La Espléndida Cara Este de la Tuca Blanca.
Aparcamiento de Candanchú, La Olla, Pista
y Cima de Tobazo, Paso de Tortiellas, Cara Este y Arista Norte. Descenso por
paso de Tortiellas a la Rinconada.
02-01-2020.
Salida 10:45 h. Llegada 14:45 h.
Sol.
Fácil.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de la Tuca Blanca procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
El
2019 fue un año a juego con los últimos: acumulamos 88500 metros de desnivel en 90 actividades, pero por azares de la vida no
lo terminamos con nuestra acostumbrada actividad de despedida. Hoy 2 de Enero
vamos a estrenar el 2020.
Tras la salida de Candanchú hacia el Tobajo casi siempre complicada.
Mi
chica lleva algunos días diciendo de subir a Tuca Blanca y vamos a hacerlo a pesar de que no me gusta Candanchú.
Llegando al Tobazo.
A
las once menos cuarto, cuando llegamos al aparcamiento de la estación situado a
1570 metros de altitud las pistas inferiores del Tobazo dan lástima por lo
peladas de nieve que están a pesar de su orientación. Pero están a la sombra y
ponemos cuchillas para comenzar a foquear.
Visualizando la parte media de nuestro descenso.
Sabemos
que la nieve tanto pisada como sin pisar está durísima a la sombra y lo
comprobamos ascendiendo en dirección sur la corta rampa que nos deposita en la
pista que enlaza todas las de pistas de la Olla y que ascendiendo suavemente al
este conduce a la Roja Tobazo y como llevamos las cuchillas puestas continuamos
por ella aprovechando que hay muy pocos esquiadores es esta zona de la
estación.
Murallones de Tortiellas desde la Pista Sarrios.
Son
tres resaltes algo erguidos los que nos depositan en la cabecera de los
Arrastres del Tobazo situados sobre unos raspados 2000 metros de altitud.
Soleándonos con la vista puesta en la Tuca Blanca.
Son
las doce cuando, tras quitar las cuchillas, tomamos la soleada pista de enlace
que crestea la Cabecera de Tortiellas en
busca del Paso de Tortiellas y la Rinconada avanzando hacia unos blanquísimos
campos de nieve que culminan en la Tuca Blanca. Ya teníamos ganas de sol y de
nieve amable.
La Juan Carlos nos llevará a Tuca Blanca.
La
pista sin esquiadores desciende hasta el Paso de Tortiellas, donde encontramos
la pista cerrada por riesgo de desprendimientos, para continuar rodeando la
Rinconada y enlazar con la Juan Carlos que nos ha de llevar al punto culminante
de la estación.
Iniciando el remonte ligeramente al sur de la Nordeste.
Un
trío de largadas con buena nieve nos depositan en el arranque de la pala final
que subimos de frente y por su orilla sur hasta alcanzar un pequeño nicho muy
próximo al final de la silla donde quitamos los esquís y nos disponemos a echar
un bocado sentados sobre la nieve. Estamos algo cansados pues no hemos hecho casi nada durante las
tres semanas últimas y yo además he subido desmotivado.
Foto de Cima de Tuca Blanca a la segunda.
Mientras
comemos y cuando ya estábamos dispuestos a iniciar el descenso, ponemos los
crampones y nos vamos para arriba no por la misma Arista Nordeste sino con la
huella que se eleva ligeramente al sur de la misma.
La Cabecera de Aspe desde Tuca Blanca.
Un
par de zetas erguidas nos colocan en la arista que se continúa con un segundo
resalte vestido de hielo y continúa algo afilada hasta alcanzar la Cima situada
a 2322 metros de altitud.
Para abajo resalte a resalte.
Hacemos
un selfie y nos vamos para abajo por el mismo camino para recuperar los esquís
y hacer la transición con alguna prisa pues están entrando nubes altas por el
oeste que nos van a restar luz.
La Oeste de la Zapatilla.
Son
las dos y media cuando montados en los esquís iniciamos el descenso dispuestos
a aprovechar la nieve decente mientras podamos y de verdad que lo hacemos hasta
alcanzar el Paso de Tortiellas.
La Tuca Blanca con un poco de perspectiva.
No
nos apetece ni un pelo remontar hasta el Tobazo con las pieles puestas para
bajar por donde hemos subido por lo que, a pesar del cartel de pista cerrada,
nos echamos para abajo por ella convencidos de que estará como un cristal, como
siempre pero…
Entrando a la Rinconada de Tortiellas con el Aspe detrás.
Esquiamos el Lomo de Entrada a la Rinconada de Tortiellas.
No
va a ser así. Yo he visto que la gente se metía y nos encontramos la pista
mejor que nunca lo que nos propicia un placentero descenso solamente empañado
porque la rampa intermedia tiene mucha piedra suelta y empotrada en la nieve
por lo que hay que esquiar con cuidado para no destrozar las tablas.
Una del Aspe que ya se nos pasaba.
Terminada
la “rampa desagradable” continuamos el descenso con algunas zonas de poca
visibilidad por la sombra del mediodía para alcanzar la Rinconada y la Pista
Grande que nos deja al lado del coche. Son las tres menos cuarto.
Entrando en la Rinconada de Candanchú.
A la sombra de la Rinconada de Candanchú hay poca visibilidad.
Terminamos
una jornada que finalmente se ha saldado con 800 metros de desnivel acumulado y
en la que el descenso ha arreglado un ascenso con inicio poco agradable. Lo
peor de todo es que el anticiclón ha
tomado posesión de la Península Ibérica y se va a quedar para largo.
Hola Mariano.
ResponderEliminarCon tan poca nieve y dura, casi mejor ir a Candanchú, más opciones y una climatología mejor (sol), pero está claro, que de vez en cuando hay que contentar a la pareja.
Un saludo
¡Hola Eduardo!
ResponderEliminarCandanchú es una estación que no ofrece muchas posibilidades para ir por fuera de pistas y en estas condiciones pues menos. Es una estación pequeña que ha aprovechado todo lo medianamente decente de su entorno. Nosotros poisteamos bastante aprovechando que no había mucha gente.
¡Que vaya bueno!