7 jun 2014

41-14. TUCA DE MULLERES POR LA ESCALETA PARA REMATAR LA TEMPORADA. 5-6-14.

La Norte de Mulleres acompañado de Cap de Toro.

La Besurta, Aiguallut, Barranco de la Escaleta, Valle de la escaleta y Arista Noroeste.

5-6-14.

Salida 08 h. Llegada 17 h.

Mixto.

Fácil.

Esquís de Montaña.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Mulleres procedente de Ibrpix. Vía en amarillo.

            Hace ya algunos años cuando empezábamos con los esquís de travesía nos fuimos hasta el Ibón de Coll de Toro. Tratábamos de resolver a nuestra manera nuestros problemillas con esta disciplina de montaña.

            Mulleres siempre nos llamó la atención. Habíamos estado en algunas ocasiones y lo intentamos con los esquís en el 2012 equivocándonos  y terminando en el Coll de los Aranesos.

            Salidos ya de nuestro error y con la lección aprendida volvemos el 5 de Junio de 2014.

            Por unas cosas y otras entre ellas el tiempo inseguro, se nos hace un poco tarde pero han habido recientes nevadas y…

            Dormimos con la Furgo en la Besurta una noche estrellada que se resuelve en nieblas y fina lluvia a la mañana. Queríamos salir a las ocho de la mañana y finalmente lo hacemos media hora después. Ya tenemos descontado que habrá que portear al menos hasta el final del Rellano de Aiguallut.

            Partimos de la Besurta y llaneando en dirección sudeste nos llegamos hasta el desvío a la Renclusa para proseguir por transitado camino hasta el resalte de cierre del rellano.


            Desde allí contemplamos el panorama que confirma nuestro esperado porteo: las nieblas están por encima del rellano cubriéndolo todo pero dicen que mejorará.

            Bajamos al rellano para acercarnos hasta el Forau de Aiguallut, contemplarlo brevemente y proseguir hasta la Cascada de Aiguallut que baja esplendorosa a estas horas de la mañana.


            Proseguimos atravesando el rellano por su orilla este especulando todavía con la posibilidad de coger nieve en el Barranco de la Escaleta.

            El barranco está limpio, baja un chorrazo de agua y la pared de salida del rellano tiene un triste nevero blando que nos permite subirlo con cierta comodidad a pesar de las botas de plástico.

            En las primeras campas de nieve, al igual que hace dos años, aparecen manchas de nieve entre trozos de pradera alpina y salpicados de grandes bloques de granito por lo que preferimos aproximarnos al barranco para entrar en la nieve continua lo antes posible.


            Nos calzamos los esquís sobre los 2150 metros de altitud después de hora y media de porteo. La poca nieve reciente que queda está blandísima y la vieja primavera muchísimo mejor.

            Pasamos por debajo del Ibón de Coll de Toro y atravesamos de manera bastante rectilínea el ondulado rellano bajo la entrada al Valle de la Escaleta orientados por el estrangulamiento del inicio del mismo que nos orienta al sur.

Furcanada tras el Coll de los Aranesos.

            Las nieblas mueven, nos enseñan intermitentemente a la Furcanada, dejamos atrás la Tuca de Aiguallut y nos introducimos en el Valle de la Escaleta para foquear cómodamente el angosto resalte de entrada, un corredorcillo corto y suave tras el que nos espera el Rellano Inferior  de la escaleta con un par de ibones cubiertos de nieve sobre los 2300 metros de altitud.

Furcanada y Turó de Tres Puntas.

            Lleneamos bajo el Coll de los Aranesos y afrontamos el ascenso de una serie de resaltes muy suaves apartándonos de las paredes de la Arista Norte de Barrancs que tiene bastantes coladas.

Atrás las Tucas de Pomeró.

            Una trazada sinuosa y suave nos permite alcanzar el siguiente rellano bajo el que se yergue un subsiguiente muro orientado un tanto al sudoeste.

            Llevamos tres horas de marcha y a petición mía nos sentamos en unas rocas que han salido a recibirnos para echar un bocado y un trago que me vendrá bien. Estamos sobre los 2500 metros de altitud.

            Un cuarto de hora después afrontamos la subida del Resalte Intermedio que a pesar de ser el más erguido se sube bien ya que la nieve permite unas cómodas vueltas marías.


            Enseguida se arrellana el resalte y prosigue con unos enormes campos desde los que contemplamos ya la Cima de Mulleres como esperábamos.


            Una zona amplia y suavemente inclinada nos conduce al inicio de la Arista Noroeste del pico. Entra viento que está endureciendo la nieve.

            Las dos aristas visibles tienen afloraciones rocosas. La Pala Norte también termina en rocas. Mi chica recuerda un corredor orientado al oeste pero prefiero ir en busca de la arista que tenemos delante.

            Se eleva poco a poco muy alomada, lo estará así hasta el final, y enseguida aparecen bloques de granito por lo que preferimos introducirnos ligeramente en la vertiente norte de la misma para ascender en diagonal.


            Bastante arriba un par de zetas nos permiten volver a la Arista Noroeste ahora vestida con  nieve costra un poco dura por lo que tras superar un par de resaltes cortísimos e incómodos decidimos poner las cuchillas.

Con Vallibierna y Rusell.

            Con ellas iniciamos un faldeo ascendente por la vertiente oeste de la arista mientras contemplamos como el corredor que recordaba Rosa se encumbra bastante amable.

            Cuando queremos darnos cuenta localizamos a Juan que ha subido directamente por la arista y que nos fotografía desde la cima.


            La ladera se arrellana y alcanzamos la Cima de Mulleres situada a 3009 metros de altitud cuando es la una del mediodía. Hemos metido una hora justa desde que hemos avistado la punta.

            En la cima hace viento y fresqui, las nieblas que hemos visto volar por encima de la cima y el Collado de Mulleres, en el que en un momento hemos localizado a un montañero, siguen haciéndolo y rellenando toda la vertiente sur por lo que no veremos nada en absoluto hacia allí.

De Rusell a Maladeta.

            Nos abrigamos, hacemos fotos de Rusell, Margálida, Tempestades, Aneto y Maladeta con muchas nubes, lo más claro es la Arista de los Portillones y tras apañar los bastes nos montamos en los esquís y nos vamos para abajo: lo haremos por la Pala Oeste.

Primeros giros con la Maladeta al fondo.

            Unos primeros giros muy llanos nos indican que la bajada va a estar peleona ya que hay nieve costra y nunca sabes cuándo se va a clavar el esquí en el giro, pero… eso es lo que hay.

            No la negociamos mal del todo, hacemos unos cuantos giros en un tramo de pared erguida y luego, una larga diagonal nos deposita cómodamente en el collado entre  Mulleres y Salenques.

            En la cabecera del corredor se inicia el disfrute pues la costra ha desaparecido. Sabemos que la nieve primavera blanda suele ser el martirio de muchísimos esquiadores pero es lo nuestro.

            Bajamos girando por aquí y por allá al gusto pues a eso hemos venido.


            En el rellano coincidimos con el socio que se ha bajado por la arista y tranquilamente proseguimos para abajo.


            En la cabecera del Resalte Intermedio nos despedimos de Mulleres y bajamos el resalte disfrutando con una nieve blanda y profunda en la que provocamos pequeñas coladas. Seguidamente descendemos suavemente el rellano y nos sentamos a comer en nuestro comedor particular. Son las dos de la tarde.

Salvaguardia, la Mina y las Tucas de Pomeró.

            Media hora después proseguimos para abajo sin prisas alargando el disfrute lo máximo posible hasta alcanzar el rellano inferior en el que tendremos que remar en medio de una tarde extraordinariamente cálida en este paraje.

            Descendemos el estrangulamiento de la entrada y deslizando un poco y remando otro atravesamos el rellano de la salida del Barranco de la Escaleta.

            Un rato después nos colocamos en el barranco y alcanzamos el lugar en el que nos hemos puesto los esquís. Pero en lugar de quitarlos, ascendemos unos metros por puentes de nieve  y con cuidado todavía bajaremos un par de neveros residuales que nos permiten alcanzar un punto bajo muy próximo al resalte de cierre del rellano de Aiguallut. ¡Conseguido chavales!


            Son las tres y media,  colocamos los esquís en las mochilas, Juan sus raquetas y nos vamos tranquilamente pateando para abajo.

            Contemplamos a algunos que han bajado por Barrancs, suponemos que de Aneto y las vueltas que dan para no tenerse que descalzar en el Rellano de Aiguallut ya que el agua se ha llevado uno de los puentes próximos a la Cascada de Aiguallut.

            Llegados a la misma no sentamos a contemplarla largamente y a echar unos tragos de agua: queda mucha tarde para no tener que hacer nada en la furgo más que secar lo poco que se nos ha humedecido.

Diente de perro en flor.

            Luego tranquilamente y contemplado la espectacular profusión de diente de perro en flor nos acercamos lentamente hacia la Cabaña de Aiguallut y poco después a la Besurta cuando son las cinco y cuarto.

            Ponemos pieles botas y demás aparejos a secar, nos remojamos los pies y nos pegamos una refrescada en el barranco, charlamos con los tres catalanes que vivaquearon  ayer terminando la noche a cubierto donde les dijimos nosotros y nos sentamos en la furgo para tomar unas cervezas con aceitunas celebrando sencillamente los 1100 metros de desnivel que hemos tenido hoy.  A Luis y a David, dos blogueros que sigo no les confirmaba nada del fin de temporada en Bacias. Puede ser que haya sido hoy, la trigésimo séptima y última  esquiada de la temporada que comenzamos allá por finales de Noviembre.

            ¡Otro año más!

Puedes ver más fotos.

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