16 dic 2018

GEMELOS EN LAS REDES



Ayer recibí un correo electrónico que me sorprendió agradablemente y que de alguna manera motivó una actividad del año 1988 que colgué en este blog y que alguien leyó a pesar de que las actividades fuera de fecha no las cuelgo en mi Home. Era: Pequeña colección de tresmiles en el verano 88, con cuatro entradas sucesivas. 


El correo decía:

Hola Mariano
Soy Alfredo, si, el Alfredo de Pirineos3000. Ante todo saludos y felicitaciones a un GRAN PIRINEISTA como tu, excepcional conocedor de la cordillera, sin dejar de lado por supuesto a tu mujer y a vuestro compañero habitual de salidas, Juan. Por cierto un chascarrillo, me encanta su estilo y su camisa, generalmente bien desabrochada, como uno que yo bien conozco ha hecho durante muchos años, je, je. Formáis un trío potente y con intereses en común.

Tenía ganas de mandarte unas lineas desde hace tiempo, sigo con interés vuestras andanzas y me gusta mucho tu forma de escribir las reseñas. Realizáis unas ascensiones muy variadas y muchas veces a cumbres poco conocidas y lo que es mejor, por itinerarios no habituales, eso me gusta mucho.
Al leer esta última entrada sobre la corona del Vignemale en ese ya lejano agosto de 1988 me he dicho, de esta no pasa, le escribo si o si. Y ¿por qué? Pues es evidente, me identifico tanto, en general, con lo que escribes y en este caso con la forma y numerosos detalles del texto que parece que estoy recorriendo esas cumbres y pasajes, de nuevo como si no hubiese transcurrido el tiempo. Y concretamente en esta ruta han pasado la friolera de 30 años.  

El viaje desde Sabiñánigo hasta Pont de Espagne, la aproximación al refugio. El Petit, los detalles del collado de los glaciares... hasta la relativa embarcada para descender en esa zona media antes de llegar al Clot de la Hount, nosotros la tuvimos casi similar, al final tonteando en la inclinada ladera, decidimos que estábamos haciendo el idiota y que lo mejor era bajar por ese nevero que llega al glaciar directo.

Es emocionante bajar a lo desconocido desde la cima del Montferrat en dirección a los aparentemente cercanos Tapous. Ese "espera aquí un poco que me voy a asomar" que dices a tu mujer y que tantas y tantas veces se lo he dicho yo a la mía... ese cabreo de la vuelta en que llegas con un calentón bueno porque no te has querido entretener y ellas están heladas a pesar de la ropa porque llevan esperando más de 1 hora... y a 3000 m se notan los parones si está nublado. Qué bien describes esa incertidumbre al acercarte a la brecha del Tapou, más que vertical e impracticable su descenso o ascenso, como comentas. Ese bajar al infierno para subir al cielo, que lo tienes justo enfrente y se ve factible, ese nevero que separa, y que no queda otra que bajar (un poco más...) a buscar el paso más estrecho, esos cuatro pasos, que es verdad son cuatro, con el abismo (en tu caso) a tu izquierda. La subida a la carrera al Gran Tapou, envuelto en sudor (parece que me veo a mi mismo con lo que sudo, je, je) y para finalizar ese grito "salvajemente contento" y que Rosa te oye desde el Montferrat. LA FELICIDAD, como bien dices. 

Nosotros hicimos esa travesía en subida, unos años más tarde y comentamos: mejor así que bajando del Montferrat

Bueno, algo me decía que en ese verano del 88 hasta podíamos haber coincidido. Hubiese sido la leche. He revisado entonces mi diario de montaña y veo que un mes antes estuvimos haciendo parte de la corona del Vignemale. ¡Qué casualidad! Y me acuerdo perfectamente que al poco de volver del Montferrat por la cresta me deslicé por la nieve, en cuanto, tuvo continuidad y perdió algo de pendiente en busca del glaciar (por supuesto mucho más elevado que ahora), donde me esperaba (a vista) mi mujer que desde el Pico Central se bajó tranquila.

Ese año fue muy prolífico de montaña y de tres miles en particular. Tengo anotadas muchas salidas. 
Empezamos, contando solo tres miles, con una invernal a los Infiernos (que imprudencia cometimos al meternos a la vuelta bajo la Aguja de Pondiellos-menos mal que madrugamos mucho y bajábamos antes del mediodía y las coladas de nieve/aludes todavía no caian). Estrenamos junio en el Coronas, con muchísima nieve que nos impidió subir al Pico del Medio, en julio visitas al Vignemale y a la zona del Pic Long-Néouvielle, travesía de los Belloc al Gourdon, subida expres al Lezat desde Espingo, al día siguiente Crabioles y compañeros, la cresta del Medio en el Aneto y el 24 de julio la cresta completa de la Pica de Estats. Y terminamos agosto con una salida en compañía de mi padre y hermana al Petit Vignemale. 

Bueno... vaya paquete que te he metido, pero es que metidos en harina, je, je.

Pues eso, saludos de nuevo y por mi parte recuperando muy lentamente una grave fractura del brazo derecho en una tonta caída de principiante con la bici, ¡quien lo iba a decir! este verano pasado. 
Igual es que estoy algo más bajo de moral de lo habitual al estar un tanto limitado ahora y pensando que quizás en el futuro no podré ya trepar (y otras cosas) en las debidas condiciones. El fisio me dice que paciencia que la recuperación será larga, pero me huele que deberé mentalizarme de que entro en otra etapa. 

Un saludo cordial
Alfredo Goitia



Hoy en una mañana de lluvia, es 16 de Diciembre de 2018, le contesto:
¡Hola Alfredo!

Gracias por tu amabilidad y atención.
En primer lugar desearte una rápida recuperación. Tu fisioterapeuta entiende más que tú y yo juntos de recuperaciones. Luego los límites los pondrás tú de manera conforme con tus intereses, teniendo en cuenta que los años no nos pasan en balde y nuestros intereses también van evolucionando motivados por todo lo que nos acompaña. Tenemos experiencia al respecto.
Mi amigo Juan  el de “plástico” como le digo yo, es un tío único y no lo cambiaríamos por nada. A ti también te gustaría. Clásico y caluroso como pocos, en el monte nos conocen más por él que por nosotros dos.
El 88 debió ser una cosecha única y hubiera sido un auténtico placer el haber coincidido: creo que hubiéramos disfrutado sin duda del encuentro pero el monte es tan grande… en mi agenda particular de "virtuales de cabecera" de pirineos3000 estás tú con Luiso, Luis y con BEP.
Yo tiro de mis apuntes escritos que guardo con cariño porque son nuestra vida en la montaña, fotos de aquella época casi no tengo. He tratado y trato de describir con toda la fidelidad posible tanto los detalles físicos del momento como las impresiones que me producen, vivo la montaña así y no tengo ningún pudor en manifestarlo.
No desdeñamos nada en la montaña, ni conocido ni desconocido. De hecho con un mapa topográfico para ver la orografía nos vale. Programamos la actividad y luego, si aparece camino pues estupendo y si no nos buscamos la vida que es lo que nos gusta. Son las reglas de nuestro juego que nos imponemos nosotros mismos y con ellas salen esas actividades poco conocidas y en ocasiones diferentes a lo más habitual que a unos pocos podrán gustar pero, no se nos escapa, que siendo de nuestro interés  no satisfagan los intereses de la mayoría. El monte siempre ofrece muchas más opciones que las convencionales
Además me alegro que alguien pueda disfrutar con las descripciones. En tú caso sin problemas puesto que nuestra filosofía montañera ha debido ser acunada en el mismo crisol.
Nosotros cambiamos, aunque no se advierta demasiado; pero una arista, un repecho o un destrepe es el mismo aunque hayan pasado 30 años, que, por cierto, no son nada y nosotros lo disfrutamos en aquella ocasión y lo volvemos a hacer cuando lo releemos sea nuestro o de otro con quien coincidimos espiritualmente.
Además de todo esto, vivir la montaña con tu compañera no tiene precio más sabiendo que no somos demasiadas las parejas que tenemos ese privilegio.
Bueno, lo dicho: una pronta recuperación para poder seguir  "jodiendo” botas en el monte y reiterarte el placer de haber encontrado un gemelo en las redes.
Para terminar, y si no te importa, guardaré tu carta en mi blog, allí guardo casi todo lo que me importa.
¡Que vaya bueno y que nos veamos en la montaña!

¡No es necesario decir más para quienes tenemos alma de montañeros!


4 comentarios:

  1. Bonitas palabras.
    En estos tiempos de la inmediatez, de la rapidez, de la caducidad temprana, de lo visual sobre lo escrito, se agradece leer reseñas con sentimiento y maduradas. Siempre es un placer leer vuestras andanzas, revivir en ocasiones lugares y sensaciones que aunque expresadas por otros se siente como propias. Un abrazo, mucha salud y a seguir con ilusión aunque los años pasen.
    David

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  2. Da gusto leer los textos tanto de Mariano como de Alfredo, de ambos se puede aprender mucho y de como disfrutan de la montaña. Hace mucho que no me escribo con Alfredo y no sabía de su lesión. Como dice David vivimos tan deprisa que en mi caso casi solo me dedico a leer pero casi no escribo. Espero que disfrutéis de unas Felices Fiestas y recuerdos para Rosa!

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  3. ¡Hola David!
    Pues si, el Whatsapp ha desplazado a todos los vehículos de expresión aunque algunos nos resistamos a su inexorable avance y prefiramos algunas delicatessens más convencionales que nos hacen disfrutar extraordinariamente. Las vivencias personales anidan en nuestros cerebros para siempre y cuando alguien o algo te lo refresca, lo vives de nuevo y no tiene precio.
    ¡Que vaya bueno!

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  4. ¡Hola Luis!
    Hacía tiempo que le echaba en falta.
    Me dice que a pesar de seguir en el monte no cuelga y lo siento pues era y es uno de los usuarios de referencia en pirineos3000.
    De su lesión tampoco sabía, fue este verano y lo tiene medio postrado.
    Con Rosa te nombramos también por tus ausencias últimas en el blog. Andamos demasiado liados.
    Gracias, cualquier día me toca despertar al personal con la felicitación de Navidad. En esta ocasión te has adelantado.
    ¡Que vaya bueno!

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