27 oct 2019

70-19. PEÑA RUEBA EN CIRCULAR POR LA NORMAL. 25-10-2019.


La Este de Peña Rueba.

Kilómetro 40 de la A132, Pista al Pilar Este, Cara Sur, Arista Este, Cimas Norte y Sur de Peña Rueba, Ferrata de la Mora y Faldeo por la Sur de Peña Rueba.
25-10-2019.
Salida 09:15 h. Llegada 15:30 h.
Sol.
Bastante fácil.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Peña Rueba procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            Me había enterado de la existencia de la “vía normal” a Peña  Rueba y consecuentemente, no la conocíamos y queríamos. Así que el primer día que sale entre mediano y malo nos olvidamos de las alturas con nieve recién caída y nos vamos por ella. Es 25 de Octubre de 2019.
            Marchamos desde Sabi por malas carreteras hasta Latre, Javierrelatre y Anzánigo y pasado el Embalse de la Peña, en el Kilómetro 40, tres antes de llegar a Murillo, tomamos una pista que sale en la última revuelta de la carretera e inmediatamente aparece un pequeño aparcamiento donde dejamos el coche a 530 metros de altitud.

Una pista nos lleva hacia las Paredes de Peña Rueba. 

            Tenemos algunas dudas pues hay una pista que marcha monte arriba en dirección oeste pero enseguida tomamos las balizas de un camino que marcha a Murillo y dándonos cuenta de nuestro error bajamos a la carretera y retornamos al coche tras perder media hora en el embarque.

Buscando la Sirga Inferior de Peña Rueba. 

            Tomamos de nuevo la pista y ascendemos con ella hasta pasar bajo una línea de baja tensión y poco después bajo otra de alta tensión mientras contemplamos las Paredes de la Nordeste de Peña Rueba pero suponemos que ascenderemos por la sur.

Visualizando el Pilar Este y el Collado Sudeste de Peña Rueba.

            La pista pasa ya en fuerte ascenso junto a un farallón descolgado de las paredes y muere inmediatamente pero justamente unos metros antes un caminillo poco transitado y señalizado con unos hitos de piedra poco prominentes nos invitan a acercarnos en ascenso a las paredes.
            En las inmediaciones de las mismas localizamos unas balizas verdes muy viejas pero nos sirven para confirmar que puede tratarse de la vía que vamos buscando.

Las sirgas siguientes atraviesas una faja estrecha con un punto delicado.

            Alcanzado un discreto collado el camino se abre en dos y nosotros queriendo tomar el que marcha a rodear las paredes por el este lo perdemos. Menos mal que Rosa advierte la presencia en la pared de una fina sirga y volvemos inmediatamente en su busca. Si ésta es la “Vía Normal” por aquí no pasa ni el gato.

Aparecen las primeras cuerdas en la Sur de Peña Rueba. 

            La sirga es la primera de una serie de tres y sirve como pasamanos en una grada caliza algo inclinada que ascendemos en diagonal y que nos aproxima a los Pilares de la Este de Peña Rueba.


Las Cuerdas de la Sur de Peña Rueba nos sirven para saber por dónde va la vía.


            Enseguida transitamos bajo un gendarme desgajado de las paredes cuando el camino se confirma bajo las mismas llevándonos a la segunda sirga pasamanos introducida en las paredes mediante una estrecha vira horizontal.

Hay que ir por la arista hacia ese puntón aunque no será la Cima de Peña Rueba.

            Unos metros más adelante tomamos la última sirga que sirve de pasamanos cuando la vira muere en la pared y te deja en un patio interesante. Se pasa bien con experiencia y con cuidado pues la sirga está alojada en una grieta horizontal y hay que extraerla de la misma para asirla con los dedos. Mi chica que se ha asegurado con un mosquetón a la misma tiene sus problemillas puesto que el mosquetón se aprisiona en la grieta tanto cuanto más fuerza haces sobre la sirga. Es del todo aconsejable el uso de algún tipo de aseguramiento pues el paso tiene su miga.

Vista atrás a la Arista Este de Peña Rueba por la que subimos. 

            La vira reaparece al final de la sirga, se amplia en forma de cueva en la que ha amallatado el ganado y sale de la vertical del pilar para iniciar el remonte de una ladera que enseguida se va a poner tiesa tras alcanzar una pequeña brecha collado junto a la pared. Nos guían balizas verdes poco notorias pero enseguida aparecerán repintadas.

Cima de Peña Rueba desde el Hombro Este.

            En la brecha aparece la primera cuerda fija de una serie de alrededor de diez, de variados orígenes y en diversos estados con alguna de ellas anudada tras su rotura, que se pueden utilizar o no según gusto y competencia. Se trata de una vía cordata.
            Tienen la virtud de señalar la vía sin duda y se puede ascender la pared sin necesidad de utilizarlas ya que el conglomerado de pudingas ofrece suficientes buenas presas. Ascenderemos alrededor de ciento cincuenta metros utilizando a tramos la fisura de una canal o las inmediaciones de la misma cuando se poner completamente vertical.

La Este de Punta Común desde Peña Rueba.

            A continuación la pared orientada al sur se acuesta y unos metros más arriba nos deposita en la Arista Este de Peña Rueba. Las balizas verdes nos seguirán guiando por la misma.
            Faldeamos un par de gendarmes por el sur  y proseguimos por las inmediaciones de la arista siguiendo un caminillo algo transitado y medianamente ascendente que sortea los asentamientos arbustivos clásicos de la zona, compuestos de aliagas, coscojas, algunos bojes y espinos es una capa vegetal de dudosa compañía en la que hay un pequeño rebaño de cabras domésticas que quisiera saber por dónde han subido hasta allí.

Vista atrás a la arista que hemos subido.

            Pasamos un hombro y tras un primer resalte que suponemos como cima aparece un segundo que se corona en una doble cima: en la situada al norte hay un grupo de buitres que volarán juntos ante mi presencia próxima.

Foto en la Cima Norte de Peña Rueba

            Son las doce menos cuarto cuando alcanzamos la Cima Norte de Peña Rueba situada a 1176 metros de altitud. Desde la cima contemplamos la arista final que recorrimos al subir la Ferrata Varela Portillo con Punta Común detrás y un skyline algo distante y pintado parcialmente de blanco que abarca desde  Agüerri hasta Benasque y en el que ni siquiera falta el Midi de Ossau. Además los Mallos de Riglos nos acompañan majestuosos.

La Punta Sur de Peña Rueba.

            Hacemos algunas fotos y nos vamos hasta la Punta Sur de Peña Rueba en la que hay una caja metálica con un cuaderno de notas. Es de una altura similar al anterior y al abrigo de la brisa, que en los lugares expuestos nos ha acompañado toda la mañana, nos sentamos a echar un bocado.

La Ferrata de la Mora baja por el sudeste de Peña Rueba.

            El descenso lo vamos a hacer utilizando la Ferrata de la Mora y para ello iniciamos el tránsito de una arista que arranca de aquí y marcha al este en suave descenso señalado con hitos. Dudamos hasta que se asoma a nuestra vista la cabeza del Gendarme de la Ferrata de la Mora y ya, guiados, iniciamos el descenso de la pared que se irá ahondando e inclinando paulatinamente.

Vista atrás a la arista que bajamos al encuentro de la Ferrata de la Mora. 

            Enseguida aparecen las primeras sirgas de la Placa Sur que no son muy necesarias pero allí están para quien se quiera asegurar con ellas. Poco más abajo la pared se inclina hasta ponerse prácticamente vertical aunque con oquedades suficientes para bajar cómodamente utilizando las sirgas como pasamanos.

La ladera de la Ferrata de la Mora y la salida a la arista de la Vía Normal.

            Un descenso de alrededor de 100 metros nos deposita en una rampa terrosa con vegetación desde lo que se puede ascender y así lo hacemos, al Gendarme de la Ferrata de la Mora. Hay una sirga como quitamiedos que facilita el acceso al Gendarme  de la Mora situado sobre los 1000 metros de altitud.

Las Sirgas Superiores de la Ferrata de la Mora están muy acostadas.

            Mientras llega mi chica me acerco a su extremo sudeste al objeto de localizar algún camino que nos permita cerrar nuestra circular pero no veo gran cosa en concreto.

La Ferrata de la Mora tiene una placa muy tiesa pero algo escalonada.

            De vuelta a la rampa terrosa tomamos los hitos y el caminillo que marcha por un espolón orientado al oeste  y que delimita el Corredor de la Pared de la Mora.
            Unos tramos tendidos y otros más erguidos y equipados con sirgas nos permiten descender con comodidad todo el espolón que muere en la pared, serán media docena de tramos de sirgas.

Colgada en medio de la Placa de la Ferrata de la Mora.

            Cuando ya imaginábamos que entraríamos al camino en el sotobosque que rodea a Peña Rueba aparecen  más tramos equipados con sirgas y algunas grapas ya en una pared que está algo escalonada pero bastante erguida.

El Gendarme de la Ferrata de la Mora. 

                Finalmente acabamos la pared e inmediatamente el camino marcha horizontal hacia el oeste a la vez que una rama menos transitada inicia su desarrollo al este que es lo que nos interesa para cerrar la circular.

Se suceden tramos equipados en el Crestón de la Ferrata de la Mora. 

              Unos metros más adelante el camino se difumina y desaparece dejándonos colgados con la idea de que hay un caminillo en la base de las paredes pero…

Tramo Inicial y Final de la Ferrata de la Mora con alguna grapa.

          Desde arriba he querido ver algunos tramos discontinuos de camino en torno a pequeños collados situados en contrafuertes sucesivos que bajan de Peña Rueba separados por nacientes barrancos originados en las paredes y ya estamos jabalineando en busca del primer collado en el que no localizaremos camino alguno.
             Tratando de perder la mínima altitud y persiguiendo los tramos de mejor tránsito bajaremos para cruzar el inmediato barranco teniendo en cuenta que la vegetación se espesa en las inmediaciones del mismo y el tránsito es más complicado; pero estamos aquí.

Conejetes o dragoncillos en flor en la Peña Rueba.

            Repetimos la operación en el siguiente collado hasta que alcanzamos llenos de pinchazos el collado último que arranca de la Este de Peña Rueba.
              Aquí tenemos la posibilidad de bajar al encuentro de la limpia bajo el tendido de alta tensión y por allí cerrar el lazo abierto a la mañana pero prefiero avanzar al encuentro de las paredes  y cerrar el bucle en la zona de las sirgas.

Recuperado el camino de la mañana la vista se marcha a los Mallos de Riglos. 

         Descendemos la ladera menos vestida que las anteriores y remontando luego brevemente alcanzamos las balizas verdes y el camino entre la segunda y la primera de las sirgas. Ha sido un rato infumable pero… Enseguida alcanzaremos la pista y nos sentaremos en el camino a comer. Son las tres menos cuarto.
          Luego descendemos brevemente la pista y a las tres y media llegamos al coche. Hoy el desnivel acumulado no habrá ido más allá de los 800 metros pero la vuelta  no se la podemos recomendar a nadie.

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