Santa Orosia desde la Carretera a Isún.
Isún, Camino de Santa Marina, Cruz de
Santa Orosia, Majada de Isún, Mallo de Santa Orosia, Oturia, San Cocoba, Ermita
y Cueva de Santa Orosia, Refugio de Santa Orosia, Camino de San Román e Isún.
04-01-2020.
Salida 09:30 h. Llegada 16:15 h.
Sol.
Fácil.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Santa Orosia procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Los
hombres somos animales de costumbres, las mujeres también, y cuando las
circunstancias vitales nos sacan de punto, todo nuestro pequeño universo se
descabalga un poco y vueltos a la ejecutoria más normalizada tratamos de
recuperar aquello que hemos omitido. Es 4 de Enero de 2020 y vamos a ello.
Cencellada en la Sur de Santa Orosia.
El
Gállego este cubierto de nieblas asentadas por debajo de los 800 metros de
altitud como comprobamos Carretera a Isún de Basa situado en la Falda Sudoeste
de Santa Orosia y a 980 metros de altitud.
Nieblas que cubren Sabiñánigo.
Son
las nueve y media de la mañana cuando tomamos el Camino al Puerto que parte hacia
el norte para atravesar los últimos campos, pasar junto a los depósitos de agua
y adentrarse en el bosque mixto fundamentalmente de pino, roble y boj.
Desde el Camino de Santa Marina visualizando la Cruz de Santa Orosia.
Antes
de que el camino comience a empinarse vuelta a vuelta y ladera arriba, hay otro
camino que parte a nuestra izquierda, más cerrado y menos transitado. Se trata
del Camino de Santa Marina que debe conducir a las ruinas de una ermita que yo
no he visto nunca y que permite ascender directamente a la Cruz de Santa
Orosia.
Este es nuestro objetivo inicial.
Primero
llanea al noroeste hasta un barranquillo casi siempre seco y luego se reconduce
al norte siempre orientados por la cruz.
Algún paso en el que hay que trepar un poco.
Se
trata de un camino más de cazadores y montañeros que de pastores y
consecuentemente sube directo y de frente sin concesiones; primero por un dorso
relleno de genistas y luego por un bosque bastante vestido que rellena un
pequeño circo al abrigo de las paredes y muy lleno de hitos de piedras.
En la Cruz de Santa Orosia.
Alcanzada
la base de las paredes, hay opciones diversas, se remonta una pequeña grada
apoyando las manos y guiados por un par de angulares de los utilizados para
hacer la cruz, a modo de hitos, nos conducen para remontar una segunda grada un
poco más consistente pero con buenas presas. Será un paso de IIº.
Saltadero de Parapentes en Santa Orosia.
Luego
el camino serpentea entre pequeñas viras y escalones, muy tieso no siendo
camino para paseantes y nos deposita en la Cruz de Santa Orosia situada a 1600
metros de altitud. Son las once menos cuarto.
Detalle de la Majada de Isún.
Un
caminillo poco transitado y orientado al este, nos conduce a través de bojes y
genistas en busca de la Majada de Isún pasando primero por la llegada del
camino normal que sube desde el pueblo.
Con el Belén de GMS. en la Majada de Isún.
Nos
desviamos un poco hacia la ladera y transitando entre genistas pasamos por el
Saltadero de los Parapentistas hasta alcanzar de manera no demasiado cómoda, es
mejor ir por arriba, la Entrada a la Majada de Isún que recorremos de llano
hasta el fondo donde se encuentra el Nacimiento que coloca GMS.
Hacia el Extremo Este de la Majada de Isún.
Una
foto, una mirada a la vía que llega directa por los murallones y saliendo de la
majada por una vira situada al este buscamos un tramo de pared accesible, en la
que hay que empelar las manos, que nos permite alcanzar directamente el Mallo
de Santa Orosia sin tener que desandar toda la majada.
Pared Somital bajo los Repetidores de Santa Orosia.
Trepando al Mallo de Santa Orosia.
Estamos
a 1653 metros de altitud y desde allí contemplamos una buena parte del Rellano
de Santa Orosia que se va elevando hacia Oturia y hacia allí. al norte, nos
vamos cuando son las Once y cuarto pasadas de una espléndida y soleada mañana
sin viento.
Oturia desde el Mallo de Santa Orosia.
Hay
que perder muy suavemente una cincuentena de metros caminando por el reseco mullido
del praderío del puerto y dejando el pinar a nuestra derecha hasta
alcanzar la llegada del Camino de Satué,
para proseguir con un llaneo hasta pasar las dos zonas de abrevaderos de ganado
donde comenzaremos el ascenso del casquete somital del pico, que alternando
zonas de praderío con pedregales de areniscas, asciende persistentemente en
busca del pilote de piedras situado en la Cima de Oturia a 1925 metros de
altitud.
En la Cima de Oturia.
Son
las doce y cuarto cuando disfrutamos brevemente del espléndido paisaje que el
lugar nos propicia pues se trata de un espectacular balcón desde el que
contemplamos una vista circular que engloba de Bisaurín a Turbón por una parte
y por otra de Guara a Moncayo siendo especialmente notorios Partacua,
Tendeñera, Ordesa y Cotiella.
Ordesa desde Oturia.
Echamos
un café caliente, hacemos unas fotos e iniciamos el descenso por la arista este
del pico que muy llana se inclina poco después hasta alcanzar la Pista de San
Cocoba previo contacto con la abandonada pista que marcha hasta el derruido Caserío
de Casbas.
Iniciando el descenso por la Este de Oturia.
Pasamos
con la pista por la Caseta y la Fuente de San Cocoba y siguiendo el recorrido
de la Puyada nos llegamos a la Ermita de Santa Orosia situada a 1550 metros de
altitud.
En
el refugio, encendemos el hogar con leña que hemos recogido en las
inmediaciones y mientras se va haciendo la brasa nos marchamos hacia la Cueva
de Santa Orosia.
La Fuente de San Cocoba.
Descendemos
suavemente por la pista hasta la primera gran revuelta y desde allí buscamos el
tendido eléctrico que atraviesa el Barranco de Santa Orosia por encima de la
entrada a la cueva.
Alguien
ha desbrozado un poco el acceso al barranco y se baja mejor. Dejamos las
mochilas, cruzamos el barranco y con las frontales nos introducimos, reptando
como siempre, en la cueva donde se encuentra el Nacimiento de la Peña Edelweis.
Cascada junto a la Cueva de Santa Orosia.
Una
charrada con unos que salen, unas fotos y para fuera ya hay que volver a la
Ermita donde el fuego estará a punto de pasarse pues lo hemos hecho con ramas
de pino no molestándonos en buscar boj.
Entre
bajada y subida cuarenta minutos pues son las dos de la tarde cuando llegamos
de vuelta al refugio.
El Nacimiento en la Cueva de Santa Orosia.
Recogemos
la brasa un poco pasada, pero habrá suficiente para asar un poco de embutido y
panceta cumpliendo con la costumbre de estas fechas: visitar los Belenes y
comer algo asado. Reavivamos el fuego, echamos un trago de poncho y otro café y
a las tres, tras recoger el refugio iniciamos el descenso.
De vuelta en la Ermita y Refugio de Santa Orosia.
Vamos
a bajar por el Camino de San Román, es el más corto y directo de los varios que
hay al puerto. Para ello tenemos que remontar unos metros al sudoeste por el
praderío en el límite sur del pinar, alcanzar el ya transitado camino y echarnos
para abajo.
El Mallo de Santa Orosia desde el Camino de San Román.
La
ladera Sur del Mallo de Santa Orosia se articula en dos depresiones paralelas y
sucesivas. El camino desciende zeteando por la menos amplia y situada más al
este para bordear sobre los acantilados y entrar al naciente barranco de la
depresión más próxima al Mallo, también más amplia y que se angosta aquí al
alcanzar el barranquillo.
La
tarde en este descenso es luminosa y agradabilísima. El camino nos conducirá a
través del pinar mezcla con robledal a los campos de San Román y a la carretera.
Covachos en el Camino de San Román.
Un
kilómetro y media de carretera que llanea al oeste nos deja en Isún donde
tenemos aparcado el coche.
Son
las cuatro y cuarto cuando liquidamos nuestra “algo original” circular por Santa Orosia y Oturia. Han sido seis
horas perdiendo poco el tiempo las que nos han puesto al corriente de nuestras
ocupaciones de Final de Año y en la que habremos metido alrededor de 1200
metros acumulados de desnivel.
Mallo de Santa Orosia desde San Román.
El
gato de Jarne que había tomado posesión del calentito techo de nuestro coche no
quería bajarse ni con el coche en marcha.
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