 metros de altitud. Esta no es la Suca de siempre o Pico Inferior de
Añisclo.
Es
la una del mediodía y la arista no ha hecho más que empezar. Nos
vamos a mantener sobre esta altitud pero con continuos y variados subes y bajas
no demasiado consistentes pero que irán sumando metros a nuestras piernas. A
cambio disfrutaremos del placer de los
amplios paisajes en ambas vertientes con permiso de las nieblas.
Se
trata de una cima pedregosa con salpicaduras de verdura desde la que
contemplamos el descenso al siguiente collado, también amplio y las siguientes
prominencias.
Puntas Verdes y Coplán.
Un
descenso suave de alrededor de 100
metros nos conduce a un plano y
meteorizado collado de calizas desde el
que arrancamos de nuevo para arriba tras
contemplar el Circo Colgado del Embasador sobre el Valle de Pineta.
Se
trata de un ascenso corto y medianamente inclinado que nos deposita fácilmente
en la Cima de Puntas Verdes situada a 2617 metros de altitud cuando es la una y
media.
Contemplamos
la arista que arranca hacia el norte hasta el Mallo Gran y seguidamente
continuamos con un suave descenso que nos tiene que conducir a Punta Coplán que
en este sentido no es más que un hombro en la arista que llevamos.
Coplan, Siso y Cabez en la distancia.
Las
nieblas parece que se disipan alrededor de nuestro entorno pero siguen condensadas a media distancia
cuando alcanzamos Punta Coplán setenta metros más abajo. Desde allí descendemos
un corto tramo de ladera erguida que nos conduce a la Cabecera del Circo de
Angonés situado sobre los 2400 metros de altitud tras un nuevo descenso de 150
metros, quizás el más consistente de los del día entre puntas.
Bajando de Coplán a Siso.
Transitando
el amplísimo collado contemplamos Los Verdes que es otro circo colgado en la
Vertiente de Pineta y ascendemos una
prominencia intermedia tras la que vendrá la ascensión al Tozal de Siso situado
a 2488 metros de altitud. Son las dos de la tarde.
Se
trata de una pirámide con tres aristas perfectamente determinadas, las dos que
recorreremos y la orientada al norte hacia el Mallo Chico. También contemplamos
la Cabecera del Angonés y sin perder tiempo nos vamos de nuevo para abajo en un
descenso cómodo y fácil de otros 100 metros largos.
Sucesivamente, Punta Cabez, Facera, Pala Portañús y Peña Cabez.
Las
nieblas siguen disipándose hacia el este lo que nos permite contemplar la
arista que tenemos por delante y que va a cambiar radicalmente de aspecto
apareciendo las calizas claras de muros, gendarmes y paredes. Vamos a entrar a
una zona que ya conocemos.
En la Cima de Punta Cabez.
La
vertiente noroeste que ascendemos seguidamente está conformada como un cono de
deyección de calizas meteorizadas que conducen a una cabeza rocosa de una
veintena de metros que Juan sube de frente y que nosotros faldeamos un poco por
el oeste para salvar el muro directo. Luego reunidos ascendemos los últimos
metros tendidos que nos depositan en la Cima de Punta Cabez o de Revilla situada
a 2483 metros de altitud.
Es
una cima alargada en forma de arista y orientada al este que recorremos por el
filo en busca de un lugar abrigado de la brisa que corre intermitentemente y
que en ausencia del sol nos puede enfriar las sudadas espaldas un poco más de
la cuenta.
Detalle de la Pared de Punta Facera.
Bajamos
unos metros en busca de la brecha siguiente y nos sentamos a comer mientras
contemplamos el vertical paredón de Punta Facera.
Con
media hora tenemos suficiente y a las tres menos cuarto proseguimos hacia el
este transitando un par de gendarmes que se faldean por el sur, para alcanzar
las paredes de Punta Facera que hemos fotografiado desde nuestro comedor.
La continuación de Facera a Peña Cabez.
Un
breve faldeo por el sur y un ascenso con algún apoyo de manos un poco por
cualquier parte nos deposita en la Cima de Punta Facera situada a 2521 metros
de altitud.
La
continuación es una arista suavemente ascendente en busca de una punta que se perfila como la
más elevada del horizonte este y a la que se puede llegar a toda arista o
faldeando ligeramente por el sur cosa que haré yo trazando una diagonal suave,
directa y ascendente.
Cima de la Pala Portañús.
Son
las tres y cuarto cuando alcanzamos la Cima de la Pala Portañús situada a 2593
metros de altitud. Estamos casi en la vertical del Embalse de Pineta y a punto
de abandonar la arista, tenemos medio claro por donde bajaremos.
Portillo Tella, Altura y Bachaco desde Peña Cabez.
Hacemos
algunas fotos y nos alargamos todavía
arista adelante y muy de llano entre
calizas y verduras para alcanzar enseguida otra nueva cota poco significativa
que es la Peña Cabez situada a 2571 metros de altitud alargándonos todavía unos metros para poder
contemplar como la arista comienza a descender consistentemente en busca del
Portillo de Tella y más allá la Peña de
Altura y el Puntal de Bachaco.
Myosotis en la Pala Portañús.
Son
las tres y media y ya no va más. Nos despedimos de la arista que hemos solapado
sobradamente y nos vamos para abajo para bajar toda la cara sur que supone una
incógnita ya que sabemos que está salpicada de barras calizas.
Iniciando el descenso desde la Peña Cabez.
Vamos
a tener una suerte de la leche pues la pared somital sur tiene tres partes una
primera de 150 metros sostenida y uniforme además de rellena de calizas con
pratenses, una parte intermedia de otros
150 metros un poco más erguida y de calizas claras con algo de gravilla sobre
la roca madre que hay que bajar con un poco más de cuidado y una tercera de 200
metros largos en la que utilizamos un corredorcillo fácil para bajar la única
barrera de nuestro descenso; luego del corredor la pedrera se acuesta
paulatinamente para depositarnos en el rellano del Puerto de Tella en la majada
del final de la pista que sube de Tella. Son las cuatro y cuarto.
Desde la Rebechor, la pared que acabamos de bajar.
Hace
calor, echamos un trago de agua fresca ya que hemos rellenado las cantimploras
con nieve arriba en la cresta y nos vamos para abajo por el praderío controlando los caminos, más bien trochas de
animales que utilizan para ir a beber a Consusa.
Estamos
a 2050 metros de altitud bajamos un centenar corto de metros y nos introducimos
en la masa de genista que recubre el puerto hasta el límite del pinar
establecido por debajo.
No
vemos un camino que tendría que subir de Revilla hacia Puntas Verdes y que
suponemos con algún tránsito pero nos vamos para abajo tirando de lógica.
Entrando en el pinar encontramos el Camino a Revilla.
Justo
a la entrada del Pinar y en un naciente barranquillo localizamos un hito de
piedras y los sucesivos que nos depositan en un camino poco transitado pero
lleno de hitos que se va pinar abajo.
El
pinar está lleno de pinos añosos y bastante limpio, menos mal pues se trata de
un pinar de solano y si hubiera estado cubierto de sotobosque podría haber
resultado infernal sin camino.
Bajamos
al sur largamente, al sol y al calor de la tarde, siempre al este del Consusa,
hasta que bastante abajo el camino describe una larguísima diagonal al sudeste
que nos hace temer que nos lleve a Tella y ahora está sin hitos.
No
será así y un buen rato después comienza a virar hacia el oeste y enseguida nos
enseña algún tejado de Revilla, lo que no es muy fácil de ver ya que el pueblo
está adosado a la pared y en medio del pinar.
Pero
Revilla todavía está bajo y nos cuesta llegar más de lo esperado ya que el
calor aprieta en esta soleada ladera.
Son
las cinco y media de la tarde pasadas cuando llegamos al pueblo. Todavía
tenemos agua fresca en las cantimploras que bebemos con deleite, tras un
pequeño rifirrafe con una lugareña mosqueada y del que paso olímpicamente; nos
metemos en el coche y nos vamos carretera abajo.
El
aire acondicionado nos rescatará de los calores y sudores que nos han
propiciado los alrededor de 2050 metros de desnivel acumulado. Nuestros
particulares vicios cada vez nos están saliendo más caros pero ya sabemos que
hay amores que te pueden matar a besos.
Bonita y salvaje vuelta! Precioso recorrido fuera de las rutas transitadas!
ResponderEliminarYo aún tengo pendiente encadenar todo el cordal, de La Suca a Montinier o viceversa! Lo he intentado en ambas direcciones, y precisamente pasar La Monesma es lo más delicado, como en ambas ocasiones iba sólo y la cabeza dudaba, yo no dudé y media vuelta, pero sigo con ello en mente!
Cierto que ahora hace mucho calor por esa zona sur...igual para el otoño!
¡Hola David!
ResponderEliminarComo conocemos de lo que hablamos pues nos ahorramos.
Esa cresta de Puntal de Bachaco a la Suca es muy larga y tras muchas reflexiones quizás se mejor hacer la circular desde Pineta a Suca, Puntal de Bachaco, Portillo Tella Pineta pero creo que es demasiado tomate para hacerlo en una jornada. En dos sobrado pero ya estamos con carga porque he estado varias veces en esa arista y en todas he tenido nieblas lo que de alguna forma indica tiempo no demasiado seguro.
Primavera mejor día más largo y agua de nieve en la cresta y dos mini dificultades: la de los muros de la arista cerca del Portillo Tella que se solventa por la Faja Palomín y la de Monesma que tiene un pequeño faldeo por el sur.
Por lo demás allí está esperándonos a que seamos capaces de metérnoslo en nuestro cerebro, después ya está hecho.
¡Que vaya bueno.