El reciclaje de los plásticos
también ha ido creciendo especialmente a
partir del último cuarto de siglo pasado, pero en ningún modo de forma paralela
al crecimiento de su producción, de tal forma que el reciclaje no es solución a
la problemática que supone la basura plástica y su complicada, de momento,
eliminación.
Curiosamente es la industria alimentaria una
de las más importantes consumidoras de plásticos para sus envases generalmente
de un solo uso y como parece ser que estamos condenados a consumir productos alimenticios, habrá que
adoptar estrategias para obtener un entorno sostenible prescindiendo de
plásticos sustituidos por determinado tipo de cartones o algas.
La eliminación de la mayor parte de los
plásticos pasaría por el tratamiento del polietileno, material preeminente utilizado
en el envasado de líquidos, vía
trituración, con lo que esos plásticos pierden algunas de sus propiedades y la
obtención a partir de los mismos de subproductos de poco interés y valor
económico no permiten el despegue de estos procesos.
Por ello se está estudiando en la
comprensión de cómo es la piel de los productos vegetales para obtener envases biodegradables
con materiales inteligentes que no solamente sustituyan a los plásticos sino
que incluso puedan servir de alimento para animales y tal vez para personas. De
esta forma frenaríamos la producción de basura plástica en cuya eliminación habría
que trabajar bacteriológica y denodadamente con las ingentes cantidades que hemos
generado si queremos que este planeta sea habitable más allá de mediados de este
siglo.
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