La Mina desde las Ruinas de Casa Cabellut que no hemos podido hacer a la subida.
Fin de la Carretera de Benasque,
Hospital de Benasque, Portillón de Benasque, Arista Oeste, Corredor sur y
Arista Oeste.
14-07-2016.
Salida 07:15. Llegada 13:15.
Sol.
Fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y
Mariano Javierre.
Mapa de la Mina procedente de Iberpix. V.<31 de0`nía en amarillo.
El
Portillón de Benasque es un tajo en parte artificial entre los Picos de
Salvaguardia al oeste y la Mina al este, dos picos de similares características
morfológicas pero de muy distinto aprecio o fama. El Salvaguardia es una cima
muy visitada pero a la Mina no va ni el
gato, los montañeros somos así.
Hacía
tiempo que queríamos ir a la Mina pero por unas cosas u otras seguía pendiente
allí, en su espectacular sitio, tentándonos con su imaginada vía de la arista
oeste, por lógica tenía que ser su vía de acceso que, evidentemente, no
conocíamos.
Bajando hacia el Plan de Hospital de Benasque.
Hoy
14 de Julio de 2016 nos vamos a la Mina con la intención de tratar de bajar
hacia los Lacs de Boum de Port y volver por el Puerto de la Glera. Para ello
hemos aparcado en el final de la Carretera de Benasque a 1780 metros de altitud
tras haber pasado la noche en la furgo aparcada en los Barracones de Estós.
Son
las siete y cuarto de la mañana cuando nos ponemos en camino bajando ligeramente para transitar en
dirección prácticamente este por el Rellano del Hospital de Benasque. Hace una
mañana fresquita que nos ha hecho
colocar los forros polares y los guantes.
Peña Blanca nos orienta.
La
ascensión a la Mina tiene dos partes completamente diferenciadas. La primera y
conocida comprende la aproximación al Portillón de Benasque por camino
transitado desde antaño que recorre los
sucesivos planes de camino a la Besurta para abandonar el fondo del valle e
incorporarse a la Pared de Peña Blanca, siempre a la izquierda del barranco del
mismo nombre.
En la característica vira de mármol de Peña Blanca.
El
resalte se sube por medio de revueltas en un praderío de vacas para
incorporarse después a la marmolera blanca en la que se recorre una lineal y
característica vira excavada en la roca metamórfica.
Sobre
los 2250 metros el camino se arrellana y se introduce en un vallecillo colgado
que se alarga hasta el Rellano de Casa Cabellud donde se encuentran sus ruinas.
En el Vallecillo bajo el Portillón de Benasque.
Deberíamos
visualizar desde aquí nuestra arista de ascenso pero el mar de nubes instalado
al norte de la cadena fronteriza se
deshilacha tratando de pasar por brechas y collados a tomar efímeramente el sol
del sur.
Lac de Boum de Port desde el Portillón de Benasque.
Atajamos
directamente una larga lazada y alcanzamos el Portillón de Benasque situado a
2244 metros de altitud. Son las nueve de la mañana y aquí termina la parte
conocida de la ascensión.
Hacemos
una foto a la vertiente norte con
permiso de las nieblas e iniciamos inmediatamente el ascenso en busca de la
cresta avanzando a media ladera por terreno metamórfico mixto de verduras algo
escalonado.
Tratando de alcanzar la Arista Oeste de la Mina.
Hay
un trozo de arista bastante llano que se adorna con algún pequeño gendarme y que
no tiene demasiado buen aspecto pero ascendemos hacia la zona de las protuberancias por terreno bastante
escarpado.
Accediendo al Corredor Sur de la Mina.
Con
algunas dudas remontamos los últimos
metros alcanzando la arista justamente en la base de un resalte de mal aspecto. Al otro lado están las
nieblas que lo rellenan todo y sin mirar mucho más, Juan ya se ha dado la
vuelta, nos vamos para abajo en busca de
un corredor amplio que se incorpora a la arista en el inicio del resalte
somital del pico.
Con
cuidado y a través de una ladera bastante inclinada terminaremos perdiendo
alrededor de 50 metros para pasar por debajo de unas placas erguidas y alcanzar el corredor unos metros
por debajo del estrangulamiento en el que se inicia el cono de deyección del
corredor.
Trepando el Corredor Sur de la Mina.
Se
trata de un erguido y estrecho corredor de verduras escalonadas con algo de
basura suelta que hay que subir con cuidado pero sin otra dificultad que un
bloque empotrado que se supera con cierta comodidad por la pared izquierda del
corredor o se trepa directamente con un paso algo largo.
Entrando a la Arista Somital de la Mina.
Tendrá
alrededor de 50 metros que nos depositan en la Brecha más próxima al pico ya
que en la parte superior se abre en dos ramas prácticamente equivalentes y
separadas por un gendarme que tiene camino de faldeo por el norte.
Estamos
a 2500 metros de altitud y nos quedan 200 que Juan nos ha anunciado que son
amplios pues no se trata de una arista afilada sino que es alomada con contados
puntos donde aparece algo de filo.
La Oeste de La Mina tiene algún tramo algo erguido.
En
la brecha encontramos hitos de piedras que nos van a guiar en una ladera
generalmente amplia y con opciones y en la que habrá que emplear de cuando en
cuando las manos, sobre todo en la parte
superior en la que aparecen un par de tramos bastante verticales que no pasarán
de IIº.
Al
sol, alternativamente con nieblas, vamos ascendiendo con tranquilidad pues en
ningún momento la vía se pone dura. La inquietud no proviene del ascenso sino
de la continuación.
Arista hacia Pessó, Tucas de Bargas y Forcanadas.
La
arista se arrellana tras el muro final que se faldea parcialmente por el
sur y que nos deposita en la alargada Cima
del Pico de la Mina situado a 2704 metros de altitud. Son las diez y cuarto de
la mañana.
En la Cima del Pico de la Mina.
Desde
la cima, las vistas de la vertiente sur son una copia de las que ofrece el
Salvaguardia con una sola diferencia en contra y es que la vertiente norte hoy
está ocupada por un mar de nubes
asentado bajo los 2600 metros de altitud.
Macizo de la Maladeta desde la Mina.
Los
crestones y aristas que arrancan de esta cima, todos en la vertiente norte
parecen intocables y más con las nieblas así que la suerte está echada pues
para no ver nada no merece la pena calentarse los pies.
Le
decimos adiós a nuestro periplo programado y nos sentamos a almorzar al sol
contemplando el Macizo de la Maladeta. Media hora después nos vamos para abajo
por donde hemos subido.
Iniciando el descenso de la Oeste de la Mina.
El
descenso no tiene otra historia que desandar pasos relajadamente mientras
llenamos nuestros ojos con las imágenes que dejan las nieblas al oeste de la
cresta que estamos bajando.
Abandonando el Corredor Sur de la Mina unos metros más abajo del inicio de la pedriza.
No
somos capaces de ver si el corredor opuesto al que hemos subido alcanza la
pedrera de base o se corta y tras comprobar la doble salida de la brecha nos
vamos para abajo por el corredor pero en el estrangulamiento proseguimos un
poco más por el mismo para faldear hacia el oeste por el escalón inferior,
menos comprometido que el de subida.
El Aneto desde una de las minas de la Mina.
Encontraremos
la boca de una mina poco profunda y otra que está prácticamente taponada por un
derrumbe de roca por lo que podemos suponer el origen del nombre del pico. Luego
y con una línea uniforme de pendiente alcanzamos el Rellano de las Ruinas de
Casa Cabellud ocupado por el personal que ronda los alrededores del Portillón
pues no en vano creo que tras Aiguallut éste es el segundo destino de Benasque
más visitado.
Atrás se queda la Mina ahora sin nieblas.
Aprovechamos
que las nieblas no penetran en este momento hacia el sur para hacer las
fotografías del pico que no hemos podido hacer a la subida y proseguimos sin
prisa pero sin pausa para abajo contemplando y fotografiando flores además de
cruzarnos con gentes que vienen y van por el camino.
Es
la una y cuarto cuando remontamos ligeramente para fotografiar las Ruinas
controladas del Hospital de Benasque junto al final de la carretera y nos
llegamos a la furgo liquidando una jornada que ha resultado más light de lo
esperado y en la que, valga por vez, solamente hemos movido un desnivel de 1025
metros.
Por
segundo día consecutivo corre más viento por abajo que por arriba y la
temperatura a la sombra sigue siendo fresca, esta mañana teníamos 5º
centígrados.
Ruinas del Hospital de Benasque cerca de la carretera.
Nos
remojamos un poco en el torrentillo que baja junto al final de la carretera,
comemos y luego carretera y vuelta a casa. Todavía llegaremos a tiempo para ver
el final del Tour en el Mont Ventoux el día de la Fiesta Nacional Francesa de
gratos recuerdos.
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