5 ago 2018

54-18. TAGA Y PUIGSESTELA DESDE SAN MARTI DE OGASSA. 3-8-2018.


Casquete Somital Sur de Taga.

San Marti de Ogassa, Col de Jou, Arista Sur, Cimas de Taga, y Puig de la Portella de Ogassa, Portella de Ogassa, Puig de Coma de Olla y Puigsestela. Vuelta a la Portella de Ogassa y descenso por la Fuente del Feixe.
03-08-2018.
Salida 06:30 h. Llegada 12 h.
Sol.
Muy fácil.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Taga procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            Vamos a aprovechar un finde  de los que estamos en Tiana para conocer algo más del Ripollés. Nos queda lejos pero lo desconocemos casi todo, así que no es problema elegir algo atractivo aunque las altitudes no acompañen en este verano de auténtica canícula que estamos soportando como mejor podemos.

Iniciando el camino en San Marti de Ogassa.

            Iremos a Taga y para ello hemos de tomar  autovías a Vic y Ripoll, carreteras a  San Juan de las Abadesas para subirnos hasta Ogassa y luego una pista encementada estrecha y en deficiente estado que nos deposita tras cinco kilómetros en el Aparcamiento de la Ermita de San Marti de Ogassa a 1350 metros de altitud.

Abandonando la pista para tomar un camino al Refugio de San Jordi.

            Pasamos la noche solos junto a la ermita, dormimos con una temperatura envidiable y a las seis de la mañana del 4 de Agosto de 2018, Festividad de la Virgen de las Nieves patrona adoptada por algunos montañeros aunque no sean de Sallent, nos levantamos, es todavía prácticamente de noche y media hora después, desayunados,  nos ponemos en camino.

El Col de Jou en el horizonte. 

            Avanzamos unos metros por la pista que prosigue hasta el Col de Jou, cruzamos el Barranco  que ha nacido en la Fuente del Feixe, y tras pasar junto a una masía reconvertida en Casa Rural, abandonamos la pista para tomar a nuestra derecha un camino sobre una vieja y estrecha pista por  pastizal alto que están limpiando, hasta que cinco minutos después, la abandonamos en la primera revuelta para tomar un camino de discreta entrada, sin huellas de tránsito reciente pero suficientemente amplio como para seguirlo con comodidad.

Nos alcanza el sol en las inmediaciones del Refugio de San Jordi y el Col de You.

            El camino suavemente ascendente transita por la ladera izquierda del amplísimo barranco que nace en el Col de Jou, atraviesa pequeños claros de praderío y tras alcanzar el puerto prosigue en suave ascenso al encuentro del Refugio de San Jordi situado inmediatamente debajo del collado.

Suaves resaltes en la Sur de Taga. 

            En esta parte final de camino coincidimos con balizas amarillas que nos llevan al refugio, un edificio alargado y rectangular con dos salas, una de ellas cuenta con un hogar bajo y un par de jergones y en general bastante viejo y descuidado.

Taga desde la Cota 1800.

            A Taga que es un monte rechoncho y vestido de praderíos, un auténtico monte de vacas, se puede subir un poco por cualquier parte pues sus laderas no presentan dificultades pero nosotros nos alargamos hasta el collado para ver la vertiente norte del mismo  y desde allí, a 1636 metros de altitud, tomamos su loma sur en todo momento recorrida por una cuidada alambrada para el ganado. Hemos empleado una hora para llegar hasta aquí.

Col de Jou desde Taga. 

            Hay que remontar 400 metros de pastizal que hacemos entre por libre pues se puede o siguiendo un camino que se vuelve franco a partir de la Cota 1800. La mañana está espléndida, nos ha alcanzado el sol en las inmediaciones del collado y ahora en la loma sopla una ligera brisa que nos va a alegrar la mañana.

En la Cima de Taga. 

            Tras un pequeño resalte en el que el camino se empina un poco, ya a la altura del Collado de Comallonga, alcanzamos la loma somital que se arrellana y en suave ascenso nos deposita en la Cima de Taga a 2040 metros de altitud cuando van a ser las ocho y cuarto de la mañana.

La Arista hacia Puigsestela. 

            Ha llegado una pareja delante de nosotros  y por el norte llega un grupo con el que charlamos de los alrededores. La mañana está espléndida pero muy caliginosa y llena de neblinas que difuminan el paisaje distante. A duras penas distinguimos Pedraforca y Puigmal y eso que están relativamente cerca. Hacemos unas fotos, contemplamos el Col de Jou  de dónde venimos y los coches que rebrillan en el Collado de Fontalba y un cuarto de hora después nos vamos para abajo.

La Sur de Puigmal y el Collado de Fontalba. 

            Descendemos hasta el amable Col de Comallonga al que casi hemos llegado a la subida y remontando unos poquísimos metros pasamos prácticamente de largo del Puig de la Portella de Ogassa situado sobre los1900 metros de altitud.

En la Portella de Ogassa, Puigsestela.

            Hemos comenzado ya nuestro tránsito por las Sierras de Connivella y Caballera hacia el este y lo continuamos en descenso en busca de la Portella de Ogassa. Bajamos por praderío y entre vacas que buscar la brisa de la loma.

Vista atrás a Taga. 

            La Portella de Ogassa debidamente acartelada es un doble collado interrumpido por un suave promontorio intermedio. Está a 1792 metros de altitud y hacia ambas vertientes se descuelgan caminos, nosotros tomaremos a la vuelta el que se ahonda al sur.

Acercándonos al Puig de Coma de Olla.

            La continuación consiste en remontar un resalte medianamente inclinado que se acuesta para alargarse seguidamente muy llano hasta el Puig de Coma de Olla al que se llega tras un suavísimo y amable resalte.

Arista Oeste de Puigsestela. 

            Pasamos junto a su doble hito cimero y siempre al este proseguimos perdiendo unos pocos metros e iniciando otro resalte medianamente consistente. Es quizás el único tramo que tiene algunas afloraciones rocosas y aspecto más montañero.

En la Cresta Cimera de Puigsestela.

            Un caminillo recorre el resalte con menudas zetas y prosigue arista adelante cuando se ha allanado y se alarga en busca de otro pequeño resalte amable que nos deposita en la Cima de Puigsestela situada a 2013 metros de altitud.

En la Cima de Puigsestela.

            Lo que nos parecía en la distancia como una pequeña cabaña no es más que un enorme hito cilíndrico de piedras de 4 metros de diámetro y 3 de altura. Son las diez menos cuarto y a la sombra del mismo nos sentamos a almorzar. La mañana es espléndida. Nuestros ojos escudriñan Puigmal que es de lo poco visible que reconocemos pero ni identificamos Baladrau ni Bastiments y eso que deben estar visibles desde aquí.

Iniciando la vuelta hacia la Portella de Ogassa.

            Tres cuartos de hora después  iniciamos la vuelta al oeste desandando camino hasta cerca de la   Portella de Ogassa y rebasada la zona en que la pendiente sur es excesivamente pronunciada nos echamos para abajo atajando al encuentro del camino que baja de la Portella. A partir de ahora comenzamos a cruzarnos con gente.

Milenrama en Puigsestela. 

            El camino desciende fuertemente al sur al encuentro de un barranco seco  por cuya orilla izquierda desarrollaremos todo el descenso. Balizado en amarillo y también en verde y blanco es un tiro que no tiene pérdida.
            Nos guían los edificio de la masía de las inmediaciones del mismo  y poco antes de terminar el descenso alcanzamos la Fuente del Feixe una surgencia en la que se origina el barranco y de la que cogeremos agua para beber ya que está muy fresca.

De vuelta en Coma de Olla.

              Atentos que es el único lugar del que se puede coger agua para beber  pues se trata de una zona metamórfica en la que no es fácil ver correr el agua y además hay bastante ganado.

Atajando camino bajo la Portella de Ogassa.

            Son las doce de la mañana cuando llegamos a la furgo aparcada junto a San Marti de Ogassa. Dejamos las mochilas y nos vamos a remojar en el barranco. Hay un lavadero descubierto debajo de la carretera  y allí nos quitaremos los sudores de los 1000 metros de desnivel de nuestra jornada matutina.

La Fuente del Feixe bajando a San Marti de Ogassa.

            Con las puertas abiertas de la furgo para que corra la brisa y bajo la única sombra del pequeño aparcamiento comemos tranquilamente y como se está de vicio hasta nos echamos una pequeña siesta antes de iniciar el descenso por carretera hasta San Juan de las Abadesas para cambiar de valle.

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